Quemaduras solares

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Quemaduras solares
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Efectos en la piel producido por los rallos solares


Quemaduras solares. Para la inmensa mayoría de los cubanos verano y vacaciones son sinónimo de playa. Entonces, queremos lucir lo más rápido posible un lindo tono dorado, nos exponemos horas y horas al Sol, practicando deportes o tumbados en la arena, y ¡a “asarnos” se ha dicho!
Las consecuencias no se hacen esperar: unos se tuestan y casi ennegrecen, otros enrojecen como camarones, algunos sufren edemas, quemaduras, y todos, todos sin excepción, dañan inconscientemente su salud. Debes saber que el efecto dañino de los rayos solares es de tipo acumulativo y aparece, con mayor frecuencia, luego de la cuarta década de vida.

¿Los ojos requieren una protección especial?

La visión, ciertamente uno de nuestros sentidos más preciados, suele descuidarse con frecuencia, sin tener en cuenta la fragilidad de los ojos y quizás sin saber que la radiación solar puede provocar queratitis y conjuntivitis, por lo que se recomienda el uso de espejuelos o gafas oscuras mientras estemos expuestos al sol.

¿Que tratamiento sugiere seguir ante la aparición de quemaduras solares?

El de las lesiones leves es puramente sintomático: lociones suavizantes, reposo y sedantes. La administración de aspirina puede reducir, en forma significante, la intensidad de la reacción inflamatoria, pero no el daño de la piel. Si se trata de una quemadura severa se requiere hospitalización.

¿Es conveniente la aplicación de vinagre en las zonas afectadas, o algún otro remedio de los llamados caseros?

--Es cierto que el vinagre, como referían nuestras abuelitas, puede ser útil para refrescar la piel. También podemos utilizar fomentos de sábila, de manzanilla y hasta de agua de arroz. Para la cara se recomiendan igualmente fomentos de leche fría.

¿Podría esclarecer la diferencia entre los rayos ultravioletas y los denominados actínicos?

No hay diferencias, aunque debemos aclarar que existen tres tipos de rayos ultravioletas (UV): UV-A, UV-B y UV-C, específicamente los rayos UV-B son los encargados de las quemaduras solares, la pigmentación de la piel y el foto envejecimiento. Los UVA son los que producen el cáncer de piel pero con mayor dosis de exposición. Las quemaduras solares y el bronceado son los efectos agudos más conocidos de la exposición excesiva a la radiación UV; a largo plazo, se produce un envejecimiento prematuro de la piel como consecuencia de la degeneración de las células, del tejido fibroso y de los vasos sanguíneos, inducida por la radiación UV. Los efectos crónicos comprenden dos grandes problemas: los cánceres de piel y las cataratas.

En todo el mundo se gastan miles de millones de dólares en el tratamiento de estas enfermedades, que en muchas ocasiones se podrían haber prevenido o retrasado.

Conviene señalar que la radiación ultravioleta sobre la superficie de la Tierra aumenta a medida que la cantidad de ozono disminuye, y este proceso se ha acelerado en las últimas décadas debido al uso indiscriminado que ha hecho el hombre de sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO) empleadas como refrigerantes, en equipos como los refrigeradores, aires acondicionados y congeladores; también en los atomizadores o sprays o fertilizantes como el bromuro de metilo. ¿Cómo prevenir? ¿Existe acaso algún decálogo para la protección de las quemaduras del sol, o al menos cuatro o cinco buenas sugerencias? Podemos protegernos con sombrillas, sombreros y con el uso de fotoprotectores: pantallas solares con Factor de Protección Solar (FPS) para UV-B entre 15 y 30 y ya se fabrican contra rayos UV-A. Hidratar y nutrir la piel con cremas es también recomendable.

  • Pero lo más importante es tener en cuenta lo que hemos referido con relación a la duración e intensidad de la exposición al sol y, sobre todo, cambiar hábitos, como el de querer quemarnos como una salchicha, y también los horarios, es decir, debemos aumentar gradualmente el tiempo de exposición al sol a fin de lograr un bronceado sin quemaduras.
  • Cuida tu piel en tiempo de playa y campismo. Los baños de manzanilla, romero, hierbabuena, y el ungüento de sábila, son excelentes aliados para su mantenimiento.
  • No estés inmóvil, de cara al sol, más de 30 minutos seguidos. El bronceado más natural, bonito y duradero se adquiere poco a poco, paseando y moviéndose.
  • Mucho cuidado con las primeras exposiciones. Los mecanismos de defensa del organismo despiertan lentamente y tardan varios días en funcionar a toda marcha.
  • Estar al sol bajo una sombrilla ayuda, pero también es una forma de broncearse. Los rayos se reflejan en el agua, la arena y la toalla, y atraviesan fácilmente la sombrilla; igual efecto tienen en días nublados.
  • No permitas que tu organismo y piel se deshidraten. Bebe todo el líquido que te apetezca: agua, infusiones refrescantes, té, refrescos, no bajes de los dos litros diarios. Las bebidas alcohólicas, por el contrario, no son recomendables.
  • El agua salada reseca la piel y el cabello. Al quedarse adherida absorbe la humedad cutánea.
  • Dúchate con agua dulce, enjuaga el cabello y olvida el jabón y el champú.
  • No uses perfumes, colonias o cosméticos si te vas a exponer al sol durante mucho rato (playa, piscina, río, tareas agrícolas). El alcohol y la bergamota son contraproducentes, ocasionan alergias.
  • Usa sombreros. El sol se concentra intensamente en la cabeza, protégela. El ala, además, resguarda la piel del rostro. También los pañuelos ayudan, sobre todo al cabello.
  • Si tienes los labios sensibles o facilidad para que se formen herpes, ulceraciones, granitos, cúbrelos con aceites, cremas, ungüentos. La sábila viene muy bien.
  • Resguarda la piel de la frente, cara, párpados, nariz, espalda, pechos: son áreas muy sensibles.
  • Tomar el sol mojada no evita la aparición de quemaduras. Sencillamente, el viento y el agua refrescan la piel y ayudan a soportar mejor el calor, pero los rayos solares siguen actuando.
  • Las ropas de algodón ligero permiten la transpiración y filtran los rayos solares, al contrario que la fibra. Los colores oscuros de ropas, toallas, sombrillas, absorben más rayos de sol que los claros.

De no aplicar estas sugerencias, solo lograremos dañar de cualquier forma nuestra piel.

Fuentes