Guido Martínez Jústiz
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Guido Martínez Jústiz nace el 27 de julio de 1930 en la provincia de Guantánamo, graduado como médico veterinario en 1961. Ocupó diferentes responsabilidades relacionadas con la reproducción bovina, la introducción y el desarrollo de la Inseminación Artificial en el país y la formación de especialistas. Ha sido considerado uno de los padres de la reproducción en Cuba.
Desempeño laboral y producción científica
Fue director técnico de la primera Escuela de Inseminación Artificial y subdirector técnico e investigador en el Centro de Investigaciones para el Mejoramiento Animal (CIMA) y se destacó por su trabajo en la esfera de la producción, la organización y manejo reproductivo en el ganado de cría y la ganadería en general. Muy respetado y querido por los profesionales del ramo, debido a su dedicación absoluta a la investigación, la transferencia de tecnologías y su trabajo como autor del libro Biología de la Reproducción Bovina (1ra edición), texto básico en la formación docente de técnicos y profesionales de la rama veterinaria desde la década de los años sesenta.
En el momento de su deceso se encontraba revisando los últimos detalles a su último libro titulado Biología reproductiva de las hembras domésticas: regulación hormonal. Fue autor y coautor de varios proyectos de investigación, con notables resultados para la práctica social; por los cuales recibió reconocimientos de varias entidades del país. Dejó publicado numerosos resultados frutos de su trabajo, con una destacada participación en Foros y eventos científicos técnicos, en carácter de observador, ponente o integrando tribunales científicos, tanto en el país como en el exterior. Padre y, esposo ejemplar, compañero intachable, profesor de varias generaciones. Trabajó hasta última hora de su fecunda vida en aras de la recuperación ganadera en el país, muy preocupado en la formación de los jóvenes y su actividad técnica en la especialidad de la Reproducción Animal. Fue miembro de la Asociación Cubana de Criadores de Carne y Doble Propósito, así como del Consejo Científico Veterinario. Sus cenizas fueron esparcidas, a petición de sus familiares, en los alrededores de la Tarja que conmemora la primera graduación de veterinarios del país, la cual está situada en el patio del CIMA.
Fuente
Scull, J. Obituario Guido. Ciencia y Tecnología Ganadera. 1(3): 142, 2007.
