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Fidencio
Información sobre la plantilla
Fidencio.jpg
Militar cubano
NombreFidencio González Peraza
Nacimiento16 de noviembre de 1939
San Esteban, Bayamo Bandera de Cuba Cuba
ResidenciaBayamo Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
OcupaciónHéroe de la República de Cuba y Coronel retirado
CónyugeBelkis Pérez Barredo
PadresIndalecia y José

Fidencio González Peraza. Héroe de la República de Cuba y Coronel retirado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, este humilde hombre, estuvo varias veces cerca del Líder de la Revolución y fue jefe de las tropas cubanas desplegadas en la batalla de Cangamba, en la guerra por preservar la independencia de Angola.

Síntesis biográfica

Nació el 16 de noviembre de 1939, en San Esteban, una comarca rural cerca de Bayamo. Duda si llamar campesinos a sus padres, porque la tierra que trabajaban no era de ellos, más bien obreros agrícolas. El techo de la casa era de guano, y las paredes y la puerta, no tenía ventanas; señala que nunca pudo jugar, sus hermanas no tuvieron ni muñecas y los asientos en el bohío eran rústicos bancos de madera.

Fidencio: Yo no tenía zapatos. A los ocho años me puse unos por primera vez, dejé la escuela en el segundo grado para irme a los campos con mi padre, a los 11. En una ocasión fui el más joven de un grupo de 23 hombres que contrató un fulano para irnos por el país, haciendo lo que fuera. Llegué hasta Santa Clara, cortando caña, segando arroz, por un medio al día.

De vuelta retorné a la caña y a hacer carbón. Fui muy bueno haciendo carbón. Lo alternaba con irme a limpiar zapatos a Bayamo. A veces no sabía si los dedos negros eran de la pasta o del carbón. No me importaba. La cosa es que regresaba a casa con algunos kilos, para ayudar a José y a Indalecia, mis padres. Con la mocha hice ocho zafras. Era un poco pesada y grande para mi edad, pero la dominaba. Sería que como mi abuelo fue mambí, tenía sangre para el machete…

Luego pesqué empleo en el comercio, de dependiente, y me hice fuerte ahí, muy bueno. Envolvía rápido, de cuatro formas distintas, y hacía un paquete con un papel sin nada adentro, que la gente quedaba impresionada

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Vida militar

El triunfo de la Revolución, el primero de enero de 1959, abrió una puerta enorme a la esperanza, y el muchacho lleno de anhelos se incorporó mitad del 59 a las milicias campesinas. Cuidaba las escuelas, los centros más importantes, entró definitivamente a las Fuerzas Armadas. Participó en la lucha contra bandidos en el Escambray, y un proyectil amenazó con matarlo, pues pasó muy cerca del corazón y todavía permanece en su cuerpo.

Según expresa, después de aquello le propusieron retirarse de lo militar, pero él no aceptó y hoy considera que esa fue una de sus mejores decisiones, porque en el ejército se formó como un gran patriota, defensor de la Revolución y el socialismo.

Fue jefe de pelotón cuando la Crisis de Octubre, y sargento en el 64, tenía charreteras de mayor cuando lo enviaron a su primera misión en Angola, entre el 76 y el 77, como instructor en una escuela integral para formar los soldados angolanos que irían al frente de combate en la guerra que empezaba. Pasado un año y dos meses vuelve a Cuba y en junio de 1981 vuela otra vez a Angola, con una estrella más sobre el hombro, y la responsabilidad de Asesor de Operaciones en Luena. En ese cargo fue a la comunidad de Cangamba varias veces.

Poquito tiempo después sería emplazado en Cangamba, como jefe del grupo de asesores cubanos ante la 32 Brigada Fapla. Cangamba es una historia conocida, el capítulo más caro que consagró el apellido de Peraza en el retablo de los héroes cubanos.

En la actualidad

Fidencio y Belkis

El coronel tiene hoy las dos piernas operadas y su esposa, Belkis Pérez Barredo, lo cuidó con esmero pasa el día en el huerto inmenso de su casa. Ahora siembra unos cangres de yuca, descansa un rato en el sillón bajo la sombra del mango, al centro de la estancia, y vuelve otro tiempo más a alimentar las gallinas, a regar los frutales, a plantar cualquier árbol: «Esto es lo mío. Belkis dice que fui un militar equivoca’o, que siempre fui un campesino».

Peraza afirma que tiene un título más grande, que se lo hizo ver Fidel cuando al lado de la Orden al Valor Antonio Maceo, le colgó en el pecho la insignia de Héroe de la República de Cuba.

Condecoraciones

Por su meritoria trayectoria revolucionaria y los servicios prestados a la Patria, recibió numerosas condecoraciones otorgadas por el Consejo de Estado, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (Feem), entre las que se destacan:

  • Título Honorífico de Héroe de la República de Cuba
  • Distinción Panchito Gómez Toro.

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