Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro (1992)

Cumbre de la Tierra
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La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, celebrada hace 10 años en Río de Janeiro, constituyó un momento importante en la aspiración de lograr un equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y ambientales. Esta reunión, conocida como Cumbre de la Tierra, fue inaugurada oficialmente el dos de junio de 1992, en el Complejo Río Centro, en Jacarepagua, a unos 40 kilómetros del centro de la ciudad sede.
TipoConferencia
Fecha3 y el 14 de junio de 1992
PaísRío de Janeiro, Brasil
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 La Conferencia de las Naciones Unidas para el sobre el Ambiente y el Desarrollo, conocida más comúnmente como "Cumbre para la Tierra", fue llevada a cabo entre el 3 y el 14 de junio de 1992. En esta los países participantes acordaron adoptar un enfoque de desarrollo que protegiera el medio ambiente, mientras se aseguraba el desarrollo económico y social. En la Cumbre de Río se fueron aprobados por 178 gobiernos diversos documentos, los cuales son:
• Programa 21: este es un plan de acción que tiene como finalidad metas ambientales y de desarrollo en el siglo XXI (más información)
• Declaración de Río sobre medio ambiente y desarrollo: se definen los derechos y deberes de los Estados
• Declaración de principios sobre los bosques
• Convenciones sobre el cambio climático, la diversidad biológica y la Desertificación

Río de Janeiro: Primera Cumbre de la Tierra

Introducción

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente y el Desarrollo, celebrada hace 10 años en Río de Janeiro, constituyó un momento importante en la aspiración de lograr un equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y ambientales.
Esta reunión, conocida como Cumbre de la Tierra, fue inaugurada oficialmente el dos de junio de 1992, en el Complejo Río Centro, en Jacarepagua, a unos 40 kilómetros del centro de la ciudad sede.

Participantes a la Primera Cumbre de la Tierra

El encuentro activó durante casi dos semanas el mayor operativo de protocolo y seguridad de la historia de Brasil y del mundo, pues nunca antes se habían congregado tantos presidentes, primeros ministros, monarcas y ministros.
Un total de 108 Jefes de Estado y de Gobierno tomaron parte en las sesiones plenarias de la Conferencia, a la que concurrieron, además, unos 30 mil activistas locales y extranjeros, numerosos representantes de Organizaciones No Gubernamentales, y más de ocho mil periodistas.

Principios e instrumentos

De la Cumbre emergieron una serie de principios e instrumentos: la Declaración de Río, el Programa 21, la Convención sobre Biodiversidad, la Convención Marco sobre el Cambio Climático y la Convención de Lucha contra la Desertización.
Igualmente, la cita reafirmó la meta de la ONU de que las naciones ricas dedicaran un 0,7 por ciento de su Producto Interno Bruto a la cooperación internacional para el desarrollo.
No obstante los esfuerzos por preservar la vida en el planeta, la aprobación de esos programas encontró la resistencia de Estados Unidos, único país que no firmó el Tratado sobre la protección de la fauna y la flora, a pesar de los esfuerzos de sus aliados para que lo ratificara.

Oposición de Estados Unidos

Durante todo el Foro, el presidente George Bush, padre del actual inquilino de la Casa Blanca, entorpeció las iniciativas de sus colegas al objetar el derecho al desarrollo.
Tampoco quiso reconocer la responsabilidad de las naciones ricas en la búsqueda de un desarrollo sustentable, ni el derecho de las poblaciones de los territorios ocupados a la conservación de sus recursos naturales.
La posición norteamericana generó una masiva protesta, conocida como la Marcha de los Oprimidos, en pleno corazón de Río de Janeiro.
Alrededor de 50 mil personas partieron de la Iglesia de la Candelaria hasta el Parque Flamingo, sede de la Cumbre, e hicieron una escala frente al Consulado de Estados Unidos para condenar tal política, sostenida a lo largo de esta década.
Las esperanzas de perpetuar la especie humana en la Tierra dependen en gran medida del consenso que logren los gobiernos durante la próxima cita, prevista entre el 26 de este mes y el cuatro de septiembre, en Johannesburgo.
La mayor potencia del mundo enarbola la bandera del libre comercio como panacea para todos los males mundiales y continúa opuesta a cualquier acuerdo en favor de la sostenibilidad, de disminuir la pobreza y reducir las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera causadas por la actividad humana.
?Qué futuro depara al hombre si tales propósitos se materializan? ?Cómo frenar el creciente deterioro ambiental, alimentar a los 800 millones de personas que padecen hambre o llevar el agua a los mil 300 millones que carecen de ese servicio?
Sin dudas, las soluciones no pueden ser impedir el desarrollo a los más necesitados o promover la proliferación de sociedades de consumo, el intercambio desigual, la explotación y el saqueo de las riquezas de los países del Tercer Mundo, peligrosas tendencias que condenan la vida del planeta y de sus habitantes.

Referencias

Norniella, F. (s.d.). Río de Janeiro: Primera Cumbre de la Tierra. Agencia de Información Nacional. Recuperado Agosto 19, 2010, a partir de http://www.ain.cu/cumbresresumenes/cumbredesarrollo/ago1202mrio.htm