Quinta de los Molinos (La Habana)

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Quinta de los Molinos
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Ubicación Geográfica:Límites: Norte Zapata; Sur Salvador Allende; Este; Infanta; Oeste; Luaces .

La Quinta de los Molinos es un monumento nacional situado en la Ciudad de La Habana, Cuba. Importante por haber sido la residencia de los Capitanes Generales durante el período colonial, residencia del prócer Máximo Gómez y por albergar el Jardín botánico de La Habana y el Museo Máximo Gómez.

Ubicación

La extensión original de la quinta superaba en creces al actual territorio, pues se extendía al norte hasta aproximadamente la locación de la Universidad, al noroeste hasta el actual Hospital Calixto García fundado originalmente con el nombre de Alfonso VIII en 1896; al oeste hasta la actual calle G incluyendo el Castillo del Príncipe, al sur hasta la Avenida Salvador Allende (calle Carlos III) y al este hasta la calle Infanta.

Historia

Es llamado La Quinta de los Molinos debido a la antigua existencia de 2 molinos utilizados para moler tabaco y obtener rapé, de mucha demanda a finales del Siglo XVIII en toda Europa, y en particular en España; que se consumía colocando un poco bajo la nariz y absorbiendo o respirando el aroma, así también como picadura de tabaco para fumar en las pipas.

Los molinos eran propiedad de Martín de Aróstegui, presidente de la Real Factoría de Tabaco perteneciente al rey español, de ahí su nombre. Este nombre aparece en el Archivo Nacional en 1850 y se mantiene hasta la actualidad.

Fue conocido como Jardín de Tacón antes de 1850, según aparece en un plano de 1843 y en una placa de mármol empotrada en la pared de un viejo edificio del lugar.

Estos molinos funcionaron hasta la segunda mitad del Siglo XIX y eran movidos por la fuerza del agua de la llamada Zanja Real, que fue el primer acueducto con el que contó La Habana. Su construcción se inició en 1592, y fueron terminados tras 27 años de trabajo.

Muy cerca de la plaza de La Catedral se encuentra el callejón del chorro, cuyo nombre viene de su antiguo uso. Originalmente la plaza de la Catedral se llamaba plaza de la Ciénaga, ya que era allí donde los habaneros acudían a abastecerse de agua, traída por la Zanja Real. El chorro como también se conocía a la Zanja Real, de más 11 km de largo, partía del Río Almendares y traía agua a La Habana atravesando la calle Zanja que lleva ese nombre en honor a la misma. Este primer acueducto fue dejado de usar cuando ante el creciente desarrollo de la ciudad, el gobierno español se vio obligado a buscar otra solución para el abastecimento de agua a la ciudad, creándose el acueducto de Fernando VII en 1835, y el de Albear en 1858, los cuales se unieron en 1878.

Jardín Botánico

A partir de 1820 realizan algunas investigaciones y estudios sobre plantas y animales de la zona, en particular en la Quinta de los Molinos, por Felipe Poey Aloy.

Al desaparecer los Molinos del Rey, se fundó en este lugar el Jardín Botánico de la Habana, a la par de la construcción de la casa de descanso de los Capitanes Generales, el cual fue trasladado del área que actualmente comprende el Parque de la Fraternidad Americana y el ala sur del Capitolio Nacional donde se había fundado en 1817 el primer jardín botánico.

El herbario del antiguo Jardín Botánico de la Habana, fue el núcleo del cual se partió, para buscar el desarrollo acelerado de la colecta botánica en el país, en sus áreas. Álvaro Reinoso realizó muchos de sus experimentos, por tener muchas parcelas dedicadas al cultivo de caña de azúcar. La Universidad se hace cargo del mismo entre 1850 y 1871, cuando pasa a manos del gobierno español por 8 años el cual realizan las obras de drenaje, cisternas, etc.

Pasado este período, el gobierno español devuelve a la Universidad este terreno, estableciéndose en este lugar la Escuela de Botánica, la cual compartía su terreno de estudio con la Escuela de la Segunda Enseñanza. En 1906 este jardín fue inscrito como sitio de referencia importante en el Sistema Mundial de Jardines Botánicos. En este lugar fue declarada en el año 1936, Hedychium coronarium, llamada Mariposa, como flor nacional de Cuba.

Residencia del Generalísimo Máximo Gómez y del Ejército Libertador

Al final de la guerra de Independencia, con la derrota de España y en ausencia de representación del pueblo cubano, se firma el 10 de diciembre el Tratado de París. Terminada ya formalmente la guerra, el presidente de la República de Cuba en Armas, Bartolomé Masó reunió en Santa Cruz del Sur, a la Asamblea de Representantes del Ejército Cubano, y renunció a su cargo. La Asamblea se trasladó para La Habana, a la casa número 819 de la Calzada del Cerro.


Recibimineto a Gómez.

El 24 de febrero de 1899 hace su entrada en La Habana el Generalísimo Máximo Gómez, proveniente de la región central del país, y el alcalde de la ciudad, Perfecto Lacoste, dispone que el cuartel general del Ejército Libertador y de su General en Jefe, se establecieran en la Quinta de los Molinos debido a la gran extensión del terreno. Allí Máximo Gómez fue recibido por una población con desmedido entusiasmo y que lo vitoreó y lo aclamó a su paso.

Las discrepancias entre Gómez y el Consejo de Gobierno venían desde antes de la Asamblea de La Yaya en Camagüey, en 1897, en dicha Asamblea se redactó una constitución en la cual se suprimió el cargo de General en Jefe, lo cual fue fruto de las primeras contradicciones, pues Gómez ocupaba este cargo anteriormente.

En junio de 1989 se establece allí la Oficina de Licenciamiento del Ejército Libertador al mando de la cual estuvo el polaco Carlos Rolof. Algunas fuentes citan a la Quinta de los Molinos como la última residencia de Gómez antes de morir el 17 de junio de 1905.


Fuentes

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