La rodilla de clarie

La rodilla de Clarie
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Drama | Francia
La rodilla de clarie.jpg
Otro(s) nombre(s)Claire's Knee(Estados Unidos) y Le Genou de Claire(Francia)
Estreno11 de diciembre de 1970 (Francia) y 21 de febrero de 1971 (Estados Unidos)
DirectorÉric Rohmer
Producción GeneralPierre Cottrell, Barbet Schroeder
PremiosPremio Louis Delluc, Premio Méliès, Festival Internacional de Cine de San Sebastián, Sociedad Nacional de Críticos de Cine y National Board of Review
PaisFrancia

La rodilla de Clarie (en francés : Le Genou de Claire ) es una película dramática francesa de 1970 dirigida por Éric Rohmer . Es la quinta película de la serie de los Six Moral Tales .

Argumento

La historia ocurre entre el 29 de junio y el 29 de julio, presumiblemente en 1970. (Las tarjetas entre los títulos de las fechas se muestran antes de que se muestren los eventos diarios). Mientras se encontraba de vacaciones en el lago de Annecy la víspera de su boda, el diplomático de carrera Jérôme se encuentra accidentalmente con Aurora, una antigua amiga personal. A través de Aurora, conoce a la casera de Aurora, Madame Walter, y Laura, la hija adolescente más joven de Madame Walter. Observant Aurora detecta el enamoramiento de Laura por Jérôme, y le aconseja a Jérôme sobre eso. Después de que Jérôme y Laura caminen juntos por las montañas, confiesa que está "un poco enamorada de" Jérôme. Días más tarde (el 8 de julio), llega la media hermana mayor atractiva de Laura, Claire. Al ver la rodilla de Claire en una escalera, se encuentra deseando tocar su rodilla. Sin embargo, Jérôme controla su tentación. Finalmente, se presenta una oportunidad durante un viaje en bote en el lago cuando Jérôme y Claire tienen que buscar refugio en una cabaña debido a una tormenta que se avecina. Jérôme le dice a Claire que vio a su novio, Gilles, junto con otra niña. Cuando Claire comienza a llorar, Jérôme la consuela colocando su mano sobre la rodilla de Claire.

Reconocimiento

La película recibió el Premio Louis Delluc a la Mejor película francesa del año, el Premio Méliès de 1971 y el gran premio en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián . Fue nombrado mejor película por la Sociedad Nacional de Críticos de Cine y mejor película extranjera por la National Board of Review . Fue nominado a la mejor película de habla no inglesa en los Golden Globe Awards . Fue un gran éxito internacional. Vincent Canby lo llamó "algo parecido a una película perfecta". Cecile Mury de Télérama dijo: "Esta cámara al aire libre da la apariencia de una pequeña historia donde dice 'nada'. Sin embargo, estos "fragmentos de un discurso de amor" constituyen un estudio especial del deseo, el placer verbal, casi literario, que acompaña a todas las inclinaciones: una joya ".

Estilo

Fue la segunda película de Rohmer en color, con Rohmer explicando que "la presencia del lago y las montañas es de color más intenso que en blanco y negro. Es una película que no podía imaginar en blanco y negro. El color verde parece Es esencial en esa película ... Esta película no me va a servir de nada en blanco y negro ".

Crítica

En “La rodilla de Claire”, Rohmer habla mucho a la espera de que salga algo (variante de la máxima de Groucho Marx: “si hablas mucho al final dirás algo gracioso”). El cine de Rohmer habla y habla y plantea cuestiones que no cierra.

Insiste en explicarnos con la palabra y gestos minúsculos las motivaciones y sensaciones de los protagonistas. Cine de palabras, de ideas. No hay personajes, son ideas o visiones de las complejidades éticas, no personalidades normalmente construidas en torno a una trama, sino un torbellino de ideas propias, no un esfuerzo por construir personajes verosímiles. Las películas de Rohmer son casi libros, las cosas no se ven, se oyen. Los personajes son ideas y actúan en consecuencia, pero no creo que sean personalidades en sentido estricto.

De nuevo la importancia de la simplicidad (simplicidad más que pausa) en la planificación de escenas y de las localizaciones (Rohmer nunca se recrea en filmarlas, pero sí le sirven para enmarcar perfectamente la, iba a poner acción, película. El lugar escogido encuadra perfectamente lo que nos cuenta, sirve de perfecto soporte).

El cine de Rohmer es excesivamente racional, no hay pasión, no hay fetichismo, erotismo ni arrebato. Puede que ni siquiera sea cine en sentido estricto. Y es que todo está explicado con la palabra en lugar de tratar que la imagen conecte los pensamientos del protagonista con el espectador. Rohmer prefiere explicitar a evocar. Por un lado esa profusión en el detalle le permite extraer lo mejor de los libros y lograr una mayor profundidad y extensión en esos pensamientos. Pero por otro lado hay menos impacto emocional, menos intensidad dramática.

La imagen de Rohmer puede ser de una lánguida belleza en ocasiones, pero no podemos sacar conclusiones de ella por las intenciones claramente literaria de los “cuentos morales”. Si el protagonista nos va a explicar cada cosa que sucede, las conclusiones que podamos sacar de la imagen quedan muertas. Y la auténtica belleza en el cine está en la imagen. Y por imagen no podemos quedarnos sólo en un bonito retrato y la cálida fotografía de Almendros. En todo caso Rohmer entendía perfectamente todo esto y tampoco pretendía sublimar la imagen, recurría, de forma voluntaria, a la sencillez.

El amor y el deseo físico es un genial despropósito. No hay manera de entenderlo. Quizás mostrarlo sea mejor que hablar sobre ello, tratar de conectar con lo emotivo es posiblemente la única forma de entender algo. Pero es interesante que haya un Rohmer, es interesante que alguien esboce preguntas sin respuesta.

Fuentes