Subdesarrollo

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Concepto:El subdesarrollo es aquella situación donde no se cuenta con cierta cantidad de riqueza, servicios o capacidades productivas. Pero no hay acuerdo sobre cómo medir esas cantidades porque se han elaborado distintas listas y criterios, por lo que, se trata de un término controvertido al no haber consenso suficiente.

El subdesarrollo es aquella situación donde no se cuenta con cierta cantidad de riqueza, servicios o capacidades productivas. Pero no hay acuerdo sobre cómo medir esas cantidades porque se han elaborado distintas listas y criterios, por lo que, se trata de un término controvertido al no haber consenso suficiente. La idea del subdesarrollo tiene su origen en los economistas alemanes del siglo XIX y principios del XX, quienes discutían la idea de Adam Smith según la cual todas las regiones, profesiones y poblaciones pueden progresar económicamente a un ritmo parecido. Independientemente de la definición del término, el subdesarrollo es un problema mundial al que se le han atribuido diferentes factores; pero sin acuerdo sobre si son o no influyentes, como la raza, si pueden considerarse genéricos o específicos, como la religión, si han sido creados por otras naciones, caso de los colonialismos, o si por el contrario serían algo propio de las poblaciones subdesarrolladas, como la culpabilización de los otros. Como todo un problema que se considera, el subdesarrollo provoca innumerables repercusiones negativas en formas de carencias sanitarias, alimenticias o de seguridad ciudadana entre muchas otras. Sin embargo, como tantos otros fenómenos, implica también aspectos positivos para una parte de la población. A la desorientación existente se suma la dificultad para encontrar una solución para los países y regiones que lo sufren. Las propuestas y proyectos emprendidos han sido varios, casi tantos como los fracasos cosechados, pese al éxito logrado, especialmente para los pueblos del sureste asiático.


Definición

Ninguna definición has resultado consensuada, por el momento. Ni siquiera el diccionario de la Real Academia Española entra a indicar los niveles que marcan el desarrollo. Para autores como Rodolfo Terragno (1994, p. 211 y 212), la denominación que no tiene un significado claro. La Real Academia Española lo define como el atraso de un país o región, que no habría alcanzado determinados niveles (socioeconómicos, culturales).2 Respecto a la primera parte de la definición, atraso de un país o región, el consenso entre expertos y no expertos suele ser unánime, las discrepancias surgen cuando tratan de definirse los «determinados» niveles.

Una segunda aproximación podría ser: una de las etapas por las que atraviesan los países y las sociedades en su progreso, especialmente progreso en Estado del Bienestar y capacidad económica. Esta postura fue defendida por autores como Roastod, sin embargo esta idea de ser una “etapa” dentro de un proceso más largo cuenta con muchos detractores (Sampedro, 1996), quienes opinan que el subdesarrollo puede llegar a no superarse nunca por múltiples factores,1 porque no son dos sistemas sino uno solo, "como las ruedas de un coche en las cuales por mucho que corran las de atrás jamás podrán alcanzar a las de adelante", entre ellos la CEPAL o el citado Sanpedro.

Otra posible definición sería: el subdesarrollo es una estructura socio-económica en la que predominan la agricultura, la ganadería, la pesca y la exportación de materias primas por llevar al país por el desarrollo de autoindependencia observándose pobreza generalizada.1 Según estas pautas Corea del Norte no sería un país subdesarrollado, o no al menos en la primera parte de su definición, pues una parte considerable de sus ingresos por exportaciones lo constituyen los misiles y la tecnología nuclear (Nitikin, 2009, p. 21).

Un cuarto punto de vista considerar países subdesarrollados a todo aquel perteneciente al llamado Tercer Mundo, es decir, las naciones occidentales del norte constituirían el Primer Mundo, las naciones del antiguo Bloque del Este el Segundo Mundo y el resto sería el Tercer Mundo. Esta expresión fue desarrollada por el sociólogo Peter Wosley en los años sesenta (Terragno, 1994, p. 219) en una clara analogía con los tres estados de la Revolución Francesa. Esta definición no deja de ser discutida; pues estaría el caso de Albania, país dentro de la esfera socialista y por lo tanto perteneciente al Segundo mundo, que claramente era una nación subdesarrollada. Una de las pocas diferencias entre subdesarrollo y Tercer Mundo estriba en que el primero no suelen emplearlo las personas que teóricamente pertenecen a él por ser (Terragno, 1994, p. 219), cada vez más, peyorativo; así, es muy difícil escuchar la expresión Primer Mundo en países considerados desarrollados. Mientras, Tercer Mundo es más aceptado por unos y por otros.

El subdesarrollo también está muy relacionado con la pobreza, como indicó José Luis Sampedro en varias obras, llegándose a incluir como países subdesarrollados a aquellos donde un tanto por ciento determinado de su población vive bajo el nivel de la pobreza. Esta definición choca con el problema de medición por un lado, ¿Cómo se calcula la riqueza de un pueblo? ¿A partir de dónde una persona está bajo el nivel de la pobreza?, y por el otro la duda de si el subdesarrollo es sólo una cuestión económica;4 razones ambas por la cual los índices de desarrollo han ido cambiándose y ampliándose con el tiempo, como se verá más adelante.

Generalmente la expresión hace referencia a países aunque también puede utilizarse para designar a determinadas zonas o regiones e, incluso, a formas de pensar o subsistir: “mentalidad subdesarrollada” por aquella que espera resolver sus problemas con ayuda exterior.


Características de los países subdesarrollados

Como se ha indicado varios son los aspectos para considerar a un país o región como subdesarrollada. Entre los más comunes podemos citar:1 • Economía basada en el sector primario.
• Comercio exterior desfavorable.
• Elevada tasa de mortalidad infantil.
• Desocupación y subocupación masiva.
• Sobrepoblación relativa.
• Bajo nivel educativo.
• Ingreso bajo, mal distribuido e irracionalmente utilizados.
• Régimen político corrupto.
• Falta de instituciones democráticas.
• Dependencia política militar del extranjero.
• Dependencia estructural que influye en toda la estructura socioeconómica y condiciona muchos rasgos principales del sistema del proceso de desarrollo.
• Tecnología primitiva.
• Desarrollo económico dependiente
• Exportación de productos tropicales
• Importación de productos manufacturados

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Mapa de países por PIB per cápita en 2012, según el Banco Mundial. La renta per capita es un indicador objetivo y comparable, pero no explica todos los casos.Como se ha indicado al principio, uno de los principales problemas para delimitar el término es determinar el nivel o niveles a partir de los cuales un país o región puede ser considerado subdesarrollado.

Uno de los primeros criterios, sino el primero, se basaba en el Producto Nacional Bruto o PNB que la ONU emplea en su Índice de desarrollo humano, también el Grupo Banco Mundial lo prefiere al Producto Interior Bruto o PIB. La ventaja de ambos índices estriba en su casi objetividad, al ser datos medibles con relativa facilidades y también fácilmente comparable entre países.5 Asimismo, este dato de productividad se combina con el censo de la población o equivalente, otro dato empírico relativamente sencillo de obtener, ya sea por censo o por sondeo. Juntos arrojan la renta per cápita. Con las cifras de renta ya elaboradas sólo restaba colocar el listón bajo del cual se puede considerar a un país como subdesarrollado. Sin embargo, la renta per cápita posee un efecto perverso: muchos estados disponían y disponen de un determinado nivel, por ejemplo 21.000 dólares anuales, pero la distribución tan desigual de la riqueza hacía que, salvo las élites de esas naciones, la población viviera en unos niveles de desarrollo inferiores a los de países teóricamente más pobres (Terragno, 1994, p. 323). Además, persiste la polémica de si el desarrollo es únicamente o principalmente un cuestión económica.4 A pesar de lo anterior, para catalogar una economía como desarrollada o subdesarrollada tienen gran peso la categorización que le da el Banco Mundial, de Países de ingresos altos, medios y bajos,6 además las Economías avanzadas del Fondo Monetario Internacional7 y el Índice de desarrollo humano.


Otra clasificación es la empleada por la OCDE que analiza el nivel de renta junto con la longevidad y la alfabetización. Nuevamente salen casos como el de Azerbaiyán que cuenta con la mayor población de ancianos centenarios y su apariencia no es ni mucho menos la de un país desarrollado. Otro caso lo constituyen las monarquías del golfo Pérsico (Terragno, 1994, p. 323) que pueden alcanzar estos índices, pero sus habitantes se ven obligados a trabajar en condiciones muy duras para poder subsistir, incluso con temperaturas “oficiosas” por encima de 50 grados.

Por su parte la ONU, con su Índice de Desarrollo Humano, elaboró su catalogación basándose en más criterios, como la existencia de elecciones libres, la calidad de vida, los kWh por persona y año o el número de líneas telefónicas, ahora más en desuso por la irrupción de la telefonía móvil,8 con el fin de obtener una lista más basada en criterios sociales y cotidianos frente a los más económico de la renta per cápita. Los distintos indicadores anteriores arrojan diversas listas de países. Pese a que no suelen coincidir en todos los miembros, estas listas marcan ciertas líneas que podríamos ubicar unos cientos de kilómetros más al norte del trópico de Cáncer y unos cientos de kilómetros al sur del trópico de Capricornio.9 Los países que quedan en el interior de la zona acotada por estas líneas imaginarias serían países subdesarrollados. Sin embargo, como se ha indicado anteriormente y se puede apreciar en el mapa de la ONU,8 la lista de excepciones es muy larga y muy discutida porque también se incluye como país subdesarrollado a Albania y a lo largo de los ochenta a naciones que han sufrido procesos de «subdesarrollismo» como México o Argentina. Por el contrario, dentro de dichas líneas podrían quedar naciones de las llamadas en su día “emergentes” como Singapur y la provincia o país chino de Taiwán, cuando eran países desarrollados a finales del siglo XX y principios del XXI.

Historia del término y otras posibles denominaciones



Harry Truman en 1945, a quien se le atribuye pronunciar por primera vez el término "subdesarrollo". La palabra «subdesarrollo» no es nueva. Nació tras la revoluciones industriales, especialmente la Segunda revolución, cuando se constataba que no todas las naciones lograban dotarse de un sector secundario y seguían dependiendo de la agricultura, pesca y ganadería, principalmente (Reinert, 2002, p. 15). Pero se le atribuye al presidente Harry Truman la primera pronunciación de la misma en un discurso pronunciado en 1949.10.

La llamada Escuela Inglesa, con economistas como Adam Smith, postulaba que el mercado era relativamente transparente. La división del trabajo permitía el aumento de la riqueza y el mercado lograba la distribución de esa riqueza; así se conseguían crecimientos simétricos. El lugar donde se producían las manofacturas no sería de gran importancia para esta escuela, pues el mercado se ocuparía de redistribuir la riqueza. Sin embargo la observación de los hechos indicaba que la teoría era errónea o incompleta (Reinert, 2002, p. 11). El hecho de que los distintos mercados no conseguían distribuir más o menos homogéneamente la riqueza fue resaltada por los economistas de la llamada Escuela Alemana. Economistas como Friedrich List, Karl Marx o Joseph Alois Schumpeter indicaron que el lugar de producción de las manofacturas es de gran importancia para el desarrollo, lo mismo que la división del trabajo puede incrementar la producción, pero no por ello la redistribución de lo conseguido con dicho trabajo. Autores como los antes citados, hicieron ver la importancia de los bienes de producción para incrementar la riqueza, como el empleo de tornos, fresadoras, troqueladoras. Al mismo tiempo, hicieron hincapié también en el hecho de que los altos precios de estos bienes constituye una barrera para la entrada de nuevos competidores, mejor dicho, las máquinas necesarias para producir esa riqueza, más los conocimientos necesarios para manejar y reparar dichas máquinas, suponen una barrera para cualquier competidos que quisiera entrar a disfrutar de los beneficios que produce el mercado industrial. Al contrario que lo postulado por Smith, en el mercado industrial se rige por la competencia imperfecta y no por la perfecta (Reinert, 2002, p. 15).

Más aún, la barrera para acceder a la industrialización no concluye con poseer los conocimientos para instalar, manejar y reparar las máquinas industriales. Toda revolución industrial no puede llevarse a cabo sin una revolución demográfica que permita grandes poblaciones urbanas para manejar y mantener dicha maquinaria. A su vez esta no se dará sin una revolución agraria con la que alimentar a esas poblaciones. A estas debe sumarse la ya esbozada revolución económica, para realizar las ingentes inversiones que necesita toda empresa industrial. La industrialización acarrea un desarrollo de toda la sociedad. De esta forma la Escuela Alemana, al contrario que los postulados de la inglesa, crea modelos asimétricos, donde determinados grupos sociales, regiones y posteriormente países, se desarrollan y otras no lo hacen, o al menos, no a la misma velocidad. Es la Escuela Alemana la que comienza a cuñar el término desarrollo y subdesarrollo (Reinert, 2002, p. 11 y 12). Con el tiempo distintos órganos internacionales, principalmente vinculados a la ONU como el Grupo Banco Mundial, han creado otros términos, para referirse sobre todo a países y no tanto al fenómeno en sí. Pese a compartir causas y características, ninguno de los siguientes apelativos son sinónimo, aún cuando se utilicen como tales en varias ocasiones:

• País menos desarrollado.
• País en vías de desarrollo.
• País emergente.
• País recientemente industrializado.
• BRIC.

Efectos negativos

  • Hambrunas


Niña desnutrida en Biafra. Al contrario de lo que se piensa, las causas de las hambrunas no suele ser la falta de alimentos.

Los resultados de las hambrunas suelen ser muy espectacular con imágenes como cuerpos famélicos, niños con grandes estómagos llenos de aire, adultos tumbados y cubiertos de moscas sin fuerza para espantarlas. Sin embargo, las muertes por hambre no suelen ser tan numerosas como su repercusión en los medios de comunicación nos haría pensar. Grandes hambrunas pueden acaecer en Níger,34 determinadas zonas del Cuerno de África y otras áreas azotadas por la desertización, pero no son un fenómeno generalizado en el Planeta. Otra cuestión diferente que puede llevar a confusión es la malnutrición, por una dieta desequilibrada debido a carencias crónicas de determinados alimentos. Esto es una consecuencia de la Revolución agrícola y no del subdesarrollo necesariamente, porque la expansión de las prácticas agrícolas potencia un alimento básico sobre todos los demás.

Las grandes muertes por hambre no son consecuencia de la falta de alimentos en el mundo, salvo cuando se producen sequías o grandes plagas.34 La mejora en la eficiencia en la producción ha permitido por el momento proporcionar alimentos para toda la población,36 incluso para más. En muchas ocasiones el hambre es fruto de causas políticas como la acción de guerrillas que utilizan el alimento como arma para socavar apoyos al gobierno, o viceversa. Uno de los ejemplos más sangrantes se vio en el Genocidio de Biafra, donde miles de personas murieron de hambre al cortar el gobierno de Nigeria el suministro de ayuda humanitaria a la población de las zonas separatistas (Vilariño, 2004, p. 53). Algo parecido sucedía en Etiopía, la cual destinaba grandes recursos a luchar contra los independentistas de Eritrea y posteriormente contra el ejército invasor de Somalia (Gott, 2007, p. 389-395), mientras la población moría de hambre.

Por tanto, las hambrunas son más bien una consecuencia de las dos causas anteriores, guerras e inestabilidad política y social, que del subdesarrollo en sí mismo. Muertes de grandes poblaciones por orden de sus dirigentes no son propias ni únicas de naciones subdesarrollados, como tampoco lo es la ya inestabilidad ni la corrupción. Ucrania sufrió el Holodomor en la década de 1930 por orden de la URSS dirigida por Josef Stalin

  • Pandemias

La falta de medicamentos, de una correcta alimentación, de higiene y de infraestructuras que aumenten esta última forman uno de los mejores caldos de cultivo para enfermedades de todo tipo. A epidemias cotidianas, como la malaria, el dengue o la aparentemente inofensiva diarrea, se ha sumado el SIDA a finales del siglo XX. Todas estas afecciones atacan con mucha más virulencia a las naciones menos desarrolladas produciendo muertes, pérdida de rendimiento laboral o académico, disminución de la esperanza de vida y mortalidad infantil.

Caso extremo es el de África, donde muchos pueblos sólo cuentan con abuelos y nietos porque la generación intermedia ha muerto casi toda por el SIDA (UNICEF, 1999, p. 18). Pero no debe tenerse a esta última enfermedad como la más grave, pese a serlo y mucho. La ya citada diarrea provoca numerosos casos de muerte por deshidratación en lugares como África, donde el agua potable es muy escasa.

Las pandemias no están únicamente relacionadas con un sistema sanitario deficiente o con un escaso acceso a los fármacos necesarios. Las hambrunas y falta de dietas equilibradas influyen también en la propagación de las mismas. En muchos países y regiones el agua es poco saludable, para combatir los virus y bacterias que puede contener dicho líquido imprescindible el organismo necesita estar bien alimentado.

  • Sobre-explotación de los recursos

La presa de Assuan ha permitido obtener varias cosechas anuales, pero ha bajado la fertilidad de las tierras egípcias. Las necesidades de los pueblos subdesarrollados de alimentos, medicinas o simplemente una vida mejor, puede llevarlos a esquilmar sus recursos naturales. También interviene la corrupción que permite prácticas destructivas y no sostenibles a cambio de pagar pequeños emolumentos. La sobreexplotación de medio ambiente la realizan los propios pueblos subdesarrollados. La caza furtiva es una práctica frecuente, bien guiando a los cazadores que la practican como deporte,39 pero en otras ocasiones se trata de simple superviviencia para conseguir alimentos, como sufrió la población de hipopótamo en el antiguo Zaire, la cual fue prácticamente diezmada por la caza furtiva, para poder comer, durante la Segunda Guerra del Congo.40 Casos claros de estos comportamientos pueden apreciarse en la deforestación sufrida por Cuba (Gott, 2007) y la erosión sufrida por Madagascar tras la tala y deforestación masiva (Sagan, 1996, p. 79).

Sin embargo, los gobiernos contribuyen con su permisividad y tolerancia con prácticas abusivas. Aparecen explotaciones sin licencia en forma de minería incontrolada o talas abusivas, ambas destruye las zonas extractoras y contamina los ríos, erosiona los suelos y reduce la fertilidad de la tierra (OCU, 2008, p. 26). La sobreexplotación de la tierra es frecuente, así se han desecado grandes lagos por orden gubernamental para extraer agua y cultivar trigo primero y después de algodón, como el caso del mar de Aral (OCU, 2008, p. 27). El caso de Namibia o Senegal es citado cuando se trata el tema de la esquilmación marina. Los caladeros de ambos países, y también de otros, están siendo esquilmados por flotas como la rusa o la española que pescan con licencia conseguida en muchos casos por medio de la corrupción. Otro tercer tipo de sobreexplotación puede venir de las grandes obras de infraestructura. Un caso puede ser la Presa de Asuán, levantada con ciertas dificultades para permitir obtener varias cosechas al año, pero al mismo tiempo ha contribuido a disminuir la fertilidad de las tierras egipcias y a retener una cantidad creciente de limos que resulta muy caros de extraer, como cualquier otra represa.

Con todo, sería un error pensar que la sobreexplotación de los recursos es algo propio de los países subdesarrollados. Varias naciones desarrolladas también han esquilmado sus caladresos,41 igual que muchas culturas han desaparecido probablemente por prácticas agrícolas no sostenibles,35 como pudo haber sido el caso de la cultura maya en América Central o la de los anasazis en América del Norte.


Fuentes

«Subdesarrollo». La gran enciclopedia de la economía. Archivado desde el original el 10 de octubre de 2014. Consultado el 28 de may de 2017.

• • Real Academia Española. «Subdesarrollo». Diccionario de la Lengua. Madrid. Consultado el 23 de enero de 2010.

• • Sampedro, José Luis (29 de abril de 1976). «El subdesarrollo» (Audio). Madrid: Fundación Juan March. .

• • «¿Qué información ofrece el Indice de Desarrollo Humano (IDH)?». Nueva York: ONU. Archivado desde el original el 28 de diciembre de 2008.

• • EFXTO comunidad forex. «Producto Interior Bruto». Nueva York: EFXTO comunidad forex.

• • http://data.worldbank.org/about/country-classifications/country-and-lending-groups#High_income

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• • «United Nations Development Group». Nueva York: ONU.

• • «Indicadores internacionales de desarrollo humano» (en inglés). Nueva York: ONU. Archivado desde el original el 3 de diciembre de 2015.

• • Fernández Fernández, Antonio (6 de diciembre de 2013). «Desarrollo y subdesarrollo». Madrid: UNED.

• • Varios autores. «Differences in skeletal muscle and bone mineral mass between black and white females and their relevance to estimates of body composition» (en inglés).

• • Varios autores. «Architectural characteristics of muscle in black and white college football players» (en inglés).