Francisco Cruz Caballero
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Francisco Cruz Caballero. Es uno de los Mártires de La Palma.
Síntesis biográfica
Nació el 9 de marzo de 1926 en La Palma, Pinar del Río, en un humilde bohío en el barrio de La Jagua, formó parte de una familia de 12 hermanos, de la cual fue el décimo hijo de Cosme y Luisa, matrimonio laborioso, honrado y emprendedor.
A la edad de 8 años comenzó a estudiar en la escuela rural ubicada en La Jagua en la que alcanza el quinto grado, en esta etapa de su niñez, tenía preferencia por sus compañeros de aula que compartían con él en el deporte, limitado en este entonces al juego de pelota, que era de su predilección y lo practicaba en la zona donde vivía. Así se desarrollaba su infancia hasta el día en que la necesidad económica lo obliga a abandonar la escuela y a dedicarse por completo a las tareas del campo en busca de mejorar la situación económica de su familia, cuando solo contaba 12 años de edad.
En el año 1946 se incorpora a trabajar en la construcción del tramo de carretera de San Vicente a Bahía Honda, devengando un salario de 3 pesos por la “jornada de ocho horas”.
Vida revolucionaria
Francisco fue un hombre de un carácter serio, discreto, pero no faltaba en él su amabilidad, ternura, sencillez y el sentido de la humanidad, factores estos que le permitieron ganar el cariño y la amistad de sus compañeros, la explotación imperante en nuestros campos por los latifundistas dueños de la tierra, limitaban las operaciones económicas de las familias del campo, lo que constituyó la causa fundamental para que “Bola”, ( como se le llamara por su familia y amigos ) se incorporara desde la edad de 20 años a las filas del proletariado.
En el año 1952 está organizado en el sindicato de los trabajadores del transporte, haciendo de chofer en un ómnibus, por esta fecha comienza a madurar en él su inclinación política buscando un futuro mejor para su pueblo.
El desarrollo de los gobiernos de turno, de corrupción y el engendro de todas las humillaciones a que se sometía el pueblo, forman en él sus primeras opiniones políticas, ingresando en el Partido Ortodoxo liderado por Eduardo Chivas.
En el año 1952 comienza a tomar parte en actividades antigubernamentales. Repudia en lo más hondo de su ser el odioso y repugnante golpe de estado del 10 de marzo ejecutado por el dictador Batista, conoce los acontecimientos del Moncada, en el cual ve la razón y la vía de solucionar los problemas de los imperantes en aquellos tiempos.
A partir de estos acontecimientos comienzan a desarrollarse en él inquietudes por alcanzar la libertad, y es que en 1957 se incorpora activamente en la lucha clandestina formando parte del glorioso Movimiento 26 de julio.
En este, su etapa de mayores esperanzas, trabajaba en un camión de su propiedad, cooperando con el traslado de personal, armas y víveres a las guerrillas que se organizaban en la Cordillera de Los Órganos, Bola fue destacado enlace de los rebeldes y los combatientes de la ciudad.
En estas actividades se encontraba, además de trabajar en un aserrío propiedad de latifundista José M Cortina en el reparto de San Diego de los Baños. Al concluir una jornada de trabajo, con la cual entregaba un cargamento de maderas en el cuartel de La Palma. Se dirige al aserrío de Flores Cruz, ubicado en la carretera de La Palma a Bahía Honda, lugar donde se habían refugiado cuatro compañeros miembros del Movimiento 26 de Julio, los que lograron escapar de la persecución del ejército dictador. Al llegar a este aserrío propiedad de su hermano Flores Cruz se encuentra el mismo envuelto en llamas, pues el ejército en represalia lo había encendido.
Fue detenido y conducido al cuartel, donde le torturaron hasta asesinarlo el día 8 de diciembre de 1958, este hecho repercutió en todo el municipio, más tarde los asesinos de Francisco y sus compañeros, informaron a sus superiores haber sostenido un combate con los revolucionarios en el cual murieron los mártires de La Palma.
En la noche del día 9 los restos mortales son trasladados en una camioneta del barrio de la Anita, lugar en el que fueron lanzados dentro de sacos en una especie de laguna que se formaba en los alrededores de una alcantarilla allí existente a los pocos días los cadáveres, insepultos fueron descubiertos por los vecinos del lugar, a lo cual procedieron los de aquel régimen a enterrarlos en el hueco del aserrío de la sierra de madera de Flores Cruz, junto al de su hermano Celso Ambrosio Cruz Caballero.
Este hecho repercutió en todo el municipio, pues los asesinos de Francisco Cruz Caballero y sus 7 compañeros, informaron haber sostenido un combate con los revolucionarios en el cual murieron los Mártires de La Palma, aquel 8 de diciembre de 1958.
Días después del triunfo revolucionario, el 6 de enero de 1959, los cuerpos de 7 de los mártires de La Palma, recibieron sepultura en el cementerio de la familia Cruz Caballero en La Anita.
La justicia revolucionaria se encarga de aplicar el castigo correspondiente fusilando a los esbirros complicados en el crimen el 8 de marzo de 1959.
Cada 8 de diciembre el pueblo de La Palma le rinde merecido homenaje.
Muerte
Muere el 8 de diciembre de 1958.
Fuente
Historiador de La Palma: Armando Abreu Morales
