Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara

Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara
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Institución con sede en Bandera de España España
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Tipo de unidad:Parque Natural
País:Bandera de España España
Dirección:Serranía del norte de la provincia de Guadalajara (España)

El Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara es un parque natural que se extiende por la serranía del norte de la provincia de Guadalajara (España). Engloba a las sierras de Ayllón y de Pela, entre otras menores, así como los preexistentes parque natural del Hayedo de Tejera Negra, reserva natural del Macizo del Pico del Lobo-Cebollera, la reserva fluvial del Río Pelagallinas y la Reserva Nacional de Caza de Sonsaz, entre otros espacios naturales de la zona.

Descripción

Fue declarado Parque Natural por las Cortes de Castilla-La Mancha el día 10 de Marzo de 2011. Ocupa una superficie de 117.898 hectáreas en el cuadrante noroccidental de la provincia de Guadalajara, en el sector más oriental del Sistema Central, y se extiende por los términos municipales de El Cardoso de la Sierra, Cantalojas, Galve de Sorbe, Condemios de Arriba, Condemios de Abajo, Albendiego, Ujados, Miedes de Atienza, La Miñosa, Prádena de Atienza, Atienza, Robledo de Corpes, Gascueña de Bornova, Hiendelaencina, Villares de Jadraque, Bustares, Las Navas de Jadraque, El Ordial, Arroyo de las Fraguas, La Huerce, Monasterio, Zarzuela de Jadraque, La Toba, Semillas, Tamajón, Arbancón, Cogolludo, Retiendas, Valdesotos, Tortuero, Puebla de Valles, Valdepeñas de la Sierra, Valverde de los Arroyos, Majaelrayo y Campillo de Ranas.

Orografía

El relieve de la Sierra Norte de Guadalajara es muy accidentado, conformando un conjunto montañoso que incluye diversas sierras y macizos, como el macizo del Pico del Lobo-Cebollera, la Sierra de la Tejera Negra (La Buitrera), la Sierra de Alto Rey, la Sierra del Ocejón, el Macizo de La Tornera-Centenera (Sierras de Concha y de La Puebla) y la Sierra Gorda. En este relieve están presentes las tres cumbres de mayor altitud de Castilla-La Mancha: el Pico del Lobo (2.273 m), el Cerrón (2.199 m) y la Peña Cebollera Vieja o Tres Provincias (2.129 m). Estos sistemas montañosos son surcados por las cuencas hidrográficas de los ríos Jaramilla, Jarama, Lozoya, Sorbe y Bornova, con sus múltiples afluentes de aguas de excelente calidad biológica (Ermito, Berbellido, Sonsaz, Pelagallinas, San Cristóbal, etc.), todos ellos pertenecientes a la cuenca del Tajo. En la zona hay tres embalses importantes: El Vado, Beleña y Alcorlo, sobre los ríos Jarama, Sorbe y Bornova, respectivamente. Esta zona destaca por su gran diversidad litológica completada con enclaves de gran interés mineralógico y petrológico (Hiendelaencina, El Cardoso, etc.), así como con la gran abundancia y diversidad de elementos geomorfológicos de gran valor, la mayoría de ellos considerados Elemento Geomorfológico de Interés Especial según la Ley 9/1999, de 26 de mayo, de Conservación de la Naturaleza.

Flora

El área posee una excepcional importancia botánica, por albergar un amplio número de especies y comunidades eurosiberianas y orófilas, prácticamente únicas a escala regional.

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Varias de estas especies y comunidades son endemismos del Sistema Central y sus mayores extensiones se encuentran en la porción Castellano-Manchega del mismo. La gran variedad climática que encontramos en el territorio ocupado por la Sierra Norte de Guadalajara, permite la existencia de formaciones boscosas naturales muy diversas, así como formaciones de ribereñas de interés asociadas a los cursos fluviales de gran importancia. Asimismo, también cabe destacar las formaciones de matorrales y los pastizales de estas Sierras. Finalmente, hay que destacar, a su vez, el alto valor de las formaciones de vegetación rupícola, asociada principalmente a los crestones cuarcíticos, así como de flora de turberas ácidas, en ambos casos con presencia de un gran número de especies de flora protegida.

Fauna

La Sierra Norte de Guadalajara tiene también una gran importancia por sus comunidades de fauna. Entre las que destacan la comunidad de rapaces rupícolas, con poblaciones de águila perdicera, catalogada en Castilla-La Mancha como “en peligro de extinción”, entre otras, así como otros grupos de aves en los que destacan especies asociadas al hábitat de alta montaña, como el pechiazul o el acentor alpino, u otras especies poco comunes en Castilla-La Mancha como el roquero rojo o el alcaudón dorsirrojo, entre muchas otras especies. En el grupo de los mamíferos, son destacables el corzo, la musaraña ibérica, el topillo nival, diversas especies de quirópteros forestales y rupícolas y otras especies como la nutria, la garduña, el tejón, el gato montés, la gineta, etc... Además, en el grupo de los reptiles destacan el lagarto verdinegro, la lagartija roquera o la culebra lisa europea; en el de los anfibios, la presencia de salamandra común y tritón jaspeado; y en el de peces, las poblaciones de trucha, con ecotipos no contaminados genéticamente. Finalmente, en el grupo de los invertebrados, se puede citar el ciervo volante y los lepidópteros Graellsia isabelae, Parnassius apollo o Nymphalis antiopa, entre muchas otras especies.

Paisaje

Desde el punto de vista del paisaje, el área incluye paisajes de montaña elevados. Las edificaciones y construcciones, en general, reflejan la geología del territorio sobre el que se asientan. Un ejemplo es la utilización de pizarras y cuarcitas en la denominada arquitectura negra, elemento del patrimonio cultural de prioritaria conservación. Como elementos de perturbación del paisaje, únicamente cabe citar los derivados de los incendios forestales, de la existencia de repoblaciones artificiales no integradas o de pistas forestales muy visibles sobre laderas descubiertas, o de elementos puntuales de degradación del paisaje. El paisaje de la Sierra Norte de Guadalajara es muy heterogéneo y la presencia humana y sus actividades han intervenido sobre ello desde hace miles de años. Hoy día la población residente es muy reducida y su incidencia sobre el medio natural ha disminuido notablemente. Se están dando procesos de regeneración natural de extensas superficies anteriormente dedicadas, sobre todo, al pasto de ganado. También en las últimas décadas se han realizado labores de plantación y regeneración forestal, que aunque modifican el paisaje también han contribuido a su recuperación, al menos, a largo plazo. Los usos actuales modifican de forma puntual pequeñas áreas (pastoreo en Corralejo, cantera de Retiendas, aprovechamientos hídricos con la construcción de represas, nuevas carreteras, etcétera) mientras que la inaccesibilidad de gran parte del territorio contribuye a su recuperación, no sin el riesgo de otros problemas como el aumento de incendios o la erosión. La tendencia actual es que grandes extensiones de monte van invadiendo campos de cultivo y prados abandonados, con el consiguiente incremento del riesgo de incendio que también se da en muchos de los pinares de repoblación que actualmente tienen una espesura excesiva.

Espacios protegidos

En la Sierra Norte de Guadalajara se integran otros tres espacios naturales protegidos:

  • El parque natural del Hayedo de Tejera Negra

Declarado en 1978, con una superficie de 1641 hectáreas.

  • La Reserva Natural del Macizo del Pico del Lobo-Cebollera, declarada en 2005, con una superficie de 10.024 ha. Su valor natural ha motivado su inclusión en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y *Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Sierra de Ayllón, integrado así en la Red Natura 2000.
  • La Reserva Fluvial del río Pelagallinas, declarada en 2003, con una superficie de 362 ha.

La homogeneidad y simplificación de la gestión del territorio, sin que por ello se pierda su grado de protección, precisaron que las figuras del parque natural del Hayedo de Tejera Negra y la reserva natural del Macizo del Pico del Lobo-Cebollera desaparezcan como tales, pasando a formar parte los terrenos del nuevo parque natural como una zona de protección especial, con un régimen de usos y actividades propio. Por el contrario, dada la especificidad y características de la reserva fluvial del río Pelagallinas, que además es refugio de pesca, se consideró necesario que continuase en vigor.

Fuente