Cuidados de las manos

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Cuidado de las manos
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Las manos

La parte más ágil de su cuerpo son las manos. La destreza de ellas les permite realizar las tareas más delicadas, están en constante movimiento apenas sin descanso durante todo el día y reciben el tratamiento más duro que cualquier otra parte del cuerpo. Se muestran todo el tiempo y con frecuencia se les juzga por el estado y expresión de las mismas. Tanto su forma como tamaño están genéticamente determinados; depende de usted aprender a usarlas para realizar su personalidad y su imagen, y a mantenerlas en buenas condiciones. Ellas necesitan ejercitación para su estimulación y flexibilidad y les permiten estar consciente de cuánto puede moverlas en busca de una articulación expresiva. Requieren de un cuidado regular diarioy, en particular, una revisión constante para mantenerlas limpias y uniformes. Ellas revelan la edad, la profesión y las costumbres, incluso constituyen un reflejo de la educación individual. ¡Cuídalas con esmero! Preocupate por los pequeños detalles, solo así garantizas que luzcan atractivas, aunque sus formas no sean perfectas.


Cuidados

El agua es fatal para las manos, pero no cometa el error de dejar de lavarlas. Quier decir que debe asegurarse de que las manos sean convenientemente secadas con una toalla después del contacto con el agua. Ellas se secan fácilmente, incluso al exponerlas a los elementos como el sol, el frío, la lluvia, el mar, etc. Hay una regla simple para mantener sus manos en buenas condiciones: mucha crema. Lo cual permitirá conservar la humedad y evitar la resequedad, la piel seca y el agrietamiento. No escatime emplee la crema de forma liberal y notará cómo las manos la absorben. El uso de cremas, cualesquiera de ellas (nutritivas, suavisadoras, de almendras, miel) siempre mejoran esas imperfecciones como la esperezas, los poros abiertos y agrietados, las callosidades. Si eres partidaria de los productos naturales, hay en casa muchas cosas que auxilian. Por ejemplo, el zumo de limón o de naranja diluido e un poquito de agua fresca, pone lapiel como la seda, siempre que no expongas con el tratamiento puesto. Masajéalas con miel, yogurt, aceite de cocina, residuos de fruta bomba, plátanos maduros, vegetales y verás los resultados. Una fina capa de vaselina puesta después de mantener las manos mucho rato en agua jabonosa, y antes de irte a la cama, ayuda, sobre todo si la piel está muy reseca.

Ejercicios

Los ejercicios son beneficiosos. Comienza por practicar estas acciones: toca el piano en el aire y describe círculos con la muñeca, los cuales contribuyen a una mejor irrigación sanguínea y aportan cierta gracia a los ademanes. Estas son solo agunas de las distitas sugerencias para la belleza de tus manos alcance hasta la punta de los dedos.


Consejo

Acude a una pasta de borra de café con miel. Por cada cucharada grande de borra únela con una de miel. Deshaz los grumos con tus manos y masajea dedo por dedo, desde las palmas y hasta las muñecas. Enjuágalas con agua tibia. Este remedio surte rápido efecto. Repite la operación por lo menos tres veces a la semana, y siempre que hayas realizado un trabajo con tierra: jardinería, recogida de vegetales y frutas... Haz la prueba y también incluye los pies. Las resequedades y grietas desaparecen. La piel se afina y va ganando lustre.


Manos cansadas

Se ven afectadas por el agotamiento de las tareas diarias, lo cual provoca distintas molestias que se calman con la aplicación de masajes, pues, al igual que los pies, son una zona que refleja tensiones de todo el cuerpo. Su estructura es flexible, gracias a los movimientos que efectúan los músculos con exactitud. Estos mantienen la postura del brazo y permiten su movilidad. Sin embargo, ciertas tareas cotidianas, como trabajar en la oficina o en la casa, exigen movilidad de las extremidades superiores y, por tanto, provocan cierto cansancio en ellas. Como resultado hay tensión muscular, dolor en los huesos y molestias en los tendones. En ese caso, el masaje alivia si tirantez e, incluso, de todo el cuerpo, ya que estimula numerosas terminaciones nerviosas y sensoriales. La masoterapia incrementa la habilidad manual y logra una armonización completa. Antes de comenzar con el autotratamiento, mueve las articulaciones para mejorar la flexibidad, y frota las manos para hacerlas entrar en calor. Así activas la circulación. Da mejor resultado hacer estos ejercicios durante la noche, sentada y con la columna derecha.

¿Te sudan?: Cuando te transpiren las manos, humedece un paño o una toalla pequeña con agua templada y unas gotas de vinagre. Sostenlo entre tus manos por unos minutos. La transpiración se controla, el resultado es inmediato.

Tensión: En especial, son los dedos los que canalzan la tensión del resto del cuerpo. Para distenderlos, presiona una pequeña pelota (de tenis) durante diez minutos. Este ejercicio trabajo los músculos y disminuye sus bloqueos.

Rigidez: Algunas de las causas de este problema son las artrosis, la tendinitis y la artritis. Durante el embarazo, puede producir dolor y adormecimiento, especialmente en las noches, puesto que, en general, la mujer apoya su cuerpo sobre las manos y, así, provoca una alteración en el nervio mediano que se dirige hacia la articulación de la muñeca. En este caso, lo mejor es evitar dormir sobre ellas y descansar en otra posición. Por suerte, solo aparece en el 2,5 por ciento de las mujeres. Para prevenir la regidez, realiza una actividad manual moderada y suave. Utiliza aceites mecerados con hojas de albahaca, menta, romero y jengibre para darte masajes y evitar que las articulaciones se inflamen.


Autotratamiento

1. Rigidez de las manos Apoya la mano con la palma hacia arriba sobre alguna superficie que la sostenga. Con el dedo pulgar de la mano contraria, masajea en forma de ocho la zona de la muñeca. Repítelo varias veces. Da flexibilidad y mejora la circulacuón de las muñecas.

2. Tensión de los dedos Estira el dedo desde la base hacia afuera, con movimientos firmes. Repite en cada articulación. Realiza movimientos seguros y cortos. Desplázate unos centímetros hacia la segunda articulación para provocar un estiramiento. Deslízate hacia el extremo del dedo y gíralo con movimientos suaves y rotatorios, hacia un lado y el otro. Combate la rigidez, la tensión y suaviza las articulaciones de los dedos.

3. Tensión muscular Coloca la palma de la mano afectada hacia arriba y, con el dedo pulgar de la otra mano, masajea en forma circular y rotatoria la base del dedo pulgar. Recorre unos centímetros hacia el centro de la palma de la mano y masajea de la misma forma en esa zona. Libera la tensión muscular y logra una relajación especial en la base y palma de la mano.


Cuida tus uñas

Como cualquier otra parte de tu anatomía, las uñas responden a un sencillo tratamiento si lo realizas con regularidad. Límalas a fin de mejorar la forma y reducir el tamaño. No las cortes. Reserva las tijeritas para la piel endurecida de las esquinas. Claro, cuando las vayas a cortar, remójalas por unos minutos con agua tibia para suavizar las durezas. Las cutículas las levantas con un palillo apropiado o las cortas. Tú decides. Púlelas con frecuencia. Utiliza un paño suave o mejor hazte una almohadilla con un trocito de franela, corduroy o pana. Con un retacito de cualquiera de estos tejidos prepara una bolsita rellena de algodón o de otras tiras, y con ellas pule tus uñas. Este sencillo recurso activa la circulación y les da una apariencia lustrosa. Cepíllalas con agua y jabón. Una o dos veces por semana haz esta operación. Cuando tengas un poquito más de tiempo, sumégelas en agua con limón por dos o tres minutos, así las blanqueas y eliminas rastro de suciedad. Este tratamiento lo puedes hacer también en la uñas de los pies.


Uñas débiles

¿Se abren y rompen con facilidad? Prueba este remedio para solucionar el problema: por las noches, antes de acostarte, sumerge la punta de los dedos en un recipiente con vinagre tibio. Unos pocos minutos resultan suficientes. Si tienes constancia en el tratamiento, notarás una sensible mejoría. No botes e vinagre unado, guárdalo en el refrigerador y lo tienes siempre listo para el tratamiento.


Fortalécelas

Una de las mejores cosas es masajearlas con alguna crema o aceite por lo menos una vez por semana, justo antes de irte a dormir. ¿Friegas mucho? ¿Eres de uñas débiles? Si la tienes maltratadas acude al increible y humilde ajo. Toma unos dientes y pélalos, encaja las uñas en ellos hasta sacarles todo el zumo. Luego frota bien esa papilla en las cutículas y toda la superficie de las uñas. No te preocupes por el olor: no dura mucho. También desaparece en un dos por tres si te pasas una tapita de limón antes del enjuage final. La constancia da frutos, y en pocos días se pondrán lozanas, brillosas y fuertes.


Fuente

Gladys E. Egües Cantero. Mil ideas para ti y tu familia