Manjuari

Manjuarí
Información sobre la plantilla
Manjuari.jpeg
Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Actinopterygii
Orden:Lepisosteiformes
Familia:Lepisosteidae

El Manjuarí.Es la especie Atractosteus tristoechus, un pez de río oriundo de Cuba y otras partes semitropicales de América.

Característica

Su origen se remonta al período carbonífero de la paleozoica en que aparecieron los primeros reptiles. Considerado un habitante de los ríos y los pantanos, el Manjuarí es uno de los peces más primitivos esqueléticos, primeros vertebrados del planeta y posiblemente el acoplamiento biológico entre los Peces y los Mamíferos. Tiene un cuerpo cilíndrico y alargado, que en lugar de escamas, es marcado por puntos, su defensa natural. La cabeza es plana y el cráneo tiene huesos externos extremadamente duro. Sus dientes son un arma natural y su cuerpo, cubierto por un aceite natural le permite moverse con rapidez en el agua para atacar a sus presas o huir de sus enemigos.

El Manjuarí de Cuba es de color verde oscuro, con una longitud máxima de dos metros. Se pueden encontrar en los pantanos de la Ciénaga de Zapata, en la zona occidental de Pinar del Río y en la Isla de la Juventud. Existen leyes que protegen su existencia y su hábitat para garantizar su supervivencia futura.

Su habitad

Habitante de lagunas, ciénagas y ríos, el manjuarí es un verdadero tesoro de Cuba y otras partes semi-tropicales de América. En otros tiempos fueron especies dominantes pero en la actualidad constituyen verdaderas reliquias zoológicas. Este vertebrado (Lepisosteus tristoechus) es el pez de agua dulce más antiguo de Cuba con aproximadamente 270 millones de años. Su aparición se remonta a la era paleozoica en la que surgieron los primeros reptiles. Según los científicos, este pez pudiera ser uno de los más primitivos entre los primeros vertebrados del planeta. Su cuerpo alargado y cilíndrico se asemeja al de un reptil. Es de pocos movimientos y gran parte del tiempo permanece inmóvil en el agua, cerca de la superficie, confundiéndose con un tronco o algún objeto flotante. La cabeza es plana y el cráneo tiene huesos externos extremadamente duros. Sus dientes son un arma natural y su cuerpo, cubierto por un aceite natural le permite moverse con rapidez en el agua para atacar a sus presas o huir de sus enemigos. Su reproducción es ovípara. La hembra expulsa los huevos en la vegetación y varios machos fertilizan la puesta; luego, entre las 70 y 96 horas, salen las larvas que se fijan a las hojas o ramas. Pasadas 72 horas aproximadamente las larvas pueden ya nadar.El manjuarí es una de las especies endémicas cubanas más amenazadas y su área de distribución es muy restringida. La especie que sobrevive en la Isla es de color verde oscuro, con una longitud máxima de dos metros. Habita fundamentalmente en la parte occidental de Pinar del Río, en la Isla de la Juventud y también en el territorio de la Ciénaga de Zapata, el mayor humedal del Caribe insular que atesora diversas maravillas naturales, y ostenta la categoría de sitio Ramsar y Reserva de la Biosfera.

Ante el peligro

Una esperanza Las alteraciones de su hábitat natural, los cambios climáticos, la pesca y la introducción de variedades de peces que lo depredan, han ocasionado la disminución de las poblaciones de manjuarí en los últimos años. La Ciénaga de Zapata también se ha visto afectada en este sentido.Precisamente una de las medidas implementadas para la conservación del manjuarí es la reproducción en cautiverio. Esta modalidad se aplica en la Estación Hidrobiológica Felipe Poey, perteneciente al Parque Nacional Ciénaga de Zapata. Los resultados han sido notorios hasta el momento.La estación fue fundada en 1989 y forma parte de la red internacional de conservación de la familia del manjuarí. Allí nacen anualmente miles de manjuaríes a partir de un acertado trabajo de manejo y conservación del manjuarí. Andrés Hurtado Consuegra, director de la institución agrega el principal objetivo de los especialistas del centro es dominar las técnicas de reproducción y desarrollo de la especie, además de la investigación sobre cómo mejorar su adaptación en cautiverio antes. “Una vez que los ejemplares de manjuarí alcanzan alrededor de 17 o 20 centímetros de talla pueden ser liberados a su medio. Esta es una metodología internacional que controla parámetros concretos a la hora de liberar a los peces a su medio. Además hay que tener en cuenta la selección adecuada de las áreas donde se soltarán, teniendo en cuenta que el manjuarí es carnívoro y debe mantenerse la composición de las especies en un número razonable.”El trabajo desplegado por la estación hidrobiológica durante más de 15 años en función de preservar y reproducir al manjuarí forma parte de las estrategias que a nivel nacional se siguen para preservar especies endémicas. Sin dudas, este pez constituye hoy un valiosísimo ejemplar de las especies asociadas al medio acuático y velar por su supervivencia constituye una cuestión

La conservación

Un arma insustituible El panorama actual apunta hacia inevitables cambios climáticos que afectan y afectarán en un futuro cercano la vida en el planeta. El manjuarí no escapa de esta problemática. Por eso toda acción será poca en aras de hacer comprender a la población la necesidad de extremar las medidas de conservación.Por fortuna, aún existen personas sensibles que se esfuerzan por mantener su existencia y fomentar una cultura conservacionista a favor de su protección. Tal es el caso de la Estación Hidrobiológica de la Ciénaga de Zapata y de todos los habitantes de este territorio que de una u otra forma quieren hacer del humedal un lugar donde convivan sin peligro las especies más diversas.

¡Adopta un manjuarí!

Algunos aseguran que años atrás era fácil su observación en el medio natural y en cualquier parte de la Ciénaga de Zapata. Ahora ese privilegio se torna bien difícil.Por eso la preservación de esta especie endémica cubana a partir de su reproducción en cautiverio para luego liberarla a su hábitat natural se ubica entre los principales retos de los especialistas del centro.La situación devino en el detonante para la creación de varios círculos de interés de conservación de la fauna autóctona de humedal matancero, los cuales iniciaron un movimiento denominado ¡Adopta un manjuarí!Ya suman cientos los niños vinculados al proyecto en las escuelas primarias del territorio de la Ciénaga. Los especialistas de la delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en el territorio vinculados a la iniciativa explican que el propósito del programa es interesar a los niños de cuarto hasta sexto grado de la enseñanza primaria en el cuidado, protección y conocimiento de la fauna autóctona de ese humedal.El objetivo del proyecto es estudiar la ictiofauna indígena de la ciénaga, y especialmente al manjuarí, mediante documentos, láminas, proyección de videos y la observación en su medio natural. Estas acciones se complementan con la adopción de los manjuaríes para criarlos en cautiverio y luego liberarlos en el medio natural a finales del curso escolar. Con este programa, los pequeños satisfacen su curiosidad, realizan pequeñas investigaciones, describen las características externas de los peces y fomentan hábitos de protección y respeto hacia los animales.

Fuentes