Partido Ortodoxo

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Frente al sistema de explotación capitalista neocolonial representado por el imperialismo yanqui, la oligarquía dominante y su instrumento de poder político, en este caso, los gobiernos auténticos, se levantó un fuerte movimiento popular que abarcó a la clase obrera, los campesinos y otros sectores de ideas avanzadas.

Era la lucha de clases entre explotados y explotadores, en que estos últimos emplearían de nuevo los métodos represivos más brutales.

Entre las organizaciones políticas progresivas del período de 1935 a 1952 ocupa un lugar destacado el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) PPC (O), cuyo máximo dirigente fu Eduardo Chibás.

Es un movimiento muy importante que va a llenar de esperanzas al pueblo cubano y va a marcar un punto de partida en la vida política del país, por ello este trabajo tiene como objetivo fundamental valorar el papel desempeñado por el movimiento cívico – político de la Ortodoxia y la labor de Eduardo Chibás.

Origen del movimiento

Desde inicios del gobierno auténtico se manifestaron en la dirección del PRC (A) varias tendencias, dos de las cuales predominaban sobre las demás una, que defendían los postulados nacionalistas y democráticos originales del Programa del Partido, y otra encaminada a utilizar en beneficio propio los privilegios del poder, utilizando par ello todos los medios por tortuosos que fueran. Tal diversidad de tendencias reflejaba la heterogeneidad ideológica, política y social del Partido Auténtifico.
Las contradicciones se acentuaron a partir de 1946, cuando, además de agravarse los inicios iniciales, el gobierno de Grau tomó un rumbo francamente antipopular y reaccionario. El 27 de noviembre de ese año, el prestigioso dirigente auténtico Manuel Bisbé acusaba a Grau de gobernar solamente con quienes lo lisonjeaban, de situar en los puntos más importantes a viejos políticos y permitir la corrupción de algunos de los ministros. En diciembre cinco senadores y nueve representantes auténticos crean una fracción y acuerdan actuar unidos en el seno del PRC (A) bajo el liderazgo de Eduardo Chibás, luchador contra Machado desde 1927, veterano de este Partido y defensor de los principios que dieron origen a la organización. El 12 de marzo firman un documento que reclama de Grau “rectificación fundamental” en lo político, económico y social.
Frente a la violencia y la corrupción surgió en el seno del autenticismo, Eduardo Chibás, con su patriotismo y honestidad denunciaba los malos manejos y los crímenes del propio gobierno de Grau, ya fuera desde su posición en el Congreso como senador, o mediante la prensa radial y escrita.
En diciembre de 1946, al regresar de Guantánamo donde rindiera homenaje al líder campesino Niceto Pérez asesinado por los latifundistas, emplazó al Presidente Grau a romper su alianza con politiqueros de otros partidos y cumplir las promesas de su programa electoral. Chibás, en su declaración, exhortaba al líder auténtico a lograr la unidad de ese partido apoyándose en las masas populares para que estas no pudieran “...confundir a los tránsfugas, los malversadores y enemigos del pueblo con el Partido Auténtico en su conjunto”.
El 15 de marzo de 1947, al ser desoídas sus peticiones, Chibás rompe con el autenticismo por su traición a los intereses y con un grupo de seguidores funda en mayo de 1948 un nuevo partido: el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo).
El símbolo de la ortodoxia era “la escoba” con el que se expresaba la intención de barrer con el mal de la corrupción administrativa desarrollada a lo largo de la República Neocolonial y su lema: “Vergüenza contra dinero”, constituía una réplica a los funcionarios gubernamentales que desde el instante que ocupaban un cargo comenzaban a malversar los fondos públicos. Esto hará que el mismo se convierta en un movimiento de masas en los finales del 40 y principios del 50.


Composición social del movimiento

El PPC (O) abrió sus puertas a todos los que quisieran entrar en sus filas, independientemente de corrientes ideológicas, procedencias políticas o posiciones de la clase, siempre que aceptaran el liderazgo de Chibás y las bases del partido. Con esa apretura, la composición del nuevo partido fue heterogenia:
Antiguos militares comunistas que se habían separado de su partido pero seguían manteniendo ideas avanzadas.
Líderes de ideología nacional – revolucionaria o nacional – reformista.
Librepensadores y jóvenes que comprendían la necesidad del socialismo.
Grandes terratenientes y burgueses reaccionarios
Representantes del ala más conservadora de la Iglesia Católica.

El programa político

El programa político del Partido Ortodoxo reflejaba importantes aspiraciones de las masas populares como la lucha contra la corrupción administrativa, la burguesía nacional, y la pequeña burguesía que aspiraban a un desenvolvimiento económico propio, que les estaba limitado por la subordinación a los monopolios imperialistas. Era en general, un programa:

DEMOCRÁTICO: Tiene mucho interés en hacer participar activamente al pueblo en las decisiones políticas y las cuestiones más importantes.
BURGUÉS: Mantiene estas características y no es un programa que vaya en contra de la propiedad privada.
AVANZADO: Era muy avanzado para el momento histórico en que surgía.

Entre sus principales planteamientos se encontraban los siguientes:
Frente a la penetración imperialista sostener una política de carácter nacionalista.
Política económica tendente a sustituir el régimen de Monoproducción y monocultivo por una amplia diversificación agrícola; proscripción del latifundio y desarrollo de la industria.
Distribución más equitativa de los ingresos entre los distintos sectores de la población.
Nacionalización de las empresas de servicios públicos, como las compañías de Electricidad, Ferrocarriles, Teléfonos, Tranvías, etc.
Manejo pulcro de los fondos públicos, con estrictas sanciones a los malversadores.
Plena garantía para los obreros y los trabajadores en general con derechos democráticos para elegir sin interferencias a sus dirigentes.
Defender la soberanía cubana ante toda injerencia extranjera.

Fidel Castro refiriéndose a este programa plantearía años más tarde:
“... Era un programa constitucionalista, y luchaba a favor del adecentamiento público”.

Labor de Eduardo Chibás

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Eduardo se dirige a los miembros del Partido Ortodoxo

Nace en Santiago de Cuba en el año 1907. Activo participante en la Revolución de los años 30 y en la creación del Directorio Estudiantil Universitario de 1927. Estando en él se enfrenta a la Prórroga de poderes de Machado. Esto provoca su expulsión de la Universidad. Ante la persecución desatada por Machado tiene que marchar el exilio. Fue electo delegado a la Constitución de 1940. Por su enfrentamiento a la corrupción es electo Senador de la República.
Formó parte del PRC (a) hasta que en 1946 se produce el cambio en la política del Partido y pide a Grau, (marzo de 1947) una rectificación de esa política por considerarla lesiva a los intereses del país. Ante la negativa de Grau, decide separarse del mismo y funda el 15 de marzo de 1947 el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo).
Se convierte en un líder indiscutible del pueblo, que ve en su programa político la forma de eliminar muchos de los males de la República.
Eduardo Chibás, rechazaba los pactos electorales con otros partidos, imponiendo la “independencia” de la ortodoxia frente a todo compromiso. El desarrollo de los acontecimientos y la existencia de muchos objetivos comunes llevaron a una creciente coincidencia en acciones populares.
Chibás siempre condenó la división del movimiento obrero, los asesinatos de sus líderes, la violación de la democracia sindical y los intentos de legalizar el Partido Socialista Popular. Muestra de ello son las diferentes actividades que se desarrollan en esta etapa.
El 14 de octubre de 1947, la prensa obrera se hacía eco de la manifestación estudiantil en protesta por el asesinato del joven Carlos Martínez por pandilleros del gobierno. Al concentrarse frente al Palacio Presidencial se organizó un mitin donde habló el entonces vicepresidente de la Escuela de Derecho, Fidel Castro.
Una de las mayores manifestaciones de duelo popular en nuestra historia lo constituyó el entierro del asesinato del obrero comunista Jesús Menéndez; Eduardo Chibás rindió guardia de honor ante el féretro y protestó contra el crimen. En las elecciones del 1ro de junio de 1948, a pesar del fraude, el partido de Chibás obtuvo casi un tercio de los votos, manifestándose con gran fuerza electoral a pesar del corto tiempo de constituido.
Ante la muerte en ese mismo año del líder nacional portuario Aracelio Iglesias, a pesar de sus divergencias con el dirigente, Eduardo Chivas denunció inmediatamente el asesinato.
Durante los gobiernos de Grau San Martín y Carlos Prío, el líder ortodoxo se convirtió en una de las figuras públicas de mayor resonancia en cuanto a la denuncia de la corrupción administrativa que llegaba a extremos bochornosos. Expresó su rechazó al aumento de la tarifa eléctrica por parte de la mal llamada Compañía Cubana de Electricidad. Denunció a la Cuban Telephone Company, que controlaba el servicio telefónico y a la que gobierno le canceló varios millones adeudados por impuestos.
Mediante una campaña de prensa contra el monopolio de la electricidad, Chibás acusó a los magistrados del Tribunal supremo que aprobaron el aumento abusivo de las tarifas eléctricas decretado por Prío. A pesar de que fue condenado por el Tribunal de Urgencia a seis meses de cárcel, su postura contra la corrupción y el imperialismo yanqui le ganó un enorme respaldo popular, triunfando ante esto.
En sus denuncias echó en cara a Prío la desvergüenza de su gobierno en una carta abierta, sensacional, que publicó la prensa d la época.
Por la solicitud del empréstito que se llevó a cabo dentro del Congreso y mediante la prensa radial y escrita, culminó con un desfile de 200 000 cubanos en dirección al Capitolio Nacional, donde se debatía esta aprobación.
El 11 de mayo de 1949, cuando varios marinos norteamericanos borrachos profanaron la estatua de José Martí en el Parque Central de La Habana, la policía protegió a los marinos y atacó al pueblo que se desbordó en cólera por la capital.
A través de un espacio radial que ocupaba semanalmente y de la prensa escrita, Chibás lanzó cientos de acusaciones irrevocables al gobierno. En ocasiones por defender al pueblo fue a parar a la cárcel o tuvo que soportar el atropello de los cuerpos represivos.
En 1950 las acusaciones de Eduardo Chibás hicieron blanco del Ministro de Educación de Prío, Aureliano Sánchez Arango, quien justificadamente era considerado uno de los malversadores del gobierno imputándole el robo de grandes presupuestos del material y desayuno escolar.
Los politiqueros auténticos como, el propio Aureliano Sánchez Arango tenían el control sobre las oficinas públicas y otros, falsificaban documentos, firmas, cifras, de tal forma que, a sus acusadores, se les hacia muy difícil presentar las pruebas físicas de los delitos, aunque tales delitos fueron más que evidentes y de sobrada convicción pública. Estas dificultades se le presentaron a Chibás, a quien tildaban de infundado y mentiroso sus inmorales enemigos.
Precisamente al no poder presentar al pueblo las pruebas físicas con el citado Ministro de Educación malversador, el máximo dirigente de la ortodoxia prefirió quitarse la vida. El domingo 5 de mayo de 1951 en la hora radial del PPC (O) pronuncia su último discurso conocido como “El Último Aldabonazo”, que refleja la esencia de su pensamiento político:
Hace cinco años acusé al ministro de educación, José Manuel Alemán, de robar el dinero del material y el desayuno escolar y de estar fomentando en Miami un imperio de propiedades de inmuebles. El Ministro Alemán y todos sus corifeos atronaron el espacio gritando: ¡Mentirosos! ¡Calumniador! ¡Presenta las pruebas! Yo no pude presentar las pruebas físicas de que estaban robando el dinero del tesoro nacional; pero seguí repitiendo, firme en mi convicción moral, ¡Se lo roban! ¡Se lo roban!.
Ahora acuso al gobierno de Carlos Prío de ser el más corrompido de cuantos ha tenido la república hasta el presente y a su ministro de educación Aureliano Sánchez Arango de robarse el dinero del material y el desayuno escolar y de realizar grandes inversiones en Guatemala y otras repúblicas de la América Central.
El domingo pasado, desde esta misma tribuna de orientación y combate, presenté al pueblo pruebas irrefutables de la enorme corrupción del régimen de Prío: Fotografías de escuelas y hospitales en la miseria. Cuba necesita despertar.
Pero mi aldabonazo no fue, quizás, lo suficiente fuerte, seguiremos llamando a la conciencia del pueblo cubano. Cuba ha visto frustrado su destino histórico, hasta ahora, por la corrupción y ceguera de sus gobernantes. Ese equipo no pudo ser el gobierno actual, corrompido hasta la médula, aunque se disfrace de nuevos rumbos para encubrir sus robos, contrabando y desvergüenza. Ni la falsa oposición de Batista, que alienta el regreso de los coroneles, del palmacristi. El único equipo gobernante capaz de salvar a Cuba es el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxos), con su línea antiimperialista de la independencia política, que no admite transacciones ni componendas.
Compañeros de la Ortodoxia, adelante! ¡por la independencia económica, la libertad política y la justicia social ¡A barrer a los ladrones del gobierno! ¡Pueblo de Cuba, levántate y anda! ¡Pueblo cubano, despierta¡ ¡Este es mi último Aldabonzo!

Al concluir su intervención se suicido con un disparo ante los micrófonos, el 16 de agosto de ese año fallecía.
Su muerte constituye un motivo de profundo dolor para la membresía ortodoxa, y para el pueblo en general, miles de cubanos, en sentida manifestación de duelo acompañaron sus restos hasta la necrópolis de Colón.
El propio Chibás concentró su prédica patriótica en la lucha contra la corrupción administrativa, pero por muy justa que fuera esta lucha, no era capaz de resolver los graves problemas del país, solo podían lograse mediante la liberación nacional de Cuba con reilación al imperialismo y el derrocamiento de la oligarquía burgués – terrateniente.

Significación histórica del movimiento

La campana de Chibás fue un factor significativo en el deterioro de las ilusiones democráticas y nacionalistas que fomento demagógicamente al PRC (A); asimismo, influyo de manera positiva en el fortalecimiento de la conciencia patriotita del pueblo cubano, durante el período histórico que se desenvolvió.
El mayor aporte de Eduardo Chibás, lo encontramos precisamente en las repercusiones que tuvo su prédica sobre la juventud cubana de la época.
Aunque la dirección del PPC (O) en muchos lugares cayo en manos de elementos burgueses y terratenientes que dieron la espalda al pueblo en circunstancias históricas decisivas, la juventud ortodoxa, paulatinamente, llego a alcanzar un alto nivel político.
En poco tiempo se convierte en un gran partido de masas: no era el de mayor número de afiliados, pero sí el que ejercería una atracción mayor en el pueblo.
Los jóvenes ortodoxos se caracterizaban por su oposición frontal al autenticismo, pero además, a diferencia del resto de la membresía del partido, concebían la derrota de Carlos Prío solo como el paso inicial par las conquistas de un objetivo superior, la transformación del régimen neocolonial y el rompimiento definitivo con la dependencia la imperialismo yanqui. Algunos de aquellos jóvenes comenzaron incluso a interesarse por las obras de contenido socialista.
Ejemplo y avance de la proyección de la juventud ortodoxa lo fue el folleto que en 1948 redacto la Comisión nacional Organizadora de la Selección Juvenil del PPC (O) titulado “El pensamiento ideológico y político de la juventud cubana” donde se analizaba la Historia de Cuba con un carácter altamente objetivo se; llegaba al conclusión de que la única alternativa para terminar con las injusticias social era el socialismo.

Conclusiones

La brillante campana llevada a cabo por Chibás en contra de la corrupción administrativa y por el adecentamiento de la vida pública, le hizo ganar al movimiento ortodoxo un notable apoyo popular.

En una época de represión y corrupción en la que se divide el movimiento obrero, no se produce un reflujo revolucionario sino que surge un movimiento cívico – político de masas muy importante.

La semilla que sembró Chibás germinó a plenitud. De las filas de la ortodoxia saldrían más tarde la mayoría de los jóvenes de la Generación del Centenario que bajo la dirección de Fidel Castro saltaron al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, para iniciar la última etapa de nuestras luchas liberadoras, que culminó con la victoria de la Revolución.


Enlaces Externos

http://www.bohemia.cu/referencias/eduardo-chivas.html
http://www.habanaupec.cubasi.cu/agosto%207/16chivas.htm
http://embacuba.cubaminrex.cu/Default.aspx?tabid=6041