Guerra de las Malvinas

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Guerra de las Malvinas. El fracaso del Tratado Interaméricano de Asistencia Reciproca

La Guerra de las Malvinas o Guerra del Atlántico Sur (en inglés, Falklands War[] ) fue un conflicto armado entre la República Argentina y el Reino Unido que tuvo lugar en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. La guerra se desarrolló entre el 2 de abril, día del desembarco argentino en las islas, y el 14 de junio de 1982, fecha de la rendición argentina, lo que conllevó la recuperación de los tres archipiélagos por parte del Reino Unido. La causa fue la lucha por la soberanía sobre estos archipiélagos australes, tomados por la fuerza en 1833 y dominados desde entonces por el Reino Unido, algo nunca aceptado por Argentina que los sigue reclamando como parte integral e indivisible de su territorio; de hecho, considera que se encuentran ocupados ilegalmente por una potencia invasora y los incluye como parte de su Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. El 24 de marzo de 1976 un nuevo golpe militar, autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, derroto al gobierno peronista de María Estela Martínez de Perón, estableciendo una dictadura de tipo permanente conformada por una Junta Militar. Durante su duración se desarrolló un proceso sistemático de secuestro y tortura de personas —la llamada "guerra sucia"—, producto del cual hubo una gran cantidad de desaparecidos. La cifra exacta está sujeta a debate: la CONADEP registró 8.961 casos, mientras que otros organismos de derechos humanos elevan la cifra a 30.000. El número de las indemnizaciones otorgadas por el estado a familiares de desaparecidos llega a 13.000. En 1978 se produjo una grave crisis con Chile por los límites en la zona del Canal Beagle (Conflicto del Beagle), que llevó a ambos países al borde de la guerra. Durante el Proceso hubo un importante aumento de la deuda externa nacional y se dio carácter especulativo al sistema financiero. A comienzos de los años 1980, el modelo económico de la Junta militar dio claras muestras de agotamiento, lo que provocó numerosas tensiones sociales: 90% de inflación anual, recesión profunda, interrupción de buena parte de la actividad económica, empobrecimiento de las clases medias, brusco aumento del endeudamiento externo de las empresas y del Estado, salario real cada vez más depreciado, aumento de la pobreza, etc. A la vez la represión no había logrado acallar las voces y acciones de los que luchaban por la democracia. La sustitución del jefe de la primera Junta Jorge Rafael Videla por el general Roberto Viola y, luego, de este por el teniente general Leopoldo Galtieri, fue una consecuencia de esa crisis. La consiguiente decisión de intentar recuperar las Malvinas fue tomada, entre otras varias razones, tanto por el efecto que podría conseguirse a la hora de desviar la atención social de esos problemas, como por las posibilidades de recuperar el crédito perdido entre determinados sectores sociales sensibles a una acción de interés patriótico como esa. Además de esto la decisión tomo en cuenta los siguientes presupuestos políticos y militares: 1. Naciones Unidas se había adherido firmemente a la doctrina de la guerra justa mediante la aprobación, por grandes mayorías, de las resoluciones 2131 (1965), 2326 (1967), 2908 (1972), 3281 (1974) y 3314 (1974), que reconocían explícitamente la legitimidad de las guerras de liberación, de autodeterminación, contrarias a la opresión racial, etc. Amparada en este antecedente legal, la mención a una hipotética recuperación de las islas por la vía armada había estado presente en el discurso diplomático bilateral desde 1972.[] 2. Entre 1981 y 1982, varias acciones del gobierno británico fueron interpretadas por la Junta militar argentina como señales de desinterés por el archipiélago, sus habitantes y su futuro; entre otras: Debido a recortes presupuestarios, el Ministerio de Defensa británico decidió prescindir de sus dos portaaviones (HMS Hermes y HMS Invincible), sus dos buques de desembarco de tropas (HMS Fearless y HMS Intrepid) y del patrullero antártico HMS Endurance, llamado por los británicos «el guardián de las Islas Falkland». Varios periódicos argentinos llegaron a afirmar que el Reino Unido abandonaba la protección de las Islas Malvinas. En el mismo sentido, los representantes malvinenses en Londres expresaron su profunda preocupación por el inminente desarme.[] La nueva ley de nacionalidad aprobada por el parlamento británico relegaba a la mayoría de los nativos malvinenses a una segunda categoría y les negaba la ciudadanía completa.[] 3. La guarnición británica en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur era reducida, y la lejanía a la metrópoli impedía la llegada de refuerzos a tiempo. 4. La capacidad de guerra anfibia del Reino Unido a medio mundo de distancia no parecía estar a la altura de las circunstancias, pese a su gran poderío aeronaval. 5. No parecía probable que el Reino Unido realizara un contraataque a gran escala, afectando al territorio continental argentino, por ejemplo, usando sus submarinos nucleares, por una cuestión colonial sobre unas islas remotas. Basándose, en líneas generales, en lo anterior,[] el gobierno argentino diseñó un plan para la recuperación militar de los tres archipiélagos en disputa llamado Operación Rosario, alterando el statu quo por la vía de los hechos. La operación fue creada a finales de 1981 y principios de 1982 por el AlmiranteJorge Isaac Anaya, miembro de la Junta presidida por Galtieri. La Operación Rosario (nombre de la operación de desembarco, la operación anfibia se denominó Operación Azul)[] consistía en una serie de acciones de intensidad creciente encaminadas a la recuperación argentina de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, que se conseguirían en sentido inverso (de Este a Oeste y de menor a mayor relevancia política), iniciándose de la manera más discreta posible y culminando con la toma del archipiélago de las islas Malvinas y de su capital, Puerto Argentino/Stanley, mediante un asalto directo. La Junta logró mantener en secreto el plan de Anaya hasta apenas 48 horas antes del inicio de las hostilidades. En septiembre de 1979, el empresario argentino Constantino Davidoff, especializado en negocios con chatarra, firmó un contrato con la empresa Christian Salvensen de Edimburgo, por el cual adquirió las instalaciones balleneras abandonadas en las islas Georgias del Sur. Davidoff gestionó en la Embajada británica de Buenos Aires el servicio del buque HMS Endurance con el fin de transportar a las islas el personal y equipos necesarios para desmantelar las instalaciones, pero como su pedido no fue aceptado, la Armada Argentina llevó a cabo la tarea. El empresario comunicó a la Embajada británica su viaje al archipiélago de Malvinas y, en diciembre de 1981, zarpó con destino a las Georgias, a bordo del rompehielos ARA Almirante Irízar (Q-5). Meses más tarde, el 19 de marzo de 1982, con motivo de un nuevo viaje de Davidoff al lugar, ahora en el ARA Bahía Buen Suceso (B-4), se produjo el izado de una bandera Argentina en las islas que provocó que el Ministerio de Exteriores Británico ordenase el envió del HMS Endurance con el objetivo de obligar a los operarios a arriar la bandera y evitar el desembarco del personal. El 20 de marzo, Thatcher fue informada de lo sucedido y decidió enviar al HMS Endurance desde Puerto Stanley, con un complemento de 24 soldados de marina. Se organizó, además, una protesta diplomática en Buenos Aires. El 21 de marzo, después de la marcha del ARA Bahía Buen Suceso (B-4) y con grupo de Davidoff en tierra para seguir con sus tareas, se solicitó al gobierno argentino desalojar a los operarios allí apostados. El 23 de marzo, el comandante del Grupo Naval Antártico, capitán de navío César Trombetta, al mando del ARA Bahía Paraíso (B-1), recibió órdenes del Estado Mayor General Naval de dirigirse a máxima velocidad a las islas Georgias del Sur, con la misión de evitar el desalojo del grupo de obreros argentinos de Davidoff por parte del HMS Endurance, salido a tal efecto desde las islas Malvinas. El B-1, comandado por Trombetta, arribó a Puerto Leith en la noche del 24 de marzo y desembarcó un grupo de apoyo a los obreros argentinos; luego, permaneció en la zona y patrulló con sus helicópteros el área durante las horas subsiguientes, las noticias procedentes del sur dieron cuenta de un inusual movimiento de buques de guerra de la Armada Argentina en el Atlántico Sur. El 28 de marzo de 1982 el ARA Santísima Trinidad (D-2) zarpó como buque insignia del Comandante de la Fuerza de Tareas 40, embarcando a su comandante y al Comandante del teatro de Operaciones Malvinas, General de División Osvaldo García. El 1 de abril el Estado Mayor General Naval recibió la orden de "ocupar Grytviken y mantener Leith a fin de asegurar el dominio de las islas Georgias", para lo que se le asignó la corbeta misilística ARA Guerrico (P-2) (actual P-32) a mando del CF Carlos Alfonso, y un grupo de Infantería de Marina al mando del Teniente de Navío Guillermo Luna. Como consecuencia de lo anterior, se sucedieron una serie de reuniones y conversaciones de alto nivel mandatario a fin de evitar la acción argentina. La noche del día 1 de abril Ronald Reagan se comprometió ante Thatcher a hablar con la Junta militar para evitar el ataque. No obstante, su conversación telefónica con Galtieri fue infructuosa. Fuerza de Operaciones 40 o Rosario (comandante: vicealmirante Juan Lombardo) Destructor misilístico ARA Hércules (D-1) (4.100 t) con 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada una, 1 misil), 1 lanzamisiles doble antiaéreo Sea Dart, 1 cañón de 114 mm, 2 antiaéreos de 20 mm, 2 lanzadores triples de torpedos de 324 mm y 1 helicóptero Westland Sea Lynx. Destructor misilístico D-2 ARA Santísima Trinidad (D-2) (4.100 t) con 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada una, 1 misil), 1 lanzamisiles doble antiaéreo Sea Dart, 1 cañón de 114 mm, 2 antiaéreos de 20 mm, 2 lanzadores triples de torpedos de 324 mm y 1 helicóptero Westland Sea Lynx. Corbeta misilística ARA Drummond (P-1) (1.250 t) 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada una, 1 misil), 1 cañón de 100 mm + 1 doble de 40 mm. Corbeta misilística ARA Granville (P-3) (1.250 t) con 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada una, 1 misil), 1 cañón de 100 mm + 1 doble de 40 mm. Submarino ARA Santa Fe (S-21) (1.526 t) con 10 tubos lanzatorpedos de 254 y 533 mm. Rompehielos ARA Almirante Irízar (Q-5) (14.900 t) con 2 helicópteros medianos Sikorsky Sea King. Buque de transporte ARA Isla de los Estados (B-18) (3.100 t, 1951). Buque de desembarco de tanques LST ARA Cabo San Antonio (Q-42) (8.000 t). 84 comandos anfibios y buzos tácticos embarcados. 1º y 2º batallón de infantería de marina blindada (con vehículos anfibios LVTP-7 y LARC-5). La 3ra Sección de la Compañía C del Regimiento de Infantería 25 del Ejército Argentino y parte de la jefatura de esa unidad. Las Fuerzas Armadas Argentinas estaban armadas al inicio de los 80 con el fusil de salto FN FAL, las ametralladoras ligeras FN MAG, la ametralladora media MG3 y el lanzacohetes antitanque SS-11. Entre sus blindados se encontraba los vehículos de transporte de tropas M-113A1, AMX VCI y Mowag Grenadier, los vehículos anfibios LVTP-7 y LARC-5, los vehículos de combate TAM VCTP, AMX-13 y Panhard AML-90 y el tanque TAM pero este no se utilizaría en las Malvinas ante la amenaza chilena en la frontera. La artillería tenia los morteros de 81mm, morteros de 120mm, cañón L33-CITER2, cañón M-59, cañón M-109 SP, obús M114 y obús L14 OTTO MELARA. La aviación contaba con los aviones de ataque Douglas A-4AR Fightinghawk y FMA IA-58 Pucará, cazas interceptores Dassault-Mirage IIIEA, cazabombarderos IAI Dagger y los aviones de transporte Boeing 757, Lockheed C-130 Hércules , Fokker F-28 Fellowship, Fokker F-27 Friendship, Rockwell Aero Commander 500, Learjet LJ-35A, Bombardier Learjet LJ-60, De Havilland Canada DHC-6 Twin Otter, Piper PA-31 y Cessna 182 así como los helicópteros multipropósito Bell UH-1H , Bell-212 y SA-315B Lama. La defensa antiaérea contaba con los cañones antiaéreos Bofors 40L70, OERLIKON 35L90, el sistema Oerlikon Contraves Skyguard y el lanzamisiles portátil Blowpipe. El 25 de marzo el general de división Osvaldo Jorge García, como comandante del Teatro de Operaciones Malvinas, dio órdenes de ejecutar el plan de operaciones. El 26 de marzo, una importante fuerza naval argentina abandonó Puerto Belgrano bajo la apariencia de disponerse a realizar unas maniobras con la flota uruguaya. Sin embargo, dirigieron sus pasos hacia las islas Malvinas. El día 30, la inteligencia británica notificó al gobernador Rex Hunt que se trataba de una amenaza real y que se esperaba la invasión para el día 2 de abril. Hunt reunió a sus pocas tropas y les encomendó la defensa de las islas. En la mañana del 1 de abril, apagaron el faro e inutilizaron el pequeño aeropuerto local y sus radiobalizas. Ese mismo día el general García, debido a las malas condiciones meteorológicas reinantes, postergó un día la operación de desembarco, fijando como día “D” al 2 de abril y como hora “H” las 06:00.[] El 1 de abril, a las 21:18, el primer grupo de botes se desprendió del D-2: 84 comandos anfibios y buzos tácticos bajo el mando del Capitán de Corbeta Guillermo Sánchez-Sabarots. A las 22:45, el grueso de la Agrupación de Comandos Anfibios salió del buque en 19 embarcaciones destacándose, inmediatamente, el destructor en su zona de patrullado. Desembarcaron en Mullet Creek sobre las 23:00. A esa misma hora, el submarino ARA Santa Fe (S-21) libró a otros diez buzos tácticos para colocar balizas de radionavegación y ocupar el Faro San Felipe (Pembroke). Cuando el ARA Santa Fe (S-21) emergió, fue detectado por el radar de navegación del buque costero Forrest dándose inicio a las hostilidades. A las 23:40 en la zona del aeropuerto se observó una bengala verde y al poco tiempo fue apagado el Faro San Felipe. Ya el 2 de abril, a la 1:30, los hombres de Sánchez-Sabarots se dividieron en dos grupos: el primero, comandado por él mismo, se dirigió a los barracones de la infantería de marina británica en Moody Brook para atacarlos; el segundo, bajo el mando del Capitán de Corbeta Pedro Edgardo Giachino, avanzó hacia Puerto Stanley con objeto de tomar las oficinas del Gobernador y capturarlo. A la 1:55, el submarino ARA Santa Fe (S-21) salió a la superficie, frente a Punta Calebroña y lanzó sus Buzos Tácticos a unos 3.000 m del Faro San Felipe, que se encontraba apagado, alejándose, luego, a máxima velocidad en superficie, para regresar a su lugar de patrulla. Pero los británicos, sobre aviso, habían evacuado los barracones y estaban desplegados en posiciones de combate para defender la localidad. A las 4:20, el destructorARA Hércules (D-1) izó su Pabellón de Guerra y comenzó su patrullado en Puerto Groussac, protegiendo a la iniciación de la fase de asalto, la aproximación del BDT ARA Cabo San Antonio (Q-42) y de la corbeta ARA Drummond (P-1). A las 5:45, la Fuerza de Desembarco de Sánchez-Sabarots abrió intenso fuego automático y de granadas sobre los barracones donde suponían a los infantes de marina británicos. A los pocos minutos, descubrieron que nadie devolvía el fuego (estaban vacíos). El ruido, por el contrario, alertó al mayor Norman, que dirigía a las fuerzas británicas, de que los argentinos habían llegado. Cerca de las 6:00 se apagaron las luces de la bodega del BDT, se abrieron las compuertas de proa y se pusieron en marcha los enormes extractores de gases. A las 6:22, llegó la orden "¡Primera ola al agua!" y, desde el BDT ARA Cabo San Antonio (Q-42), comenzaron a desembarcar los vehículos anfibios, con fuerzas del Regimiento de Infantería 25 del Ejército Argentino. El ARA Cabo San Antonio (Q-42) libró la compañía E de vehículos anfibios LVTP-7 y LARC-5 del 2º de Infantería de Marina, orientándose con las balizas que habían colocado los buzos tácticos del ARA Santa Fe (S-21). La primera oleada, bajo el mando del capitán de corbeta (IM) Hugo Santillan, llegó a tierra y tomó la dirección del aeropuerto. La compañía "D" desembarcó poco después para ocupar el faro. A las 6:30, desde el D-2, se irradió un comunicado en el que intimaba a la población a no ofrecer resistencia para evitar derramamiento de sangre. El grupo de Giachino, la avanzada de las fuerzas argentinas, se dirigió a la casa del Gobernador, invitándole a la rendición. Al no recibirse respuesta, entraron al anexo de los sirvientes, donde se había atrincherado un grupo de Marines Reales, entablándose un combate. Comenzó un tiroteo generalizado, donde se produjo la primera baja del conflicto, el CCIM Pedro Giachino, que fue herido mortalmente;[] fueron también alcanzados por las esquirlas y resultaron heridos de gravedad, el Teniente de Fragata Diego García Quiroga y el Cabo Primero Ernesto Urbina. El resto de sus hombres se replegaron, aunque mantuvieron el asedio sobre la sede del gobierno británico, disparando desde una posición elevada ubicada al sur de la misma. Los constantes cambios de posición de los comandos y el uso de granadas de aturdimiento hicieron creer a los defensores que estaban bajo el ataque de una fuerza numéricamente muy superior a la real, lo cual resultó decisivo para obtener su rendición. A los pocos minutos, aterrizó el primer Lockheed C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Argentina en el Aeropuerto de Puerto Stanley. Cuando la compañía E llegó a las proximidades del viejo aeropuerto, sufrió el primer ataque de la infantería de marina británica. Un blindado LVTP-7 fue averiado por disparos de una ametralladora, pero la tripulación resultó ilesa. El Contraalmirante Busser, responsable del desembarco, comenzó a preocuparse: las tropas blindadas aún no habían entrado en contacto con los comandos, y la resistencia británica era más intensa de lo esperado. Ordenó entonces que una compañía del Batallón de Infantería de Marina 1 con lanzacohetes de 105 mm fuesen helitransportados a la costa. A las 8:30, el gobernador Hunt y el mayor Norman, sitiados y bajo presión, debatieron qué hacer. Se sugirió dispersarse por el interior para iniciar una guerra de guerrillas, pero, finalmente, creyéndose rodeados por un batallón de Infantería de Marina, decidieron que este plan de acción no tenía sentido.[12] Hicieron traer a Héctor Gilobert, un argentino residente de las islas al que consideran un espía, y le encargaron negociar el alto el fuego. A las 9:30, el gobernador Hunt rindió las islas Malvinas al contraalmirante Busser. Un avión de transporte militar argentino llevó a Hunt a Montevideo, desde donde se dirigió a Londres. Utilizando el helicóptero Westland Lynx Mk.23 0739/3-H-141, desde el ARA Hércules (D-1), se trasladó al abanderado de la Flota de Mar, el Teniente de Fragata Martín Cazaux, para afirmar el pabellón en Puerto Stanley, posteriormente, llamado Puerto Argentino. Cumplida su tarea por la Fuerza de Desembarco, algunas de sus fracciones se encontraban listas para el repliegue al Continente, que comenzó el mismo 2 de abril. En esas circunstancias, y ante la necesidad de brindar apoyo logístico a las unidades navales que operaban en el puerto de la capital de las islas, el comandante de la Flota de Mar dispuso la creación del Apostadero Naval Malvinas, designando como jefe del mismo al capitán de fragata Adolfo A. Gaffoglio. Al día siguiente, aparecieron en los periódicos británicos las fotos de los marines tendidos en el suelo boca abajo. Aproximadamente 120 defensores fueron capturados por los argentinos en la acción.[] Sin embargo, en las islas Georgia del Sur los británicos no aceptaron la rendición. Cuando en la mañana del día 3 las fuerzas argentinas trataron de tomar Grytviken, los 22 infantes de marina británicos reaccionaron, pero luego decidieron rendirse. Pasado el mediodía del 3 de abril de 1982, la bandera argentina ondeó sobre las islas Malvinas, las islas Georgias del Sur y las islas Sándwich del Sur. Los prisioneros británicos volvieron a su país vía Montevideo. Ese mismo día, Margaret Thatcher intervino en la Cámara de los Comunes para debatir el tema de las Malvinas; anunció la organización de una fuerza operativa especial, la creación de un gabinete de guerra y la renuncia, entre otras, de su Ministro de Asuntos Exteriores, lord Carrington.[] Durante el 3 de abril se comenzó a replegar los elementos usados en el desembarco al BDT y al rompehielos; el grueso de las tropas que intervinieron en la recuperación regresó en aeronaves del Comando de la Aviación Naval y de la Fuerza Aérea Argentina. El 4 de abril, desde el ARA Isla de los Estados (B-8) se trasladó en helicópteros a Darwin y a Pradera del Ganso a la Compañía "C" del Regimiento de Infantería Nº 25 del Ejército Argentino, que ocupó ambos establecimientos sin hallar oposición. El 5 de abril una fracción de la Compañía de Ingenieros 9 ocupó Puerto Fox en la isla Gran Malvina. Tras la conquista de la islas, entre el 6 y 7 de abril, los buques de la FT.20 y de la FT.40 se replegaron a la BNPB, a la que arribaron el 12 de abril Entre las primeras medidas tomadas por Argentina, estuvieron algunas de carácter administrativo, aunque con fuerte valor simbólico: cambios de topónimos por sus versiones argentinas, instauración del español como lengua oficial y modificación del código de la circulación vehicular para que se condujese por la derecha en vez de por la izquierda. Frente a las celebraciones argentinas, el Reino Unido se conmocionó ante las imágenes de una derrota ante un ejército que consideraban inferior. El gobierno de Margaret Thatcher, inmerso en distintas reformas muy contestadas socialmente, se hallaba en una situación delicada. Francis Pym, su ministro de Asuntos Exteriores, no veía con buenos ojos un conflicto con Argentina por la posesión de unas islas remotas en el Atlántico Sur. Con todo, el 3 de abril el Reino Unido logró que la ONU aprobara la Resolución 502, exigiendo a la Argentina que retirara sus tropas de los archipiélagos ocupados: El Consejo de Seguridad, Recordando la declaración formulada por el Presidente del Consejo de Seguridad en día 23 45a. Sesión del Consejo de Seguridad, celebrada el 1º de abril de 1982 (S/14944), en la que se instaba a los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a que se abstuvieran del uso o la amenaza de la fuerza en la región de las Islas Malvinas (Falkland), Profundamente preocupado por los informes acerca de una invasión por parte de las fuerzas armadas de la Argentina el 2 de abril de 1982, Declarando que existe un quebrantamiento de la paz en la región de las Islas Malvinas (Falkland), 1. Exige la cesación inmediata de las hostilidades. 2. Exige la retirada inmediata de todas las fuerzas argentinas de las Islas Malvinas (Falkland). 3. Exhorta a los Gobiernos de la Argentina y el Reino Unido a que procuren hallar una solución diplomática a sus diferencias y a que respeten plenamente los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas. · Votaron a favor Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Jordania, Togo, Uganda, Zaire, Guyana, Irlanda y Japón. · En contra: Panamá. · Se abstuvieron la Unión Soviética, China, Polonia y España. El presidente de Francia, François Mitterrand, telefoneó a Thatcher para expresarle su apoyo. El Reino Unido también cortó todas las relaciones comerciales con Argentina, y comenzó a buscar aliados diplomáticos con un éxito mucho mayor al de la Junta militar argentina. Durante el conflicto bélico, y a raíz de la inmediata ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos estados beligerantes, Perú representó los intereses diplomáticos de Argentina en Gran Bretaña y, a su vez, Suiza representó los intereses diplomáticos de Gran Bretaña en Argentina. Así, los diplomáticos argentinos destacados en Londres se convirtieron en diplomáticos peruanos de nacionalidad argentina y los británicos en Buenos Aires, diplomáticos suizos de nacionalidad británica. Durante el transcurso del conflicto bélico, los movimientos del Servicio de Inteligencia británico sobre la Embajada peruana en Londres y sus funcionarios diplomáticos conllevó como respuesta mensajes de distracción. Se supo después que el Perú no sólo apoyó a Argentina diplomáticamente, sino también militarmente, con acciones de inteligencia y el envío de 10 aviones Mirage M5-P, en ese entonces casi nuevos[] eludiendo radares bolivianos y chilenos,[] con pilotos, pertrechos militares, misiles y medicinas. [][]Como acto de solidaridad peruana, los citados aviones fueron vendidos a Argentina a cinco millones de dólares cada uno toda vez que su precio era de veinte millones de dólares por avión.[] Perú fue uno de los pocos aliados de Argentina que la apoyó abiertamente durante el conflicto. Hacia el 9 de abril, el Reino Unido había logrado el pleno apoyo de la Comunidad Económica Europea (ahora Unión Europea), la OTAN, la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth) y la ONU. Surgieron entonces propuestas de paz por parte del Secretario General de las Naciones Unidas, el peruano Javier Pérez de Cuéllar, y del Presidente Peruano Fernando Belaúnde Terry. Alexander Haig, Secretario de Estado de Estados Unidos, recorrió miles de kilómetros intentando evitar la guerra entre dos de sus aliados. La mediación se basaba en dos puntos principales: Retirada de Argentina de las islas; Administración interina conjunta de las islas o, en último caso, una administración neutral mientras se negociase la soberanía; Aunque, al menos, en un par de ocasiones se estuvo a punto de conseguir, la oposición de Thatcher y Galtieri fue un escollo insalvable. Básicamente, la Primera ministra alegaba que, una vez producida la invasión, no se podía pasar por alto a esta; Galtieri, por su parte, rechazó de plano la retirada voluntaria del ejército argentino.[] La Unión Soviética, por su parte, se dedicó a observar el devenir de unos acontecimientos en los que dos aliados de los estadounidenses, ambos con gobiernos de derecha —una democracia y una dictadura—, se enfrentaban irremisiblemente. Moscú era consciente de que, más pronto que tarde, Washington tendría que decantarse por uno de los dos. Hacerlo implicaba romper la OTAN o romper el TIAR. Cualquiera de las dos opciones resultaba beneficiosa para los soviéticos. Tras unas semanas de política de dos caras (postura diplomática y neutral de Haig, por un lado, y continuo e importante apoyo militar y estratégico del Pentágono, por otro),[] hacia finales del mes de abril, el presidente estadounidense Ronald Reagan se decantó por los británicos y por la OTAN en detrimento de Argentina y el TIAR. Tanto la URSS como Cuba criticaron a Estados Unidos por este posicionamiento, y el presidente cubano Fidel Castro llegó a ofrecer su apoyo a la Junta Militar argentina. Tras la experiencia de la Operación Soberanía, Chile optó también por apoyar a Gran Bretaña, motivada por sus conflictivas relaciones con Argentina que habían llegado al borde de la guerra a finales de 1978. Por lo demás, Chile no consideraba que se debiese aplicar el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca que implicaba que si un país de América era atacado por un extranjero todo el continente debía defenderlo) ya que entendía que Argentina no había sido atacada, sino que era ella la atacante. Desde los últimos días de abril, por tanto, el Reino Unido contó con este apoyo diplomático, con inteligencia satelital estadounidense, con las últimas versiones de armamento estadounidense (AIM-9L Sidewinder, Stingers, etc) y con datos tecnológicos esenciales de lo que se consideraba —y se demostraría— el arma más peligrosa de los argentinos: los misiles antibuque Exocet de fabricación francesa. No hubo declaración oficial de guerra por ninguna de las dos partes. Tras el hundimiento del General Belgrano, cuyas cuantiosas pérdidas humanas provocaron una reacción de repulsa internacional contra Gran Bretaña, y la pérdida del Sheffield, Thatcher volvió a recibir solicitudes de mediación, en este caso del Presidente peruano Fernando Belaúnde. Se volvió a fracasar. Por un lado, la Primera ministra mostró, de nuevo, su reticencia a detener la guerra mientras los argentinos continuasen en las islas; pero, aunque aceptó la negociación sin condiciones previas sobre plazos o consecuencias, la Junta militar argentina se opuso.[] Las condiciones definitivas del Gobierno británico para llegar a un acuerdo fueron redactadas el 16 de mayo, y se exigía a Argentina un plazo de 48 h para aceptarlas sin negociación posible. Las condiciones, que exigían la retirada incondicional de las tropas argentinas y el restablecimiento del statu quo previo, centraban el conflicto en que la agresión de Argentina iba en contra del derecho de autodeterminación de los isleños y así fue como consiguieron que parte de la opinión pública mundial se pusiese del lado de Gran Bretaña. Al rechazar Argentina el plan, se hizo inevitable la respuesta militar británica. Las Fuerzas Armadas Reales del Reino Unido de la Gran Bretaña estaban consideradas como unas de las mejores armadas y más profesionales del mundo capitalista occidental. Su infantería contaba con el fusil de asalto L1A1, ametralladora ligera L110A1, ametralladora media L7A2 GPMG y lanzacohetes antitanque BGM-71 TOW. Contaba con numerosos blindados pero solo llevarían a las islas los vehículos de combate FV-101 Scorpion y FV-107 Scimitar. Su artillería contaba con morteros de 51mm, mortero E-44, obús AS-90 y obús QF-25. La aviación estaría constituida por los cazabombarderos navales Sea Harrier y Harrier GR.3 así como los helicópteros Westland Wessex, Wasp, Lynx, Sea King HAS.5 y Merlin. La Operación Corporate (en inglés: Operation Corporate) fue el nombre en código que el Reino Unido dio al conjunto de sus acciones militares en la Guerra de las Malvinas en 1982. Su objetivo era la apropiación para la Corona Británica de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, recuperadas por la Argentina en abril de ese año. Se extendió desde el 2 de abril de 1982 hasta el final de la guerra, el 14 de junio de ese año. Estuvo al mando del Lord Almirante Sir John Fieldhouse. Cómo parte de la Operación Corporate los británicos llevaron a cabo la Operación Paraquet (en inglés: Operation Paraquet) que fue el nombre en código por el que el Reino Unido designó al conjunto de sus acciones militares para recobrar las islas Georgias del Sur. Esta operación fue subsidiaria de la operación principal, denominada Operación Corporate, cuyo objetivo era retomar las islas Malvinas. La operación Paraquet culminó con éxito, al recobrar los británicos las Georgias del Sur el 25 de abril de 1982. El nombre paraquet es en idioma inglés una forma alternativa de parakeet (periquito), pero las tropas británicas en el Atlántico Sur frecuentemente denominaban a la operación como Operación Paraquat, en alusión a que podría volverse tan mortal para ellos como el herbicidaParaquat. Fuerzas argentinas: (Comandante: Capitán de Corbeta Luis Lagos) Submarino ARA Santa Fe S-21 (1.526 t) con 10 tubos lanzatorpedos de 254 y 533 mm. · Guarnición: 130 infantes de marina. Fuerza de operaciones británico Paraquet (Comandante: capitán Brian Young) · Destructor de misiles guiados D-18 HMS Antrim (6.800 t) con 1 lanzamisiles Seaslug Mk.2 (2 tubos), 1 lanzamisiles MM-38 Exocet (4 tubos); 2 lanzamisiles Seacat antiaéreos (4 tubos), 1 x 2 cañones de 11,4 mm tipo 45 Mk.6; 2 cañones de 20 mm y 1 helicóptero Westland Wessex con capacidad lanzatorpedos. · Fragata antisubmarina F-126 HMS Plymouth (2.800 t) con 1 lanzamisiles Seacat antiaéreos, 1 cañón doble de 40 mm, 1 cañón de 11,4 mm tipo 45 Mk.6 y 1 helicóptero Wasp con capacidad lanzatorpedos. · Fragata F-90 HMS Brilliant (2.800 t) con 1 lanzamisiles MM-38 Exocet (4 tubos), 2 lanzamisiles Seawolf antiaéreos (6 tubos) guiados por laser los cuales estaban en su fase experimental, 2 cañones de 20 mm, 2 lanzatorpedos antisubmarinos Mk.44 o Mk.46 (3 tubos) y 2 helicópteros Lynx, Sea King HAS.5 o Merlin. · Buque de patrulla ártica HMS Endurance (3.600 t), con 2 helicópteros Wasp. · Buque petrolero y de suministros RFA Tidespring (27.400 t) reforzado para operaciones polares. · Submarino nuclear S-48 HMS Conqueror (7.200 t), con 6 tubos lanzatorpedos de 533 mm. · Compañía M del 42º comando royal marines. (Comandante: mayor J.M.G. Sheridan) · Comandos SBS. · Comandos SAS Desde el principio, fue evidente que el primer objetivo británico habría de ser las islas Georgias del Sur. No sólo porque ya había un buque británico en el área, el HMS Endurance, sino porque los datos de inteligencia notificaban que la presencia argentina en estas islas prácticamente inhabitables era reducida. Reconquistar las Georgias del Sur proporcionaría un pequeño punto de apoyo terrestre a la flota británica, pero sobre todo tendría un efecto propagandístico de gran importancia sobre la población argentina, la británica y la opinión pública internacional. Por el contrario, un fracaso en esta recuperación podría implicar graves problemas domésticos para Margaret Thatcher y el descrédito internacional definitivo del Reino Unido. Dado lo crítico de esta operación, el almirante Fieldhouse la había organizado en secreto y con una cadena de mando distinta de la que utilizaban las fuerzas que se preparaban para reconquistar las Malvinas. La operación fue ordenada por Fieldhouse el 12 de abril de 1982. La operación en un principio involucraba al Escuadrón "D" del grupo especial SAS basado en la isla Ascensión, a 150 infantes de marina en el buque petrolero RFA Tidespring (A75), a dos SBS (Special Boat Service) en la fragata HMS Plymouth (F126) y a 6 SBS en el submarino HMS Conqueror (S-48). Quien primero llegó, el día 19, fue el submarino nuclear HMS Conqueror. Su presencia, en principio, denegaba el área a la flota argentina y garantizaba la seguridad del HMS Endurance: el HMS Conqueror era un submarino diseñado para combatir contra la armada soviética, con una tripulación entrenada para pelear con los cruceros y submarinos soviéticos, por lo que no era probable que ningún elemento de la flota argentina le ofreciera una resistencia significativa. El submarino realizó una examinación de puntos claves de la costa de las Georgias del Sur. El día 20, un avión de cartografía y reconocimientoradarHandley Page Victor retornaba a la isla Ascensión después de levantar nuevos mapas del archipiélago (siempre variables debido a los glaciares) y cubrir 150.000 millas² de mar. Con 14 h y 45 min de duración, se trató de la misión de reconocimiento más larga de la historia, que logró buenos mapas, pero no halló a la flota de superficie argentina en el área. Se planeó que fuerzas del SAS y del SBS se infiltrarían en la isla Georgia del Sur mediante helicópteros del RFA Tidespring y del destructor HMS Antrim, pero el plan falló y tuvo que cambiar repentinamente cuando dos de los helicópteros Westland Wessex que transportaban a las tropas del SAS a una localización ambiciosa en la costa oeste se estrellaron en condiciones atmosféricas atroces en el glaciar Fortuna. No se tuvo en cuenta a los experimentados científicos del British Antarctic Survey, conocedores de la zona, lo que dejó al 19º Comando del 22º Regimiento del SAS (Special Air Service: servicio aéreo especial, comandos de élite) atrapados en el glaciar Fortuna en medio de un clima difícil: vientos de casi 200 km/h y olas de Fuerza 11, con el barómetro llegando a rozar los 965 milibares. Las tropas y la tripulación aérea tuvieron que ser rescatadas en malas condiciones climáticas por el helicóptero Wessex del HMS Antrim, el último que quedaba de la expedición, retrasando la misión aún más.[] Rescatar a los comandos atrapados costó tres helicópteros británicos, hasta que finalmente 16 hombres agotados y helados lograron aterrizar en el HMS Antrim a bordo de un último helicóptero cargado muy por encima de sus especificaciones. La Operación Paraquet se había transformado en una operación de rescate de alta montaña y una extraña persecución de un submarino diésel-eléctrico construido durante la Segunda Guerra Mundial, mientras las tropas de Luis Lagos y de Alfredo Astiz en Grytviken y Puerto Leith permanecían ajenas a lo que pasaba. Los británicos se concentraron ahora en hallar un punto de inserción adecuado, escuchando esta vez los consejos de los científicos del British Antarctic Survey y en cazar al ARA Santa Fe. A lo largo del día 21 de abril el resto de la fuerza británica llegó a las proximidades de las islas Georgias del Sur y el día 23, un débil eco en el sonar delató la presencia del submarino argentino ARA Santa Fe (S-21); todas las operaciones se detuvieron de inmediato, el RFA Tidespring fue enviado a aguas más apartadas, otros dos petroleros en aproximación se desviaron y la flotilla británica se desplegó en orden de combate para interceptarlo. El 9 de abril el ARA Santa Fe salió de un puerto de la Argentina con un destacamento de infantes de marina a bordo para reemplazar a las fuerzas que se hallaban en las Georgias del Sur, y arribó a Grytviken el 24 de abril. El Capitán de Corbeta Bicain, al mando del ARA Santa Fe, tenía órdenes de en evitar la posible presencia británica para desembarcar unos magros refuerzos en Grytviken. Se le ordenaba evitar a la tercera flota del mundo con un navío que vio un dique seco por última vez en 1960. Estaba tan deteriorado que no podía variar su profundidad; sólo tenía dos posibles posiciones, en superficie o sumergido a cota fija. Y operar los tubos lanzatorpedos implicaba el riesgo de sufrir una explosión. Frente a él, buques y submarinos pensados para luchar en la Tercera Guerra Mundial. Sobre las 11 horas del 25 de abril, un helicóptero Wessex del HMS Antrim detectó otra vez al submarino, y antes de que se escabullera de nuevo, arrojó dos cargas de profundidad tan anticuadas como el submarino al que iban dirigidas (el único armamento que llevaba a bordo). Una de ellas explotó muy cerca e inundó los tanques de flotabilidad del ARA Santa Fe, que se vio obligado a salir a superficie, transformándose en un fácil blanco para toda clase de cañones, misiles y torpedos, Bicain trató desesperadamente de llegar a Grytviken. El submarino fue subsecuentemente atacado por una fuerza de tareas compuesta por helicópteros Westland Wasp y Westland Lynx. Uno de ellos le lanzó dos misiles AS-12 que impactaron en la torreta, pero como durante la modificación de 1960 se había reconstruido en materiales plásticos, no ofreció suficiente resistencia como para que se activara su espoleta y los misiles pasaron a través. Aún lo atacaron una tercera vez con torpedos dirigidos contra sus hélices, pero en aquella época los torpedos antisubmarinos no explotaban al alcanzar blancos de superficie por razones de seguridad. Desde la vela, un grupo de tripulantes encabezado por el cabo Héctor Oscar Feldman respondió el ataque disparando con fusiles y ametralladoras automáticas FAL y GARANT de la dotación de a bordo, lo que negó a los helicópteros la vertical de buque y sólo les permitió tirar con sus armas livianas ya que los misiles que arrojaron fueron inefectivos. El proyectil AS-12 que atravesó la vela, hirió de gravedad al cabo camarero Alberto Macías que disparaba desde el tren de amunicionamiento, provocándole la pérdida de su pierna derecha. Para asombro de todos, especialmente de sus ocupantes, el ARA Santa Fe logró llegar trabajosamente a Grytviken y ser evacuado. Quedó varado, y allí sigue todavía. Sus hombres se unieron a las fuerzas de Lagos que durante el ataque al "Santa Fe", había abierto fuego contra los helicópteros enemigos utilizando, incluso, misiles antitanque. Siguió un asalto por un grupo improvisado de fuerzas especiales e infantes de marina con los barcos HMS Antrim y HMS Plymouth realizando intenso bombardeo naval en las colinas bajas enfrente de Grytviken. Mientras, los comandos del SAS y el SBS hallaron por fin puntos de inserción adecuados. En ausencia de patrullas argentinas, simplemente caminaron hasta Grytviken y Leith. Al llegar a la primera, se encontraron banderas blancas colgando de los edificios. El capitán de corbeta Luis Lagos, al cargo de las islas Georgias del Sur, había decidido no luchar ante fuerzas tan enormes. En la mañana del 26, Lagos firmó la rendición en la base del British Antarctic Survey en King Edward Point. El equipo del ARA Santa Fe se entregó junto con Lagos a la Compañía "M", del Comando 42 de los Royal Marines. Alfredo Astiz, responsable de los 15 buzos tácticos en Leith, no aceptó al principio la rendición, pero ante lo que se le venía encima, habiendo recibido sobre su posición intenso fuego naval, aceptaría el alto el fuego propuesto por los británicos y por la tarde firmaría también la rendición a bordo del HMS Plymouth. La imagen de Astiz firmando los papeles dio la vuelta al mundo. En la noche del 29 de abril el coronel Clodoveo Miguel Ángel Arévalo, jefe de la Agrupación Comodoro Rivadavia recibió en sus manos un informe y tomó conocimiento de que fuerzas especiales británicas estaban desembarcando con botes en un punto intermedio entre Caleta Olivia y Puerto Deseado.[] De inmediato se organizaron dos patrullas de combate, las cuales iniciaron un movimiento de aproximación en dos helicópteros Bell UH-1H a las 2100 horas aproximadamente. Al día siguiente, un helicóptero se estrelló o fue derribado en la misión.[] En el helicóptero murieron 10 argentinos. El 1 de mayo, mientras la aviación británica atacaba la base aérea militar de Puerto Argentino, dos submarinos fueron detectados en Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz. Al anochecer del día 16 de mayo, el submarino Onyx intentó dejar comandos en la base de Río Grande, siendo repelido por fuego de del destructor ARA Bouchard.[] El incidente, que desencadenó una de las noches más movidas en Comodoro Rivadavia para las tropas argentinas, se produjo entre la noche del 22 y la madrugada del 23 de mayo de 1982. «Fue una de las alertas rojas más grande que hubo», recordó Marcelo Díaz, quien integraba el Regimiento de Infantería 1. «A la mañana, ya con la luz del día, se encontraron cuatro o cinco gomones en la costa. Había gente que había desembarcado. A los cinco días se encontraron cuatro o cinco personas que eran ingleses, vestidos de civil, de traje y corbata, con maletines que adentro tenían armas», agregó. «Eso salió en los diarios, yo lo leí (...) A los ingleses los tomaron como prisioneros, tenían armas y estaban dispuestos a reventar cualquier cosa dentro del continente».[] Al día siguiente, en el transcurso de un vuelo de reconocimiento ofensivo fallece al precipitarse sobre el Golfo de San Jorge el alférez Mario Luis Valko pilotando un avión IA-58 Pucará. También muere el subteniente Juan Omar Abraham quien se había internado diez kilómetros al sur de Caleta Olivia con la playa bajante y desapareció. Fue encontrado ahogado, al sur de la ría, el 25 de mayo. Ex soldados del Regimiento 24 también contaron que se encontraron algunos botes de goma enemigas en las costas y como abrieron fuego contra blancos enemigos en cercanías de Río Gallegos, en la última semana de mayo.[] El 4 de junio, una sección del Regimiento del Infantería de Montaña 37, en las cercanías de la frontera chilena, observó a dos hombres a los cuales dio el alto. Los individuos portaban mochilas y al ser advertidos de parar uno se dio a la fuga esgrimiendo un arma y el otro fue capturado. Decía ser un ciudadano con pasaporte neozelandés. Tras su captura las noticias se propagaron rápidamente sobre un turista neozelandés apresado en Rio Gallegos y el tipo fue liberado a pesar de las protestas del General de Brigada Oscar Guerrero, jefe de la guarnición Río Gallegos. La capacidad aérea y antiaérea argentina para defender las Malvinas era: · 2º de bombarderos British Aerospace Canberra operando desde territorio continental argentino. · Aviones COIN FMA IA-58 Pucará estacionados en las islas Malvinas. · 6º de cazabombarderos IAI Dagger operando desde territorio continental argentino. · 8º de cazas Dassault-Breguet Mirage IIIEA operando desde territorio continental argentino.· Defensa antiaérea terrestre en islas Malvinas. Pese a la toma de las islas Georgias del Sur, el Reino Unido necesitaba demostrar que disponía de la capacidad de ataque aéreo a las islas Malvinas y al territorio continental argentino. Paralelamente, el almirante Fieldhouse no quería ver reactores enemigos operando desde el archipiélago. Por todo ello, se diseñó una serie de operaciones de ataque a tierra contra el aeropuerto de Puerto Argentino que se desarrollaría mediante bombarderos Vulcan basificados en la isla Ascensión.

[1] [http:// www.panzertruppen.org]

Fuentes

  • DintelGID. ANIVERSARIO DEL BAUTISMO DE FUEGO DE LA FUERZA AÉREA ARGENTINA.
  • Esteban, Edgardo y Gustabo Romero Borri. Malvinas, diario del regreso.(Iluminados por el fuego). Editorial Arte y Literatura. Ciudad de La Habana. 2010.
  • Foro Armas_es • Ver Tema - La Guerra de las Malvinas (Falklands War) del 2 de abril.
  • Hangar Dominicano RAF en las Malvinas.