Historia del Municipio Especial Isla de la Juventud (Cuba)

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Historia del Municipio Especial isla de la Juventud (Cuba).
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Cronología
Caracterización general.
Aborígenes
Colonia
Neocolonia
Revolución en el poder

Historia del Municipio Isla de la Juventud

Caracterización general

La Isla de la Juventud es una isla joven en su evolución geológica. Cualquier territorio debe su conformación a la evolución espacio-temporal; en el caso pinero, las transformaciones geográficas, mucho más lentas y la evolución histórica se conjugan en una asociación muy particular, aspectos que le otorgan rasgos propios al municipio.

La Isla, forma parte del archipiélago cubano, con una superficie total de 2 419,27 km2, ubicada en los Canarreos , es 48 veces menor que la isla de Cuba, sin embargo, supera en extensión territorial a todas las Antillas Menores excepto a Trinidad. No obstante, su poblamiento ha sido mucho más lento debido a razones geográficas e históricas.

Entre los elementos distintivos del sur de la Isla se destaca el poblado de Cocodrilo, antiguo Jacksonville fundado a finales del siglo XIX y principios del XX por pescadores angloparlantes procedentes del área del Caribe, que constituyeron una de las corrientes migratorias de mayor importancia local. Las comunicaciones de entonces crearon condiciones para el aislamiento de esta comunidad de otras familias y grupos, a quienes por tradición les denominan Caimaneros, diferenciándose del resto de la población pinera por sus rasgos físicos y culturales, aunque marcado por un proceso de asimilación creciente. En esta parte de la Isla se localizan varias cuevas, la más importante de ella, es la no.1 de Punta del Este .

La configuración geográfica de la isla y el abovedamiento de su porción septentrional hacen que los ríos corran radialmente, del centro a la periferia, entre ellos: Las Casas, el Júcaro y Las Nuevas. Un recurso hídrico de enorme importancia lo constituyen los manantiales de agua potable y minero medicinales.

La asimilación del espacio pinero constituye un proceso que está vinculado al uso de los suelos y se caracteriza por ser muy lento hasta finales del siglo XIX, proceso que cambia a partir del siglo XX con el asentamiento poblacional en la parte norte y la fundación de poblados y comunidades. Es Imposible soslayar el impacto de la obra revolucionaria sobre el territorio pinero. Durante estos años las transformaciones se caracterizan por provocar cambios sustanciales.

La posición y las condiciones geográficas de la Isla de la Juventud dentro del archipiélago cubano, la insularidad, las características del relieve, su riqueza mineral, los suelos y la vegetación, sus condiciones ambientales y clima, son factores que han condicionado los procesos de poblamiento y el consecuente aprovechamiento económico de sus recursos en los distintos períodos históricos.

Las zonas que integran el Sistema Nacional de Áreas Protegidas vigente para la Isla de la Juventud, son, por sus probados valores naturales, de la flora y fauna, más de 16 en las diferentes categorías y manejos.

Aborígenes

Mapa aborigen

Las cuevas, enormes cofres pétreos, constituyeron el escenario inicial de la cultura pinera. Ellas guardan el preciado testimonio de aquellos tiempos, preservando para el hombre moderno los vestigios de los genuinos descubridores de la hoy Isla de la Juventud.

En la transcripción que Fernando Colón hace del Diario de Navegación de su padre Cristóbal Colón, en lo relacionado con su estancia en este lugar al que bautizó como San Juan Evangelista, no hay mención alguna a los indios, apenas se habla de tomar agua, alimentos y otras tareas marineras así como lo relacionado con la salida hacia La Española .

El indopinero es enteramente arqueológico, como lo prueba su cronología, que los ubica entre 1 000 y 2 500 años antes del presente (A.P.) Predominan con sus restos materiales y humanos, diseminados por toda la llanura cársica meridional, los indopineros de la llamada "Cultura del Caracol", denominada por varios autores como Ciboney Aspecto Guayabo Blanco. Otro aspecto de la cultura Ciboney Aspecto Cayo Redondo, cuya cronología se desconoce aún en el caso pinero, dejó sus huellas en escasos sitios arqueológicos identificados hasta ahora por presencia de dagas líticas ceremoniales y la ausencia de artefactos de concha. Su paso se ha verificado en los cerros de Santa Isabel, al sudeste de la Isla y en otros puntos aislados del territorio pinero.

Los hombres de la cultura del caracol fueron legítimamente fundadores de la cultura pinera. La Cueva No. 1 de Punta del Este fue calificada por Don Fernando Ortiz como "templo aborigen cubano", reconocida también como la "Capilla Sixtina", del arte rupestre Americano.

Colonia

Patrocinado por los Reyes de España, se realizaron los viajes de descubrimiento a finales del siglo XV llevados a cabo por Cristóbal Colón, quien arribó en su segundo viaje, el 13 de Junio de 1494 a la Isla, la cual denominó San Juan Evangelista. Luego de su entrada por la ensenada de La Siguanea, Colón continuó bordeando sus costas hacia el norte hasta llegar al estuario de un río, Las Casas, aquí carenó sus naves, se abasteció de agua y alimentos y permaneció hasta el 25 de Junio, cuando inició el viaje de retorno a España.

La suma de nombres con la que fue llamada la Isla puede probar su abandono secular. Unas décadas después de su primer bautizo quizás ya nadie recordaba a La Evangelista. Se mezclaron los nombres oficiales con los populares, otorgados a partir de elementos de su naturaleza, por la historia, por la literatura. Entre esas denominaciones los tesoros, y, finalmente, el mayor de los dones perseguidos por el hombre: la juventud marcaron la historia más antigua y moderna de dicho territorio insular. Entre los propietarios más prominentes y antiguos de Isla de Pinos sobresale la familia Rojas, una de las más antiguas y nobles de España, emparentadas con el primer gobernador de Cuba, Diego Velázquez. En 1570 uno de los miembros más ricos de esta familia, Alonso de Rojas solicitó a la Corona española la merced de Isla de Pinos, “... porque yo tengo algunos ganados y junto a los jardines está una isla pequeña que le llaman de Pinos, que está despoblada e inhabitada de gente y de ningún aprovechamiento, y allí se pierden muchos navíos, y pido y suplico V. A. que en recompensa y parte de la merced que espero por mis servicios se me haga de dar la dicha isla para poblar de ganados y haber en ellas gentes que por allá aporten, así de gentes como de ganados para bastimentos y otras cosas necesarias. Y yo recibiré bien y merced” .

La respuesta del monarca concedía dicha petición el 15 de enero de 1573 y expresaba: “… que se le de licencia a Alonso de Rojas, vecino de La Habana, para que por tiempo de diez años pueda meter y traer sus ganados a esta Isla de Pinos,…” Como se observa en la gracia real, la mercedación de Isla de Pinos comprendía todo el territorio, sin ninguna otra división. Consta en documentos que fueron muchos los propietarios y familias de estos los dueños de la Isla. Para 1741, el dueño absoluto era Nicolás Duarte, quien al morir en 1758, dejó en su testamento dividido en siete hatos la Isla a sus herederos. En la segunda mitad del siglo XVIII estos hatos se habían dividido en haciendas, sumando un total de 24, en manos de propietarios absentistas y un espacio geográfico despoblado por el hombre.

El proceso de evolución de la propiedad de la tierra entre los siglos XVI al XIX, explica la finalidad económica principal de Isla de Pinos como un gran latifundio ganadero en función de una particular concepción comercial. En el siglo XVII, la unidad territorial alcanzada se logra a través de asociaciones matrimoniales y la Isla mantuvo el lugar de punto importante de contrabando, de plaza para reinsertar en el mercado local las mercaderías del comercio de rescate, así como, bien avanzado el siglo XVIII, para proveer de carnes a la región occidental, a consecuencia del incremento demográfico que allí se estaba produciendo.

Las primeras referencias a la presencia de piratas y corsarios en suelo pinero datan de 1543, cuando el francés Jean Francois La Roque llegó a ella y reparó sus naves. A partir de entonces este lugar comenzó a utilizarse como apostadero por parte de los aventureros del mar, quienes esperaban aquí las embarcaciones, que venían cargadas de riquezas del continente americano, para atacarlas. Muchos fueron los piratas y corsarios que se aprovecharon de las bondades geográficas y naturales de esta Isla.

Tal estado de cosas hacía cada día más difícil la situación de los colonos asentados, ya que estaban en constante peligro sus vidas y propiedades. De ahí que propongan diferentes medidas para tratar de garantizar la integridad de sus bienes contra los ataques de los bandidos del mar.

A partir de 1763 representantes de la población pinera proponen la fundación de núcleos poblacionales, entre ellos están los proyectos solicitados a la Corona española, de Domingo Duarte y Francisco Duarte, intentos que fracasaron.

El primer asentamiento de importancia fue el caserío de Santa Fe, que nació a orillas del río de igual nombre, sitio constantemente asediado por corsarios y piratas. Esta situación determinó que en 1809 el hacendado Andrés Acosta Duarte hiciera donación de 12 solares de tierra en el paraje conocido como Bosque de los Mangos en la hacienda Santa Fe de su propiedad, en el que ya había una iglesia, tenía otras condiciones favorables para tal empeño como fue la fertilidad de sus suelos y las propiedades minero medicinales de sus manantiales de aguas.

La manifestación más temprana de instancias gubernativas en Isla de Pinos se dio en 1763, en que el Teniente General, Ambrosio de Funes y Villalpando, Conde de Ricla, nombró a Francisco Javier Duarte como Juez Pedáneo y Capitán a Guerra. A partir de ese momento la designación de las máximas autoridades gubernativas pineras fue potestad del Capitán General de la Isla de Cuba, en ese mismo año se declaró la ínsula una jurisdicción. En 1821 se convirtió en un distrito de La Habana, autorizándose dentro de los nuevos funcionarios un subdelegado y tres alcaldes de mar. No fue hasta el año 1874 que se autoriza que Isla de Pinos tuviera Ayuntamiento propio.

En la descripción de Isla de Pinos, Juan De Tirry y Lacy señala que el principal y casi único alimento de los habitantes de dicha Isla fue la carne. La primera referencia a una industria pinera fue señalada por Dionisio Franco en 1792 al decir que los pineros se ocupaban de sacar brea y alquitrán de los pinos para vender al Rey en tiempos de guerra. La Isla de Pinos era considerada como un solo pinar y era común encontrar árboles maderables que tenían un valioso uso. Los principales embarcaderos de la época fueron: Punta Francés, en la costa sur; Júcaro en el río Santa Fe, el embarcadero principal en el río Las Casas y el de río Las Nuevas.

Entre los años 1826 y 1827, y a propuesta de la Junta de Fomento de la Población Blanca y de su presidente el Capitán General de Cuba Francisco Dionisio Vives visitaron Isla de Pinos el Magistrado José Oduardo Gran Pré, el médico y agrimensor José de Labadía y el Teniente Coronel de Artillería Clemente Delgado y España con el propósito de llevar a cabo una serie de estudios que arrojó valoraciones para el establecimiento de una colonia. El 1 de agosto de 1828 se aprobó la petición del Capitán General Vives, de fortificar y poblar la Isla.

El proyecto de la Colonia Reina Amalia fue denominado así en honor a la tercera esposa del monarca español Fernando VII. Contemplaba el fomento de una colonia y de la población de Nueva Gerona. Ambas son parte de un mismo proceso que respondió a un objetivo militar con vistas a su defensa y para el avistamiento y aviso de la presencia de enemigos en el sur de Cuba. De esa forma la fundación oficial se registra el 17 de diciembre de 1830.

En la etapa de la colonización oficial de la Isla, la ganadería continuó siendo la principal actividad económica propiciadora de materias primas para pequeñas industrias como las tenerías. En Isla de Pinos también se cultivó la caña de azúcar, que se decía era muy dulce y crecía prodigiosamente. En 1867, Alejo Salas fundó un ingenio nombrado “La Esperanza”, cerca de playa Bibijagua, el cual se mantuvo en producción hasta 1875. En este año el Coronel Julián Ajo y Jacques redacta su “Memoria histórica, geográfica y política de Isla de Pinos” donde se refiere a un proyecto de construcción, en esa fecha, de tres ingenios más en las zonas de Sierra de Caballos, San Juan y otro en Las Nuevas, lo cual no se materializó por causas similares a las que hicieron fracasar “La Esperanza”.

La débil economía pinera funcionó como un espacio económico de La Habana y por ello no estuvo ajena al proceso de fomento de las vegas de tabaco, promovido por la afluencia de inmigrantes canarios, estimulados por la calidad de las tierras para el desarrollo de este cultivo. En sus Memorias, Ajo y Jacques califica el tabaco pinero como de igual calidad al de Vuelta Abajo.

En Santa Fe fue construida, en la década del 1840, una destilería: nombrada La Ilusión, destinada a la producción de trementina, producto de la destilación de la resina extraída del pino, así como de aguarrás y alquitrán. Fue un establecimiento que contó con sólidas construcciones, entre ellas varios talleres con aparatos de cobre para la destilación, 16 hornos para producir alquitrán y brea y varias pailas para hacer barnices.

A finales de la década de 1820, la Real Hacienda levantó el primer tejar que funcionó en Isla de Pinos, donde se utilizó la mano de obra de presidiarios. El tejar cubrió las necesidades surgidas en el proceso de construcción llevado a cabo en Nueva Gerona. En el año 1860 existían en la Isla tres: en Brazo Fuerte, Correccional de Vagos y Gerona, el negocio de los tejares fue uno los más productivos por estos tiempos.

En 1826, el Dr. José Labadía recomendó a las autoridades españolas la explotación del mármol de los cerros pineros. Años después, en 1834, un geólogo francés confirmó lo planteado por Labadía y solicitó a las autoridades españolas el privilegio de establecer y explotar aquí una cantera, lo que le fue concedido pero nada pudo hacer al morir poco después en La Habana. Posteriormente se reiniciaría la explotación de la cantera por parte de una Sociedad Anónima, considerada como la primera que operó en la Isla .José María Guedeño, profesor lapidario y marmolista, recibe en 1838, el privilegio exclusivo para beneficiar los mármoles pineros. En 1841 el Real Cuerpo de Ingenieros envió un marmolista para determinar su calidad y montó unas máquinas hidráulicas en Brazo Fuerte, junto al arroyo, que fracasa. En 1847 el Capitán General de la Isla de Cuba Leopoldo O'Donnell solicitó el privilegio para explotar las canteras en Isla de Pinos; le fue concedido y organizó una sociedad anónima que tampoco tuvo provecho.

La necesidad de crear nuevas industrias propició la explotación forestal, hacia 1875 la explotación maderera funcionaba con tres máquinas de vapor para aserrar tablones, tablas, soleras, en las haciendas Las Piedras, Santa Elena y Santa Fe.

En la década del 50 del siglo XIX, las aguas mineromedicinales, y en especial las localizadas en Santa Fe, se explotaron en función del turismo de salud. Varias fueron las investigaciones realizadas en este sentido. Entre ellas se destaca el estudio del médico José de la Luz Hernández.

El 5 de Julio de 1857 quedó constituida la Sociedad de Fomento Pinero. Su objetivo era sentar pautas para el desarrollo de la ínsula. La creación de esta sociedad es un elemento evidente de la nueva orientación de la economía pinera en una industria sustentada en la explotación de las aguas minero-medicinales, por sus objetivos y por la forma en que utilizaba el capital, a través de acciones. Los títulos adquiridos tuvieron un valor de trescientos mil pesos y una gran participación de propietarios pineros, y a la vez, de destacadas personalidades de la región habanera, como Antonio Bachiller y Morales con 25 acciones; Rafael María de Mendive con 50; Cirilo Villaverde con 25; Ramón Zambrana con 20 acciones, José de la Luz Hernández con 100 entre otros. Esta sociedad contó con la participación en calidad de accionistas de dos entidades a nivel de personalidad jurídica como lo fueron la Empresa de Baños de Santa Fe y la Empresa de Vapores de Costa.

El principal puerto era el embarcadero del río Las Casas, desde el cual se trasladaban a la Isla de Cuba pasajeros y víveres, ganado, salazones, brea, alquitrán, maderas y otros productos . En el informe elaborado en 1835 por el Coronel Joaquín de Miranda y Madariaga se señala que el estado de las embarcaciones era malo, A finales de la década de 1840 se sistematizan los viajes desde Cuba al territorio pinero con la puesta en servicio de la goleta “Correo Isla de Pinos”, con posterioridad comenzó a navegar por esta ruta el vapor “El Cubano” con frecuencia semanal. También se destacó la entrada en servicio del barco “Nuevo Cubano” que hacía viajes hasta Santa Fe y que se mantuvo trabajando hasta los primeros años del siglo XX. En 1892 se incorpora a la ruta el vapor “El Protector”, con viajes semanales y en los últimos años del siglo XIX se incorporó a esta travesía el “Isla de Cuba”, lo que contribuyó indudablemente a aumentar la capacidad de pasajeros en tránsito hacia o desde el territorio.

Como consecuencia de las presiones de Inglaterra, los Estados Unidos y Bélgica el rey español había convertido a Isla de Pinos en una colonia penal que lo oficializó el 14 de abril de 1834 por Ordenanza Real, a partir de esos momentos comienzan a llegar distintos tipos de sancionados: presidiarios, deportados comunes y políticos. La mejor descripción de estos la hizo el deportado político Raimundo Cabrera, en su obra “Mis Buenos Tiempos” : El uso de la Isla como centro de deportación la marcó de tal forma que en la conciencia cotidiana de aquel entonces, se le denominaba como la Isla de los Deportados o la Siberia de Cuba.

En la obra política de los patriotas de la nacionalidad cubana no escapó la situación de Isla de Pinos, en fecha tan temprana como 1824, Félix Varela, en un comentario en el periódico "El Habanero", al hacer referencia al estado de abandono en que se encontraba el territorio cubano y en clara alusión al pinero, señaló: "Esta se halla inundada de piratas en tales términos, y con tanta crueldad, que con dolor oigo (pues jamás puedo olvidar que es mi patria) que se la llama el Argel de América...".

En la Colección de Papeles sobre Cuba se reflejan los comentarios que hace José Antonio Saco sobre el informe de Juan de Tirry y Lacy, en 1828 y que confirma la peculiar situación de Isla de Pinos en el contexto cubano, no enfocando este asunto como un enclave colonial ajeno a la Isla de Cuba, sino como parte de ese todo que es la sociedad cubana.

En el año 1848, hay otra evidencia palpable de que lo pinero ha sido asimilado ya como parte de lo cubano, ilustrado ello en el pensamiento de José de la Luz y Caballero, cuando el 5 de septiembre de igual año, escribe el Aforismo # 18 llamando a la Isla de Pinos, la "Siberia de Cuba", en alusión al estado de abandono y el lugar que ocupaba desde 1834, por ordenanza real, como centro de deportación y confinamiento.

Las primeras ideas revolucionarias comienzan a llegar al Isla de Pinos en 1834 con la presencia de hombres portadores de ideas, que llegaron a ella como deportados, como el catalán Antonio Ribot Fontsere, en 1838 acompañado por otros cinco coterráneos de sus mismas inquietudes políticas. Este escritor, conocido por su extensa obra literaria se convirtió en su primer cantor, al escribirle en versos. La presencia de Idelfonso Vivancos y del Valle, otro deportado político, resultó también importante por su forma de pensar y actuar, llego como deportado político en 1865, a la edad de 50 años, muere y sus restos fueron enterrados en el cementerio de Nueva Gerona.

Con el inicio de la Guerra de los Diez Años se produce un incremento considerable de la presencia de los deportados políticos en la Isla de Pinos, y se entró en contacto con las ideas más avanzadas de la sociedad cubana de la época a través de sus protagonistas directos y en el orden ideológico y sociológico el contacto de los locales con las tradiciones de lucha de los deportados políticos fue el factor que acabó de delinear la nacionalidad cubana de los pineros.

En el año 1869 fue trasladado a Isla de Pinos como deportado político Raimundo Cabrera , quien había sido sancionado por el delito de infidencia. Uno de los testimonios más fehacientes sobre el arribo y estancia de los deportados en este lugar, es el que relata en su libro “Mis buenos tiempos”, en el que describe la llegada al muelle de Nueva Gerona de los deportados. Cabrera ofrece una visión de esta ciudad y da fe de las palabras que a través del tiempo repetirían los jefes militares a la llegada de cada nuevo grupo de deportados.

En las Memorias de Raimundo podemos encontrar las característica de la Isla en estos años, la condición de la colonia penal. Un momento relevante en la historia de la localidad se inició el 13 de octubre de 1870 con el arribo a tierra pinera del deportado político José Julián Martí y Pérez, acogido en la finca El Abra por la familia de Don José María Sardá y su esposa Doña Trinidad Valdés, cada domingo en la mañana asistía al pase de lista en la Plaza Isabel II en Nueva Gerona, hasta el 18 de diciembre en que fue trasladado de Nueva Gerona hacia La Habana, donde fue recluido en La Cabaña hasta el 15 de enero de 1871, en que partió en el vapor Guipúzcoa con destino a España.

En 1896 la Isla disponía de una organización militar integrada por: una brigada disciplinaria con un Capitán, tres Tenientes y 50 soldados en la ciudad de Nueva Gerona, la Guardia Civil, con un Teniente y 35 soldados destacados en Nueva Gerona, Santa Fe, Júcaro y la Ensenada de los Barcos, un cuerpo militar de orden público formado por 21 hombres y un Primer Teniente, radicando dicho destacamento en Nueva Gerona, el Cuerpo de Voluntarios que estaba constituido por una Sección de Caballería con 2 oficiales y 55 voluntarios y una compañía de artillería simple, con 6 oficiales y 54 voluntarios.

En este año los deportados y pineros organizados en un solo movimiento esperaban el momento oportuno para levantarse contra la corona española, proclamar la independencia de Isla de Pinos e incorporarse a las tropas mambisas en el occidente de Cuba. El día 11 de enero uno de los grupos de complotados decidieron secuestrar en el embarcadero del río Júcaro el balandro Margarita para poner proa a la costa sur pinareña y unirse a las tropas invasoras del Lugarteniente General Antonio Maceo que se encontraba en Bahía Honda, Pinar del Río. Maceo, al conocer del hecho manifestó: "La expedición más arriesgada que ha desembarcado, sólo pueden realizarla niños o locos y los pueblos que tienen estos niños deben ser libres". Los improvisados expedicionarios procedentes de Isla de Pinos se integraron a las fuerzas invasoras y permanecieron al lado de Maceo durante toda la campaña en el occidente de Cuba, unos murieron valientemente en combate y otros sobrevivieron al siglo XIX.

En el mes de julio Isla de Pinos se encontraba en el mejor momento para desarrollar el levantamiento armado proyectado desde enero de 1896.El plan elaborado consistía en secuestrar al Comandante Militar de la Plaza, José Bérriz y obligarlo a entregar la plaza militar; otro grupo de revolucionarios tenía el objetivo de ocupar el Cuartel de Caballería, tomar las armas y distribuirlas entre los complotados; el plan incluía capturar el cañonero que se encontraba en el muelle y dirigirse a Pinar del Río. Los conspiradores organizaron las fuerzas y distribuyeron las distintas misiones a cumplimentar en la acción por los diferentes grupos, fue escogido el 26 de julio para el levantamiento independentista, ya que al igual que en otros lugares de Cuba, los pineros celebraban el día de la Santa Ana, y las festividades alcanzaban hasta altas horas de la noche lo que garantizaba el movimiento de hombres, incluso a caballos y en grupos, sin causar sospechas.

Sin embargo, falló el factor sorpresa y no pudieron concretar el plan concebido, la mayoría fueron apresados, condenados a prisión, deportados o asesinados y Bruno Hernández Blanco se convirtió en el primer hombre de esta tierra que derramaba su sangre por la independencia de Cuba, destacada fue la participación de la familia camagüeyana de Juan Cossío, en particular de su hija Evangelina Cossío.

Neocolonia: 1898-1958

El 25 de abril de 1898, el gobierno de los Estados Unidos declaró la guerra a España, e intervino en la contienda que se desarrollaba entre cubanos y españoles, lo que fue calificada como la primera guerra imperialista, a cargo de la nueva potencia mundial. De la presencia norteamericana en Isla de Pinos se tienen las primeras noticias a partir del 1ro. de agosto de 1898, de esta manera se inició la ocupación norteamericana del territorio, fueron aprovechadas las mismas condiciones que le fueron favorables en otras épocas a corsarios y piratas. Vencida España, se vio obligada a firmar el Tratado de Paz en París el 10 de diciembre de 1898. No se puede descartar, por otra parte, la intención inicial de dicho país, manifiesta en las exploraciones realizadas por naves de guerra, en la zona de la Siguanea, con la finalidad de evaluar sus posibilidades como futura base naval. En los finales del siglo XIX e inicios del XX, la Isla fue considerada por los Estados Unidos en la órbita de la política imperialista, lo que se concreta en el contenido del Tratado de París (1898), la Enmienda Platt (1901) y el Tratado Hay-Quesada o Tratado sobre Isla de Pinos (1904).

Respaldado por estos mecanismos políticos y jurídicos el gobierno de Estados Unidos estimuló a través de compañías que operaban en su país, La Habana e Isla de Pinos un proceso de especulación con la tierra. Las vendían y compraban innumerables veces, dividían en fincas, haciendas, parcelas; fueron más de tres oleadas de colonos, que vinieron en busca de fortuna como parte del proyecto de convertirla en una Colonia Norteamericana.

La presencia de los colonos norteamericanos trajo como consecuencia el establecimiento de una nueva estructura productiva que significó el incremento de la actividad económica agrícola a partir del cultivo de cítricos, vegetales, viandas, legumbres y la infraestructura correspondiente de envasadero, embarcaderos y navieras. También incluyó la explotación de los recursos maderables y minerales existentes.

Con el crecimiento de la población de carácter cosmopolita, aparecen nuevos poblados y la urbanización de los mismos incluyó el establecimiento de bancos, hoteles, comercios en correspondencia al desarrollo económico que se iba alcanzando; también instituciones educacionales, de salud, culturales, religiosas, hasta un cementerio propio. El año 1910 fue el de mayor expresión del conjunto de los enclaves coloniales establecidos.

Con el fin de favorecer el flujo de la navegación fueron abiertos nuevos puertos en Los Indios, Caleta Grande, La Nuevas, West Port y Punta Francés. La navegación de cabotaje creció considerablemente por estos años, operando varios barcos y compañías navieras, algunas conectaban a Isla de Pinos con los Estados Unidos.

Al quedar establecida la Constitución de 1901, con su apéndice la Enmienda Platt, el asunto de la jurisdicción cubana o norteamericana de Isla de Pinos aparentemente quedaba indefinida, lo cual conllevó al Tratado sobre Isla de Pinos o Tratado Hay-Quesada, fueron muchas las veces que este pasó por el Senado y la Cámara del Gobierno de los Estados Unidos, hasta que fuera aprobado el 13 de marzo de 1925.

Durante todos esos 21 años fueron muchas las personalidades de la cultura, el magisterio, de la política y organizaciones e instituciones cubanas que se involucraron en las acciones que se organizaron para exigir la pertenencia de la Isla al Archipiélago Cubano y la puesta en vigor del Tratado, como fue la creación de la "Columna de Defensa Nacional en Isla de Pinos", el "Comité Pro-Isla de Pinos", la participación de las logias masónicas , y el quehacer de todos en Isla de Pinos, por toda Cuba y fuera de ella. Se promovieron diversas expresiones artísticas como poesías, canciones, artículos en la prensa, obras de teatro, que reflejaban la identidad cubana y pinera como parte de la nacionalidad. El Comité Antiimperialista de la Universidad de La Habana, del cual formaba parte el líder estudiantil Julio Antonio Mella, también apoyó la lucha por la soberanía cubana de Isla de Pinos y señalaba:"El darnos Isla de Pinos es un acto natural, siempre fue nuestra...”.

El objetivo de anexarse la Isla y convertirla en una Colonia Norteamericana se frustra; pero la realidad fue que la convirtieron en un espacio geográfico en función de sus intereses, con una población cosmopolita integrada por cubanos de toda Cuba, españoles, americanos, ingleses, alemanes, polacos, jamaicanos, japoneses, entre otros. Los censos realizados durante la etapa neocolonial demuestran el incremento de la población y con ello la densidad por km2. Respecto a los propietarios, estos siguieron siendo absentistas, pues no todos permanecieron en la Isla, dejaron sus propiedades al cuidado de arrendatarios. La posición geográfica de Isla de Pinos, bañada por el mar Caribe y casi a la entrada del Canal de Yucatán, entrañaba ciertos riesgos de carácter natural, como es el paso de grandes ciclones y huracanes, algunos de los cuales han arrasado con edificaciones y cosechas. Esa situación trajo como consecuencia que los agricultores norteamericanos radicados emigraran en gran número a partir del paso del ciclón de 1926, y luego el de 1944.

Aunque el mar ha constituido la vía de comunicación fundamental entre Isla de Pinos, Cuba y el resto del mundo, a partir de la década del 40 del siglo XX se hicieron pistas de aterrizajes de arcilla y/o hierba y aeropuertos con pistas pavimentadas. Para ello fueron organizadas navieras y compañías aéreas que desarrollaron estas actividades. Por su importancia se destacaron la Compañía de Vapores de Isla de Pinos, con capital norteamericano y Aerovías “Q” con participación de capital privado y estatal. La población de Isla de Pinos continúo aumentando durante el siglo XX y con ello los servicios a la misma, siendo la mayoría de carácter privado y en manos de compañías norteamericanas que operaban dentro y fuera de la Isla, se fundaron instituciones sociales, de salud, educacionales, culturales, deportivas, recreativas, jurídicas, gubernamentales, políticas, económicas, de servicios y administrativas.

Con el gobierno de Gerardo Machado se puso en ejecución el proyecto de un Presidio Nacional, formando parte de las obras publicas de su gobierno. Fue copiado el modelo de la prisión de Illinois, llamada Jolliet, en los EEUU. El 1ro. de Febrero de 1926 se colocó la primera piedra y en octubre de 1931 se daba por terminada la cárcel o Presidio Modelo. Esta es una de las razones del incremento de población, pues desde los inicios de su construcción empezaron a entrar presos comunes, revolucionarios, políticos entre otras causales. Los crímenes y asesinatos cometidos en aquel penal, hizo que Pablo de la Torriente Brau la bautizara como la “Factoría del Terror” y al territorio como “La Isla de los 500 Asesinatos”.

Con el Gobierno de Fulgencio Batista, Isla de Pinos se convierte por ley en una Zona Franca y una Zona Turística Especial al servicio de los intereses de los Estados Unidos en alianza con Batista.

Durante los años de la República Neocolonial los diferentes gobiernos trataron de aislar a la población pinera del acontecer nacional. La propia política desarrollada con el Presidio Modelo, convertido en Reclusorio Nacional para hombres y en Campo de Concentración para Extranjeros durante la Segunda Guerra Mundial, hizo posible que tanto dentro como fuera de este proliferaran ideas a favor de la integración real de Isla de Pinos al concierto de la nación cubana, y fue por ello que durante el período de encarcelamiento de los revolucionarios que asaltaron los Cuateles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en Oriente se establecieron fuertes lazos de amistad, solidaridad y humanismo entre los familiares de los presos y las familias pineras, destacándose en la Isla la Familia Montanè-Oropesa, de tal forma que no es posible referirse a la historia pinera sin establecer la relación con Presidio.

Aunque la Isla de Pinos no fue escenario de combates de guerrillas, columnas y frentes, apoyó en hombres y recursos para el desarrollo de la lucha revolucionaria, con dos expedicionarios en el Granma y varias incorporaciones a la Sierra Maestra, entre ellos el padre Guillermo Sardiñas. También fueron creadas dos células del Movimiento 26 de Julio, y contribuyeron al proceso por la excarcelación de los Moncadistas, lograda el 15 de mayo de 1955.

Decisiva fueron también las acciones revolucionarias desarrolladas para frustrar el intento de golpe de estado durante el proceso de excarcelación de los presos políticos liberados del Presidio el 1 de enero de 1959 mediante la manipulación de algunos de los militares encarcelados, como el Coronel Barquín y asegurar el Triunfo Revolucionario con la participación del pueblo pinero que respondió al llamado de José Ramón Fernández, Armando Hart Dávalos, Jesús Montanè Oropesa, Mariano Rives Pantoja, entre los principales dirigentes que se encontraban en tierra pinera.


Revolución en el poder

El Primero de enero de 1959 se inicia el verdadero descubrimiento y la verdadera historia de la Isla. De esa manera este espacio físico-social se convierte en el laboratorio de la Revolución mediante la instrumentación de la política revolucionaria, con una creciente participación de la juventud cubana con el objetivo de integrarla al desarrollo nacional.

El 17 de febrero de 1959 Camilo Cienfuegos visitó Isla de Pinos y adopta importantes medidas que aseguraron el triunfo revolucionario y la unidad, designa a miembros del Ejército Rebelde en los cargos decisorios, a partir de entonces la Isla se convierte en una fortaleza militar.

Los días 6 y 7 de junio de 1959 Fidel Castro Ruz visita la Isla y la recorre apreciando sus potencialidades, el 7 se reúne con el pueblo pinero en el Parque Lacret, desde el portal del edificio del Ayuntamiento y propone la eliminación de la Zona Franca y Turística Especial de Isla de Pinos por ser perjudicial al desarrollo autentico del municipio, presenta el Primer Plan Mínimo para la Rehabilitación Económica-Social de Isla de Pinos, el cual contenía 11 aspectos: entre ellos la eliminación de la Zona Franca y Turística Especial, la construcción de la carretera de Santa Fe hasta el Sur así como otras vías de comunicación, el establecimiento de un criadero nacional de ganado de la raza cebú, desarrollo de la agricultura convirtiéndose la Isla en la Cuarta zona de desarrollo establecida por el INRA, desarrollo del turismo nacional e internacional con vuelos directos a la Florida, la rebaja del costo del pasaje marítimo, aéreo y terrestre, construcción de viviendas, de industrias, del acueducto y alcantarillado de Nueva Gerona, desarrollo de la tecnología, creación de empleos, el traslado del Presidio de Isla de Pinos entre otros.

Para concretar ese plan estratégico fue necesario aplicar un poblamiento mecánico, para ello fueron trasladados a la Isla cientos de hombres y mujeres, muchos de los cuales se quedaron el resto de la vida y contribuyeron a las profundas transformaciones que tuvieron lugar. Una y otra vez el Comandante en Jefe Fidel Castro visitaría la Isla acompañando a importantes delegaciones extranjeras, chequeando la estrategia diseñada y mostrando al mundo la obra extraordinaria de la Revolución en la agricultura, la educación, la salud, las construcciones, la cultura, el deporte, la industria y la sociedad en general. Fueron creadas e instituidas las estructuras de Gobierno, Administración, Militares, Políticas y de masas. Con la División Político Administrativa de 1976 se convierte en Municipio Especial, y deja de ser una de las regiones de la provincia de La Habana, subordinado a las instancias centrales de la nación. La Asamblea Nacional del Poder Popular el 28 de junio de 1978 acuerda cambiar el nombre dado el resultado económico-.social y cultural alcanzado junto a la presencia de varias generaciones de jóvenes que componían la población, en lo adelante sería Municipio Especial Isla de la Juventud, lo que se hace público el 2 de agosto de ese año.

El resultado de la política revolucionaria aplicada durante las décadas del 60, 70 y 80 hacen posible que la Isla se convierta en la “Vitrina de la Revolución”, se crearon centros educacionales en todos las enseñanzas, el nivel de desarrollo económico con industrias, presas y micro presas, fue extraordinario, también en el ámbito social, cultural, en el deporte, la salud, en las infraestructuras creadas, el nivel de vida alcanzado fue alto, lo que quedó expresado en la rendición de cuenta ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 22 de diciembre de 1988, creándose las condiciones para poner en práctica un Segundo Plan de desarrollo integral entre 1989 al 2000 que daría continuidad al desarrollo alcanzado en la economía, la sociedad, la salud, la educación, la cultura, la industria, los recursos hidráulicos, eléctrico, las inversiones en general, el transporte, los asentamientos poblacionales entre otros.

En el marco de estas condiciones se inicia para el país el Período Especial (4to trimestre de 1990). El impacto de esta situación para la Isla fue tardío en relación al resto del país por el nivel de vida que alcanzado. Esto conllevó a un deterioro profundo de todos los renglones y esferas de la vida, por lo que en julio del 2007 la Comisión Política Económica hizo un profundo análisis y aprobó un financiamiento para aplicar en la Isla un Programa de desarrollo entre el 2009 al 2011 que abarcaba la agricultura, la industria, la educación, la salud, la cultura, el deporte, las construcciones, vivienda, pesca, comercio, transporte, recursos hidráulicos, industria ligera, alimentaria y comunales. Nuevamente el pueblo pinero encontró en la Revolución una respuesta ante el deterioro alcanzado en la economía y la sociedad.

Sin embargo, la madre naturaleza una vez más hizo sus estragos y durante el 29 y 30 de agosto del 2008 fue azotado por el huracán “Gustav” y el 8 de septiembre por el huracán “Ike”. Con estos eventos colapso la electricidad, la telefonía, la agricultura, las viviendas, las construcciones, escuelas, bodegas, comercios, fabricas, instalaciones diversas, vías de comunicación, servicios a la población, los daños fueron cuantiosos, parecía que se había producido un golpe nuclear. El pueblo pinero inició una larga recuperación con la ayuda y solidaridad nacional e internacional, así como la atención directa de la máxima dirección política, gubernamental y administrativa del país, con el objetivo de trabajar duro, recuperar lo perdido y poner la Isla más bonita que antes.

En abril del 2011 tuvo lugar el VI Congreso del PCC, del cual se derivan los Lineamientos y en enero del 2012 la Primera Conferencia Nacional del PCC y con ella los Objetivos de trabajo, ratificados en el VII Congreso del PCC en abril del 2016. Otra vez el MEIJ vuelve a estar en la estrategia del país, se aplican experimentos como parte de la implementación e implantación de los Lineamientos y Objetivos. Se realizan estudios y queda aprobado el Plan de Desarrollo Integral, 2012 al 2020 con la finalidad de alcanzar el desarrollo sostenible a partir de optimizar los recursos naturales y sociales para lograr una Isla próspera y bella. Ha sido confeccionado a partir de la utilización de los instrumentos para el ordenamiento territorial e informaciones ofrecidas por las instituciones locales y nacionales, constituirá un instrumento de dirección del gobierno local en el período 2012 al 2020, contando con el respaldo de la máxima dirección del país. Constituye este Plan un experimento que tiene dos objetivos básicos:

1.- Potenciar el desarrollo económico - productivo del territorio.

- Garantía infraestructural que apoya el desarrollo del territorio.

- Producción de alimentos, desarrollo del turismo y la industria.

- Utilización y reactivación del potencial de recursos naturales, humanos y económicos.

2. Elevar el papel del trabajo como modo de incrementar el nivel de ingreso de la fuerza laboral.

- Generación de empleos.

- Mejoramiento del hábitat.

- Crear oportunidades de desarrollo local.

-Fortalecimiento del sistema de asentamientos.

Definiéndose líneas de desarrollo:

1. Programa Agropecuario.

2. Programa de Industria.

3. Programa de Turismo.

4. Propuesta de desarrollo social.

5. Inversiones.

En los años siguiente el mundo se ha complejizado más y ello ha repercutido en Cuba y por tanto en la Isla de la Juventud, el pueblo pinero ha sido convocado por la dirección del PCC, junto al Poder Popular, el Gobierno y la Administración al Movimiento Popular “Atrévete a ser más” en el marco del 150 Aniversario de la estancia de José Martí en tierra pinera y en el 190 Aniversario de la fundación de Nueva Gerona para que las presentes y futuras generaciones de pineros trabajen para lograr cumplir con el Plan propuesto hasta el 2020 para hacer realidad el sueño de lograr una Isla próspera y bella, compromiso de esta generación con las que hicieron posible la Revolución y poder asegurar su supervivencia y construir el Socialismo Próspero y Sostenible, la Isla y el país que queremos como pineros y cubanos que somos.

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Arte rupestre en la Isla de la Juventud (Cuba)

Aborígenes Pineros: Cultura del Caracol

Fuentes

-Álvarez, Estévez, Rolando: Isla de Pinos y el Tratado Hay-Quesada. Instituto Cubano del Libro. La Habana 1973.

- Archivo Parroquial de la Iglesia de Nueva Gerona. Libro de Defunciones de españoles. T.II.F 189. Inscripción 650

- Almeida León, Manuel Ismael. Apuntes para la historia naval de Isla de Pinos. Ciudad de La Habana. 1990.

-Cabrera, Raimundo. Mis buenos tiempos. Editorial Letras Cubanas. Ciudad de La Habana. 1981. -- Carrillo Morales, Justo. Expediciones Cubanas. La Habana, 1936.

-Censo de población de la República de Cuba de 1907. Oficina del Censo de los Estados Unidos. Washington, 1908.

-Colectivo de autores: Síntesis histórica municipal Isla de la Juventud. Ediciones El Abra. La Habana, 2011.

-Colectivo de autores: La expedición más arriesgada “. Ediciones Loynaz, Pinar del Río. 2018.

-Decreto Ley No. 2071, del 27 de enero de 1955, de la Zona Franca y Turística Especial en Isla de Pinos. Legajo 3, Expediente 374. Archivo Municipal Isla de la Juventud.

-Núñez Jiménez, Antonio: Isla de Pinos. Piratas. Colonizadores Rebeldes. Editorial Arte y Literatura. La Habana 1976.

- Negrín Ruiz, Javier y Jorge Fernández Guerrero. La masonería cubana y el tratado Hay-Quesada. Ediciones Áncoras. Isla de la Juventud, 2018

-Sorhegui, Arturo y Mirna Quiñones. "El Tratado Hay Quesada. Consideraciones Históricas". Revista Biblioteca Nacional de Cuba. No. 1, Enero-Abril de 1980

-Unger Pérez, Roberto; Juan Colina e Isabel Campo: Americanos en la isla. Ediciones El Abra.2014.

-Wright, Irene: Isla de Pinos 1910. Traducción mecanografiada. Archivo Histórico Pinero.

- Zulueta Avilés, Ana Esther y Roberto Díaz Martorell: Cuando la palabra se parece a la vida. Editora Historia, IHC, La Habana, 2015.