Gusano de seda

Revisión del 11:20 25 may 2011 de Cienfuegos8 jc (discusión | contribuciones) (Página creada con '{{Objeto |nombre= El gusano que da la seda |imagen= Gusanodeseda-.jpg‎ |tamaño= |descripcion= }} '''El gusano que da la seda''' , como el gusano hace la seda == ¿Cu...')
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Información sobre la plantilla
Gusanodeseda-.jpg

El gusano que da la seda , como el gusano hace la seda

¿Cuándo y de qué manera se desarrollan los huevos del gusano de seda?

El desenvolvimiento de los gérmenes que dan origen al gusano de seda, sólo requiere mucho cuidado, ellos se alimentan de hojas de morera que es su mejor alimento. Este árbol fue importado del Extremo Oriente, se cultiva en otros países con el fin de procurar alimento para los gusanos de seda. Las orugas del gusano de seda necesitan ayuda para mudar una cáscara que tienen adherida cuando salen del huevo, esto lo hacen rozando con algo que lo desprenda. Así desaparece el peligro de que perezcan por no haberse podido librar de ella.

Los gusanillos de seda son capaces de comerse las hojas de todo el bosque. La cantidad de hojas de morera que llegan a comer los gusanos es realmente asombrosa. En el transcurso de las ocho semanas durante las cuales viven en estado de oruga hablándose solamente de cuarenta mil gusanos, necesitarán para alimentarse seiscientos kilos de hojas de morera y es muy asombrosa la rapidez con que crecen esas orugas.

¿De qué modo mudan la piel los gusanos de seda para continuar creciendo?

Cuando tienen seis días, los gusanos dejan de alimentarse; la piel se parte por el dorso y la oruga se arrastra penosamente hacia afuera envuelta en su nueva cubierta. Entonces recobra el apetito, poniéndose de nuevo a comer con gran avidez. Crece rápidamente mientras su piel está todavía blanda; pero al cabo de unos pocos días, ha de sufrir otra muda, y así sucesivamente hasta llegar a la cuarta.

Cada época de muda es para la oruga un trance doloroso, y son muchas las que perecen en el transcurso de la operación, pero tan luego como ha terminado la última muda, el gusano se nutre vorazmente, como si supiera que pronto ha de acabársele el período de nutrición. Al llegar este punto, pesa cerca de diez gramos y su longitud alcanza siete centímetros, lo cual representa en un par de meses un crecimiento sumamente rápido.

Entonces viene el momento más importante en la vida de la oruga. Es preciso, que se transforme en crisálida y precisamente para pasar de una forma adecuada por ese estado de crisálida, hila el insecto la famosa seda.

Durante el período entero de su crecimiento se han ido formando y llenándose de líquidos dos vasos o sacos grandes, colocados a lo largo y a cada uno del cuerpo de la oruga. El fluido pegajoso contenido en esos dos sacos no ofrece nada en particular: y si lo viésemos en su estado natural, es decir, dentro del cuerpo del gusano, no sospecharíamos con seguridad, el uso a que está destinado.

El líquido pegajoso que se convierte en hebra de lustrosa seda

Esta sustancia pegajosa que encierra el cuerpo del gusano de seda, es la que se convierte en las preciosas hebras que tanta fama han dado al insecto. En cuanto se dispone, digámoslo así, a hilar la oruga deja de alimentarse. Si la observamos con atención veremos que del lado inferior salen dos filamentos diminutos de una especie de baba, procedentes de lo antes dichos sacos.

Conviene saber de esos sacos que son conocidos científicamente con el nombre de glándulas siricíparas y asimismo que el gusano de seda es llamado bombyx mori. El gusano empieza, pues el hilado de su capullo haciendo salir por los orificios pequeñísimos, en que las citadas glándulas terminan cerca de la boca, dos filamentos sedosos. el gusano las reúne formando con los dos un sólo hilo.

Para llevar a cabo su obra, tarda dos, tres, cuatro y hasta cinco días. El gusano poco a poco elabora su mansión, hilando con tal arte, que por último queda encerrado enteramente.

Mientras prosigue su labor va moviendo continuamente la cabeza con absoluta regularidad sin descansar ni un momento y sin que nunca le falte material.

Una bola de seda que semeja un huevo encantado

Al empezar su trabajo, el gusano pesa más de nueve gramos, cuando lo termina, sólo pesa cinco, incluyendo en este peso el del capullo. Este puede ser blanco o de color amarillo pálido.

Si no los tocamos, saldrá de cada capullo al cabo de una dos o tres semanas una linda mariposa, su longitud suele ser de dos o tres centímetros, comen muy poco y algunas veces absolutamente nada. Las hembras se mueren después de poner unos 500 huevos y los machos no suelen sobrevivir por mucho tiempo. Su vida de mariposa no dura sino unos pocos días y durante este tiempo no intentan nunca emprender el vuelo. Las hembras no pueden volar y los machos no tienen más que la fuerza precisa para guardar el equilibrio al descender por el aire, siéndoles imposible volar hacia arriba.

¿Por qué es necesario que mueran los gusanos para darnos seda?

Esto nos parece horroso, pero en realidad, no lo es. La vida del gusano de seda, como gusano termina desde el momento en que el insecto pasa a ser crisálida, entra entonces en un estado de letargo y no percibe sensación alguna.

Se sumergen en agua hirviendo todos los capullos con lo cual se mata a la crisálida. Esta operación es indispensable porque si la crisálida permanece viva se convertiría en mariposa.

Luego viene la operación de arrollar la seda, para lo cual es preciso resblandecer los capullos en agua caliente a una temperatura de veinticuatro a veintisiete grados. Luego una operaria valiéndose de un pincel hace girar los capullos, recogiendo los cabos y haciendo que la seda se desarrolle gradualmente.

Cuando están descubiertas los cabos de la seda se juntan cuatro o cinco de ellos, se pasa por el colchete muy fino de metal y se deja que los capullos permanezcan en el agua y se devana toda la seda, después se le quita toda la goma que ha quedado en ella, se lava pasándola por agua hirviendo hasta que se seca. La seda queda limpia, pero enmarañada, con una máquina se peinan los nudos hasta que quedan los hilos suaves.

Fuente

Maylin Abreu Rivas. Tesis de Maestría