Diferencia entre revisiones de «Jorge Fernández Márquez»

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(Sin diferencias)

Revisión del 12:51 15 dic 2010

Yo no tengo nada, Yo Puedo tirar


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Soldado (r) JORGE L. FERNANDEZ MARQUEZ, CHAMBITA.
Formo parte del refuerzo inicial enviado a Cangamba.
Perdió un ojo durante el combate del sexto día. Junto a varios heridos, intentaron sacarlo del cerco en helicóptero, no fue posible. Su disposición de seguir combatiendo lo convirtió en héroe de la cruenta batalla.

Desde que yo me monte en el helicóptero en Luena, yo dije: "Yo no viro", y mucho mas cuando me tiraron allá, bajo el plomo. Yo había tenido escaramuzas con el enemigo cuando estuve en Matala, que salimos e hicimos la Operación 4 de Febrero y demás, pero a tal envergadura no, y el miedo siempre se siente, ese lo lleva uno por dentro aunque se quiera hacer el valiente, ese miedo lo lleva uno por dentro. Hay veces que tienes que controlarlo y si, puedes, te sobrepones.

Yo tire con los ojos cerrados los primeros disparos, el valor no me alcanzo para tirar así..., con mis ojos bien grandes. Me falto valor y tire con los ojos cerrados, pero entonces se decía que el parque estaba cortico que había que cuidarlo, que no se sabia el tiempo que íbamos a estar, como fue verdad. Nos vimos apretados; entonces e dije: "Bueno, aquí hay que poner el todo por el todo y de que me maten a mi hay que matar" me puse a tirar con mas cuidado, ya veía a lo que le iba a tirar.

En pleno combate Chambita fue alcanzado por un disparo en la cabeza y perdió el ojo izquierdo.

Y había un farol, sobre lo alto, que alumbra parecía un farol chino, alumbraba que aquello como de día, y me dije: "Si el dice que es el parpado, esa luz tengo que verla". Me tape el ojo Derecho y trate de agarrarme el parpado con los dedos de la mano izquierda, es decir, levantar parpado; pero cuando busque, se me introduje el dedo un poquito mas de lo normal y dije: “Bueno, ya se que el ojo lo perdí “ y esperé.

Él vino, me pregunto: "¿Que te paso ahí?, ¿te anduviste?".
-No, no, no, lo que hice fue limpiarme con el brazo la parte izquierda de la cara, porque me ha saliendo sangre.
Volví a lavarme, me tapo, me tapo ese lado la cabeza, cerca del ojo por donde entró el proyectil, y me puso una inyección, entonces le pregunté si ya me podía ir.
-No, no te puedes ir, porque estás herido -me respondió.
-Yo no tengo nada, yo para tirar estoy bien, este ojo no tengo que guiñarlo para disparar; pero el ojo derecho, el que tengo para tirar, esté bien…

Cangamba para mi, aparte de ser... un castigo, porque me castigo y lo llevare siempre, es gloria. Me siento héroe gracias a esa batalla.

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