Mapinguarí

Mapinguarí
Información sobre la plantilla
Mapinguari.jpg
Otros nombresMapinguary e Isnashi
Clasificación Científica
Reino:Animalia
Hábitat:selvas amazónicas

Mapinguarí . El nombre Mapinguari hace referencia a una criatura legendaria de las selvas amazónicas en Brasil yBolivia; bestia a la que también se le conoce como Mapinguary e Isnashi; y cuyo nombre por lo regular se traduce como ‘animal rugiente’ o ‘bestia fétida’.

Descripción

Según la tradición oral, el Mapinguari es una quimera poseedora de características sobrenaturales halladas también en otros seres fantásticos de la mitología brasileña: un único ojo, garras afiladas, piel de caimán, patas al revés y una segunda boca justo en el estómago. Aunque testigos de encuentros recientes la describen como un simio o perezoso gigante, de grandes brazos terminados en zarpas afiladas capaces de partir palmeras en dos; una espalda curva, y una altura de más de dos metros al erguirse sobre las patas traseras, puede caminar tanto en cuatro patas como en dos. Se mueve con mucha agilidad en la oscuridad gracias a su gran visión. Testigos han descrito al animal con una segunda boca en el abdomen, la cual despide un mal olor para atraer moscas. Tiene enormes garras orientadas hacia su cuerpo. Le gusta la carne humana. Según las leyendas, el Mapinguari es lento, feroz y muy peligroso; pues posee la habilidad de moverse sigilosamente entre la densa vegetación del Amazonas para sorprender a sus víctimas. Aunque se delata gracias al olor pútrido que sale de su cuerpo y al emitir un desgarrador chillido que paraliza a sus víctimas en el acto. Su piel, dura como la del cocodrilo; lo hace inmune a las balas y flechas, y su única debilidad es el agua, la cual evita y limita sus movimientos en una región tan llena de ríos, canales y lagunas como lo es el Amazonas.

Leyenda

La leyenda del Mapinguarí nos habla de un poderoso y sabio chamán, quien gracias a su sabiduría logró descubrir el secreto de la vida eterna, pero su inmortalidad iba a tener un alto precio, nada menos que la transformación de su cuerpo. El otrora humano chamán se convirtió en una criatura peluda, similar a un oso, con el pelo de un tono rojizo y al que siempre acompaña un fuerte hedor bastante desagradable. De dos metros de alto, el Mapinguarí posee un rostro muy similar al de los humanos, se mueve preferentemente por la noche y sus descomunales garras están orientadas hacia el interior del cuerpo. Además, es capaz de caminar tanto a cuatro patas como a dos, una piel tan gruesa que no puede perforarse. También se dice que tiene una segunda boca en el abdomen que despide un mal olor con el que atrae a las moscas. Otros expertos sugieren que no es más que una memoria residual de encuentros entre los primeros pobladores del Amazonas y perezosos gigantes en la edad de piedra; mientras que una minoría cree que pueda tratarse de una especie no descubierta de Oso Hormiguero gigante. Sin embargo, pese a los más grandes esfuerzos de biólogos, paleontólogos y criptozoólogos; jamás se ha encontrado evidencia física de la existencia de este ser. El paleontólogo estadounidense naturalizado brasileño, David Oren (nacido en 1954), afirma haber realizado entrevistas a 80 personas que dicen haber visto al Mapinguarí y a otras 7 que dicen haberlo cazado. Lleva estudiando el ecosistema en el Amazonas desde 1977 y es el descubridor de 5 especies de aves. Desde 2004 desempeña el cargo de coordinador científico del Programa de Conservación del Amazonas de The Nature Conservacy no Brasil, que en 2006, en asociación con el gobierno de Brasil y WWF, inició el Plan de Gestión del Agua Dulce; el primero en su tipo en Sudamérica y que abarca los objetivos, metas y directrices para el uso sostenible del agua dulce hasta 2020. El zoólogo brasileño David Oren, que recogió más de cien testimonios de supuestas personas que aseguraban haberlo visto, propone que el mapinguarí podría ser un perezoso terrestre, criatura que se cree se extinguió hace 9000 años, pero que podría haber sobrevivido en las profundidades de la selva amazónica. Las pisadas de este perezoso eran similares a las humanas, y sus excrementos se asemejaban a los de los caballos, tal y como supuestamente ocurre en el mapinguarí. En cuanto a la supuesta boca en el estómago, Oren señala que podría tratarse de una glándula situada en el abdomen. Esta misma teoría ha sido utilizada para asociar al perezoso terrestre con las leyendas indígenas de los Gigantes patagónicos, en la región de la Patagonia.

Fuentes