Toyotismo

Toyotismo
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Sistema de producción aplicado en sus orígenes por la empresa japonesa Toyota.

Toyotismo. El toyotismo fue un sistema de producción aplicado en sus orígenes por la empresa japonesa Toyota. Se basa en el principio «just in time» que significa producir solo lo necesario y en el momento que se requiere. El toyotismo propone empezar la producción una vez recibido el pedido. De ese modo, se evita acumular un stock de mercadería por vender, lo cual implica costes de almacenamiento.

Surge en la década de 1970

A partir de la década de 1970 la corriente iniciada por el ingeniero de Toyota Taiichi Ohno empezó a desplazar al fordismo, que apostaba por la producción automatizada en masa. En cambio, el toyotismo se enfoca en producir solo cuando ya está asegurada la venta.

Para ser más precisos, el toyotismo empezó a ganar terreno a partir de la crisis del petróleo de 1973 cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió no continuar exportando crudo a las naciones que hubieran apoyado a Israel en la Guerra del Yom Kippur. Dicha medida de represalia provocó un incremento de los precios del petróleo y, en consecuencia, un fuerte aumento de la inflación. Otros de los efectos de esta crisis fueron el aumento del desempleo y un bajo crecimiento económico.

En ese contexto, el toyotismo se convirtió en el sistema con el cual Japón sacó a flote su industria, alcanzando el país del sol naciente un gran desarrollo en pocas décadas.

Características del toyotismo

Entre las características del toyotismo podemos destacar:

  • Solo se fabrican los bienes que han sido solicitados, evitándose la sobreproducción.
  • Incentivar el trabajo en equipo en lugar de la labor aislada.
  • Alta rotación de los empleados para que aprendan a desarrollar diversas tareas. Esto significa que el trabajador se volverá multifuncional, pudiendo manejar distintas máquinas, por ejemplo. Esto, a diferencia del fordismo donde se buscaba especializar a la mano de obra en pequeños procesos específicos (especialización del trabajo).
  • La reducción en los costes de almacén podrían permitir trasladar esa baja al consumidor con un menor precio.
  • Los jefes y empleados toman decisiones conjuntas y siendo flexibles ante los diferentes requerimientos de cada pedido.
  • Las fases de producción no se dividen en tareas aisladas para cada trabajador o área. La idea es que todos los empleados tengan conocimiento del proceso de producción de inicio a fin. Así, se logra una mayor flexibilidad para que se puedan dar respuestas rápidas en la puesta en marcha de la fabricación del producto.

Fuentes

  • Piore, M. y Sabel, C. La segunda ruptura industrial. Alianza Editorial. Madrid.
  • Muto, Ichiyo. Toyotismo. Lucha de clases e innovación tecnológica en Japón. Artículo.
  • Wright, E. O. (1983). Clase, crisis y Estado. Madrid. Siglo XXI.
  • Cómo destruir el capitalismo