Ciclo de deming

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Ciclo de derming
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Ciclo de Deming: Fue creado por W Edwards Deming en la década de 1950 como un fácil seguir el ciclo de resolución de problemas. Deming fue el encargado de ayudar a Japón a reconstruir su economía en la década de 1950. Su propósito era utilizar PDCA con un proceso de mejora continua para ayudar a reconstruir las industrias japonesas para que puedan competir en el mercado mundial en el futuro.

Historia

Edward Deming fue un pionero y profeta de la Calidad Total (Total Quality Mamagement). Enterado de la labor de Deming, los japoneses fueron en busca de el en 1950. Deming enseño un sistema nuevo y los administradores e ingenieros japoneses pusieron en práctica lo que aprendían.

El ciclo PDCA de mejora continua

Conocido como ciclo de Deming es una metodología para la mejora que fue intensamente promovida por este autor, si bien fue Walter A. Shewhart 1939 el primero que habló del concepto de ciclo de mejora. Edward Deming dio a conocer el término “ciclo Shewhart” para referirse al PDCA, aunque en Japón comenzaron a denominarlo como “Ciclo de Deming”. Deming 1992 se refirió al ciclo PDCA de Mejora Continua como el ciclo PDSA, donde la ‘S’ tiene el significado de Estudio (Study), con el fin de poner de manifiesto que esta fase es más que control o verificación, debiéndose estudiar los resultados obtenidos y las causas que han originado dichos resultados. Punto presentado por Deming fue el de la mejora continua, la cual está basado en un ciclo infinito de 4 pasos:

Planificar: La dirección, sobre la base de las mediciones, datos e información que posee, planifica los cambios. A grandes rasgos, en el ciclo PDCA de mejora continua, esta planificación deberá comprender:

  • Identificar los objetivos que constituyen el objeto de la mejora.
  • Determinar los métodos, recursos y organización para alcanzarlos.
  • Definir los indicadores que permitirán establecer el punto de partida y cuantificar los objetivos.

De la planificación deben surgir metas, objetivos claros y específicos, y esto por dos razones

  • Cuanto más precisamente definido está lo que se pretende alcanzar, mayor es la probabilidad de lograrlo.
  • Los progresos sólo se pueden medir con relación a unos objetivos previamente planteados y cuantificados.

Hacer: Lo planificado se lleva a efecto.

Verificar: Se evalúan los resultados reales conseguidos y se comparan con los objetivos establecidos en la planificación. La clave de la verificación está en haber determinado, con anterioridad, indicadores para la medición de los objetivos.

Mejorar: Puede definirse como obtener un grado de rendimiento superior al anterior. Una vez cotejados los objetivos previstos con los resultados reales, si se alcanzó lo planificado, los cambios son sistematizados y documentados, es decir, normalizados. En caso de no haberse logrado los objetivos del plan, se analizan las causas de las desviaciones y se generan las acciones que permitan eliminar las causas–raíz de esos errores. El ciclo PDCA de mejora continua debe incorporarse al modo habitual de trabajar en la organización, a su propia cultura, siendo asumida como un valor fundamental. Ha de constituir un estilo de gestión cuya principal característica es que no finaliza nunca. Y, más aún, un estilo de pensar y de actuar. Emprender acciones puntuales, destinadas a subsanar determinados problemas, por muy efectivas que éstas pudieran ser, no es suficiente. El enfoque del ciclo PDCA de mejora continua supone un avance respecto al clásico Proceso Directivo de Henry Fayol, relativo a las funciones o actividades que ordinariamente realiza la organización, sus directivos o gerentes, y que diferencia el rol de estos en la institución con relación al resto del personal. Estas funciones se realizan en una secuencia ordenada y las llevan a cabo, en mayor o menor medida, los supervisores de todos los niveles, gerentes intermedios y altos directivos.

Fuentes