Diferencia entre revisiones de «Gerardo Abreu»

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Revisión del 10:49 9 nov 2010

Plantilla:Personaje históricoGerardo Abreu Fontan. Joven santaclareño de origen humilde, revolucionario cubano destacado en las luchas por la independencia por su labor propagandísticas y acciones insurrecionales, perteneció al Movimiento 26 de Julio, uno de sus principales dirigentes, por lo que fue apresado, brutalmente torturado y asesinado.

Síntesis biográfica

Nació en la ciudad de Santa Clara, el 24 de septiembre de 1932, procedente de un hogar muy humilde, apenas tuvo oportunidad de estudiar, y desde muy joven tuvo que trabajar para ayudar al sustento de los suyos.

En busca de mejores oportunidades de empleo, a los 11 años se trasladó hacia La Habana con su familia y aunque esta regresó poco después a Santa Clara, él continuó en la capital. Allí desempeñó duros oficios, fue además aprendiz de carpintero, trabajó en una imprenta y durante una corta estancia en su ciudad natal se empleó como peón en el mercado.

A pesar de sus precarias condiciones de vida buscó tiempo para manifestar sus dotes artísticas y llegó a obtener éxito como declamador de poesías afrocubanas. Pero alrededor de aquel hombre imperaba la justicia, la desigualdad y el abuso. Él mismo sufría una doble discriminación, por su condición de trabajador humilde y por ser negro. Todo ello fue forjando la rebeldía de Gerardo y lo condujo a ingresar en la Juventud Ortodoxa.

Labor revolucionaria

Al producirse el cuartelazo del 10 de marzo, se entregó al combate frente al tirano. Un año más tarde, la Generación del Centenario asaltó el Moncada.

Una hola de simpatía popular se alzó a favor de aquel contingente heroico y contribuyó decisivamente a abrirle las puertas de la prisión, mediante una amnistía. Por esa fecha regresó a Cuba, procedente del exilio, Ñico López quien había participado en el asalto al cuartel de Bayamo.

Por orientación de Fidel, se dio a la tarea de organizar las brigadas nacionales del 26 de julio, en la capital. En esa tarea colaboró activamente Gerardo Abreu Fontan. Sus primeras responsabilidades estuvieron relacionadas con la labor de propaganda.

Ñico López le orientó convertir la ciudad de La Habana en un verdadero mural de denuncia contra la tiranía y ¨Fontan¨ logró que cada amanecer aparecieran en las calles grandes letreros con consignas revolucionarias. Rasgos sobresalientes de la personalidad de Gerardo eran su disciplina, su sentido unitario y su disposición a colaborar con otras fuerzas que se oponían a la dictadura, fundamentalmente con el Partido Socialista Popular.

También se caracterizaba por su honradez, su inteligencia natural, y su valentía, que le permitió salir airoso de situaciones muy difíciles. Profundamente humano, se preocupa porque en las acciones insurrecciónales no cayeran víctimas inocentes. Afirmaba que él no quería morir, pero añadía que si exponía su vida era precisamente por vivir.

Por esa época pertenecía a la Juventud Ortodoxa y dentro de sus filas realizó una ardua labor llegándose a convertir en un prestigioso dirigente de base. Después del Moncada estrechó contactos con algunos de los participantes en aquella acción. Fue uno de los fundadores del Movimiento 26 de Julio y formó parte de su Dirección Nacional. Organizó, junto a Ñico López, las brigadas, que eran las tropas de choque del Movimiento en el llano.

Fontán reclutó militantes, recaudó fondos, contribuyó a la preparación de la insurrección armada y realizó otras múltiples tareas que ocuparon su atención por espacio de meses de difícil y tenso trabajo.

Cuando Ñico Lopez partió hacia México para enrolarse en la expedición del Granma, Fontan asumió la dirección de las brigadas del 26 de julio en La Habana. Desplegó una actividad tan intensa que atrajo sobre sí la atención de la tiranía, que empezó a perseguirlo tenazmente. Una de las acciones organizadas por Fontan, que tuvo mayor repercusión en la capital, fue la colocación de más de 100 bombas en una noche.

Luego del desembarco del Granma sus actividades se multiplicaron, decenas de combatientes pertenecían a las brigadas, y diversas y riesgosas acciones realizaron. Las fuerzas represivas perseguían a Fontán constantemente. En la más absoluta clandestinidad actuó desde el desembarco del Granma hasta su muerte. En ese período cuando crecía el odio de los sicarios del régimen contra el infatigable combatiente, él se ganó la admiración, el respeto y el cariño de los restantes dirigentes del Movimiento y de los hombres que combatían bajo sus órdenes.

Muerte

El 6 de febrero de 1958, fue identificado por los esbirros de Ventura y perseguido hasta la calle Santa Rosa, donde lo detuvo una perseguidora que transitaba casualmente por allí.

Fue arrestado cuando se disponía a subir a un ómnibus en la esquina de Infanta y Manglar.

Conducido a la Novena Estación de Policía donde fue brutalmente torturado para obtener información sobre los compañeros que integraban el Movimiento 26 de Julio en La Habana, que eran conocidos por él y también acerca del lugar donde se ocultaban las armas.

Ni un nombre salió de sus labios, al día siguiente su cadáver, horriblemente mutilado, apareció al lado del edificio del llamado palacio de los Tribunales de Justicia, en lo que es hoy la Plaza de la Revolución.

Fuentes

  • Grupo de Historia de la Lucha Revolucionaria en Santa Clara (ACRC)
  • Archivo Histórico de la Asociación de Combatientes de Santa Clara.
  • Revista El Militante Comunista, julio 1980.