Glaucoma primario de ángulo abierto o crónico simple

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Glaucoma primario de ángulo abierto o crónico simple
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Glaucoma primario de ángulo abierto o crónico simple

Es el más representativo de todos los glaucomas, también se le llama glaucoma crónico simple. Hay otros menos frecuentes como son: glaucoma esteroide, de baja tensión, etc. Este tipo de glaucoma tiene una característica: su ángulo iridocorneal es normal o prácticamente normal; su deficiencia radica en el sistema de drenaje del ojo, esto es, del trabéculo en adelante; fundamentalmente es en este punto donde es mayor la incidencia en las personas maduras o ancianas.

Signos y síntomas

La agudeza visual no se afecta hasta muy avanzada la enfermedad, por lo que generalmente es buena. El ojo, en apariencia, es normal, y no está congestionado. La profundidad de la cámara anterior es normal y el ángulo iridocorneal examinado con el gonioscopio está abierto. La papila en los estados iniciales es normal, pero si el proceso ya lleva algún tiempo de instalado, produce excavación de la papila con rechazamiento de los vasos hacia el lado nasal y finalmente llega a producirse la atrofia glaucomatosa de la papila. La tensión ocular generalmente no es muy elevada; el máximo permisible es : 21 mm de Hg con tonómetro de indentación (generalmente entre 22 y 35 mm en el paciente glaucomatoso).

Diagnóstico

El glaucoma simple por sus características de dar pocos síntomas (cefaleas ocasionales, o raramente visión borrosa), se diagnostica pensando en él, sobre todo en personas con antecedentes familiares de la enfermedad, así como de diabetes mellitus e hipertensión arterial. Antes de la Revolución muchas personas no concurrían al oftalmólogo, pensando que su situación era de un simple cambio de cristales o por falta de recursos económicos, y cuando llegaban a la consulta de oftalmologia estaban prácticamente ciegos, sin posibilidades de regresión, pues la afectación del nervio óptico no lo permitía. Hoy, con el fácil acceso a la consulta del oftalmólogo esto no sucede y además, desde el punto de vista práctico de la especialidad, a toda persona de 40 años en adelante se le debe tomar la tensión ocular.

Pruebas provocativas y otros elementos para el diagnóstico

En casos de duda, por estar todos los parámetros cercanos a lo normal, se pueden realizar pruebas provocativas como la prueba del agua, en la que se indica al paciente que tome un litro de agua rápidamente; si la respuesta es positiva habrá un aumento de 6 mm de Hg, o más, respecto a la cifra inicial. La instalación de colirio de corticosteroide por 2 o 3 semanas, puede elevar la tensión, sobre todo en pacientes predipuestos con familiares afectos. La perimetría es un importante elemento de diagnóstico evolutivo, la cual en los casos iniciales muestra reducción en el sector nasal; si no hay tratamiento, la reducción avanza progresivamente hasta que se produce la ceguera. La campimetría nos da inicialmente: aumento de la mancha ciega o de Mariotte (proyección gráfica de la papila) y después produce, a partir de ésta, escotomas en forma de arcos. Se diagnostica generalemente por la toma de la tensión endocular; en ocasiones hay que recurrir a métodos más complejos: toma seriada de la tensión, campo visual, gonioscopia, tonografía, etcétera.

Tratamiento

El tratamiento del glaucoma crónico de ángulo abierto, corresponde al oftalmólogo. Por ser una enfermedad frecuente, el médico general debe conocer que, en pacientes glaucomatosos no se pueden emplear medicamentos que aumenten la tensión ocular como son: atropina y sus derivados, esteroides de tipo cortisónico, tranquilizantes como el diazepam, antiespasmódicos como la belladona o cualquiera de sus derivados. En orden progresivo (dosificación, combinación de medicamentos, etc.) aplicamos el tratamiento, buscando el control gradual de la enfermedad. A continuación ofrecemos tres ejemplos de tratamiento.

              Medicamentos                                     Frecuencia
  • Pilocarpina (colirio) al 2 %. 2-5 veces al día.
  • Pilocarpina (colirio) al 2 % y 2-3 veces al día cada una.
colirio de efedrina al 2 %.

  • Pilocarpina y efedrina al 2 %,
más tabletas de acetazolamida                    1-3 veces al día cada una y las             y de cloruro de potasio.                                  tabletas de lunes a viernes.

El tercer ejemplo no debe mantenerse por más de seis meses (aunque se obtenga control) por los efectos colaterales del tratamiento mantenido. Cuando el tratamiento médico no es capaz de controlar la tensión ocular, se emplean como medios quirúrgicos las operaciones derivativas del humor acuoso: iridocorneoesclerectomía, trabeculectomía, sinusutmia, etcetera.

Fuente