Yaqui (etnia de México)

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Tribu Los Yaquis
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Tribu Los Yaquis

Los yaquis se identifican a sí mismos y a los mayos como Yoremes, palabra que significa hombre o persona. La noción de yoris, hombres blancos, los distingue, a su vez, de los demás grupos indígenas.

Localización

El grupo yaqui ocupaba, tradicionalmente, una larga franja costera y de valle al sureste del actual estado de Sonora, que abarcaba desde la ribera sur del río Yaqui, hasta el cerro Tetakawi, al norte de la actual ciudad de Guaymas. Bajo el control de las misiones jesuitas, la población se concentró en ocho poblados situados de sur a norte a lo largo del Valle del Yaqui. El territorio tradicional ha sufrido importantes mermas, de tal manera que quedó, a partir de 1937, restringido a una extensión de 485 235 ha sobre las que se extiende el distrito de riego número 18. Los municipios en donde se ubica son: Guaymas, Bácum, Cajeme y Empalme. El conjunto del territorio comprende tres zonas diferenciadas: el área serrana -la sierra de Bacatete-; una zona costera, que abarca los poblados vecinos de Guásimas y Bahía de Lobos; y el valle, en donde se localizan las tierras irrigadas. Los ocho pueblos tradicionales son, de sur a norte: Loma de Guamúchil, Loma de Bácum, Tórim, Vicam, Pótam, Ráhum, Huirivis y Belem. Vícam se ha constituido en el centro político del grupo y lugar de encuentro de las autoridades tradicionales de los ocho pueblos. En los años veinte se fundó Vícam Estación, en el paso de la vía férrea. En esta población habitan más yoris que yaquis y es el lugar de mercado y centro administrativo de las representaciones de los gobiernos estatal y federal de la zona.

Historia

Época colonial

  • 1533. Se da el primer contacto entre españoles y miembros de la etnia, la expedición liderada por Diego de Guzmán llega a orillas del río Yaquí el 4 de octubre de 1533 y es recibido de forma hostil por miembros de la tribu. A consecuencia se da el primer enfrentamiento entre ambos resultando en varios españoles y yaquis muertos así como yaquis hechos prisioneros que fueron utilizados por los españoles como guías para sus siguientes exploraciones.
  • 1607. El capitán Diego Martínez de Hurdaide al territorio yaqui persiguiendo unos indios mayo. Hay varios combates para someter a los yaqui, los cuales, sin embargo, logran acorralar a los españoles. Pero gracias a una ardid del capitán español huyen y desde entonces, reconociendo su valor, apodarán a los españoles (y por extensión a los no indios) yori, los que no respetan la ley tradicional.
  • 1610. Los yaqui ofrecen la paz a los yori y solicitan misioneros jesuitas, ya que vieron el beneficio que les había reportado a sus vecinos mayo.
  • 1617. Llegan a territorio yaqui los jesuitas Fray Andrés Pérez de Rivas y Fray Tomás Basilio, iniciando con ellos un largo periodo de paz. Estos misioneros para poder enseñarles más fácilmente los congregan en ocho pueblos: Cócorit (Chiltepines), Bácum (lagunas), Vícam (puntas de flecha), Pótam (topos), Tórim (ratas), Huírivis (un tipo de pájaro), Ráhum (remansos) y Belem (Belén).

Los misioneros introdujeron, junto con la ganadería, cultivos europeos como el trigo, la vid y las legumbres y mejoraron sus siembras con los avances tecnológicos que les llevaron. En las misiones el trabajo estaba reglamentado: tres días en los asuntos de la misión, otros tres en sus propias tierras comunales y el séptimo estaba dedicado al culto cristiano. La evangelización resultó tan eficaz que los ritos actualmente se mantienen tal como los enseñaron los misioneros jesuitas en el siglo XVII, en un sincretismo de creencias ancestrales y cristianas, manteniendo la institución del temastián o catequista indígena y demás autoridades religiosas.

  • 1740. Levantamiento de la tribu junto con grupos mayo, pima y ópata, al pretender los blancos apoderarse de sus fértiles tierras y usarlos como mano de obra barata.
  • 1767. La expulsión de los jesuitas de los territorios de la corona de España les causa un fuerte descontrol e inconformidad y se rompe el periodo de paz. Los misioneros franciscanos que sustituyen a los jesuitas no pudieron controlarlos.

Época independiente

  • 1810. Los yaquis no participan en la Guerra De La Independencia puesto que siempre se consideraban una nación independiente.
  • 1825. Se reinician las rebeliones yaqui con choques continuos entre yori y yaqui para formar una nación independiente separada de México, bajo el liderazgo de Juan Banderas. Existen continuamente alzamientos, asaltos, fusilamientos, promesas, divisiones que merman la etnia, obligándoles a refugiarse varias veces en la Sierra del Bacatete y creando un clima de intranquilidad en toda la zona. Entre los levantamientos destacan los de Cajeme en 1870 y las guerrillas de Tetabiate.
  • 1897. Paz de Ortiz con el gobierno mexicano, que se rompe muy pronto y vuelven las hostilidades.

La Guerra del Yaqui surge en el último tercio del siglo XIX como una respuesta a la convocatoria abierta para colonizar las tierras de los Valles del Yaqui y del Mayo por parte del gobierno mexicano. Los yaqui se levantan en defensa de su tierra y su autonomía. En esta guerra fue decisiva la Batalla de Mazocoba (1900), en la que el ejército federal infligió una fuerte derrota a los yaqui, mueren cientos de ellos y el ejército toma a 300 mujeres y niños prisioneros. A partir de este momento comienza la deportación a Yucatán, que se mantiene de una manera constante hasta terminar la primera década del siglo XX, llegando la mayoría en 1908. Deportación a Yucatán. Para acabar con las rebeliones de los yaqui, el gobierno de Porfirio Díaz deporta a miles de yaqui, inclusive familias enteras, para ir trabajar en las haciendas del henequén de Yucatán, un trabajo muy pesado y que ocasionó una alta mortandad. Los yaqui eran famosos por su fuerza y porque cortaban más pencas que los demás (también hubo chinos, coreanos, tlaxcaltecas, etc. en estas haciendas). Las mujeres trabajaban en la cocina comunal. De los 6500 que se calcula fueron deportados a Yucatán, volvieron unos 3500, de los que la mayoría murió y unos pocos se arraigaron allí al casarse con una mujer u hombre maya (en el censo de INEGI de 1990 en Yucatán sólo se registraron dos hablantes de lengua yaqui). A partir de 1911 comienza de una manera paulatina su regreso a Sonora. La deportación no logró su cometido de desarraigo, al revés, les afianzó más como pueblo y como cultura propia.

Yaquis entre 1910 y 1915 Con la deportación quedaron en Sonora unos 3.000 yaquis, protegidos por hacendados con influencia. La mayoría estaban en Yucatán y otros emigraron hacia Arizona (Estados Unidos). A su regreso, muchos se establecen en Pótam y otros buscan trabajo en Hermosillo donde se instalan en los barrios de El Coloso. El Mariachi y La Matanza, trabajando en numerosas obras públicas como la Penitenciaría, ferrocarril, etc. si bien su presencia en esta ciudad se inicia desde mediados del siglo XIX.

  • 1910. La etnia tuvo una importante participación en el conflicto de la Revolución mexicana, ya que se les había prometido que con su colaboración, al final de la guerra les devolverían sus territorios. Al no cumplir las autoridades, se dieron nuevos levantamientos todavía en 1929.
  • 1937 a 1939. Acuerdos, bajo la presidencia del general Lázaro Cárdenas, donde conceden y ratifican a la etnia el dominio de sus tierras, incorporándola al sistema nacional de ejidos y reconociendo la legitimidad de las autoridades tradicionales yaqui. La margen izquierda del río Yaqui queda en poder de yori y la margen derecha en poder del pueblo yaqui.

Organización Social

La tribu se organiza alrededor de los ocho pueblos tradicionales. Cada uno representa una unidad política, militar, religiosa y ritual. Vícam es la cabecera de la tribu. Existen cinco grupos que conforman la organización político-religiosa, compuesta en primer término por un grupo de autoridades civiles y complementada por la representación del Consejo de Ancianos, a través del Pueblo Mayor. Lo que originalmente fue un ejército de reserva, en la actualidad constituye la autoridad militar, cuyas funciones son más ceremoniales que guerreras, con cargos jerárquicos como el de capitán, teniente, sargento, cabo, soldado, banteo o alpes y tambaleo. Los responsables del cumplimiento del ciclo ritual son los fiesteros. Éste se compone de ocho hombres y ocho mujeres que duran en el cargo un año. El "grupo de la Iglesia" o autoridad religiosa es el depositario del conocimiento de la liturgia y el ritual. Todos los miembros de esta cofradía están bajo manda y ocupan un lugar dentro de la jerarquía, cuya máxima autoridad recae en el maestro litúrgico, quien es ofrecido en manda desde niño por sus padres. La cofradía de los Matachines está formada por dos grupos de hombres, los caballeros y los fariseos, quienes ejercen su autoridad durante la celebración de la Semana Santa.

Lengua

El sistema lingüístico cahíta se compone de tres dialectos: mayo, yaqui y tehueco, este último desaparecido. El cahita pertenece al grupo lingüístico yuto-azteca que abarca en la República Mexicana, el tarahumara, guarijío, pima, tepehuán, huichol, cora y nahua. Si bien la población yaqui es bilingüe, el idioma cahíta se habla como lengua materna en los ocho pueblos, rancherías y poblados, con préstamos del español y náhuatl.

Salud

Entre los yaquis coexisten las prácticas tradicionales y la medicina institucionalizada. La práctica del curanderismo se rige por un conjunto de creencias mágico-religiosas: Dios es la máxima divinidad del bien, de quien se recibe el don para curar, y que no puede ser empleado en favor de la propia descendencia. Por lo regular el oficio de curandero se hereda de uno de los padres o antepasados, quienes transmiten los conocimientos sobre las creencias, el manejo de la herbolaria, los tipos de enfermedad y los ritos curativos. Los yaquis consideran como enfermedad aquellos malestares que pueden ser ocasionados de una manera natural o sobrenatural y que alteran la salud de la persona. El dolor de muelas, de cabeza o riñón se curan mediante la extracción de un objeto extraño del cuerpo que puede ser una espina, un alambre de púas, hormigas o ciempiés. Las principales técnicas curativas son: limpias, preparación de infusiones medicinales y sobas.

Vivienda

La unidad básica de residencia es la vecindad, esto es, una agrupación de parientes que cohabitan en un conjunto delimitado de una o dos casas. Predomina el tipo de vivienda tradicional, que se compone de una o dos piezas que varían su función de acuerdo con la temporada del año. En verano los cuartos permanecen como bodegas y se duerme en catres bajo la enramada (cobertizo hecho de ramas); ahí se ubica la cocina que cuenta con el fogón, la mesa y estufa de gas; durante el invierno se convierten en dormitorios. El material predominante para su construcción es el carrizo y el mezquite enjarrado con barro, tanto en muros como en techos, dejando uno de los muros sin enjarrar con el fin de lograr ventilación cruzada cerca de los espacios destinados a la preparación de los alimentos. La estructura es de horcones de mezquite plantados en el suelo, y ramas verticales y horizontales de este árbol sujetas con lazos. La mayoría de las casas yaquis tienen un patio adyacente para diferentes actividades, como la cría de animales, preparación de carne seca, cultivo de frutales y hortalizas, y el entretenimiento de los niños. En el extremo opuesto del patio instalan letrinas construidas con las mismas características que sus casas pero sin el enjarre, y junto a ellas el espacio destinado al aseo personal. Aunque existen habitaciones construidas con materiales modernos, éstas no son adecuadas para las condiciones climatológicas de la región.

Religión

La religión yaqui se presenta, a raíz de la Conquista, como un complejo que yuxtapone creencias y prácticas nativas con las católicas, sin que haya contradicción entre ellas o supeditación de una sobre otra. Así, encontramos la sobreposición de identidad entre la Virgen María con ltom Aye (nuestra madre), Jesucristo con Itom Achai (nuestro padre) y la preeminencia de otras figuras como la Virgen de Guadalupe, San José, la Santísima Trinidad y los santos patronos de cada pueblo. Grupos protestantes y testigos de Jehová cuentan con adeptos entre la población yori, mientras que hay muy poca penetración en la población yoreme. El mito fundador del árbol o vara parlante se refiere a un tiempo anterior a la llegada de los españoles, en que se buscó un intérprete que entendiera el sonido del árbol o vara parlante, función que ahora desempeña una mujer. El relato describe la separación entre los bautizados que aceptaron el catolicismo en el siglo XVII, los que se rehusaron a ser bautizados (surem), y quienes huyeron para preservar la yoania, relación aborigen con el mundo. Jesús aparece en la mitología como héroe cultural yaqui que funda las danzas de Pascola, Venado y Coyote y la Virgen María funda la danza de los Matachines, la cual, más que una danza es una oración para la obtención de indulgencia. Las danzas, representadas para distintas fiestas, llevan en su interior asociaciones y símbolos que plasman la particular interpretación que los yaquis otorgan a las creencias católicas.

Cultura

Fiestas

El ciclo ritual yaqui sigue por lo general el calendario litúrgico católico, pero distingue claramente dos periodos, el primero sacrificial, en Cuaresma y el resto del año todos los ritos de paso que están prohibidos en esa fecha. Los rituales tienen carácter de marcadores estacionales, que señalan las distintas etapas del ciclo agrícola.


Fuente

http://www.cdi.gob.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=617&Itemid=62 http://obson.wordpress.com/2009/01/12/historia-de-los-yaquis/