San Luis (Pinar del Río)

Plantilla:Territorio

San Luis Pinar del Rio El municipio San Luis se encuentra ubicado en el centro y sur de la provincia Pinar del Río como una extensión en área de tierra firme de 336.559 Km2 y una cayería de 1.3 Km2 ocupando el decimotercer lugar por su extensión en la provincia.

Fuente : Equipo Multidisciplinario(ESTUDIO GEOGRÁFICO INTEGRAL DE LA LOCALIDAD EN EL MUNICIPIO DE SAN LUIS)
Unión de Historiadores del Municipio

Ubicación

Situación geográfica

El municipio San Luis se encuentra ubicado en el centro y sur de la provincia Pinar del Río como una extensión en área de tierra firme de 336.559 Km2 y una cayería de 1.3 Km2 ocupando el decimotercer lugar por su extensión en la provincia.

Sus principales Límites

Por tierra con los municipios San Juan y Martínez y Pinar del Río y por mar con el Mar Caribe como aparece a continuación . Por el norte con parte del territorio de San Juan y Martínez y Pinar del Río. Por el Este con territorio del municipio de Pinar del Río Por el Sur con las aguas del Mar Caribe. Por el Oeste con territorio de San Juan y Martínez

Posición Matemática

Entre los 22022’42” (intercesión de Río Feo con la carretera de Panamericana) y 220 10’30” (Punta Santo Domingo) de latitud Norte y entre los 830 35’17” (km2 carretera de las Canas) y los 83049’53”(a uno 300m al norte de Punta de Carta en la Carretera del mismo nombre) de longitud oeste.

Principales dimensiones

Por su configuración nuestro municipio se asemeja a un triángulo truncado donde la base del mismo lo constituye la parte sur y el vértice opuesto truncado la porción norte del territorio. Mayor ancho de E a W 25 Km desde el Km 2 de la Carretera de las Canas al Km 6 de la Carretera a Punta de Carta en la localidad La Ceiba. Parte más estrecha de E a W 1.5 Km desde el margen oeste de Río Feo al borde sur de la carretera panamericana en la localidad de Río Feo Mayor ancho de N a S 21 Km desde el puente sobre Río Feo en la Carretera Panamericana a la playa La Salina. Parte más estrecha N a S 7 Km desde el Km 6 de la carretera a Punta de Carta en la localidad La Ceiba a unos 300 m al norte del poblado de Punta de Carta en la carretera del mismo nombre .

Vías de Comunicación

Las principales vías de comunicación terrestre en este municipio son las carreteras, terraplenes y vías férreas. Por carretera la más transitada corresponde a la que va a San Luis que entronca con la vía Panamericana separándonos de la capital pinareña a unos 20 Km y da acceso al resto de la provincia. Otra carretera es la que va hacia el Km 13 de la Carretera de la Coloma que dista a 12 Km de San Luis pasando por la Comunidad de Santa María. Tres Km separan a San Luis del poblado El Corojo a través de la vía común que se bifurca al norte hasta la carretera Panamericana a unos 9 Km y hacia el oeste entronca con la carretera a Punta de Carta a unos 8 Km ambas nos comunican con el territorio de San Juan y Martínez Los terraplenes dan acceso a todas las localidades del municipio y a los territorios de los municipios vecinos. La vía férrea dista a 1Km al noroeste del casco urbano donde radica una estación de ferrocarril que permite comunicarnos con los diferentes poblados desde Guane hasta la capital de la república

Fuente : Equipo Multidisciplinario(ESTUDIO GEOGRÁFICO INTEGRAL DE LA LOCALIDAD EN EL MUNICIPIO DE SAN LUIS)
Unión de Historiadores del Municipio



Historia

Breve reseña histórica

     El espacio territorial que hoy ocupa el Municipio San Luis, resultó ser ocupado por el colonizador
hispano en fecha relativamente temprana, es así tanto más que si se piensa en lo alejado que se halla de aquellos lugares por donde se inició la conquista y de los centros controladores del poder colonial en los primeros cien años de la ocupación española.
     Entre 1576 y 1579 tres importantes posesiones hateras, cada una de ellas con tierras en lo que había de ser años después el Municipio San Luis, están en manos del poderoso clan oligárquico Rojas-Madrid-Sotolongo-Lobera-Cepero.

Los hatos nombrados “Las Cruces”, “Las LLanadas” y “Río Feo” son destinados presumiblemente a la cría de ganado mayor durante todo el siglo XVI, XVII y primera mitad de XVIII .Durante todo este período se producen sucesivas mercederaciones como es el caso de corral de “Tirado”, “San Sebastián” , “Río Seco” y de especial significación el corral de ”San Luis” otorgado a Don Juan de Hevia en el año de 1641.

   Con la entrada del cultivo del tabaco en el ámbito sanluiseño, lo que ocurre a finales del siglo XVIII y principios del XIX, se desvanecen las estructuras productivas destinadas a la ganadería, comenzando la repartición de hatos y corrales con el propósito de hacer vegas destinadas a la plantación tabacalera. Surgen así las primeras y más importantes de estas vegas entre las que se hallan “Las Cuchillas de Milián”, “El Corojo” , “El Macio”, “La Soledad” y otras que no es propósito en este trabajo detallar.

Aparejado al desarrollo del fenómeno tabacalero en el municipio se producen el crecimiento de la población, fundamentalmente motivada por la entrada de naturales de otros predios del país y de nativos de diversas partes de la metrópoli. Así llega en pos del tabaco a San Luis, catalanes, gallegos, asturianos, y en mayor cantidad canarios. Forman parte de esta amalgama de pobladores un crecido números de esclavos, utilizados como fuerza de trabajo, entre los que se encontraron, lucumíes, mandingas, congos, araras, magis, minas, carabalíes y otros.

   Tras el boom del tabaco arriban a la zona, los señores Nicolás Iglesias y Juan Romero, quienes adquieren de Pedro García Menocal en 1808 la hacienda “Las Cruces” y la reparten en 1812. Son ellos los promotores de la fundación urbana en San Luis, cuya primera edificación data de 1827, comienza entonces la vida urbana en la localidad, cruzada por importantes caminos y cercana a puntos de embarque marítimo como la Coloma, Guanito y Punta de Cartas y produciendo tabaco el pueblo experimenta un rápido desarrollo que propician el afán de independizarse jurídicamente de San Juan y Martínez, capitanía del Partido, de la cual hasta aquí San Luis era cuartón. La separación se produce en el año 1879 el 1ro de Enero. Entre 1835 y 1845 se levantó  la Parroquia”San Joaquín”.
La participación de los sanluiseños en la guerra grande es muy limitada, pero no existente, complotados hubo de San Luis en la contienda independentista iniciada por Carlos Manuel de Céspedes en 1868. Los complotados de San Juan y Martínez constituyen un ejemplo de lo que acabamos afirmar, según Emeterio Santovenia  en su libro “Pinar del Río”, comenta lo siguiente: ....”En San Luis otro grupo de Revolucionarios entre los que se hallaban José Felipe Padrón Hernández, Tomás, Pedro, José María Padrón, Ricardo, Ignacio, Miguel Alejandro Gómez, Manuel iglesias, Sixto Cruz y otros, fueron detenidos y llevados al presidio de la Habana, lugar desde donde vieron la deportación de José Martí quien ya comenzaba su carrera de Revolucionario e independentista, esto ocurrió en el primer trimestre de 1870....”
  Más rica y llena de matices resulta la participación de los sanluiseños en la guerra de 1895-1898 donde hubo un surtido número de hijos de este pueblo que combatieron por la independencia de la patria. Muchos de ellos alcanzaron altos grados militares como es el caso de los comandantes Gustavo y Conrado Padrón y comandante Manuel Acanda.

Durante la República mediatizada la vida del municipio transcurre entre la penetración del capital extranjero y su voraz rapacidad. Esta situación es erradicada con el triunfo de la Revolución del 1ro de Enero de 1959 .

 La Revolución triunfante repartió la tierra, dio empleo, atención médica, acceso a la cultura,  a la educación y  al  deporte e impulso su  desarrollo. Eliminó la politiquería y la penetración foránea e hizo profundas transformaciones sociales y económicas donde todos hemos sido ampliamente  beneficiados.


Fuente : Equipo Multidisciplinario(ESTUDIO GEOGRÁFICO INTEGRAL DE LA LOCALIDAD EN EL MUNICIPIO DE SAN LUIS).
Unión de Historiadores del Municipio.

Etapa precolombina o prehispánica

La historia de Cuba comienza hace no menos de 6 000 años con la llegada del hombre a esta tierra procedente de distintos lugares de América como lo explica diferentes hipótesis científicas existentes.

Partiendo principalmente de fuentes arqueológicas se ha investigado y conocido mucho sobre la historia aborigen cubana, tarea que no cesa, pues aún falta mucho por descubrir sobre la vida, cultura y costumbre de los primeros habitantes cubanos.

Estudios arqueológicos pinareños han demostrado la presencia aborigen de todas las etapas y fases conocidas en territorio de la actual provincia occidental, aunque el poblamiento más numeroso y prolongado fue de pescadores – recolectores en muchos lugares de la misma.

El poblamiento de aborígenes con este nivel de desarrollo en dicha región transcurre entre 3 500 y 400 años antes del presente, ocupando principalmente las zonas costeras, montañosas y los bosques con escaso o ningún poblamiento de aquellos sectores que entonces tenían vegetación de sabana o pinares.

Algunas evidencias arqueológicas vinculadas a dichos aborígenes permiten que contemos hoy con elementos para poder plantear que utilizaron guijarros a manera de martillo y tallaron rústicamente el sílex para confeccionar instrumentos de trabajo. Además de utilizar la concha marina con estos fines de ellos fabricaron entre otras cosas la gubia, también tallaron aunque rústicamente instrumentos de piedra como martillos, majadores, morteros, además utilizaron la madera para los mismos fines.

Las manifestaciones artísticas de este grupo aborigen existen en lo que hoy es la provincia Pinar del Río por las evidencias encontradas consisten en adornos corporales y muestras del uso de pinturas tanto en el cuerpo como en paredes y techos de cueva. Entre los adornos corporales se han encontrado cuentas de collar y colgantes confeccionados en material de concha, huesos, marfil o piedra.

Los aborigen pescadores – recolectores tenían creencias mágico – religiosas, practicaban el culto totémico y realizaban rituales como manifestación de su concepción del mundo.

Enterraban a sus muertos en los propios sitios de habitación, realizaron entierros primarios y secundarios; el entierro secundario es manifestación de culto a los muertos de posible implicación totémica.

Estudios realizados por arqueólogos de la Academia de Ciencia de Cuba en Pinar del Río demuestran la existencia de sitios aborígenes en lo que es hoy el municipio de San Luis, aunque no fue este uno de los más densamente poblado quizás porque las características físico geográficas del territorio no fueron las más ventajosas para provocar sitios de asentamiento teniendo en cuenta el modo de vida de los Guanajatabeyes y Siboneyes, a quedado demostrado la existencia de ellos en esta localidad.

Lo ocurrido en Cuba durante el periodo prehispánico influyó notablemente en el subsiguiente periodo colonial y toda la historia posterior hasta nuestros días: Cultivos como la yuca el boniato y el maíz se originaron aquí 500 años antes de la llegada de los españoles. Costumbre de comer jutías, cangrejos, langostas, jicoteas, ostión, peces, aves y frutas del bosque se practican en Cuba hace más de 6000 años.

Aporte como el bohío, la hamaca son legados de la cultura aborigen, así como innumerables nombres de lugares, animales y plantas que perduran hasta nuestros días; en San Luis se utilizan palabras como Barbacoa, Guainacabo y Cayambí entre otras lo que demuestra que la afirmación hecha anteriormente esta vigente en nuestro municipio.

Se han encontrado muestras arqueológicas consistentes en residuos de conchas, moluscos, hachas petaloides, majadores, trituradores y piedras moledoras que hoy se exhiben en el museo del territorio sanluiseño. Estos sitios han sido localizados en Tirado y el Retiro.


Fuente : Equipo Multidisciplinario(ESTUDIO GEOGRÁFICO INTEGRAL DE LA LOCALIDAD EN EL MUNICIPIO DE SAN LUIS).
Unión de Historiadores del Municipio.


Conquista y Colonización (1492-1553)

Antecedentes de la conquista (1494-1514)

El segundo viaje de Colón en 1493, verdadera empresa colonial, da inicio a la primera fase de la colonización insular en América, el Almirante tiene el propósito de convertir en una factoría el asentamiento del fuerte “La Navidad”, en La Española, pero ante la reacción de los aborígenes decide fundar “La Isabela” e iniciar de inmediato sus planes de colonización.

En el mes de abril de 1494 Colón zarpó a bordo de “La Niña” acompañado de las pequeñas carabelas “Caldera” y “San Juan”, con una tripulación compuesta por unos 56 hombres entre los que figuraban Juan de la Cosa, célebre cartógrafo, Fernando Pérez de Luna escribano, el intérprete Diego entre otros. A mediados de 1494 Colón llegaba a Cuba “y siguió la costa della al occidente” (1) por el sur. Para los primeros días de junio llegan a las costas del territorio occidental divisando sus elevaciones y señales de sus pobladores, la expedición se acercó a una ensenada (Cortes) donde la costa viraba bruscamente al sur y Colón creyó haber llegado al Quersoneso Aureo que en la geografía moderna se llama península de Malaca, el Almirante desea continua pero las peligrosas maniobras por la costa meridional han dañado el casco de las naves que necesitan de calafateo, escasos de víveres y parte de la marinería sin ánimo para continuar decide por eso el regreso a La Española, había recorrido unas 335 leguas y le faltaban unas 60 millas para corroborar la insularidad de Cuba, pero antes del regreso, el jueves 12 de junio de 1494 se elabora el controvertido documento histórico (2) sobre la continentalidad de Cuba. Colón requirió a Fernando Pérez de Luna escribano público y reúne la tripulación de “La Niña” dando a conocer el acta donde se probaba que Juana (Cuba) no era isla, sino “... la tierra firme del comienzo de Las Indias...” (3) y se advertía además que quien dijese lo contrario sería multado con 10 000 maravedís y le cortarían la lengua y si fuese grumete se le darían 100 azotes y le cortarían la lengua, los hombres estuvieron de acuerdo y firmaron, igualmente lo acató la marinería de las demás carabelas dando vuelta al oeste.

Este documento histórico redactado, aprobado y firmado frente a la ensenada de Cortes recoge la primera fecha exacta de nuestra historia regional. El encuentro de Colón con los pobladores de occidente “... gente desnuda, que se vive de pescado y nunca van en la tierra adentro..."”(4) y no entendimiento del interprete Diego con ellos dio lugar a exagerar la inferioridad y el salvajismo de estos habitantes comparado con el resto de los de la isla. La “continentalidad” de Cuba que tanto se empeña Colón en probar en acto solemne se desmoronó ante la ratificación de su insularidad por los viajes amparados en el permiso de libre exploración que concede el Rey en 1495 y por escalas accidentales que permitieron reconocer el extremo occidental y otros territorios cercanos.

En el mapa de Juan de la Cosa (1500) Cuba aparece con una configuración insular que se aproxima vagamente a la verdadera, mostrando el territorio no explorado por el Almirante y el mapa de Cantino (1502) representa no sólo la insularidad de Cuba sino la forma peculiar de lo que se llamó después Florida.

La conquista de Centro América respaldada por Capitulaciones oficiales en 1508 provocó que varios naufragios tocaran el occidente de Cuba. En el mes de junio de 1510 llegó a la costa de Guaniguanico un bergantín en el cual viajaban de tierra firme a la Española hombres de los que Hojeda dejó al mando de Pizarro en Darién y de los cuales solo vivieron un hombre nombrado García Mexía y dos mujeres que fueron rescatadas por las huestes de Narváez durante la conquista del occidente; Velázquez en carta de relación relata así los hechos:

llegaron a la punta de una provincia que se dice Guaniguanico y se fueron a la casa de un Cacique que no sabe como se llama, y lo recibió bien, y por su rescate les dio de comer; y después se fueron a otro pueblo donde robaron algunos de ellos y los quisieron matar; y de allí se fueron a la provincia de la Habana...” (5).

Es esta la primera vez que se menciona el topónimo Guaniguanico y se puede apreciar la presencia de caciques y pueblos indican la existencia de comunidades más evolucionadas que las que contactó Colón. En 1512 debió naufragar cerca de las costas occidentales un barco cuyos tripulantes fueron víctimas de los indios, este naufragio fue posiblemente el que se creyera era el de Valdivia y que indujo a un lamentable error histórico. Este naufragio dio lugar a que el Rey Fernando dictara órdenes de que se edificara una fortaleza en el extremo occidental de Cuba, aunque tales órdenes jamás fueron cumplidas. (6) La mayor parte de las expediciones de tierra firme recalaban en la región central y occidental de la costa sur, a donde los arrojaba la corriente del caribe y pudieron darse algunos casos no recogidos por cartas o crónicas de la época.

Sin dudas el antecedente más conocido recogido oficialmente sobre el reconocimiento de occidente es el bojeo a Cuba por Sebastián de Ocampo en imprecisa y discutida fecha de 1509. El bojeo permitió un mejor reconocimiento del territorio, excelentes puertos y ensenadas no pasaron inadvertidos para aquellos ávidos marinos, avanzada de la expedición conquistadora.

La conquista de occidente (1514)

Cumplidos los planes estratégicos de conquista para el territorio oriental entre 1510 y 1513, Diego Velázquez estaba en condiciones de llevar al resto de Cuba el esquema de dominio practicado. El interés de la Corona de culminar lo antes posible la conquista se relaciona con el objetivo estratégico de dominar la ruta marítima que empezaba a definirse y para lo cual era necesario una ocupación efectiva de toda la isla antes que otra potencia pudiera asentarse en ella y la aspiración de aumentar la explotación de los recursos auríferos o de otro tipo que existieran. El Teniente de Gobernador Velázquez tenía asegurada una retirada estratégica en la zona oriental contaba con el dominio por la fuerza de un gran número de habitantes, había eliminado la resistencia inicial y heroica de Hatuey, había fundado dos enclaves económicos-militares, Baracoa y Bayamo, había ensayado con éxito los primeros repartimientos entre as presiones de la propia hueste conquistadora, Recibió el cargo de repartidor de indio en 1513 del Rey Fernando consolidando su prestigio y poder antes de iniciar la conquista del resto del territorio, Velázquez ordena a Pánfilo de Narváez con Juan de Crijalva como segundo y las Casas como asesor que avance con la hueste de más de 1 000 hombres a occidente; la codicia y a rapiña de los españoles pronto se hicieron sentir en Caonao, lugar de la más inicua matanza de aborígenes. El avance de la hueste conquistador lo practica por tierra y mar auxiliándose de canoas y remeros por el litoral norte hasta Carahate donde rescatan a dos mujeres sobreviviente de la expedición que tocó en el occidente. Al llegar a la zona de la Habana el Cacique Habaguane entregó a García Maxía el tercer náufrago. Aquí los españoles organizaron constantes correrías de un litoral a otro explorando y buscando evidencias de oro.

Al llegar a la Bahía de Carenas el bergantín, la tripulación le informó a Narváez que se trasladase a la zona de Jagua para reunirse con Velázquez. Cumplidos hasta el momento los objetivos Velázquez orienta a Narváez marchar a occidente a reconocer y supeditar el territorio y habitantes de la actual provincia de Pinar del Río. La hueste de unos 100 hombres y con la ayuda complementaria del bergantín y su tripulación tenía instrucciones de fundar un sitio apropiado la Villa más occidental de Cuba. La actividad de Narváez en occidente durante la conquista es reseñada someramente por la historiografía tradicional porque son muy escasas las fuentes.

La conquista de nuestro territorio por Narváez en 1514 combinando incursiones del grupo por tierra con el bergantín, logró el reconocimiento y supeditación formal de sus habitantes, no sin excluir algún que otro maltrato. El recorrido de este grupo por Guaniguanico y Guanacahabibe no pudo abarcar con efectividad todo el territorio pero permitió conocer la presencia de comunidades aborígenes y las posibilidades de explotación del territorio que muy pronto fueron tenidas en cuenta por Velázquez Narváez tiene orientaciones de fundar una villa en la costa sur de esta región a donde con frecuencia tocaban navíos procedentes de tierra firme por lo que fue fundada la Villa de San Cristóbal de la Habana (cuyo asiento primitivo no ha sido aún localizado) en una zona entre la desembocadura del río Mayabeque y Batabanó llegando algunos a sugerir su localización más al oeste. Lo cierto es que la ubicación de la villa más occidental tiene implicaciones más estratégicas que económicas, se dispone de una villa en la dilatada zona que media entre Trinidad y el Cabo de San Antonio a donde arriban con frecuencia los navíos que se dirigían a “Castilla del Oro” y se erigía un territorio frontera o zona de expansión para la continuidad de la colonización de otros territorios, hecho que Velázquez tempranamente sugiere en la carta del primero de abril de 1514 al Rey. En el territorio más occidental no se crearon núcleos poblacionales por lo que quedamos supeditado jurídicamente a la Villa de San Cristóbal de la Habana que abarcaba un enorme espacio, desde los límites de Matanzas hasta el Cabo de San Antonio.

No tenemos referencias de que en nuestro territorio se halla acometido la inmediata explotación de placeres suríferos como en la región oriental, acá resultaron escasas las evidencias aunque seguramente fueron buscadas por los codiciosos conquistadores que tuvieron que dedicarse a otras actividades económicas.

Resulta también exagerado “el abandono” y despoblamiento del territorio que sugieren algunos trabajos. Desde la conquista es posible que algunos decidieran quedarse, al menos así se sugiere para la costa norte entre Matanzas y Mariel donde existían grupos aborígenes importantes. No cabe duda de esta diseminación y movilidad de los primeros conquistadores por todo el occidente.


La relación del territorio con la conquista del continente entre 1517 y 1520

El proceso de conquista y colonización consolida la preponderancia de la región oriental de Cuba, mucho más pobladas y con mayores evidencias suríferas, Velázquez organiza allí el centro político administrativo de la colonia y sus principales instituciones. El territorio al oeste de la Habana, donde menos efectiva es la ocupación del espacio por el español en los primeros momentos, no es olvidada por Velázquez al realizar los repartos de tierra e indios del occidente. Sus planes de expansión – limitados inicialmente por el Rey Fernando- no los abandona orientando fomentar la cría de ganado y la siembra de yucas en Guaniguanico, en el extremo occidental contando de esa forma con un enclave estratégico para el abasto de las expediciones que rumbo al golfo de México se realizarán. Esas haciendas que Velázquez mandó a promover entre 1514-1517 las explota en “compañía” con otros parientes y amigos y tiene varias de ellas por toda la isla. Las haciendas de Guaniguanico tenían una importante función estratégica para la conquista de México y para proveer las embarcaciones a “Castilla de Oro” así como reportarían ingresos a Velázquez y sus “copropietarios”.

La organización de estas haciendas y su explotación requirió de la presencia permanente de colonos españoles, la elaboración del tocino implicaba una complejidad para aquellos aborígenes que lo desconocían. Así como la cría y fomento de cabezas de puerco, de igual forma producir casabe en grandes cantidades destinadas a la exportación implicaba el uso de burenes industriales y una considerable intensidad del trabajo logrado sobre la base de una intensa explotación de los aborígenes para mantener las siembras de yuca y la elaboración de tocino y casabe. Velázquez explotó estas haciendas “en compañía” de Juan Dalias y aún las conservaba antes de morir en 1524, según consta en su testamento (11).

Con la muerte del Rey Fernando (1516) cobra fuerza la tendencia a activar nuevas expediciones conquistadoras hacia el continente, por lo que la función estratégica del caribe como base de operaciones y punto de apoyo para la penetración española en el continente tiene en Cuba y sobre todo el occidente – la mejor ubicación geográfica para la conquista de México; Velázquez tiene una privilegiada situación para organizar los viajes, cuenta con hombres y recursos para los fines expansionistas que desde hace años deseaba realizar.

La primera expedición en 1517 capitaneada por Francisco Hernández de Córdova (también denominado Fernández en algunas fuentes) inicia un derrotero hacia la península de Yucatán constatando la existencia al occidente de Cuba de evolucionadas comunidades que poseen oro.

La cercanía de la región occidental a los nuevos territorios será tenida en cuenta por el resto de las expediciones organizadas. Velázquez preparó con urgencia la nueva expedición concertada con su sobrino y antiguo conquistador Juan de Crijalva, con cuatro embarcaciones partió el 8 de abril de 1518 desde la Villa de Santiago de Cuba y “... doblamos la punta de Guaniguanico ...” (12). Diez días después. Las noticias sobre la existencia de un basto y rico imperio, aglutinador de varias ciudades tributarias de un gran señor llamado Montezuma que trajo esta expedición le dan a Cuba una mayor significación como centro de expansión de la colonización, Velázquez el mayor inspirador de esas empresas supedita la economía de la Isla a las inversiones en abastecimiento, dinero y hombres para organizar la expedición que partió de la isla con 11 embarcaciones y poco más de 600 hombres en febrero de 1519 bajo la dirección del célebre Hernán Cortés quien se insubordina al Velázquez tratar de revocarle el poder. El astuto extremeño logra reforzar sus naves en Trinidad y embarca para la habana, sucediendo que su nave piensan se ha perdido en los Jardines, Cortés tuvo dificultades con los bajos de la costa sur por el poste de su barco y se vio obligado a tocar tierra al sur de nuestro territorio, en la ensenada que hoy lleva su apellido. (13). En sus planes de conquista tiene en cuenta las estancias de Velázquez en el occidente:

“... envió un navío a la punta de Guaniguanico, a un pueblo que allí

estaba de indios, adonde hacían cazabe y tenían muchos puercos, 

para que cargase el navío de tocino...”(14)

Esa fue una importante contribución que hicieron las explotadas comunidades aborígenes del occidente de Cuba. El conquistador de México aprovechando la cercanía del occidente con México dio instrucciones al piloto de un barco “... que le aguardase en la punta de San Antonio para que allí se juntase con todos los navíos...” (15).

Mientras él ultimaba los preparativos, estas órdenes de esperar no fueron cumplidas y se le adelantaron en el viaje a Cozumel, porque Cortés tuvo contratiempos técnicos con el timón de un navío tardando varios días en arreglarlo, al sur de nuestro territorio.

La traición de Cortés a Velázquez provoca que este decida organizar una expedición superior bajo la dirección de Pánfilo de Narváez para someter a aquel y continuar la conquista de México, por ello le escribe a su majestad el 17 de noviembre de 1519:

“... Yo quisiera ir a las tierras nuevas, pero mandaré a Narváez. Parte hoy día de la fecha del pueblo de Santiago a la Villa de la Trinidad e San Cristóbal de la Habana a Guaniguanico, donde con toda brevedad pienso despacharlo o despachado volveré por la tierra dentro viendo o visitando todas las villas o pueblos...”(16)

Como se puede apreciar Velázquez en persona organiza la empresa y toma como enclave estratégico Guaniguanico donde se prepara una armada compuesta de 18 buques, más de 1000 hombres, 12 cañones y 85 caballos. Los meses que tardó en partir Narváez (partió el 18 de marzo de 1520) el mantenimiento de esta expedición corrió a cargo de las estancias de indios de Guaniguanico, propiedad de Velázquez – quien posiblemente las visitara por primera vez a finales de 1519. A esa expedición fueron incorporados aborígenes del Poniente como auxiliares y cargadores de los conquistadores.

Exhaustos debieron quedar las haciendas velazquinas, no obstante continuaron su ciclo productivo y no serán olvidadas en su testamento en 1519.

Como se puede apreciar, significativo fue el aporte de occidente a la conquista de Tierra Firme, la zona frente al Cabo de San Antonio se vislumbraba como altamente estratégica en las rutas que se configuraron en el golfo.

EL territorio al oeste de la Habana no contó con núcleos poblacionales organizados con categoría de Villa, por lo que no se constituyeron Cabildos. El territorio estaba bajo el control del gobierno central de la isla que preside Velázquez radicado en Santiago de Cuba, pero es muy probable que por la distancia de Santiago con la Habana – a donde pertenece jurídicamente el territorio del oeste – el gobernador nombrara un “Teniente a Guerra” para esta villa, con poderes delegados para oír apelaciones entabladas contra la sentencia de los alcaldes ordinarios y para velar por los intereses colonialistas en occidente, donde la Villa de San Cristóbal va adquiriendo notable importancia. Es posible que en 1519 ese territorio fuera uno de los Rojas (17) miembro de la elite conquistadora, quien velaría por los intereses particulares del gobernador en sus estancias de Guaniguanico y las obligaciones de sus “socios” en compañía. La jurisdicción primitiva de la Habana abarcaba desde más al oeste de Matanzas hasta el Cabo de San Antonio, por lo que los asuntos se ventilaban en el cabildo habanero considerando todo el espacio al oeste “término de esta Villa”(18) de San Cristóbal.

El proceso de transculturación

En el territorio que hoy ocupa nuestra provincia, habitaron comunidades aborígenes con diferentes niveles de desarrollo socio-económicos, dejándonos significativas evidencias arqueológicas y toponímicas que son parte de nuestro acervo cultural. Aunque las comunidades más representativas del occidente no habían rebasado la etapa de economía de apropiación no escapan del proceso de conquista y sojuzgamiento que inició Narváez y su grupo, todo parece indicar que el proceso de conquista en otras regiones de la isla fue empujando al occidente a grupos aborígenes de economía productora que tratan de rehuir el contacto con los españoles(19)

El sometimiento del poniente de la isla al proceso de conquista y colonización rompe el equilibrio socioeconómico de estas comunidades hasta su total exterminio en apenas tres siglos, los ensayos de explotación, el trabajo forzado en las haciendas, su incorporación forzosa a la conquista de Yucatán y México como cargadores y auxiliares fueron disminuyendo aceleradamente la población aborigen.

La convivencia de indios y españoles forma parte del proceso de transculturación al que cada cual aporta lo mejor de sí.

Las costumbres y vocablos de los aborígenes de occidente influyen en la vida de los conquistadores españoles que impedidos de la necesidad de adaptarse alas nuevas condiciones, asimilaban elementos de la cultura aborigen que han perdurado hasta nuestros días. En las haciendas de Guaniguanico conviven indios y españoles, los primeros aportan el conocimiento del cultivo de yuca en montones, los segundos obligan a la necesaria elaboración del tocino y así se integran los demás elementos, que en las primeras décadas del siglo XVI fueron importantísimas, como la solución a las primeras viviendas, al aprovechamiento de recursos naturales, el dominio de los cultivos, la transmisión de conocimientos sobre la flora y la fauna y una rica herencia toponímica donde se destacan Guaniguanico, Guaní, Guanacahabibe, Cuyaguateje, Guajaibón, por solo citar alguno de los más representativos.

Las comunidades del occidente dieron síntomas de notable rebeldía entre los años 1520 y 1540 (20) y su extinción no fue inmediata pues existen reportes de correrías de indios en occidente en el siglo XVIII y XIX.

El proceso de integración de diferentes comunidades, con los colonos españoles así como con navegantes aventureros de variadas procedencias que muy temprano comenzaron a recorrer el caribe y también con esclavos negros cimarrones que buscaban la libertad en los agrestes montes de Guaniguanico y Ganacahabibes, trajo por consecuencia un cambio sustancial en la vida de los aborígenes del territorio. Hay que pensar que en el transcurso de varias generaciones la población no solo cambio sus hábitos seculares sino que también sufrió un proceso de mestizaje biológico que llevaría andando el tiempo, a su desaparición total, al incorporarse sus últimos representantes al mosaico etnocultural en que ya se gestaba el criollo y también el cubano.

Fuente : Equipo Multidisciplinario(ESTUDIO GEOGRÁFICO INTEGRAL DE LA LOCALIDAD EN EL MUNICIPIO DE SAN LUIS).
Unión de Historiadores del Municipio.


La sociedad colonial en el territorio entre 1578 y 1774

El territorio durante el período 1774- 1878

Situación Política, Social, Económica de San Luis entre 1878-1895

La guerra por la independencia

Situación de San Luis al finalizar las luchas por la independencia en el siglo XIX

Características Generales

Geología

Geomorfología

Clima

Costas

Vegetación

Relieve

Hidrografía

Suelos

Desarrollo Economico

Agricultura

Ganaderia

Industria

Desarrollo social

Educación

Cultura

Patrimonio