Enfermedad de mano, pie y boca

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Enfermedad de mano, pie y boca
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mano, pie y boca , A pesar de tener un nombre algo preocupante, la enfermedad de mano, pie y boca es una enfermedad común y contagiosa causada por diferentes virus. Por lo general afecta a los bebés y a los niños menores de 5 años de edad, pero los niños mayores y los adultos también la pueden contraer.

Síntomas

Los síntomas de la enfermedad de mano, pie y boca generalmente tarda entre 3 y 7 días en aparecer. Esto se denomina período de incubación. La enfermedad dura alrededor de una semana a 10 días y a menudo se resuelve completamente por sí solo sin tratamiento. La enfermedad de mano, pie y boca es una enfermedad viral común en la infancia que los pediatras, centros para el cuidado infantil y las escuelas preescolares ven en el verano y al comienzo del otoño. La mayoría de los padres quieren saber qué es exactamente la enfermedad de mano, pie y boca, cómo ayudar a sus niños a lidiar con la incomodidad que causa y sobre todo cuándo pueden regresar los niños a su centro de cuidado infantil o a la escuela. A continuación le ofrecemos respuestas a las preguntas que se hacen con más frecuencia al respecto.

Signos y síntomas

Desde el momento que el niño está expuesto a la enfermedad de mano, pie y boca, toma de 3 a 6 días para que aparezca el primer síntoma. A esto se le llama el periodo de incubación. Por lo general empieza con fiebre, dolor de garganta y goteo nasal, como es el caso del resfriado común, pero luego un sarpullido y ampollas pequeñas empiezan a aparecer en las siguientes partes del cuerpo:

  • En la boca
  • En la parte interior de las mejillas
  • En las encías
  • A los lados de la lengua
  • En la parte superior de la boca
  • En los dedos
  • En las palmas de las manos
  • En las plantas de los pies
  • En las nalgas

Nota: Una, varias o todas estas partes del cuerpo pueden presentar ampollas. Los síntomas son peor en los primeros días, pero por lo general desaparecen en una semana. Descamación en los dedos de las manos y pies puede suceder de 1 a 2 semanas después, pero es inofensiva.

Diagnóstico de la enfermedad de mano, pie y boca

Su pediatra le puede decir si su niño tiene la enfermedad de mano, pie y boca basado en los síntomas que le describa y mirando las úlceras de la boca y el sarpullido. Dependiendo la severidad de los síntomas del niño, el pediatra puede recolar muestras de la garganta del niño y enviarlas para exámenes de laboratorio. Si su niño es diagnosticado con la enfermedad de mano, pie y boca, cerciórese de informar a su proveedor del cuidado infantil o a la escuela. Es posible que tengan que informar a los otros padres y miembros del personal para que estén atentos a los síntomas

Tratamiento

No hay un medicamento para tratar o curar la enfermedad de mano, pie y boca. Lo único que los padres pueden hacer es aliviar la fiebre y el dolor con acetaminofén o ibuprofeno. Llame a su pediatra si su niño tiene una fiebre que le dura más de 3 días o si él o ella no están bebiendo líquidos.

Para el dolor de la boca

En los niños mayores de 1 año, los padres pueden consultar con su médico ya que existen una variedad de remedios líquidos que pueden ser buenos para aliviar el dolor de las úlceras de la boca. No utilice enjuagues bucales normales ya que pueden arder. •De 1 a 6 años: Ponga unas cuantas gotas en la boca del niño o con un hisopo de algodón. •Mayores de 6 años: Use una cucharadita (5 ml) como enjuague bucal. Manténgalo en las ampollas de la boca el mayor tiempo posible. Luego asegúrese de que el niño lo escupa o lo trague.

Evite la deshidratación Los niños con la enfermedad de mano, pie y boca deben beber suficientes líquidos. Llame a su pediatra ahora o vaya a una sala de urgencias si cree que su niño está deshidratado. Para más información, lea: La deshidratación en los bebés y en los niños.

Tiempo del contagio

Por lo general es más contagiosa durante la primera semana de la enfermedad. Sin embargo, los niños que tienen la enfermedad de mano, pie y boca pueden "excretar" o despojarse del virus por las vías respiratorias (nariz, boca y pulmones) durante 1 a 3 semanas y en las heces durante semanas o meses después del inicio de la infección.

Propagación de la enfermedad

El virus que causa la enfermedad de mano, pie y boca se propaga generalmente por medio del contacto de persona a persona de varias formas:

  • Ruta respiratoria
  • Contacto con las gotas grandes que se forman cuando el niño habla, tose o estornuda. Estas gotas pueden caer en los ojos, nariz o boca. La mayoría de estas gotas no permanecen en el aire; por lo general no viajan más de 3 pies (91,4 cm) y luego caen al suelo.
  • El contacto con secreciones (nasal mucosa o saliva) de objetos contaminados por children que tienen el virus.
  • Ruta fecal-oral
  • Contacto con las heces de niños infectados. Por lo general esto pasa cuando un niño enfermo se unta sus dedos y luego toca un objeto que otro niño toca. El niño que toca la superficie contaminado pone luego sus dedos en su boca.
  • Para ayudar a prevenir y controlar la propagación de la enfermedad
  • Enseñe a sus niños a cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable cuando estornudan o tosen lo más posible o con la manga de la camisa si no tienen un pañuelo disponible. Enséñele a todos a lavarse las manos después de usar pañuelos o de haber estado en contacto con secreción mucosa. Cambie o cubra la ropa contaminada.
  • Lave sus manos después de cambiar los pañales. Los padres pueden propagar el virus a otras superficies al entrar en contacto con las heces, líquido de la ampolla o saliva.
  • Limpie, enjuague y desinfecte los juguetes que han estado en contacto con su niño a través de la saliva.
  • Prevenga que se compartan los alimentos, bebidas y útiles de uso personal que su niño pueda tocar con la boca, tales como los cubiertos, cepillo dental y toallas.
  • Proteja a los otros niños en su hogar. Cerciórese de que no entren en contacto con el niño que está infectado. Los besos, abrazos y compartir vasos y cubiertos pueden propagar la infección rápidamente. Si sus niños comparten una habitación, sepárelos mientras que el niño enfermo es contagioso.

Desinfecte las superficies que su niño toca con frecuencia, esto puedo ayudar a prevenir que un hermano contraiga la enfermedad de mano, pie y boca (y es posible hacerlo si tiene cuidado y mantiene las superficies limpias).

Asistir o no a centros educacionales

Sí, excepto cuando:

  • El niño no se está sintiendo bien para participar en la clase o tiene fiebre.
  • El profesor o proveedor de cuidado cree que no puede cuidar a su niño sin descuidar a los otros niños de la clase. Babeo excesivo de las úlceras de la boca puede ser un problema que las personas tienen dificultad para manejar.
  • El niño tiene muchas ampollas abiertas. Por lo general toma 7 días para que las ampollas se sequen.
  • El niño cumple otros requisitos establecidos en el criterio para no estar en el salón de clases.

Nota: Excluir a un niño del centro de cuidado infantil o escuela no reduce la propagación de la enfermedad de mano, pie y boca porque los niños pueden propagar el virus incluso cuando no tienen síntomas y el virus puede estar presente en las heces por semanas después de que desaparezcan los síntomas.

Reingreso a los centros educacionales

Un niño puede regresar a la escuela o centro para el cuidado infantil después que todos los requisitos de los criterios de exclusión (ver lista arriba) se han resuelto y el niño se siente mucho mejor para participar. Hable con su pediatra si no está seguro cuándo debe su niño regresar a la escuela o centro para el cuidado infantil

Cómo evitar la propagación de enfermedades

Cuando los niños están juntos, existe la posibilidad de que se propaguen las enfermedades. Esto es el caso en especial de los bebés y los niños pequeños que suelen limpiarse la nariz con las manos o frotarse los ojos y luego agarran los juguetes o tocan a otros niños. Estos niños a su vez, se tocan la nariz y se frotan los ojos y así es como el virus viaja de la nariz a los ojos o de un niño a otro por medio de las manos o juguetes del siguiente niño que los toca. Los niños se enferman mucho en los primeros años de su vida mientras que sus cuerpos producen inmunidad contra las infecciones. En muchos centros de cuidado infantil y guarderías, el personal simplemente no puede cuidar a un niño enfermo, aunque en otros, el niño se puede mantener cómodo en un área separada donde no puedan contagiar la enfermedad a los otros niños. Mientras esperan a que los recojan, el niño enfermo que ha sido excluido debe estar apartado para que no tenga contacto con aquellos que no han sido expuestos a la infección. Generalmente, es mejor no trasladarlo a otro espacio para prevenir que la enfermedad se extienda por toda la instalación y para mantenerlo bien supervisado. En algunos programas, un miembro del personal que conoce bien al niño y que está capacitado para brindar atención a niños enfermos puede cuidar al niño en el espacio reservado para esto para que otros no sean expuestos. Si el niño requiere atención mínima para su malestar y no requiere ser excluido del programa, se puede asignar un lugar adonde el niño se pueda acostar mientras continúa a la vista del miembro del personal cuando el niño requiere descanso. En algunas comunidades, se han establecido centros para niños con enfermedades leves que no pueden participar en el programa o que necesitan más atención de la que el personal le puede brindan en el lugar habitual. Incluso con todas estas medidas de seguridad, es probable que algunas enfermedades se propaguen en un centro de cuidado infantil o guardería. En el caso de muchas infecciones, un niño puede contagiar a otros un día o más antes de tener los síntomas. Esta es otra razón por la que es importante lavarse las manos y las de su hijo con frecuencia. Usted nunca sabe si su hijo u otro niño están transmitiendo un virus o bacteria. Su hijo se enfermará en alguna ocasión cuando esté en el centro de cuidado infantil o guardería y necesitará regresar a casa. Usted debe estar preparado y pensar quién podría recoger al niño cuando esto suceda. Afortunadamente, no todas las enfermedades son contagiosas (por ejemplo, la infección de oído). En estos casos, no es necesario separar a su hijo enfermo de los otros niños. La mayoría de los medicamentos pueden ser programados para ser administrados solamente en el hogar. Si su hijo necesita tomar un medicamento durante el día, cerciórese de que el programa tiene procedimientos establecidos y personal capacitado para administrar el medicamento, y saben la hora y la forma de administración y la dosis apropiada, y mantienen un record de cada dosis.

Medidas para promover la buena higiene

Para reducir el riesgo de enfermedades en los ambientes de cuidado infantil, así como en las escuelas, el centro debe cumplir con ciertos criterios que promuevan la buena higiene. Por ejemplo ¿Existen lavabos en cada salón y disponen de lavabos por separado para lavarse las manos y para preparar la comida? Los alimentos se preparan en áreas diferentes y separadas de los inodoros del baño y los cambiadores de pañales de los bebés? ¿Los baños y los lavamanos están limpios y disponibles para los niños y para el personal? ¿Se usan toallas de papel desechables para que cada niño use su propia toalla y que no la comparta con otros niños? ¿Se desinfectan los juguetes que los bebés y niños pequeños pueden meter en su boca antes de que otros jueguen con ellos? ¿Se limpia y se desinfecta el equipo y los salones para el cuidado de los niños al menos una vez al día? ¿La leche materna tiene etiquetas y se almacena correctamente? ¿Se instruye a los niños y a las personas que los cuidan para que laven sus manos durante el día?, incluyendo Cuando llegan al centro Antes y después de manipular alimentos, alimentar a un niño o comer Después de ir al baño, cambiar un pañal o ayudar a un niño a ir al baño (Después de cambiar un pañal, la persona que cuida del niño y el niño deben lavarse las manos y se debe desinfectar el área para cambiar pañales). Después de ayudar a un niño a limpiar su nariz o boca, o después de curar una cortada o golpe Después de jugar en las cajas de arena Antes y después de jugar en agua utilizada por otros niños Antes y después de que los miembros del personal den un medicamento a un niño Después de manipular basureros o basura Después de tocar a un animal doméstico u otro animal

Medidas para contrarrestar los gérmenes

Estrategias de higiene Cuando su hijo u otro miembro de la familia tiene tos o resfriado, hay medidas que puede tomar que son extremadamente importantes además de lavarse las manos con frecuencia que pueden disminuir el riesgo de contagiar la infección a otras personas. Algunos expertos las llaman estrategias de higiene respiratoria y pueden ser muy eficaces si se siguen muy de cerca. Por ejemplo, para evitar que su hijo enfermo esparza las secreciones al aire, donde pueden terminar sobre otras personas o sobre los juguetes y otros objetos: •Enséñele a toser o estornudar en un pañuelo desechable o si no tiene un pañuelo disponible, en su manga. •Indíquele a su hijo que no debe cubrir su boca con las manos mientras tose o estornuda ya que esto dejará gérmenes en las manos que puede esparcir al tocar a otras personas u objetos. Con mayor frecuencia, los gérmenes se esparcen por las manos, no a través del aire. •Tire los pañuelos desechables inmediatamente después de cada uso, depositándolos en un recipiente para la basura cercano. •Cuando su hijo sea mayor, enséñele cómo sonarse la nariz en un pañuelo desechable. •No permita que su hijo comparta los chupetes, vasos para tomar agua, utensilios para comer, toallas o cepillos de dientes si está enfermo. Limpieza y desinfección La limpieza del hogar posiblemente no es la actividad más agradable del día. Si pasa algunos minutos eliminando los gérmenes, especialmente los que están en la cocina y el baño, esto puede ser una manera eficaz para mantener a su hijo sano. Después de haber preparado una comida, lave la barra o cubierta de la cocina con agua jabonosa caliente y desinféctelas con una solución doméstica con cloro u otro tipo de desinfectante. Las bacterias infecciosas pueden proliferarse en los alimentos como la carne y el pollo crudos. En el baño, use la misma rutina de limpieza para desinfectar el inodoro, el lavamanos y otras superficies. Esto es de especial importancia cuando un miembro de la familia tiene una enfermedad infecciosa, específicamente alguna que ocasiona diarrea. Además, limpie el área donde cambia los pañales con frecuencia, incluyendo la mesa para cambiar pañales. (Asegúrese de mantener el cloro y todos los productos de limpieza fuera del alcance de los lactantes y niños pequeños). Evite cambiar los pañales en áreas donde se preparan o consumen alimentos. Algunos gérmenes pueden sobrevivir y proliferarse durante horas a menos que tome las medidas de limpieza necesarias para eliminarlos. Después de usar jabón y desinfectante, seque las superficies limpias con toallas de papel o con un paño limpio. Después de limpiar, asegúrese de lavarse las manos. Manipulación segura de los alimentos Los alimentos se pueden contaminar con bacterias y con otros gérmenes que pueden ocasionar dolor de estómago, vómitos o algo peor. Para evitar estos problemas •Asegúrese de lavarse las manos y de limpiar las superficies de la cocina antes y después de preparar los alimentos. •Limpie su tabla para cortar o la superficie de la cocina después de preparar carnes crudas para cocinar y limpie antes de usar la superficie para preparar cualquier alimento que no se cocine como ensaladas, frutas o verduras. •Cocine la carne molida completamente. •Lave las verduras crudas y la fruta minuciosamente antes de comerlos. •Evite comer huevos crudos o mal cocidos. •Cocine los alimentos congelados inmediatamente después de descongelarlos. •Limpie los utensilios con frecuencia durante la preparación de los alimentos, lavándolos después de usarlos en alimentos crudos y antes de usarlos de nuevo con los alimentos cocidos. •En lo que se refiere a las sobras, almacénelas correctamente y colóquelas en el refrigerador o congelador inmediatamente después para evitar la proliferación de los gérmenes. No deje alimentos perecederos afuera por más de un par de horas. Como grupo, los estadounidenses se enferman más de 4 mil millones de días al año, y muchos de esos días de enfermedad se pueden prevenir. El seguir estas pautas ayudará mucho para que su hijo, así como el resto de su hogar, sufran menos infecciones; falten menos días a la guardería, a la escuela y al trabajo; y visiten con menos frecuentes al médico; y se gaste menos en medicamentos.

Fuentes

https://www.cdc.gov/spanish/especialescdc/enfermedadmanospiesboca/index.html