Egocentrismo

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Egocentrismo
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Concepto:Exagerada exaltación de la propia personalidad, hasta considerarla centro de la atención y actividad generales.

Egocentrismo: La psicología afirma que el ego es la instancia psíquica que permite que un sujeto sea consciente de su propia identidad y se reconozca como yo. El ego media entre los deseos del ello y los mandatos morales del superyó para que el individuo logre satisfacer sus necesidades dentro de los parámetros sociales.

El término deriva del latín ego, que significa "yo". Una persona egocéntrica no puede "ponerse en los zapatos de los demás (quitándose primero los de él mismo)", y cree que todos buscan o deben buscar lo que él busca (o lo que él ve, en alguna forma, excede en lo que otros ven). Se conoce como egoísmo al amor excesivo que una persona tiene sobre sí misma y que la lleva a atender sólo su propio interés, sin interesarse por el bienestar ajeno. El egoísmo es, por lo tanto, lo opuesto al altruismo.

El egocentrismo, un término que hace referencia a centrarse en el ego (es decir, el yo), es la exagerada exaltación de la propia personalidad. El egocéntrico hace de su personalidad el centro de la atención.

Los psicólogos resaltan que el egocentrismo consiste en creer que las opiniones y los intereses propios son más importantes que los pensamientos de los demás. Lo que el egocéntrico pretende es, según su óptica, lo único que tiene valor.

Egocentrismo en los niños

El egocentrismo es la idea de que todo se mueve alrededor de uno mismo, por tal motivo los niños se sienten el centro del universo, el niño no es capaz de ponerse en los zapatos de los demás.

El psicólogo experimental suizo Jean Piaget (1896-1980) afirmó que todos los niños son egocéntricos ya que sus habilidades mentales no le permiten comprender que el resto de las personas pueden tener criterios y creencias diferentes a las de ellos. Otros especialistas, sin embargo, minimizan sus estudios.Según Piaget, el egocentrismo es una conducta pasajera.

Si bien esta conducta es mucho más evidente entre los 12 y 24 meses, también es posible encontrarla en niños de hasta 5 años, pero en cada etapa se manifiesta de diferente manera:

De 0 a 2 años, el egocentrismo se da a un nivel físico-motor ya que se encuentra en el periodo sensorio motor según Piaget. Aquí el niño está iniciando el descubrimiento de su propio cuerpo y espera que todo aquello que se encuentra a su alrededor se moldeen a él pero se irá dando cuenta que las cosas no se adaptan a él sino que, por el contrario, es él quien se debe acomodar al entorno.

En esta edad es común observar que no quieren compartir sus juguetes o que a todo le dicen ?mío? aunque no sea de ellos y cuando se le refiere lo contrario responde pegando, mordiendo, arañando u otra manifestación que responde a la faltad e control de sus emociones y acciones.

Entre los 2 a 4 años, se habla de un periodo preoperacional, en la cual el egocentrismo se manifiesta a nivel mental (representativo), por tal motivo piensa que los demás piensan como él y no es capaz de comprender otros puntos de vista. Su pensamiento es totalmente subjetivo.

Aquí lo común será ver que los niños ?no dan su brazo a torcer? las cosas son como el las ve, pero puede cambiar de opinión si observa por él mismo la diferencia de las cosas. Por ejemplo: el niño puede decir que una pelota rosada es roja y seguirá haciéndolo hasta que le enseñemos otra pelota que sí sea roja ya que aún tiene un pensamiento concreto.

A partir de los 4 años y medio ó 5 años, entramos a un periodo intuitivo, aquí el egocentrismo se produce al tratar de establecer relaciones, ya que el niño aún no tiene bien interiorizadas la noción de tiempo, su pensamiento se mantiene centrado en sí mismo, en sus propias experiencias.

En este caso tenemos el hecho que cuando, por ejemplo, les decimos a los niños que iremos de paseo tal día, ellos preguntarán diariamente si ?hoy? iremos de paseo y esto se debe a que así lo desea él.

Pasada esta edad el niño logrará un pensamiento más amplio gracias a que el proceso de autoconciencia llega a su fin y por tanto es capaz de descentrarse de sí mismo y ser más objetivo en relación con los demás. El egocentrismo podemos notarlo en diferentes ámbitos del niño:

  • El lenguaje, el niño habla en primera persona, ya sea usando el yo? o su propio nombre, también se observa el uso de monólogos ya sea al estar solo o acompañado.
  • El juego, no mide las consecuencias de sus actos por ello es común observar que empujan, se chocan o pisan todo aquello que se encuentra a su paso y continúan jugando como si nada hubiese pasado, es claro el gusto por el juego de imitación, el juego simbólico y el juego de roles, que a diferencia del juego de imitación se dará en forma grupal y cada jugador representará un personaje distinto pero que interactúan entre ellos.
  • El dibujo, mediante éste el niño representa la realidad desde su punto de vista, tal como él la percibe. Inicialmente el niño usará trazos libres y los rellenará sin respetar límites ya que su único interés será tener contacto con el material y conocer sus propiedades. Poco a poco sus trazos serán más controlados pudiendo representar con mayores detalles.

Para destruir el egocentrismo es necesario poseer una mentalidad global, holística, bajo la cual todos estamos relacionados y nadie es individual o autosuficiente, pues es realista decir que en alguna medida todos dependemos de todos. Hace falta valorar a los demás, descubrir lo mucho que nos han ayudado, y vivir desde una óptica más humilde.

Una forma de romper el egocentrismo sería expandir nuestros requisitos de inclusión y levantar las barreras que impiden que nos acerquemos a las personas que piensan, sienten o actúan distinta a nuestras preferencias. Al reducir los pensamientos egoístas y aumentar los grupalistas o colectivistas, se producen resultados materiales y emocionales asombrosos que a muchos benefician.

Fuentes