Matanzas (municipio)


Plantilla:Municipio Matanzas

La importancia política y militar del sitio despertó las apetencias de varias naciones europeas. Para prevenir las intenciones de apoderarse de este enclave el rey de España Carlos II ordenó levantar una ciudad, lo cual se concretó el 12 de octubre de 1693 mediante la misa oficiada por el Obispo, Diego Evelino de Compostela, en la cual bendijo la primera piedra del futuro templo cristiano y la intervención del Gobernador Interino Severino de Manzaneda, el cual proclamó oficialmente la constitución de la nueva urbe española en Cuba que llevó por nombre San Carlos (por el Rey Carlos II) y San Severino (por el Gobernador Interino) de Matanzas. Esta denominación perpetuó, sin proponérselo, el acto primigenio de rebeldía de los aborígenes cubanos en contra del invasor español.
Surgió cuando el gobierno colonial de la Isla de Cuba convirtió las jurisdicciones en provincias, lo cual ocurrió en 1878. Se ha mantenido invariable hasta el presente. Es heredado del apelativo dado en 1513 a la bahía atendiendo, al parecer, a una matanza de españoles realizada por aborígenes del lugar en septiembre de 1510 y que constituye el primer acto de hostilidad contra los colonialistas españoles en Cuba.


UBICACIÓN


El municipio Matanzas, ocupa una extensión de 316.7 kilómetros cuadrados.
Limita al Norte con el Estrecho de la Florida; al Este con el municipio Cárdenas; al Sur con los municipios Unión de Reyes y Limonar; y al Oeste con la provincia La Habana.
Es para algunos el municipio de las aguas, y para otros el de los puentes, pues aguas y puentes, lo cruzan, lo bañan, lo limitan y los unen.
Resulta de gran atracción el Valle de Yumurí y el cañón de Bacunayagua por la belleza de sus paisajes; las cuevas de Bellamar con formaciones cristalinas de excepcional belleza, Monumento Nacional; así como el atractivo entorno de la ciudad y su intensa actividad cultural, por la que ha sido considerada la Atenas de Cuba, donde destaca el teatro Sauto, Monumento Nacional.
El relieve presenta una combinación de alturas (alturas de La Habana-Matanzas), llanuras (llanura de La Habana-Matanzas) y valles (Valle de Yumurí) con diferenciación morfológica de llanuras costeras aterrazadas. Su altura principal es el Pan de Matanzas (381 m).
Posee numerosos recursos naturales, los cuales sustentan el desarrollo socio-económico del mismo.
La hidrografía está integrada por los ríos Yumurí, San Juan y Canímar, que desembocan en la Bahía de Matanza. Las fuentes de abasto fundamentales son superficiales y subterráneas como son: los manantiales de Bello, El Conde y Bellavista "La Julia", utilizadas en todas las actividades socioeconómicas.
Los suelos son ferralíticos e hidromórficos. La superficie agrícola representa el 69% del total, utilizada en cultivos varios, ganadería, arroz, henequén, viveros y semilleros. La superficie no agrícola presenta un 15% con recursos forestales y florísticos y un 16% como no apta.
Al noreste de la ciudad de Matanzas, se localizan las principales industrias químico-energéticas del municipio.


HISTORIA


La naturaleza ha dotado al actual territorio de la provincia de Matanzas con una belleza paradisíaca. Los matanceros con su acción han creado en el entorno valores económicos, arquitectónicos y sociales reconocidos en la matanceridad y hacen de la región una de las mayores contribuyentes a la formación de la identidad y la nacionalidad cubana.
Hay pruebas de la presencia del hombre primitivo que rebasan los 10 mil años de antigüedad, existiendo vestigios de ella en todos los rincones de la provincia. En 1510 los aborígenes asentados en torno a la rada yumurina, dirigidos por Guayucayex, cacique de la aldea de Yucayo, ejecutaron a un grupo de conquistadores, hecho que constituye la primera rebelión en Cuba contra los invasores ibéricos y dio el nombre a la bahía y a todo su entorno.
La importancia política y militar del sitio despertó las apetencias de varias naciones europeas. Para prevenir las intenciones de apoderarse de este enclave el rey de España Carlos II ordenó levantar una ciudad, lo cual se concretó el 12 de octubre de 1693 mediante la misa oficiada por el Obispo, Diego Evelino de Compostela, en la cual bendijo la primera piedra del futuro templo cristiano y la intervención del Gobernador Interino Severino de Manzaneda, el cual proclamó oficialmente la constitución de la nueva urbe española en Cuba que llevó por nombre San Carlos (por el Rey Carlos II) y San Severino (por el Gobernador Interino) de Matanzas. Esta denominación perpetuó, sin proponérselo, el acto primigenio de rebeldía de los aborígenes cubanos en contra del invasor español.
Al día siguiente se trasladó la importante comitiva a la "Punta Gorda" en la margen oeste de la bahía donde se bendijeron las obras del Castillo que allí se levantaba, singular vestigio actual del acontecimiento fundador. A esta fortaleza, se le unirían lustros mas tarde, El Morrillo y el desaparecido San José de la Vigía y Peñas Altas.
En la creación de la Ciudad de Matanzas se manifiestan características que le proporcionan un carácter único en el panorama cubano. Es la primera urbe del país erigida bajo la voluntad estatal explicita en los documentos emitidos por el Rey de España y responde en su esencia a los principios político-militares de los siglos renacentistas y a la imperiosa necesidad de resguardar a la capital de un ataque enemigo por la retaguardia. Se levantó de manera organizada con los conceptos de la cuadrícula española, plasmada en un plano previo, ajustado a "regla y cordel", con el ánimo real de considerarla ciudad y no villa, como sus predecesoras. Por la procedencia del núcleo fundamental de sus fundadores se le puede considerar como la ciudad primada de los oriundos de las Islas Canarias en América.
El proceso fundacional culminó cuando se le señaló por el Gobernador una amplia jurisdicción y el 8 de diciembre de 1694 quedó constituido el cabildo citadino con Diego Méndez de León Illada como alcalde de primer voto.
Durante todo el siglo XVIII Matanzas fue la única ciudad con esa categoría, en la vasta extensión entre La Habana y Villa Clara, pero no pasó de ser una aldea. En el resto del actual territorio provincial existió una red de instituciones eclesiásticas que determinaron puntos poblados como Guamutas, Guamacaro, Macurijes, y Hanábana entre otros.
En los finales del S. XVIII comenzará una bonanza económica por el incremento de la producción del café y el azúcar con destino al abastecimiento de los mercados europeos vacantes por la ruina de Haití. En estos años comienzan a destacarse familias acaudaladas, las cuales no solo serán las rectoras de la economía también se establecerán como pilares en el desarrollo socio-cultural. Entre ellas tenemos a los Alfonso, Aldama, Drake, Poey, Diago y más tarde Madan, Fernández, Frías, Ventosa y otros. Algunos de ellos obtuvieron pingües ganancias en el tráfico negrero, realizaron importantes inversiones en la industria azucarera, el comercio al por mayor y los servicios en la provincia, A pesar de su carácter absentista en su mayoría, levantaron edificios o contribuyeron con obras culturales de envergadura en la localidad.
La Plaza de Armas conocida como de la Vigía en la Ciudad de Matanzas fue el primer emplazamiento de este tipo en la futura provincia y debía convertirse en el centro político administrativo de toda la región. Ya en el tercio final del S. XVIII se hizo necesario localizar un nuevo espacio que tuviera las condiciones elementales establecidas en las Leyes de Indias. Hacia 1800 se comenzó a considerar la Plaza del Rey o Plaza Nueva como la Segunda Plaza de Armas, hacia cuyas inmediaciones se trasladaría la Casa de Gobierno. Poco a poco se fue conformando lo que hoy conocemos como Parque de la Libertad.
En 1818 se habilitó definitivamente el puerto de Matanzas para comerciar con todo el mundo y permitió el comienzo de una etapa de esplendor económico- social en el cual las comunicaciones jugaron un papel importante. Al sistema de diligencias Habana-Matanzas creado en 1818, se unió, al año siguiente, el de transporte marítimo regular mediante el barco de vapor Neptuno, el primero en España y sus dominios. Esto contribuyó al impulso general del territorio.
La industria azucarera fue asentándose decididamente sobre la base de la fuerza del trabajo esclavo y el uso de la tecnología más avanzada de la época en el sector fabril y en el del transporte.
El desarrollo del ferrocarril fue determinante en el auge económico. Matanzas fue la segunda región de la Isla en implantar este adelanto técnico. Debe tenerse en cuenta que Cuba fue el primer país latinoamericano en poseerlo, diez años antes que España.
El surgimiento de la red ferroviaria permitió la comercialización de los productos en la generalidad de las zonas matanceras, a través de la salida del puerto de Matanzas. De esta forma se consolidó el régimen de plantación esclavista en todas las regiones, el cual alcanzó su cenit cuando las jurisdicciones de Matanzas llegaron a producir, a mediados del siglo XIX, mas del 50 % de la totalidad del azúcar cubano.
Es interesante analizar la unión del pensamiento empresarial burgués con el empleo de la Ciencia y la Técnica en la industria azucarera matancera. En la zafra de 1817-1818, de las cuatro máquinas de vapor instaladas en Cuba, dos funcionaban en Matanzas: en la fábrica de Juan Madrazo y en la de Pedro Diago. Desde entonces trapiches, mazas, centrífugas y otras técnicas siempre fueron primicia en el territorio. En la década de 1850-1860 las jurisdicciones matanceras cuentan con la mayoría de los ingenios más grandes, modernos y productivos del país.
Sin embargo en el sector agrícola poco se hizo y estas innovaciones técnicas redundaron en una inhumana intensificación del trabajo de los siervos negros y chinos. La esclavitud resultó a la postre un freno al desarrollo económico matancero y de todo el país. La terrible explotación a que fueron sometidos los esclavos condujo, primero al cimarronaje y al apalancamiento y después, a las grandes sublevaciones, entre ellas las de mayor trascendencia en Cuba. El 5 de noviembre de 1843 estalló la del ingenio Triunvirato, la cual se extendió a fincas cercanas. El movimiento mostró un cierto grado de organización y fue sofocado cruelmente al costo de 56 esclavos muertos, 18 fusilados y 67 prisioneros. Muchos más lograron escapar y se refugiaron en la Ciénaga de Zapata. Un factor demostrativo del interés por los asuntos cubanos, desde aquella temprana época por parte de los Estados Unidos, fue su ofrecimiento del envío de tropas para sofocar el levantamiento.
La llamada Conspiración de La Escalera, inspirada en el interés inglés por la abolición, provocó una represión ilimitada por parte de las autoridades coloniales. En ella el Gobierno Español involucró a importantes personalidades blancas, como José de la Luz y Caballero y Domingo del Monte. Mediante torturas aplicadas a los detenidos, se llevó un proceso judicial que culminó con decenas de muertos en los potros del suplicio, un centenar de condenados a muerte, 600 a presidio y 400 al destierro. El 28 de junio de 1844 fue fusilado el poeta mulato Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido) y otros intelectuales y esclavos, acusados falsamente de encabezar la organización de la conspiración.
La pujanza económica de la naciente burguesía le permitió promover una cultura superior en el ámbito de las artes y las letras, la educación y la ciencia. Hitos importantes de este desarrollo se localizan en la fundación en 1827 de la Diputación Patriótica cuyos frutos aun se observan en la publicación del periódico La Aurora, la Biblioteca Pública, la Casa de Beneficencia (hoy internado Lenin) y otros. Brillaron también instituciones como el Teatro Principal, la Sociedad Filarmónica, el Liceo Artístico y Literario y un poco después el Teatro Esteban (hoy Sauto). A esto se unen magníficos colegios como la Empresa y el Instituto de Segunda Enseñanza.
En estos espacios se destacaron personalidades culturales de primer orden nacional entre las cuales se hallan Miguel Teurbe Tolón, José Victoriano Betancourt, Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido), los hermanos Milanés, la familia Guiteras y muchos más. Es imposible no destacar a José Jacinto Milanés, el primer dramaturgo cubano de éxito. En el campo de la música descuellan radiantes personalidades como Ursula Deville y José White. Estas características tuvieron también expresiones, en otras ciudades como Cárdenas y Colón, aunque mas limitadas.
Por todo el esplendor cultural alcanzado en la Ciudad de Matanzas, el 17 de febrero de 1860, el director del Liceo Artístico y Literario, Rafael del Villar la proclamó como La Atenas de Cuba, designación que se ha mantenido a través de los tiempos y hasta la actualidad.
Junto al florecimiento económico se abrió paso el pensamiento independentista. En 1823, se descubrió la Conspiración de los Soles y Rayos de Bolívar y posteriormente la del Águila Negra. Ambas tuvieron una fuerte presencia en el territorio yumurino. En la primera se destacó la participación de José María Heredia, el primer romántico cubano cuya obra fue expresión literaria del separatismo cubano de inicios del siglo XIX.
El peligro de la abolición de la esclavitud y el desarrollo productivo y democrático burgués de la época, presentes en los Estados Unidos, creó falsas expectativas entre algunos terratenientes e intelectuales cubanos, incluidos algunos matanceros y los llevó a la idea de la anexión al naciente coloso norteño. Esto motivó, entre otras manifestaciones, el desembarco por Cárdenas, el 19 de mayo de 1850, de Narciso López al frente de un contingente de 600 hombres en su mayoría norteamericanos. En ese empeño vino la bandera que devendría en Enseña Nacional ideada con la participación de Miguel Teurbe Tolón y bordada por su esposa y prima-hermana Emilia Teurbe Tolón. A este intelectual yumurino le debemos también el diseño del Escudo Nacional. En esa época se inscribe, el 8 de octubre de 1850, el Encuentro del Yumurí, donde por primera vez en Matanzas se derramó sangre cubana por la libertad.
El 10 de octubre de 1868 bajo el mando de Carlos Manuel de Céspedes comenzó por Oriente la guerra de liberación nacional contra el yugo español. El eco de las ideas independentistas halló terreno fértil en Matanzas.
Juan Arnao dirigía los trabajos de la provincia y en la zona de Cárdenas, Miguel Bravo Sentiés, médico habanero, se hallaba al frente. Sin embargo los esfuerzos que se llevaron a cabo abortaron por distintas razones y solamente se puede señalar el alzamiento en Jagüey Grande, el 10 de febrero de 1869, y la creación por la Cámara de Representantes de la República de Cuba en Armas de la designación del Distrito Militar de Colón.
Por su parte la reacción española se cebó en la población indefensa. Fueron activadas bandas de asesinos al estilo de los Chapelgorris de Guamutas que asesinaron a cientos de pacíficos campesinos, se clausuraron instituciones emblemáticas como el colegio la Empresa, la Biblioteca Pública, El Liceo Artístico y Literario y el Instituto de Segunda Enseñanza, entre otros. Además fueron deportados un buen grupo de personalidades de las jurisdicciones y sus bienes embargados, los cuales en la práctica pasaron a manos de agentes españoles, quienes se enriquecieron. También decenas de matanceros fueron fusilados, destacándose los casos de Eleuterio (Tello) Lamar y José Ramón Guiteras o asesinados extrajudicialmente como los hermanos Olivera en Unión de Reyes.
Una vez finalizada la contienda, el 9 de junio de 1878 se reorganizó la división política administrativa colonial y se crearon seis provincias, entre ellas la de Matanzas. Para cumplir con esta ley se unieron los territorios de Matanzas, Cárdenas y Colón, adquiriendo un contorno muy cercano al actual.
Al finalizar la Guerra, la mayor parte de los terratenientes criollos matanceros quedaron en la ruina y sus bienes embargados estaban desechos lo que les impedía competir en el mercado viéndose obligados a vender su producción agrícola, la caña de azúcar, a los centrales modernos y tecnificados. Nacía una nueva clase social: los colonos, mientras aumentaba la riqueza de los sectores ligados al Gobierno colonial y también empresas y personajes de procedencia norteamericana. De esta manera La Concentración Azucarera tuvo su expresión en la provincia de Matanzas.
A este aspecto económico-social se une la abolición de la esclavitud, (1888) producto de lo obsoleto de este sistema de trabajo y de la guerra librada por los cubanos, lo que aumentó considerablemente la clase obrera, especialmente en los trabajadores agrícolas.
Los nuevos estratos que ahora poseían el poder económico, aliados estrechamente con el colonialismo, no estaban interesados en el adelanto sociocultural de Matanzas. Sin embargo los restos de la sociedad criolla llevaron a cabo empeños culturales. Cabe señalar la reapertura del Liceo Artístico y Literario: la Sociedad Talia (1874) se transformó en El Ateneo (20 de julio de 1879), se publicaron diversas revistas entre las que sobresalió El Pensamiento y en 1879, fue estrenado el primer danzón devenido en Baile Nacional. En el terreno educacional debe señalarse entre las instituciones de valía la fundación del colegio privado Los Normales y en 1884 la celebración del Primer Congreso Pedagógico de Cuba. No puede obviarse la apertura en 1881 de la Exposición Internacional de Matanzas, primigenia en Cuba, América Central y el Caribe y considerada por destacados especialistas como el "canto del cisne" de la burguesía matancera.
En ese período, denominado por Martí como La Tregua Fecunda, prosiguieron las inquietudes políticas y movimientos armados. Entre 1884 y 1885 el General de Brigada Carlos Agüero sembró la alarma con sus proezas combativas, entre las cuales se cuentan más de 60 encuentros y la toma de poblados como Manguito. Víctima de una emboscada, fue asesinada en marzo de 1885. También pueden señalarse las acciones llevadas a cabo por Manuel García entre 1887 y 1895, hasta caer, traicionado, en vísperas del alzamiento del 24 de febrero.
En esta época la lucha de la clase obrera se intensificó con huelgas, paros y protestas. En octubre de 1887 las organizaciones gremiales de Matanzas y Cárdenas recaudaron fondos para la defensa de los Mártires de Chicago, acción casi singular en el país y en toda América Latina
En este periodo debe destacarse la labor divulgativa de Juan Gualberto Gómez preparando en masa al pueblo para la nueva contienda que ya organizaba Martí. Por la constante actuación de este prócer durante toda su vida en favor de la independencia y soberanía de Cuba se le ha designado como el Patriota Insigne de la provincia.
El Partido Revolucionario Cubano (1892) se fue estructurando de manera clandestina a través de clubes secretos en Matanzas, Cárdenas, Colón, Jagüey Grande, Unión de Reyes, Alacranes y otros sitios, lo cual le permitió al Apóstol informarle a Máximo Gómez que en Matanzas todo estaba hecho.
Cuando estalló el movimiento insurreccional en 1895, la provincia dio una respuesta contundente a la gesta emancipadora: el 24 de febrero Juan Gualberto Gómez, junto a Antonio López Coloma y otros patriotas, protagonizaron el alzamiento de La Ignacia, en Ibarra, no lejos de la ciudad. En Jagüey Grande el pronunciamiento lo dirigió el médico Martín Marrero Rodríguez con 39 hombres. Dos días después sostuvo un encuentro con los españoles en Palmar Bonito, siendo este el primer combate victorioso librado en Occidente en la Guerra del 95. A pesar del ímpetu inicial, estos intentos fueron sofocados pero muy pronto, paulatinamente diversas partidas de insurgentes se fueron al campo mambí lidereadas por jefes naturales, entre los cuales pueden mencionarse a José Álvarez Arteaga (Matagás), Felino Álvarez Duarte, Clotilde García Morejón, José Roque Hernández, Guillermo Acevedo Villamil, José Dolores Amieva, y Eduardo García Vigoa, y otros más, los cuales llevaron a cabo más de un centenar de acciones combativas y tomaron varios poblados, abonando el terreno para la llegada de la Invasión de Gómez y Maceo.
Los españoles aplicaron sin misericordia una política altamente represiva. El primer fusilado en esta guerra fue el jovellanense Domingo Mujica Carratalá el 20 de agosto de 1895. Al finalizar la contienda, de los 192 ejecutados en el país oficialmente, 61 era matanceros.
El 20 de diciembre de 1895 penetraron en la provincia las huestes invasoras cubanas con Gómez y Maceo a la cabeza. El 23 se desarrolló el combate de Coliseo donde fue derrotado Martínez de Campos, Capitán General de la Isla. Ese mismo día los jefes mambises decidieron realizar el Lazo de la Invasión, brillante operación táctica, que le abrió las puertas de Occidente. El 29 de diciembre los insurrectos derrotaron a los hispanos en Calimete y el 1 de enero pasaron victoriosamente a tierras habaneras, luego de haber sostenido un breve combate de retaguardia en El Estante.
Después del cruce de la Invasión se creó en Matanzas el Ejército Libertador organizado en la Primera División del Quinto Cuerpo de Ejército teniendo al frente al General de Brigada José Lacret Morlot (10/III/1896). Posteriormente, desde julio de 1897, esta responsabilidad la ocupó el matancero Mayor General Pedro Betancourt Dávalos hasta el final de la contienda. Como expresión del esfuerzo del territorio yumurino en los 30 años de lucha por la independencia se puede decir que 11 oficiales nacidos en la provincia alcanzaron el grado de Brigadier y dentro de ellos, dos Mayores Generales.
En medio de la contienda generalizada por toda la Isla y como recurso para contener la embestida mambisa, en octubre de 1896, Valeriano Weyler decretó el Bando de Reconcentración, medida que afectó de modo criminal a las masas campesinas. Alrededor de 2000 personas murieron de hambre, en sólo 10 meses, en la ciudad de Matanzas. En total pereció cerca del 50% de la población matancera asentada en la provincia.
En 1898, cuando España tenía pérdida la guerra, los Estados Unidos de Norteamérica intervinieron militarmente en el conflicto bajo falsos pretextos humanitarios y con el objetivo encubierto de lograr su anhelo más que centenario de apoderarse de Cuba. En su empeño impusieron un bloqueo a la Isla que agravó los efectos de la Reconcentración y en un acto de barbarie sus barcos bombardearon la urbe yumurina y la de Cárdenas.
El 3 de agosto de 1898 el coronel Pió Domínguez Lorant, nativo de Alacranes, dirigió la última carga al machete en esta provincia en la que destrozó a la guerrilla de Unión de Reyes en las inmediaciones del ingenio Fomento, cerca de Cabezas.
Finalmente el 1º de enero de 1899 cesó la soberanía española y se implantó la ocupación militar norteamericana sobre el país. El último Capitán General abandonó la Isla por el puerto de Matanzas. El territorio enfrentó el nuevo período, en difíciles condiciones. Su economía en bancarrota, su población diezmada y la producción descapitalizada casi totalmente.
El pueblo matancero luchó patrióticamente y con denuedo por el cumplimiento de las promesas estadounidenses, la salida de Cuba del Ejército de Ocupación Norteamericano y contra el despojo que realizó el Gobierno Interventor de la costa sur al traspasar a Cienfuegos la Ciénaga de Zapata.
Un poeta matancero Bonifacio Byrne y Puñales volcó toda la inconformidad del pueblo y su voluntad de lucha en un poema titulado Mi Bandera, dedicado al Mayor General Pedro Betancourt, y compuesto a su regreso a Cuba el 4 de enero de 1899. Esta épica y viril obra, profundamente patriótica, ha devenido en piedra raigal y bandera de la ideología cubana frente a la ofensiva norteamericana contra nuestra nacionalidad, cuando expresó en una de sus estrofas:
Si deshecha en menudos pedazos
Llega a ser mi bandera algún día
Nuestros muertos alzando los brazos
La sabrán defender todavía
El 10 de enero de 1899 tomó posesión como la suprema autoridad regional el Mayor General James Harrison Wilson y dos días después hacia su entrada en la ciudad cabecera el Mayor General Pedro Betancourt al frente de sus tropas libertarias. El 1 de julio de 1900 al constituirse el Ayuntamiento Republicano ondeó por primera vez, el pabellón Nacional Cubano en lo alto del Palacio del Gobierno Provincial, frente al Parque de La Libertad.
El 20 de mayo de 1902 los cubanos vieron subir al mástil del Castillo del Morro habanero la enseña de la Estrella Solitaria, pero eso no significaba la libertad y la plena independencia. La Enmienda Platt y los tratados a los que se vio obligado el Estado Cubano a aceptar, convertían al país en una neocolonia norteamericana.
La República que nacía tendría entre sus características expresión característica en el robo del tesoro nacional, los negocios turbios y el gobernar a espaldas del pueblo. La sucesión de funcionarios públicos, salvo honrosas excepciones, subieron al poder con el objeto de enriquecerse. Todo lo cual tuvo su expresión en Matanzas.
Como muestra del patriotismo de las masas matanceras el 24 de febrero de 1909 se inauguró la escultura monumentaria de José Martí en el Parque de la Libertad, por iniciativa del científico yumurino Dr. Ramón Luis Miranda y levantada por cuestación popular.
En el plano económico en la primera mitad de la República Mediatizada, se alcanzaron ligeros logros. En esta etapa se construyeron importantes obras como el puerto de Matanzas, la instauración de la Fábrica de Jarcias, la vía férrea Matanzas-Habana con trenes eléctricos (1916), la construcción del Canal de Roque, la Carretera Central y el parque Machado (hoy René Fraga) Sin embargo en la producción y los servicios poco o nada se hizo para mitigar las secuelas de la guerra en las masas populares
Convulsiones políticas no faltaron. En 1912 brotó el alzamiento de los Independientes de Color y diferentes huelgas obreras se llevaron a cabo. El ascenso al poder de Gerardo Machado (1925-1933) y la dictadura que implantó motivó una reacción popular y el desarrollo de un movimiento clandestino. En esas circunstancias se crearon en la ilegalidad los grupos iniciales del Primer Partido Marxista Leninista en Matanzas (1928) y su fachada legal la Juventud Obrera Deportiva y Cultural. En agosto de l933 el pueblo matancero se sumó a la Huelga General que derrocó el 12 de agosto de ese año a la dictadura machadista. En la lucha contra esa tiranía cayeron valiosos hijos de la tierra matancera. El epílogo de este proceso conocido en la Historia de Cuba como la Revolución del 33, tuvo lugar en las inmediaciones del río Canímar, en la fortaleza colonial de El Morrillo, cuando la reacción logró asesinar a los lideres insurreccionales Antonio Guiteras y el venezolano Carlos Aponte, el 8 de mayo de 1935.
En el ámbito cultural y ante el abandono oficial, fueron las clases medias de la provincia las que impulsaron el desarrollo en esta esfera. Se destacaron las actividades de la Sociedad Milanés, la Sociedad de Conferencias, el Grupo Matanzas y otros. La poesía de Bonifacio Byrne y Agustín Acosta sobresalieron por su acento social y patriótico, marcadamente antimperialista. En la educación fue creada la Escuela Normal para Maestros y se logró estabilizar el Instituto de Segunda Enseñanza en un edificio erigido al efecto. Sin embargo el resto del sistema educacional público tenia ribete desastroso y solo sobresalían algunos centros privados. Más del 30% de las personas mayores de 10 años eran analfabetas. Salud, y la seguridad social estaban sencillamente abandonadas y el desempleo crónico azotaba al territorio. Un aspecto importante fue la fundación en 1935 de la Asociación Amigos de la Cultura Cubana que llevó a cabo una inusitada obra de promoción, divulgación y educación en la sociedad yumurina.
El ascenso del fascismo mundial marcó una huella en Matanzas. Centenares de combatientes cubanos, entre ellos decenas de matanceros, fueron a pelear a España en apoyo del pueblo español, y cayeron en la contienda varios hijos de Matanzas.
Los años de la Segunda Guerra Mundial fueron de relativa bonanza económica. Se elevó la producción azucarera y el precio del dulce producto, se reactivaron los puertos de Matanzas y Cárdenas, creándose en el primero la Zona Franca y se reanimaron otras industrias como la henequenera. Se trajeron de los Estados Unidos fábricas nocivas y deterioradas como la Rayonera, pero el pueblo matancero pudo extraer poco provecho del auge comercial y productivo. El robo de los tesoros públicos, y el vandalismo oficial signaron esa época
También crecieron las lacras sociales. El desempleo alcanzó altos niveles acompañado de la prostitución, el juego ilícito, el analfabetismo, la mendicidad y el desamparo oficial. Aparecieron los barrios de indigentes y fueron frecuentes los desahucios y los negocios turbios. La Zona Franca se convirtió en fuente del contrabando oficial.
La protesta popular frente a esta situación se desarrolló a través de las luchas obreras, campesinas y estudiantiles que se hicieron sentir en toda la provincia y especialmente en las grandes ciudades.
El 10 de marzo de 1952, Fulgencio Batista dio un golpe de estado y tomó el poder. El regimiento 4 Plácido, unidad militar de mayor jerarquía en el territorio yumurino, fue uno de los últimos en plegarse al cuartelazo y sólo lo hizo mediante la intervención de la Embajada norteamericana.
Inmediatamente las masas populares asumieron el reto de reconquistar la libertad. Los estudiantes y los obreros de la provincia jugaron, desde los primeros instantes, el papel protagónico contra el gobierno de facto. A partir de esos momentos en los principales hechos de armas acaecidos en todo el país contra la dictadura, estuvieron presentes decenas de matanceros, muchos de los cuales cayeron en el duro enfrentamiento.
En el Asalto al Cuartel Moncada, lidereado por Fidel participaron 11 matanceros, de ellos 7 fueron asesinados, encabezados por el Dr. Mario Muñóz Monroy, el médico colombino. Este hecho abrió la lucha armada contra Batista y el gobierno imperialista de los EE.UU. que lo sustentaba.
A mediados de 1955 se crearon en la provincia de Matanzas los primeros grupos del Movimiento Revolucionario 26 de julio, (MR-26-7) el cual bajo la dirección de Fidel Castro, encabezó la lucha insurreccional.
El 29 de abril de 1956, un destacamento insurgente comandado por el yumurino Reynold García García, asaltó el Cuartel Goicuría, la plaza militar de mayor importancia del territorio. Esta acción trasciende a la historia como el esfuerzo bélico más descollante en Matanzas durante la lucha contra la dictadura batistiana y en el cual cayeron 15 combatientes. Como resultado de la acción se quebró el Diálogo Cívico, que buscaba apartar a las masas del camino revolucionario y demostró la verdadera faz sanguinaria y cruel del régimen, al cual desacreditó internacionalmente
El 2 de diciembre de 1956 desembarcó por playa Las Coloradas la expedición del yate Granma, dirigida por Fidel y en la cual venia un grupo de 8 matanceros, iniciándose de esta manera la lucha armada guerrillera en las montañas y continuó la clandestina en las ciudades.
El pueblo matancero actuó decididamente en esta confrontación. El Asalto a Palacio y Radio Reloj fue dirigido por el cardenense José Antonio Echevarria Bianchi. En el alzamiento de Cienfuegos (5 de septiembre de 1957) cayeron dos yumurinos. La Huelga del 9 de abril de 1958 tuvo una expresión concreta en la provincia y en ella perecieron mas de 15 hijos del territorio.
A pesar de las condiciones adversas de la topografía matancera a finales de 1958 existían varios grupos guerrilleros del MR-26-7 y el Partido Socialista Popular, que llevaron a cabo heroicas y audaces acciones. Cuando finalizó la contienda, con la caída del tirano, el primero de enero de 1959, algo más de un centenar de matanceros había perecido en el empeño de crear una patria justa y decorosa.
El 7 de enero de 1959 Fidel penetró en la provincia y contactó personalmente con las masas de Los Arabos, Colón, Perico, Jovellanos y Cárdenas, las cuales lo recibieron apoteósicamente. En horas de la noche le habló al pueblo matancero desde el balcón central del Palacio de Gobierno Provincial y posteriormente durmió en Varadero, siguiendo a la Ciudad Bandera a rendir tributo al líder estudiantil José Antonio Echevarria en cuya tumba depositó flores.
Una nueva era comenzó en todo el país y por supuesto en Matanzas. Se detuvieron los desahucios, fueron repuestos los obreros despedidos por causas políticas, sobre los esbirros y torturadores del pueblo cubano cayó el peso de la ley y el aparato estatal fue saneado al igual que la gestión de gobierno.
Matanzas, como parte del país, recibió los beneficios de medidas de contenido popular como La Ley de Reforma Agraria (17de mayo de 1959), la rebaja de alquileres y medicinas, la Ley de Reforma Urbana, y otras. Fue mitigado el desempleo, el gasto social fue elevado y se llevaron a cabo proyectos como la Alfabetización.
En esta gesta Matanzas hizo aportes sustanciales. No es posible olvidar que las Brigadas de Alfabetización Conrado Benítez, tomaron su nombre del maestro matancero asesinado por las bandas de alzados organizados en zonas del Escambray por las agencias de subversión yanquis del gobierno de los EE.UU.
Entre 1960 y 1963 la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos creó en Matanzas más de 40 grupos armados con el objetivo de implantar el terror en las zonas rurales y dar la sensación del desarrollo de una guerra civil. Solamente las vidas de los revolucionarios caídos en este enfrentamiento se elevan a más de 120. Igualmente y como parte de todo el país los matanceros estuvieron en pie de guerra cuando la Crisis de Octubre la cual puso al mundo al borde de una conflagración atómica.
Un lugar importante en esta agresiva política de los EE. UU. Contra Cuba, tiene entre sus pilares al inhumano y genocida bloqueo, que constituye una verdadera guerra económica. A esta medida se agregan otras de diversa índole las cuales le han costado al pueblo matancero, entre 1959 y 1999, más de 5 mil quinientos millones de pesos y alrededor de 500 víctimas entre muertos y lesionados, algunos con secuelas para toda la vida.
El sector educacional dio un extraordinario paso de avance al crearse la Universidad Camilo Cienfuegos, el Instituto Superior Pedagógico Juan Marinello y la Facultad de Ciencias Médicas Juan Guiteras. En la actualidad la vanguardia de este proceso es la municipalización que se expresa en todos los territorios cuando lleva la Enseñanza Superior hasta los más aislados y distantes rincones de la provincia.
Entre 1973 y 1974, se ejecutó en Matanzas la experiencia del Poder Popular, llevada después, en 1976, a todo el país. La provincia disfruta del ejercicio democrático de elegir a sus dirigentes desde la base hasta la Nación, los cuales rinden cuenta de su gestión periódicamente y el pueblo es el actor real de una verdadera democracia participativa.
A mediados de la década del 70 se decidió apoyar la liberación del pueblo angoleño, cuestión que se extendió a otros países. Más de 30 mil matanceros han brindado su ayuda desinteresada en decenas de países de África, Asia y América Latina. En estas misiones han perdido la vida cerca de 200 compatriotas.
En el quehacer de este período el apoyo de la ciencia y la técnica ha sido decisivo. A los planes que ejecutan los centros de la Enseñanza Superior, se unen más de 20 instituciones de este tipo, entre ellos la Estación Experimental de la Caña de Azúcar, la de Pastos y Forrajes y el Laboratorio de Cítricos, el Archivo Histórico Provincial y la Oficina del Historiador. El territorio cuenta con un potencial científico de más de 200 doctores en ciencias y varias centenas de graduados en Maestrías.
La lucha por la devolución del niño cardenense Elián Gonzáles, secuestrado en los Estados Unidos por la Mafia de Miami, desató un movimiento que se lleva a cabo en todo el país bajo el nombre de Batalla de Ideas. Como parte de ella Matanzas participa activamente, con acciones concretas en la lucha por la liberación de los Cinco Héroes cubanos que cumplen injustas y horrendas condenas en cárceles estadounidenses. En Cárdenas se ha habilitado el museo de la Batalla de Ideas, expresión concreta de esta lucha.
Hay que mencionar la participaron del personal medico matancero en misiones internacionalistas en tres continentes y la creación de una base sólida en la provincia para recibir becarios extranjeros de medicina y a la Operación Milagro. En otras esferas de la solidaridad están presentes los matanceros.
Reconociendo la preminencia del territorio a lo largo de toda su historia, y que lo ha hecho merecedor en varias ocasiones de ser la sede del Acto Nacional por el Asalto al Cuartel Moncada el Primer Ministro de la Revolución Cubana, Fidel Castro, ha expresado:
"Este es un pueblo magnífico, y ustedes matanceros, en estos meses y en estos días lo han demostrado, con ese caudal inagotable de entusiasmo, de energía, de cooperación, de espíritu revolucionario. La actitud de ustedes consolida nuestra confianza en la Revolución".


CONSEJO POPULARES


Actualmente el municipio está dividido en 6 Consejos Populares:
• Consejo Popular Peñas Altas y Playa
• Consejo Popular Pueblo Nuevo
• Consejo Popular Versalles
• Consejo Popular Matanzas Este y Oeste
• Consejo Popular Naranjal


PEÑAS ALTAS Y PLAYA


Una de las barriada de nuestra ciudad es "Peñas Altas y Playa", que incluye además los repartos Reynold García, Pastorita, Reparto Iglesias, Reparto Gelpi, y Reparto Canímar; y la Calzada General Betancourt, antigua Calzada Bellamar, la cual adquiere este nombre teniendo en cuenta que el 12 de Enero de 1899 entran, a la entonces ciudad de Matanzas, las tropas del Ejército Libertador al mando del Mayor General Pedro Betancourt, dirigiéndose a la plaza de armas donde son vitoreados por el pueblo.
Los primeros pobladores de nuestra comunidad, según estudios realizados, parecen ser comunidades paleolíticas, hace aproximadamente 10 000 años, provenientes del continente norteamericano a través del archipiélago de Bahamas, el cual debido a cambios climáticos producidos entre 15000 y 8000 años atrás, (que influyeron considerablemente en la configuración de su territorio, así como de su Flora y Fauna) estaba formado por una gran isla que incluía como una pequeña parte de su área a la actual isla de Andros. Por su parte también Cuba había sufrido transformaciones considerables, por lo que la costa había emergido de tal manera que sólo la separaba de la gran isla que conformaba las Bahamas 18 km.
Estas primeras comunidades se distribuyen precisamente en las desembocaduras de los ríos Canímar y Yaité.
La primera construcción reportada, durante la colonia española, en la zona conocida hoy como de "Peñas Altas", se remonta al ya alejado siglo XIX cuando, por Francisco de Plazola, se construye el Castillo de "Peñas Altas", en el año 1819, convirtiéndose en una de las fortificaciones militares costeras del litoral nordeste de nuestra hermosa bahía. En época de la dictadura de Fulgencio Batista radica en este lugar el Escuadrón 41 de la Guardia Rural que formaba parte del Regimiento 4 Plácido. Este recinto contaba con varios calabozos y en ellos se encerraban y torturaban física y psicológicamente a todos aquellos que fueran considerados revolucionarios.
El 1 de Enero de 1959, el pueblo matancero conjuntamente con el MR-26-7, toman la jefatura de la policía y detienen a Salas Cañizares, jefe de ese cuerpo en la provincia, en este propio cuartel.
Este fuerte se mantiene hasta finales de la década de 1960. En el lugar que ocupaba parte de esta fortaleza se levanta hoy el primer edificio 13 plantas construido por la revolución en la orbe.


EL MORRILLO

En la primera década del siglo XVIII, en el año 1720 se construye el fuerte El Morrillo en la desembocadura del río Canimar. Durante su larga historia se ha modificado en varias ocasiones (1779-1807) adoptando su forma actual en 1830.

En la época colonial sirve además como sede de un registro de aduanas y en la república cumple funciones de apostadero hasta quedar abandonado en 1934. Al año siguiente la edificación entra en la historia cuando en sus alrededores son asesinados los revolucionarios Antonio Guiteras y Carlos Aponte; a cuyas figuras esta dedicado el Museo Memorial que se inauguró en este recinto en la década de 1970.


SITIAL HISTÓRICO ARC/B "ANTONIO HERRADA"

La primera construcción reportada, durante la colonia española, en la zona conocida hoy como de "Peñas Altas", se remonta al ya lejano siglo XIX cuando, por Francisco de Plazola, se construye el Castillo de "Peñas Altas", en el año 1819, convirtiéndose en una de las fortificaciones militares costeras del litoral nordeste de nuestra hermosa bahía. En época de la dictadura de Fulgencio Batista radica en este lugar el Escuadrón 41 de la Guardia Rural que formaba parte del Regimiento 4 Plácido. Este recinto contaba con varios calabozos y en ellos se encerraban y torturaban física y psicológicamente a todos aquellos que fueran considerados revolucionarios.
El Regimiento 4 Plácido perteneciente a la provincia de Matanzas comprendía los Escuadrones 41(Matanzas), 30 (Jovellanos), 29 (Unión de Reyes), 26 (Colón) y 25 (Cárdenas), dedicados a la represión antiobrera y antirrevolucionaria.
Cada escuadrón reunía alrededor de 100 hombres o más, en dependencia de la población y extensión del territorio, y contaba con puestos en los municipios. Las funciones de los miembros de la guardia rural eran los de agentes del orden público en zonas rurales, mientras que los agentes de la policía salvaguardaban los bienes y el orden de la ciudad.
El Escuadrón 41 tenía la entrada de los peatones por la Calzada General Betancourt (donde hoy está), a la izquierda estaba la posta y a su lado un árbol de almendras. En este lugar había un patio de adoquines y también estaba enclavada una caseta (después del triunfo de la revolución se utilizó para guardar municiones). A la derecha, donde esta el muro que recuerda el lugar, había un techo bajo el cual se guardaban los carros patrulleros y motos. Es de destacar que a mediados de 1958 se trajeron 18 carros nuevos. Su entrada estaba por la calle 202.
La instalación central estaba donde hoy se encuentra el edificio 13 plantas #1. Era de color amarillo. Una parte tenía techo a dos aguas con tejas rojas con ventanas pequeñas a su alrededor. Parecía un pequeño castillo. A la entrada de la misma se encontraban dos cañones (los que hoy están en la EMCC de Matanzas).
En su interior habían dos oficinas (hacia la izquierda), a la derecha, una sala de espera seguida del dormitorio; tenía también un local grande, que después fue utilizado como almacén, una cocina, un comedor, un calabozo (de 2m x 2m) aproximadamente con una reja de hierro, sin ventanas, en la que sólo había un camastro. En la parte posterior radicaba el cuartel maestre (para uso de la retaguardia). Constaba de una sola planta. En el centro había una escalera por la cual podían subir al techo. Había además una cerca (primero de púas y después de perles) que bordeaba las calles General Betancourt, 202, 204, y al fondo daba frente al mar. En la parte posterior existió un pozo.
Este Escuadrón se empleaba mayormente no para sancionar a los militares o delincuentes comunes de zonas campesinas, sino para encerrar a revolucionarios o sospechosos de serlo; y no para cumplir sanciones detectadas por el Tribunal Civil o Tribunal de Urgencia (representantes instaurados en las provincias para condenar a revolucionarios con olvido de la constitución, del Código penal, de los derechos ciudadanos). Los revolucionarios eran sometidos a torturas o interrogatorios por días indefinidos hasta que decidieran mandarlo a otro mundo o dejarlos en libertad con huellas visibles de torturas físicas y sicológicas.
Este Escuadrón tenía una tenebrosa reputación. Por allí pasaron varios militantes el 26 de julio: Leonardo García, Rolando Núñez, Pedro M. Rodríguez Ponce, Israel Gil Luís, Luís Dorado, Reinaldo Pérez Forte, Raúl Rodríguez, Félix Ponce entre otros.
Entre los esbirros que trabajaron en él se destacaron Cecilio Fernández Suero, Tte. Calixto Cabrera, José L. Miyona, Ignacio Pérez Martínez (El eléctrico), Rafael Miranda (El ñato Miranda), Raymundo Martínez, Jiquí Suárez (quien fuera destacado pitcher en los equipos de béisbol matanceros), Julio Santana (El guajiro), Lucilo Benítez y otros.
La estructura especializada de la represión la conformaba el Servicio de Inteligencia Militar (SIM), que se dedicaba a reprimir a los revolucionarios y elementos progresistas en general, y el Buró Represivo de Actividades Comunistas (BRAC), que era el órgano especializado para reprimir a los afiliados al Partido Socialista Popular (Comunista).
Estos grupos formados por integrantes del ejército y la policía sobresalían por sus bravuconerías y falta de escrúpulos. Generalmente vestían de civil, lo que facilitaba su irrupción en actividades y lugares sin ser identificados, aunque también había civiles. En el año 1958, ante el recrudecimiento de la lucha revolucionaria, ambos grupos represivos tenían como principal misión reprimir al movimiento revolucionario y sindical, al Movimiento 26 de Julio y demás organizaciones. Estos equipos llevaban su "trabajo" en cualquier centro militar, entre ellos el Escuadrón 41 que se destacó a finales del batistato, por utilizarse métodos represivos como: golpizas, pases de bicho de buey, royal cool, machacar con culatazos de los fusiles las uñas de los pies, atar a los revolucionarios a una columbina por los pies y por las manos, culatazos de fusiles, patadas, pinchazos debajo de las uñas, quemaduras con cigarros prendidos. Además de estos métodos sacaban a los prisioneros del escuadrón, los llevaban de recorrido y simulaban ahorcamiento y cuando se recuperaba el prisionero lo volvían a hacer y después los interrogaban. Existe el testimonio de Leovilgildo García Medina (Presidente de la Asociación de Base #201 de Combatientes de la Revolución Cubana) que estuvo preso durante 30 días:"Ninguno de estos procedimientos pueden subestimarse. Una simple trompada de los poderosos brazos de Jiquí Suárez o el Guajiro Santana hacía ver las estrellas. Jique se caracterizó en el béisbol por hacer lanzamientos con terrible velocidad; Santana era un hombre de más de seis pies de estatura y una corpulencia impresionante. El eléctrico (delgado y de estatura media) cuando se ponía violento era capaz de pinchar con su comando al preso, aplicarle el choque eléctrico, introducir una aguja entre la piel y las uñas".
Al triunfo de la revolución se instala, en este lugar, un cuartel militar, donde se encontraban los rebeldes, pero años después desgraciadamente toda la instalación fue demolida.
Primero se dijo que allí se iba a instalar un circo, pues se trajo una leona y un mono, después se hablaba de la construcción de un cine, hasta que se construye el primer edificio trece plantas que se terminó en 1975.
El 7 de julio del 2008, en las áreas de lo que fuera el cuartel 41 del ejército batistiano se inauguró el Sitial Histórico de la de la ACRC A/B "Antonio Herrada Pérez", primera construcción en el país dedicada a perpetuar la memoria de los combatientes de esta A/B fallecidos.
Este sitial histórico recoge, en pequeñas placas de 28 x 8 cm, los nombres, categorías de los asociados y las fechas de nacimiento y de fallecimiento de los mismos.
El sitial histórico representa al igual, en las ruinas de lo que fuera la primera construcción en nuestra comunidad, un mural pintado por estudiantes recién graduados de la escuela provincial de instructores de artes plásticas, representativo del devenir histórico de nuestra localidad.


PUENTE DE CANÍMAR

Abierto al tránsito el 28 de julio de 1951 con el nombre de Antonio Guiteras Holmes, el puente de Canímar es, por su belleza y atrevidas dimensiones, un exponente del alto nivel profesional de la ingeniería cubana, materializado con numerosas obras en Matanzas desde el siglo XIX.
Este adelantado diseño de construcción civil, del ingeniero José Menéndez, es otro de los viaductos imprescindibles a la ciudad, y la solución definitiva ante algo natural que parecía insalvable: las altas riberas del río Canímar, en el obligado tránsito hacia o desde el segundo polo turístico del país, hoy con el importante aeropuerto internacional Juan Gualberto Gómez.
Desde 1924 se formularon solicitudes para la creación de una vía en esa zona, pero no fueron efectivas hasta 1949, y los trabajos comenzaron en 1950. Una edificación de tal magnitud no podía tener otro objetivo que la comunicación inmediata con el desarrollo turístico que ya se advertía en la Playa Azul.
Instalaciones como estas, erigidas durante 281 años en la capital provincial, algunas monumentales para la época en que fueron ejecutadas, nos transmiten la profunda sensibilidad artística latente en sucesiones de ingenieros, arquitectos, diseñadores y proyectistas.
El Canímar, ocupa un lugar relevante dentro de la extensa relación de puentes tendidos en el entorno que durante siglos suscita el misterio de la matanceridad, más del 50 por ciento de ellos construidos o terminados después del triunfo de la Revolución.


PUEBLO NUEVO

Es una barriada de nuestra ciudad, su nombre proviene de algunas de sus vías herencia de los tiempos coloniales por aquello de utilizar el santoral para bautizarlas. Con disímiles calles que hacen alegoría a destacadísimos personajes de nuestra historia. Es indudable que el nombre que lleva cada vía representa mucho para la población. Cada uno sintetiza recuerdos, luchas, labor intelectual, en fin cada una tiene su historia.
Dentro de esta barriada encontramos importantes lugares históricos con una amplísima historia como son:
"El Palmar de Junco" - También Stadium Matanzas, donde se jugó por primera vez Béisbol en Cuba, con una capacidad aproximada de 3000 personas. Al triunfo de la Revolución fue declarado Monumento Histórico.
"La Jarcia "- Centro de reconocidísima incidencia política, fue la fábrica de la Jarcia por el tipo de producción que realizaba aglutinaba a una gran cantidad de obreros. Fundada en la década de los 40.
El Ateneo de Matanzas - Situado en la calzada de tirry el lugar que sirvió para los ensayos de la orquesta de cámara de Matanzas (19) creada el 26 de noviembre de 1950.
También esta barriada fue partícipe de la misa que se le hicieran a dos de los luchadores clandestinos y la huelga del 9 de Abril, Franklin Gómez y Miguel Sandarán ambos jóvenes pertenecieron a la juventud católica y a petición de sus familiares el sábado 25 de enero en la iglesia de San Juan de Dios de Pueblo Nuevo fue echa esta solemne misa. También en San Rafael hoy Reparto Camilo Cienfuegos surgieron las primeras viviendas para los desposeídos, ya que la burguesía y algunos que vivían del vicio, robo y el juego construirían sus residencias en la Playa Bellamar y la parte baja de los Mangos.

PUENTE SÁNCHEZ FIGUERAS

El primer puente de hormigón armado de la ciudad de Matanzas, construido en 1916 sobre el río San Juan, en las proximidades de la plaza del mercado, es una obra magistral diseñada por el ingeniero Conrado Martínez.
Sin llegar a ser un símbolo oficial de la ciudad, la imagen de esta mole de concreto resulta tan necesaria al espíritu artístico de los matanceros que con el tiempo se ha convertido en otro apreciado miembro de la familia.
Este importante medio de comunicación, que enlaza a los populosos barrios de Pueblo Nuevo y Matanzas por una activa zona comercial, sustituyó en su momento la potente rampa de madera sin arcos, instalada en el mismo sitio en 1883, y cuyo mérito trascendental es haber resistido más de tres décadas las inclemencias del tiempo, entre ellas, las fuerzas de las temporadas ciclónicas en esta parte del Caribe.
Antes de la existencia del Sánchez Figueras, soberbia estructura arcada de cables, cabillas y concreto, y del desaparecido paso de horcones y tablas, en ese sitio se alzaba el famoso puente de La Carnicería, también conocido por San Luis, formidable proyecto del francés Julio Sagebien, inaugurado en 1834.
Este distinguido constructor ganó fama por el trazado de otros viales sobre el río San Juan, de numerosas edificaciones dentro de la ciudad y de empeños propulsores del progreso en sus casi cuarenta años de permanencia fructífera en Matanzas.
La fortaleza del puente de La Carnicería, así llamado por estar cerca de una zona de matanza de animales y comercio de carne, se comprobó por haber resistido el gran temporal de los días 7 y 8 de octubre de 1870.
A pesar de tener sus bases en el lecho del río, la creciente de esos días no pudieron con él, pero su estado ya era crítico en 1880 por causa de la corrosión. Después de ser demolida esa fortaleza de cantería en 1882, fue sustituida en 1883 por el indicado paso de madera, desmantelado en 1916, para edificarse el actual.
El entonces nuevo puente, bautizado con el nombre del General Silverio Sánchez Figueras, destacada figura de nuestras guerras de independencia, también ha resistido la prueba del tiempo, ya que por él transitan vehículos de casi todas las dimensiones.
Esta grandiosa obra ofrece enormes servicios a la comunidad, entre ellos haber asimilado sin resentirse todo el tránsito en los ciclos de reparaciones del vecino Calixto García, y durante años ha sido escenario de las famosas fiestas de inicio del verano, conocidas como Las Cucañas, donde los jóvenes miden destreza en variadas competencias acuáticas.

VERSALLES


Cuando en 1818 el Intendente de Hacienda, Alejandro Ramírez, autorizó al gobernador matancero a parcelar en solares los terrenos pertenecientes al realengo de San Alejandro, al norte del río Yumuri, se gestaba el nacimiento de un nuevo barrio en la hasta entonces ciudad intrarríos de Matanzas.
La barriada aparece como tal en 1827. En un primer momento se identificó con el nombre de su río, Yumuri, para poco después (aproximadamente en 1850), ser bautizada como Versalles. La toponimia escogida, alusiva a la fastuosa residencia de la monarquía en París, constituía una prueba elocuente de la fuerte presencia francesa, asentada en la ciudad desde principios del siglo XIX, a raíz de la Revolución de Haití. Esta comunidad, inmersa en la sociedad matancera, pronto aportó en lo económico (caña y café) y en lo cultural, al desarrollo de la joven urbe, y como fuerza viva reclamó su representación en la toponimia de la ciudad.
De este modo, al norte del río Yumuri, iba surgiendo paulatinamente el nuevo barrio, mientras Matanzas transformaba su faz urbanística. A las primeras edificaciones se unía el mejoramiento de las vías de comunicación y de los servicios públicos.
No obstante, al historial la barriada de Versalles es obligado incursionar en sus antecedentes que se remontan a 1530, fecha en que ya existía el Rancho de Pescadores o Chiquirrín, que ocupaba todo el litoral del río Yumuri hasta la playa conocida por Los Bañitos, en la bahía. Además, en 1815 se había ordenado la desecación de todas las ciénagas que rodeaban la ciudad de Matanzas, incluidas las que bordeaban las dos orillas del río Yumuri. Esta decisión posibilitó que antes de la fecha que se tomara como nacimiento de Versalles, o sea 1827, existiera población en el realengo de San Alejandro, que si bien no formaba aún en ese entonces parte de la ciudad, constituía un poblado independiente, en torno a las calles Oña (actual calle Plácido) y Laborde.
La evolución del urbanismo comienza un año después de adquirir la zona la categoría de barrio, Luís Vera, Capitán en esa época del puerto de Matanzas, fomentó en 1829 parcelaciones en el oeste del Cuartel de Santa Cristina (actual Centro Escolar Mártires del Goicuría) y a orillas del puente sobre el río Yumuri, así como al norte del referido cuartel, en 1832.


PUENTE DE LA CONCORDIA

El emblemático Puente de la Concordia, sobre el río Yumurí, en la ultramarina ciudad de Matanzas, fue inaugurado el 3 de noviembre de 1878 por el capitán general de la Isla de Cuba, Arsenio Martínez Campos.
Con ese nombre, el autor de las intrigas que condujeron a los patriotas cubanos a la firma en febrero de ese año del Pacto del Zanjón y el fin de la Guerra de los Diez Años, dejó sembrado un referente subliminal en los habitantes de la ciudad y las posteriores generaciones.
Sin embargo, aunque el ladino militar había logrado confundir a los zonjoneros y hacer brecha enrtre las fuerzas insurgentes, debió beberse en marzo el trago amargo de la viril Protesta de Baraguá, prueba inequívoca de que ese 3 de noviembre Cuba seguía siendo insurrecta.
Entre brindis, la algarabía popular, el ir y venir de carruajes engalanados y multitud de damas encopetadas aquel mediodía otoñal, muy lejos estaba de pensar el máximo representante de la Corona Española en la Isla que, 17 años más tarde, su vida política y militar terminaría en Matanzas.
Aunque el nombre del puente prevaleció, Campos se las tendría que ver de nuevo con el Ejército Libertador de Cuba en el propio territorio de Matanzas, para salir definitivamente derrotado, como ocurrió en la escaramuza de Coliseo, el 24 de diciembre de 1895 y la falsa retirada de Gómez y Maceo hacia el oriente de la isla.
No es posible contar la historia de Matanzas sin considerar las circunstancias en que aparecieron y desaparecieron cada uno de sus puentes. Después de fundada la ciudad en 1693, debieron transcurrir 29 años para que las autoridades decidieran edificar el primero de ellos, cerca de la desembocadura del San Juan, terminado en 1722 y destruido en 1730.
Desde entonces, sobre los ríos Yumurí, San Juan Buey Vaca, Canímar y Bacunayagua, comprendidos en el actual territorio municipal, se edificaron numerosos viaductos para comunicarbarrios como Pueblo Nuevo, Matanzas, Versalles, así como vías férreas y carreteras. Durante 281 años, la necesidad de unir con fines económicos y sociales diseñó multitud de bellas obras como los puentes La Concordia (hoy General Lacret), El Giratorio, Calixto García, Sánchez Figueras, Canímar y el Bacunayagua, este último una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana.
Entre los 21 puentes que adornan la ciudad yumurina, todavía se conservan los cimientos de uno sobre el casi seco río Buey Vaca, edificado en 1817. Desde la enorme grieta del Bacunayagua hasta las altas riberas del Canímar, donde mora el misterio de la matanceridad, generaciones de hombres tendieron decenas de puentes para comunicar un área geográfica atravesada por varios ríos que adornan la ciudad de Matanzas, a orillas de la bahía más amplia y profunda del norte cubano.


PUENTE DE BACUNAYAGUA

El puente de Bacunayagua, inaugurado el sábado 26 de septiembre de 1959, fecha en que se registra la visita del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, clasifica como una de las siete maravillas cubanas de la ingeniería civil.

Este impresionante paso, que dista 18 kilómetros al oeste de la ciudad de Matanzas y establece el límite territorial con la provincia de La Habana, tiene una altura de 110 metros desde las bases, mide 314 m de largo y 16 de ancho.
Al norte de la pista de rodamiento se divisa el mar inmenso, el lecho y la desembocadura de lo que en una época remota debió ser el cauce de un caudaloso río, y al sur, el extenso y exuberante Valle de Yumurí.
El proyecto fue ejecutado por un grupo de ingenieros, bajo la dirección de Luis Sáenz Duplace, los cuales utilizaron por primera vez el hormigón estructural para los semiarcos sistema Melan, de acero laminado y armados en dos partes. Las vigas se colocaron en posición mediante una arriesgada armadura de lanzamiento. A pesar de la complejidad y el peligro, en ese momento de la construcción no se reportaron accidentes fatales.
La importancia de ese cruce por la Vía Blanca radica en que es el enlace más cercano y directo, por el hermoso paisaje de la costa norte cubana, entre el Tunel de la capital del país y la Ciudad Balneario de Varadero.
La belleza del entorno de Bacunayagua, agraciado por la ejecución de ese avanzado proyecto, alterna con multitud de farallones, laderas y mangles, refugio natural de gran importancia ornitológica donde conviven 74 especies de aves con 16 de reptiles y ocho de anfibios.
En el ecosistema de manglar de esta zona aparecen formaciones vegetales como el matorral xeroformo costero y el bosque semideciduo, además de una rica y variada fauna con alto por ciento de endemismo.
La magnitud y espléndida imagen del lugar puede apreciarse perfectamente desde el mirador, ubicado en una elevación al extremo oeste de la maravillosa obra.
Con motivo de cumplir sus primeras cuatro décadas, el 23 de septiembre de 1999, la edición del semanario provincial Girón publicó que el día de la inauguración acompañaron al Líder de la Revolución, el entonces comandante Raúl Castro Ruz, la heroina de la Sierra Maestra, Celia Sánchez Manduley, y el capitán Antonio Núñez Jiménez, fundador de la Sociedad Espeleológica de Cuba.
El 4 de octubre de 1959, a sólo ocho días de la apertura al tránsito, el comandante Camilo Cienfuegos, jefe en esa época del Ejército Rebelde, pasó por el puente y visitó sus áreas aledañas.


MATANZAS ESTE Y OESTE


Museo de Matanzas: Una batalla de más de un siglo
Octubre 19, 2009 - 2:09am
El Museo Palacio de Junco celebra su primer cincuentenario. Sin embargo, la lucha por una institución cultural de su clase en esta ciudad es un asunto más antiguo: se remonta a 1874, cuando el ayuntamiento local lanzó una iniciativa que, presumiblemente, haya sentado pautas en la Cuba colonial.
El proyecto abortó a la larga, pero fue seguido de otros que mantuvieron vivo aquel espíritu por muchas décadas, hasta que la Revolución en 1959 hizo realidad ese sueño en el transcurso del mismo Año de la Liberación.
El propósito de este libro es, precisamente, poner de manifiesto aquella secular historia con todos sus detalles. Se propone mostrar los principales episodios de esa batalla que levantó siempre con alta dignidad la bandera de un museo para Matanzas. La permanente defensa de los valores patrimoniales no pierde vigencia; por el contrario, exige la mayor dedicación por parte de técnicos y funcionarios de esa esfera de la cultura y es la mejor manera de celebrar este acontecimiento.

El Consejo Popular Matanzas Oeste se fundó en el año 1994 a la raíz de la fundación de todos en el país. Presenta una extensión de 6,5 Km2.-
Compuesto por 128 zonas, una especial atendida por el 4to Congreso para un total de 129 zonas CDR.
El Presidente actual del Consejo Popular es el Co. Jesús Daniel Fernández y el Presidente del Consejo de Defensa es el compañero José Martell.
El Consejo también esta compuesto por 13 Delegados de Circunscripción, 1 Orientador Político de los CDR, 1 Instructora de la FMC y 129 Coordinadores de zonas.
Dentro de las Organizaciones vitales del Consejo se encuentran la emisora Radio 26, TV Yumurí, Policlínico de Milanes y el centro provincial de Higiene y Epidemiología.
Otras instituciones administrativas que lo componen por citar algunas son:
• Cafetería El Flamboyán
• Hogar de Anciano
• Hogar de Impedido
• Clínica Dental de Especialidades III Congreso del PCC
• Palacio de Pioneros
• Sala de Video
• Joven Club de Computación y Electrónica Matanzas I
• Centro de Rehabilitación
• Hospital Faustino Pérez
• Escuela de Instructores de Arte
Existen muchas instituciones que rodean nuestra instalación y que perteneces a nuestra comunidad.


NARANJAL


El área que ocupa el consejo popular Naranjal abarca 7.5 Km. 2 y se encuentra por el Norte con el Consejo Popular El Valle, por el Este con el Consejo Popular Matanzas Oeste, por el Sur con el río San Juan y por el Oeste con el poblado de Ceiba Mocha.
Está compuesto por cuatro barrios, Calzada del Naranjal, Reparto Armando Mestre, Naranjal Norte y Zona Rural dispersa que llega hasta la Julia, tiene 12794 habitantes distribuidos en 11 circunscripciones y las vías de acceso al mismo son la Carretera Central, la Calzada Martín Dihigo y la Calzada del Naranjal, los medios de transporte son los ómnibus urbanos así como coches que viajan de la plaza del mercado al Reparto Armando Mestre
El clima, al igual que el de todo el país es semitropical, con temperaturas promedios de 25.5 Cº y un alto valor de humedad relativa todo el año y vientos predominantes del Este.
La mayor parte del Consejo (Reparto Armando Mestre y Zonas Rurales del Suroeste) se encuentra asentado en un ecosistema de humedad ribereño asociado al Río San Juan al ubicarse en la ribera y llanura de inundación del mismo.
Bosque de la galera en la margen occidental del Río San Juan. Esta área fue lugar de asentamiento de comunidades aborígenes.
Ecosistema de humedad en el que existen condiciones favorables para la pesca y actividades agrícolas como el cultivo del arroz.
En esta zona se destaca la flora y la fauna, fue un lugar de refugio para gran cantidad de aves migratorias por ejemplo de grandes bandas de patos de Florida
El estado técnico contractivo del fondo habitacional es bueno en general. En los repartos de nueva creación se encuentran algunos problemas con los techos de los edificios pero se trabaja en la reparación de los mismos.
En la zona de la calzada y parte de la zona rural se ha incrementado notablemente el fondo habitacional aunque aquí encontramos algunas viviendas en mal estado constructivo.
El promedio de habitantes por viviendas es de 5 y las condiciones higiénico-sanitarias son buenas
La fuente de agua del consejo es el acueducto aunque en las viviendas más alejadas de la zona rural de la Julia.
Las primeras noticias que se tienen del lugar son de 1717, cuando se estableció un molino de tabaco, en 1719 se estableció el segundo de estos equipos conocidos como molinos de sierra. Desde esta época comenzó a llamarse al lugar del emplazamiento de los mismos como "Los Molinos".
Estos se mantuvieron en producción varios años, constituyendo en ese periodo la mas importante actividad económica del la zona.
En la casona de vivienda de los propietarios estuvo refugiado el poeta José María Heredia en los días en que se dicto acto de detención por acusaciones de estar involucrado en la conspiración de rayos y Soles de Bolívar.
La zona más cercana a Matanzas ha sido siempre el Naranjal que siempre estuvo constituido por un caserío, agregado judicial y administrativamente al partido de Matanzas. En 1771 se evidencia un intercambio o comunicación entre las dos zonas mencionadas anteriormente, al designarse por el cabildo de la ciudad al médico Polanco, asentado en los Molinos, como facultativo que atendería a los vecinos del naranjal que presentasen dolencias u otros problemas de salud.
El territorio en general no estuvo desvinculado en esa etapa a las tendencias políticas que en el país existían. El 10 de Octubre de 1850 varios vecinos fueron sorprendidos en actividades conspirativas que abarcaban la lectura de documentos y décimas contrarias al régimen. El último de los cementerios Matanceros construidos radica en su territorio y abarca una gran cantidad de terreno acorde con la densidad poblacional de la ciudad. El mismo fue inaugurado en 1872 con el nombre de San Carlos Borromeo.
En el se encuentran depositados los restos de innumerables personalidades matanceras, muchas de las cuales, por su labor hicieron posible el sobrenombre de Matanzas.
Durante la etapa republicana, el territorio estuvo sujeto a un status más o menos parecido al de cualquier localidad o caserío de Cuba. En muy reducidas las fuentes de empleo que emplearan a personal calificado, como el caso de la planta de bombeo de agua del acueducto de Matanzas, cementerio y los puestos de trabajo existente se circunscribían a pequeños negocios en los que los empleados provenían fundamentalmente de la misma familia.
La zona no fue escogida por la burguesía para establecer en la misma sus confortables residencias, ni sede de los tristemente barrios insalubres. Su configuración es la un barrio que comenzaba en la periferia de la ciudad que se proyectaba en la zona rural hacia el oeste las viviendas, todas de una sola planta, estaban fabricadas con materiales convencionales que van desde la tabla y el guano hasta el bloque.
Solo con el triunfo de la revolución es que se produce un cambio de la concepción de la vivienda en esta zona en la década de los 70 se iniciaron los primeros 4 edificios del sistema prefabricado siendo este el embrión o nacimiento del Reparto Armando Mestre, en los años 80 se amplió esta posibilidad con la ejecución de algunos de bloque. Mientras tanto, en la parte alta del mismo se fueron fomentando durante esa última década un nuevo asentamiento que continua siendo una extensión de este barrio y es llamado Naranjal Norte. Por su parte una finca aledaña al cementerio es parcelada y entregada para la construcción de viviendas de bajo costo. Durante todos estos años se ha ido creando en el territorio la infraestructura necesaria acorde con la situación del país, escuelas primarias, secundarias, politécnicos, escuelas de deportes, combinado alimenticio, consultorios del médico de la familia, farmacias.
La celebración en Cuba del XIV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes fue motivo de jubilo y alegría para el pueblo de Cuba, una de las iniciativas fue la de albergar a los delegados de todo el mundo. El Reparto Armando Mestre fue escogido como sitio para la recepción de estos delegados y fue creada la plaza XIV Festival en zonas aledañas al dicho Reparto.


ESTADIO VICTORIA DE GIRÓN

El Estadio Victoria de Girón está ubicado en la ciudad de Matanzas, capital de la provincia que lleva su mismo nombre a que con el esfuerzo de todo el pueblo matancero, que se volcó en masas para lograr el sueño de contar con un gran estadio, se logró construir el coloso, El Estadio Victoria .Tiene una capacidad de 35 000 aficionados, y dimensiones de 325 pies por las líneas, y 400 por el mismo centro del terreno. Tiene gradas alrededor de todo el estadio, y es de un sistema constructivo muy similar al Cinco de Septiembre de Cienfuegos, y al Calixto García de la ciudad de Holguín. Fue inaugurado el 26 de noviembre de 1976 por nuestro comandante en jefe Fidel Castro Luz, quien bateo la primera pelota, lanzada en esta ocasión por Julián Rizo (primer secretario del PCC en la provincia en aquel entonces). En el primer juego se enfrentaron los equipos: Matanzas y Habana, en lo que resulto la inauguración, no solo del estadio, sino también de la Segunda Serie Selectiva de Béisbol. El encuentro se desarrollo a estadio lleno y resulto victoria del equipo Habana sobre Matanzas de cinco carreras por dos, el pitcher ganador fue: Eladio Iglesias y el perdedor Rafael Rodríguez. Rodolfo Puente pego el primer hit en la historia del estadio. Este juego tuvo dos particularidades históricas:
1. La primera transmisión de un partido de béisbol a color
2. Se utilizó por primera vez el bate de aluminio.


REFERENCIAS

Sitio Web de los Joven de Computación de Matanzas
• Multimedia Tras las huellas del tiempo, CD1. Joven Club Matanzas 1, Matanzas. 2007.


Enlaces externos

• Sitio Web de los Joven Club de Computación y Electrónica de Matanzas