Ifraín Alfonso Liriano

Ifraín Alfonso Liviano
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NombreIfraín Alfonso Liviano
Nacimiento31 de octubre de 1926
Cruces, Las Villas, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento18 de marzo de 1958
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteAsesinato
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana

Ifraín Alfonso Liviano.Mártir revolucionario cubano asesinado durante la lucha insurreccional contra la dictadura de Fulgencio Batista.Fue coordinador provincial del Movimiento 26 de julio en Las Villas fue capturado por las fuerzas represivas y asesinado.

Datos biográficos

Nació en Cruces, Las Villas, el 31 de octubre de 1926. Desde pequeño mostró aplicación en los estudios e inteligencia. Cuando tenía siete años de edad sus padres se trasladaron para Ranchuelos donde continuó asistiendo a la escuela pública de aquel pueblo.

Al terminar la enseñanza primaria cursó estudios de bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Santa Clara, que interrumpió en el tercer año para dedicarse a trabajar, pues pertenecía a una familia pobre. Por su naturaleza autodidacta adquirió una cultura general.

Trayectoria revolucionaria

El 10 de marzo de 1952 Ifraín Alfonso sufrió prisión por primera vez, al ser sorprendido distribuyendo proclamas en la que hacía un llamamiento a los trabajadores para que se declararan en huelga general contra el golpe de estado.

Salido de la cárcel de Santa Clara, prosiguió la lucha revolucionaria padeciendo prisiones y persecuciones durante el resto de su vida. Perdió varios empleos por su dedicación a las actividades revolucionarias y tuvo participación en el alzamiento del 5 de septiembre en Cienfuegos Por sus dotes intelectuales y organizativas, su valor personal y su entrega a los ideales patrióticos, llegó a desempeñar cargos de dirigente en la clandestinidad.

Fue Coordinador Provincial del Movimiento 26 de julio y cuando tuvo que trasladarse para La Habana, debido a que ya era muy conocido en Las Villas, se le asignaron misiones de importancia por la Dirección Nacional del Movimiento, llegando a obtener el grado de Capitán de Milicias, en una provincia donde solo habían veinte dirigentes con rango igual.

A pesar que conocía que los asesinos a sueldo de Fulgencio Batista le buscaban, se mantuvo todo el tiempo firme y dispuesto a cumplir las órdenes que recibía. Cuidadoso de su honor, se negó a abandonar el país diciendo que no podía cometer esa traición a la Patria, a sus compañeros mártires de lucha, a los que sufrían prisión y a los que se mantenían en combate.

Últimos días

Así llegó el día 18 de marzo de 1958 cuando fue detenido por agentes del Buró de Investigaciones. Se encontraba en una cafetería de la La Habana, junto a Ramiro Lavandero esperando a su compañero Sergio González, conocido por El Curita, para tramitarle instrucciones.

Conociéndose la importancia que tenía en el movimiento revolucionario clandestino, fue sometido a torturas que no pudieron obtener que delatara a ningún compañero. Tan crueles fueron con él que le prestaron asistencia médica para que se rehabilitara de las lesiones sufridas a fin de torturarle de nuevo. Sufrió como un valiente sin poner en peligro a sus compañeros de lucha; esto se supo cuando ninguna persona vinculada a él fue presa. Sus compañeros sabían que estaba recluido en el hospital de la policía en una celda especial donde se prestaba asistencia a los que sufrían torturas. Luego de asesinado fue desaparecido sin que se pudieran recuperar sus restos.

Fuentes

  • Archivo del Museo municipal de Ranchuelo.