Síndrome vestibular en perros
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Síndrome vestibular en perros
El sistema vestibular es el que da equilibrio y orientación espacial a los perros para poder moverse. En este sistema trabajan juntos: el oído interno, el nervio vestíbulo coclear (sirve de conexión entre el oído interno y el sistema nervioso central), el núcleo vestibular y el tracto medio anterior y posterior (son partes del sistema nervioso central) y los músculos del globo ocular. Todas estas partes del cuerpo de un perro, están conectadas e implicadas en la tarea de facilitar al animal moverse y orientarse sin problemas. Por lo tanto, este sistema permite evitar la pérdida del equilibrio, los mareos y las caídas a los animales. Es precisamente cuando alguna de estas partes o conexiones falla, que se da el síndrome vestibular. El síndrome vestibular es un síntoma de que alguna parte del sistema vestibular no funciona bien. Por lo que en seguida que lo detectemos, sospecharemos de que el perro tiene alguna patología relacionada con el sistema vestibular que le provoca pérdida de equilibrio entre otras cosas. Existe más de una forma en la que se puede presentar esta enfermedad. Podemos diferenciar la forma periférica de este síndrome, la cual surge del sistema nervioso periférico, también conocido como sistema nervioso central externo, y es causada por algún trastorno que esté afectando al oído interno. También podemos detectarlo en su forma conocida como enfermedad o síndrome vestibular central. Esta última manifestación de la enfermedad vestibular en los perros es más grave que la forma periférica pero, por suerte, es mucho menos común. Se le conoce como central porqué su origen se da en el sistema nervioso central. Además, existe una tercera opción en la forma en que puede darse este síndrome. Cuando no podemos identificar el origen del síndrome vestibular, entonces estaremos frente a la forma idiopática del síndrome. En este caso, no hay una causa clara y los síntomas se desarrollan de forma muy repentina. Puede ser que dure mucho tiempo y el perro tenga que acabar acostumbrándose a ello o que en pocas semanas desaparezca sin que hayamos conocido la causa, por suerte, esto último es lo más común. En la mayoría de los casos, la forma periférica presenta una rápida mejora y recuperación si se trata pronto y bien la causa de ésta y no se le deja avanzar por mucho tiempo. En cambio, la forma central es más difícil de solucionar y, a veces, no puede remediarse. Evidentemente, la forma idiopática no puede solucionarse con ningún tratamiento ya que no se conoce la causa del síndrome, por ello deberemos ayudar al perro a adaptarse a su nueva condición para que lleve la mejor vida posible mientras le dure el síndrome. El síndrome vestibular puede darse en canes de cualquier edad. Esta afección puede estar presente desde el nacimiento del perro, por lo que será congénita. El síndrome vestibular congénito, se empieza a ver entre el nacimiento y los tres meses de edad del perro. Estas son las razas más predispuestas a padecer este problema:
- Pastor alemán
- Doberman
- Akita Inu y Akita Americano
- Cocker spaniel inglés
- Beagle
- Fox terrier de pelo liso
- Terrier tibetano
Pero, realmente, es más frecuente que este síndrome se dé en perros ancianos. Entonces es conocido como síndrome vestibular geriátrico.
Sumario
Causas y síntomas del síndrome vestibular en perros
Las causas del síndrome vestibular son muy diversas. Cuando hablamos de la forma periférica, las causas más comunes son la otitis, las infecciones crónicas de oído, las infecciones recurrentes del oído interno y medio, la limpieza de los oídos en exceso que irrita mucho la zona e incluso puede llegar a perforar un tímpano, entre otras posibles causas. Si tratamos con la forma central de la enfermedad, las causas son otras afecciones o enfermedades principales como la toxoplasmosis, el moquillo, el hipotiroidismo, una hemorragia interna, un trauma de una lesión cerebral, apoplejía, pólipos, meningoencefalitis o incluso tumores. Además, esta forma del síndrome vestibular más grave, hay ciertos medicamentos que le pueden llegar a causar como los antibióticos aminoglucósidos, la amikacina, la gentamicina, la neomicina y la tobramicina.
Síntomas más comunes en el síndrome vestibular en perros
- Desorientación
- Cabeza torcida o ladeada
- Pérdida de equilibrio, se caen con facilidad
- Andar en círculos
- Dificultad para comer y beber
- Dificultad para orinar y defecar
- Movimientos involuntarios de los ojos
- Mareos, vértigos y náuseas
- Babeo excesivo y vómito
- Pérdida del apetito
- Irritación en los nervios del oído interno
Estos síntomas pueden aparecer de repente o pueden ir mostrándose poco a poco conforme avanza la afección. En caso de detectar alguno de estos síntomas es muy importante que actuemos rápido y llevemos a nuestro perro al veterinario de confianza, para poder identificar cuanto antes la causa del síndrome vestibular y actuar.
Diagnóstico del síndrome vestibular
Como acabamos de comentar, es de vital importancia que nada más empezar a detectar alguno de los síntomas antes descritos acudamos con nuestro perro al veterinario. Una vez allí, el especialista le hará un reconocimiento físico general al perro y le realizará algunas pruebas específicas para comprobar el equilibrio, hacia qué lado ladea la cabeza o anda en círculos pues, normalmente, ese será el lado del oído afectado. Deberá observarse el oído tanto de forma externa como interna y, sobre todo si con estas pruebas anteriores no se puede dar el diagnóstico seguro, realizarse otras pruebas como radiografías, análisis sanguíneos, citologías, cultivos, entre otras muchas que puedan ayudar a dar con el problema o, al menos, a ir eliminando posibilidades. Además, si se sospecha que puede tratarse de la forma central de la enfermedad, el veterinario puede requerir realizar tomografías, resonancias magnéticas, biopsias, etc. Asimismo, como ya hemos dicho antes, hay veces que no resulta posible identificar la causa de la afección del equilibrio. En cuanto el profesional detecte la causa y pueda decir si se trata de un síndrome vestibular periférico o central, se deberá empezar el tratamiento adecuado cuanto antes y siempre bajo la supervisión y el seguimiento periódico del profesional.
Tratamientos para el síndrome vestibular en perros
El tratamiento para esta afección dependerá completamente de qué forma se trate y de cuáles sean los síntomas. Es vital que, además de la causa principal del problema, se traten los síntomas secundarios para ayudar a nuestro perro a pasar el proceso lo mejor posible. En el caso de ser el síndrome vestibular periférico, como ya hemos comentado, lo más probable es que se trate de una otitis o infección crónica del oído. Por esto, el tratamiento más común en el caso de la forma periférica, suele ser el tratamiento para la otitis y para las irritaciones e infecciones de oído dificultosas. Si nos encontramos con la forma central de la afección, dependerá también de cuál sea la causa específica que la provoca. Por ejemplo, si se tratase de hipotiroidismo se deberá medicar al perro con la suplementación hipotiroidea indicada. Si se trata de un tumor tendrán que valorarse las posibilidades de operarlo. En todos los casos mencionados anteriormente como posibles causas de la enfermedad, si se trata a ésta cuanto antes, veremos como poco a poco se soluciona o se estabiliza el problema principal y que a su vez el síndrome vestibular también se va corrigiendo hasta desaparecer. Cuando se trata de la forma idiopática de la enfermedad, como ya hemos puntualizado anteriormente, al no conocerse la causa no es posible tratar ni el problema principal ni el síndrome vestibular. Pero, debemos pensar que aunque puede suceder que dure mucho tiempo, lo más probable cuando se trata de un caso idiopático es que se acabe pasando solo tras unas semanas. Por ello, aunque decidamos seguir realizando más pruebas para tratar de hallar alguna causa tarde o temprano, deberemos centrarnos en facilitarle la vida a nuestro perro mientras pase por el proceso.
