Tauste

Tauste
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Municipio de España
EntidadMunicipio
 • PaísBandera de España España
 • ProvinciaBandera de la Privincia de Teruel.png Teruel
 • ComarcaVilla de la prov. de Zaragoza
Población (2010) 
 • Total7,129 hab.

Tauste. Villa de la prov. de Zaragoza a 54 km. de la capital. Situada en el margen izquierdo del río Arba, próximo ya a su desembocadura en la Depresión del Ebro, en la comarca de las Cinco Villas. Población: en 2010, 7.129hab.; en 1998, 6.998 hab.; en 1978, 7.297 hab.; en 1965, 6.965 hab. Comprende la entidad de población de Alera.

Enciclopédico

Pertenece a las Cinco Villas y es la más meridional de todas. En el núcleo urbano alternan los edificios de rancia solera con los modernos. Tauste es uno de los municipios zaragozanos con mayor índice de desarrollo. Preside la excepcional torre mudéjar de la parroquial de Santa María, la «bien plantá», como se la conoce popularmente. Las fiestas patronales se celebran en honor de la Virgen de Sancho Abarca, en torno a cuyo santuario ha surgido un pueblo nuevo con el mismo nombre, dependiente del propio municipio taustano. Hay dance, que se interpreta con motivo de las fiestas. También se celebra la fiesta del Santo Patrono, San Miguel, el 29 de septiembre. El día de Pentecostés se va en romería a Sancho Abarca, y el 21 de septiembre se conmemora la coronación de la Virgen. Las rondas de Tauste llevan lama en todo Aragón, por su peculiar acompañamiento a base de guitarras y requintos. Es cuna el lugar de populares joteros, entre los que sobresale la dinastía de los Galé.

Historia Media

A fines del siglo XI la villa aún permanecía en manos musulmanas, pues en torno a 1091, sus habitantes pagaban parias a Sancho Ramírez , cediéndolas éste tres años más tarde al monasterio de San Juan de la Peña Su reconquista debió de ser hacia el año 1105, pues en esta fecha Alfonso I expidió documentación estando en esta villa. Su primer tenente conocido fue Lope Garcés Peregrino, quien ocupó este cargo entre 1123 y 1133 ; otros tenentes fueron Pedro Taresa (1134-1140), Jimeno Fortuñones de Aibar (1147-1154), Vallés (1158-1166) y Blasco Romeo (1170- 1185), llegando a ser un total de nueve los tenentes conocidos en el siglo XII. Su amplio término municipal se debe en gran parte a las donaciones efectuadas por Ramiro II y Ramón Berenguer IV, quienes concedieron diversos montes y dehesas a sus nuevos pobladores. Según Labaña Buscar fue cedida por Jaime I a su esposa Violante de Hungría como dote; y posteriormente Martín I intentó concederla a Antón de Luna, pero sus habitantes se negaron a aceptar esta nueva situación, por lo que el rey les prometió no separarlos de la Corona a la vez que los declaraba infanzones7099. Esta villa de realengo tuvo voto en Cortes ; en 1423 Alfonso V autorizaba la instalación en ella de escuelas de gramática y artes. A mediados del siglo XV la reina doña María les concedió la celebración de un mercado semanal. Al igual que las otras cuatro villas, conserva Tauste, todavía hoy, el titulo histórico-jerárquico de villa infanzona, que antiguamente daba derecho a sus naturales y vecinos para lucrarse de todos los honores, libertades, franquicias y demás exenciones propias de los caballeros infanzones del reino, en posesión de sus ejecutorias. El 17-VII-1524, Carlos I y doña Juana, su madre, concedieron permiso a favor de la villa de Tauste, para ensanchar el cauce de la acequia del Ebro y en vez de practicar nuevas obras, se agregaron y fueron admitidos en la misma empresa de las poblaciones navarras, fortificando el azud o presa, ensanchando el cauce y alargándolo doble trecho del que tenía, tomando el nombre de acequia de Tauste Aquellos privilegios, concesiones y derechos fueron confirmados por Felipe IV en real cédula de 1626; lo mismo hizo Felipe V, agradecido por la heroicidad con que la villa de Tauste defendió su causa en las guerras de sucesión. También le fue concedido un privilegio real, confirmado por el Papa Julio III, para cursar estudios de Gramática, Retórica y Filosofía. Cuando el mariscal de la Mota sitió la plaza de Monzón en 1642, Felipe IV escribió a las Cinco Villas, pidiéndoles asistencia y Tauste formó una compañía de hombres escogidos. En 1706, tuvo lugar un hecho que dio renombre a Antonio Germán, uno de los más leales hijos de Tauste, fiel servidor de Felipe V, cuya fidelidad le llevó a la horca. Según el padrón de 1768, la población de Tauste era de 2.582 hab.; de éstos, 62 estaban considerados nobles, existían 27 títulos de nobleza, había 2 empleados de Hacienda, un administrador de Aduanas, un estanquero y un administrador de Correos; la única industria censada era una salinera, aunque según datos de Ignacio de Asso contaba también con una fábrica de salitre y de batanes y sus aguas regaban 4.100 cahizadas en la Huerta Alta y 1.900 en la Huerta Baja. Los taustanos contribuyeron también a la lucha contra los franceses, ya que, una vez recibida la orden de José Rebolledo de Palafox y Melci, en mayo de 1808 partió para Zaragoza la primera compañía del primer tercio, pereciendo casi todos sus hombres a excepción de seis, que regresaron a su pueblo natal y sin descanso ni tregua emprendieron de nuevo el camino a la capital por orden del corregidor, apoyado por la opinión del vecindario de la villa. Es digno de mención entre las personalidades eclesiásticas, don Mariano Supervía y Lostalé, nacido el 21-IV-1835, preconizado obispo auxiliar de Zaragoza en 1888, y que fue nombrado más tarde obispo de Huesca

Arte

  • Iglesia parroquial de Santa María: Iniciadas las obras en el primer tercio del siglo XIII, en 1243 estaban sin finalizar. En esta fecha el abad Íñigo, en nombre del Monasterio de San Juan de la Peña (que a partir de la Reconquista de Tauste, por Alfonso I El Batallador, en 1115, cobraba diezmos y primicias por concesión del monarca), cedió a la villa dichas cargas tributarias para que «atienda a la terminación de las obras de la torre, iglesia, campanas y vestiduras». En la segunda mitad del siglo XVI se modifica su estructura: se rehacen las cubiertas, se añade una pequeña capilla a los pies y se adosa la sacristía en la cabecera. A fines del siglo XVII, o principios del XVIII, se añade en el muro del Evangelio, y a los pies, una capilla dedicada a la Virgen de Sancho Abarca.

Construida en ladrillo a cara vista, presenta planta rectangular de nave única y ábside poligonal. Su cubierta es de bóveda de crucería sencilla separada por arcos tajones apuntados, que dividen a la nave en tres tramos más el presbiterio. La capilla de Sancho Abarca, de planta rectangular, está dividida en dos tramos que se cubren con cúpula sobre pechinas y bóveda de lunetos. Al exterior, contrafuertes poco pronunciados que se corresponden con la división del espacio interior. Un atrio, de planta cuadrada y cubierto con bóveda de aristas, da acceso al interior por medio de una puerta abierta en arco apuntado. La torre, situada a los pies, es tipicamente mudéjar de planta octogonal, tiene estructura de alminar almohade; dividida en dos cuerpos, el primero presenta tres paños decorados a base de arcos mixtilíneos (que se repiten en la parte superior del ábside) entrecruzados, mallas de cruces de doble ángulo y ataurique, enmarcados por bandas de esquinillas; el segundo con ventanas en arcos apuntados, algunos geminados, y sobre ellas otra franja más ancha con mallas de cruces de doble ángulo. En el interior se conservan numerosos retablos. De todos ellos el más interesante es el retablo mayor, dedicado a Santa María, contratado en 1520 entre el concejo de Tauste y los escultores Gil Morlanes y Gabriel Yoli , a los que se unió, en 1521, Juan de Salas (para hacer las partes de escultura que debía hacer Gil Morlanes), según documentación publicada por Abizanda En el sotabanco aparece la fecha de 1570, que podría corresponder al momento de su colocación. Su estructura es la típica de los retablos del segundo tercio del siglo XVI, en los que aparecen ya columnas abalaustradas y decoración de grutescos en la mazonería; y en la escultura se aprecian las formas miguelangelescas de Yoli en los pisos inferiores, y otras de tono más reposado de Juan de Salas en la parte superior. Algunas de sus escenas, han sido restauradas recientemente por los Albareda. Otros retablos dignos de mención son: el de Santa Ana, la Virgen y el niño, hispanoflamenco de escuela aragonesa, de la segunda mitad del siglo XV; el de la Visitación, del segundo tercio del XVI; y el de la Coronación de la Virgen, contratado en 1546 por Diego de San Martín (según Abizanda). Existen también esculturas de notable calidad, como las de Santo Domingo y San Francisco, relacionables con la obra de los Ramírez. La Capilla de Sancho Abarca contiene algunas tallas de interés. La de la Virgen titular del retablo, gótica con influencia francesa. Cuatro paneles en medio relieve, del segundo tercio del siglo XVIII, que recuerdan la forma de hacer del P. Lacarre en el Seminario de San Carlos de Zaragoza. Las esculturas de San Pedro y San Pedro Arbués, barrocas de la escuela de los Ramírez . Y un frontal de altar en plata repujada y cincelada, dividido en tres piezas, con punzón de Estrada, de la segunda mitad del siglo XVIII. Sobre esta capilla, una pequeña estancia contiene piezas notorias: talla de virgen románica, de transición al gótico, de fines del siglo XIII; Virgen gótica del siglo XIV y esculturas atribuidas a Yoli, Morlanes hijo y Ramírez.

  • Iglesia de San Antonio Abad: Levantada en el siglo XIII, y no carente de calidad, se conserva actualmente en condiciones lamentables.

Construida a base de mampostería, yeso y ladrillo, presenta planta rectangular de una sola nave, ábside semicircular al exterior y poligonal al interior; cubierta de madera a dos vertientes, soportada por arcos tajones apuntados. Torre a los pies, de planta cuadrada, con un segundo cuerpo octogonal. Se conservan en el Ayuntamiento dos tablas hispanoflamencas, de principios del siglo XVI, procedentes de un retablo ubicado en esta Iglesia.

  • Conventos: El de Santa Clara, fundado a principios del siglo XVII (1609), sigue la estructura típica de los levantados en esta época. Dentro de él destaca su iglesia, barroca, erigida a fines del siglo XVII y restaurada en 1981. Construida en ladrillo a cara vista, de planta rectangular con una sola nave, capillas entre los contrafuertes y triforio, se cubre con bóveda de lunetos. En su interior destacan algunas tallas de bulto redondo de la escuela de los Ramírez.

Del de franciscanos, fundado hacia 1599 ó 1600, apenas se conservan restos. Sólo parte de un muro en ladrillo y mampostería, con friso corrido y pilastras adosadas que terminan en capiteles corintios.

  • Santuario de Nuestra Señora de Sancho Abarca: Conjunto formado por hospedería, hospital e iglesia, cuya fábrica se inicia en 1670, prolongándose hasta el primer tercio del siglo XVIII. La iglesia, finalizada en 1703, se construye en ladrillo a cara vista, y presenta planta rectangular, una sola nave con capillas entre los contrafuertes, cubierta con bóveda de lunetos, excepto la capilla mayor que lo hace con cúpula sobre pechinas.

En su interior se conservan numerosos retablos, pinturas y esculturas, que no ofrecen demasiado interés artístico.

  • Ermitas: La de Santa Ana es la más interesante. Levantada a principios del siglo XV, en un gótico muy tosco y popular, se le añaden dos capillas laterales a fines del siglo XVI. De ladrillo y mampostería, presenta nave de planta rectangular, testero recto, y cubierta de madera a dos vertientes, que apoya en arcos tajones apuntados. Su estado de conservación es muy deficiente.

En los alrededores de la población se hallan las ermitas de la Virgen del Pilar, San Antonio y la del Sepulcro; carentes de interés artístico, están muy arraigadas en el sentimiento popular. Apenas se conservan restos interesantes de arquitectura civil, tan sólo algunos edificios de fines del siglo XVI.

Fuentes