Tamarindo
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Tamarindo.
Tamarindus indica L.
Si se observa el maravilloso mundo de los árboles frutales cubanos, rápidamente llama la atención el tamarindo ya que es fuerte, soberbio y esbelto como ningún otro, y puede sobrepasar los 20 m de altura. Su tronco es muy ancho y robusto, cuya oscura corteza se agrieta con el paso de los años.
Es un árbol frondoso de las cesalpiniáceas, cuyo follaje elegante y refinado parece un peculiar encaje. Cual divinos pendientes son las vainas o legumbres, para regalarnos una de las mejores frutas cubanas y aunque parezca increíble, es la más dulce de todas porque presenta una alto porcentaje de azúcares (según Cárdenas y Moreno), y al mismo tiempo es la más ácida. El sabor del ácido tartárico enmascara el dulzor de la fruta, pero su abundancia le confiere la propiedad de ser un excelente laxante y le da a la pulpa del tamarindo un peculiar e inconfundible sabor. El tamarindo posee una gran cantidad de minerales, como calcio y fósforo, y algunas vitaminas como la B.
Gracias a su majestuoso porte, el tamarindo ha sido utilizado en los campos cubanos como cortina rompeviento. Al sembrarlos juntos, para proteger las plantaciones de cítricos en la mayoría de los casos, forman un bello y espectacular paisaje campestre.
Referencia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Tamarindo
Libro "CUBA y sus árboles"
-Editorial Academia, Cuba, 1999
