El arte de la felicidad
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Los preceptos básicos que el dalái lama expone son: • El propósito de la vida es la felicidad. • La felicidad está más determinada por el estado mental propio que por las condiciones externas, las circunstancia o los eventos cuando las necesidades básicas para sobrevivir se han conseguido. • La felicidad puede ser alcanzada a través de un sistema sistemático de entrenamiento de los corazones y las mentes, a través de de la remodelación de las actitudes y perspectivas. • La clave de la felicidad está en las manos de cada persona.
En este libro se esconde la esencia del Dalai Lama: la disposición mental es determinante en el derecho que tenemos todos los seres humanos de buscar la felicidad. A través de sus conversaciones con Howard C. Cutler, este trabajo enseña cómo poner fin a los sentimientos que nos perjudican, así como también a aceptar el sufrimiento inherente a la vida; combinación que nos permitirá transformarnos en una persona bondadosa.
Sinopsis
Ésta es la esencia del mensaje que transmite el Dalai Lama: la búsqueda de la felicidad es un derecho de todos los seres y en ese objetivo nuestra disposición mental resulta determinante. Sin la actitud correcta, cualquiera de las fuentes de realización –la salud, las posesiones materiales, las amistades, el amor- puede producirnos un placer inmediato pero tendrá escaso impacto en nuestros sentimientos a largo plazo. El Dalai Lama, a través de sus conversaciones con Howard C. Cutler, nos enseña cómo eliminar los sentimientos más dañinos y aceptar el sufrimiento inherente a la vida. Sólo así seremos capaces de convertirnos en una persona cálida y bondadosa que ha transformado el deber de vivitr en el arte de sentirse feliz.No importa a cuántas personas usted supervise, hay una sola persona a la cual puede cambiar: a usted mismo. La mejor inversión que puede hacer, entonces, es en mejorarse a sí mismo desarrollando los hábitos que le harán mejor persona y mejor gerente.
Si usted quiere cambiar cualquier situación, tiene que comportarse en forma distinta. Pero para cambiar su comportamiento, debe antes modificar sus paradigmas – su forma de interpretar el mundo.