Leopoldo Díaz de Villegas

Plantilla:Personaje históricoLeopoldo Díaz de Villegas. Revolucionario cubano, que renunció a las comodidades de una vida acaudalada y se sumó a la insurrección de 1868.

Sintesis biográfica

Nació en Cienfuegos, el 1ro de noviembre de 1850, fue uno de los muchos que renunció a las comodidades de una vida acaudalada y se sumó a la insurrección de 1868. Se distinguió en la conducción de la guerra por el territorio villaclareño.

Infancia y Juventud

Era hijo del General Revolucionario Don Juan Díaz de Villegas y de la Sra. Adelaida Díaz de Villegas y Santa Cruz. Recibió la primera enseñanza en esta ciudad y a los doce años fue enviado a Alemania, donde permaneció hasta los dieciséis cursando sus estudios en uno de los mejores colegios politécnicos de aquel país.

Otras etapas de su vida

En compañía de su padre se fue al campo de la Revolución, siendo nombrado Capitán Ayudante de la División de Cienfuegos. A causa de una traición fue entregado a las fuerzas españolas y conducido a Cienfuegos. Al día siguiente fue sometido a un Consejo de Guerra que lo condenó a la pena de muerte, sentencia cuya ejecución fue aplazada para lograr la sumisión o la captura de su padre, el General Díaz de Villegas.

A pesar de los halagos y de las amenazas, se mantuvo firme y las autoridades no pudieron conseguir que informase donde estaba su padre, ni quienes eran los que desde la Villa ayudaban a la Revolución. El día 4 de abril, a las diez de la mañana, fue conducido al sitio de la ejecución, a donde marchó con serenidad y valor impropios de su juventud.

Representa el joven Leopoldo Díaz de Villegas, el heroísmo y las virtudes patrióticas de la juventud cubana de aquella época, y su memoria debe ser recordada como ejemplo de entereza de carácter, valor y patriotismo. Cuba perdía un hijo por la libertad.

Muerte

El día 4 de abril de 1871, a las diez de la mañana, fue conducido al sitio de la ejecución, marchó con serenidad y valor propios de su juventud. Sus últimas palabras,,pronunciadas con voz sonora fueron: "Viva la Independencia............... " Frases que cortaron los disparos del piquete encargado de la ejecución.

Da dolor pensar cuantos hechos como éste se repitieron en Marsillán en los diez años que duro la guerra. ¡Cuán menudo redobló el tambor fatídico anunciando que Cuba perdía un hijo por la libertad!

Fuentes