Rotonda de los Jaliscienses Ilustres
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' Rotonda de los Jaliscienses Ilustres Es hoy un monumento funerario destinado al homenaje de los hombres y mujeres que han aportado, mediante su esfuerzo y patriotismo, al desarrollo político, social, cultural, científico y militar de México.
Historia
Además de estos mausoleos, desde 1872 existe un lugar especial para dar sepultura a los próceres de la República. Ese año, el presidente Sebastián Lerdo de Tejada decretó que en el recién creado panteón de Dolores se dedicara un espacio para la construcción de la Rotonda de los Hombres Ilustres. En el sitio conocido como Tabla de Dolores se encuentra desde entonces la Rotonda, plaza circular con una lámpara votiva al centro, alrededor de la cual se sepulta a los personajes ilustres. Se le llama lámpara votiva porque representa un voto, es decir una ofrenda a la memoria de los personajes que ahí yacen, y la promesa de no olvidar su legado. En honor a ese voto, la llama siempre encendida de la lámpara simboliza la permanencia imperecedera de la obra y vida de cada uno de los personajes. Tal y como señala el poema original del Himno Nacional Mexicano, en su estrofa IX: “Y el que al golpe de ardiente metralla de la patria en las aras sucumba obtendrá en recompensa una tumba Así, la hoy denominada Rotonda de las Personas Ilustres es un centro de homenaje patrio, mediante el cual la sociedad rinde honores póstumos a la memoria de los mexicanos que, a lo largo de la historia, se han distinguido por su participación política, su defensa heroica de la patria y sus contribuciones al desarrollo científico, económico, social y cultural de la nación. Del mismo modo, la Rotonda es un homenaje a valores como respeto, tolerancia, igualdad, libertad y justicia social, entre muchos otros que han personificado quienes han recibido su sepulcro de honor en este lugar.
Huéspedes
Cuatro años después de que el presidente Sebastián Lerdo de Tejada decidiera edificar la Rotonda, se erigió la primera de sus tumbas. El 21 de marzo de 1876 se inhumaron ahí los restos de Pedro Letechipía, considerado un hombre leal a las instituciones de la República, quien participó en la Revolución de Ayutla, en la Guerra de Reforma y en la resistencia ante la Intervención francesa. En la Rotonda se han llevado a cabo homenajes póstumos como éste a lo largo de 130 años, hasta el 28 de noviembre de2006, fecha en que se inhumaron los restos de Emma Godoy, María Lavalle y Dolores del Río. Con capacidad para albergar a 145 personajes, a la fecha la Rotonda de las Personas Ilustres se conforma de 111 tumbas en las que reposan los restos de 6 mujeres y 105 hombres.
Hombres a personas ilustres
Con el propósito de promover la equidad de género entre los mexicanos y honrar las valiosas contribuciones de la mujer a la vida nacional, el 4 de marzo de 2003 el presidente Vicente Fox Quesada decretó el cambio de nombre de la Rotonda de los Hombres Ilustres, que en adelante se llamará Rotonda de las Personas Ilustres. No obstante, su anterior denominación no fue impedimento para que la Rotonda alojara los restos de célebres mujeres. Tal es el caso de Ángela Peralta, cantante de ópera inhumada en 1937; de Virginia Fábregas, actriz de teatro sepultada en 1950]]; y de Rosario Castellanos, poetisa, escritora y diplomática inhumada en 1974. Posteriormente, en noviembre de 2006, se trasladaron a este sepulcro los restos de Emma Godoy, escritora y defensora de la dignidad de la vejez; de María Lavalle, pionera de la participación de la mujer en la administración pública; y de Dolores del Río, cuyo nombre verdadero era Dolores Asúnsolo López Negrete, actriz de la época de oro del cine mexicano.
Fuente
- Historia. Consultado: 10 de junio de 2015.
