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Revisión del 14:47 4 feb 2015

Trematodo pulmonar
Información sobre la plantilla
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Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Platyhelminthes
Clase:Nematoda
Familia:Nematodos
Trematodo pulmonar.

La infección por el trematodo pulmonar Paragonimus westermani y otras especies parecidas (p. ej., P. africanus) es endémica de muchas partes del mundo, salvo América del Norte y Europa.

Esta endemia es especialmente notable en Asia, África occidental y América Central y del Sur. En la naturaleza, los hospedadores que actúan como reservorio de P. westermani son los felinos salvajes y domésticos. En África se ha encontrado P. africanus en otras especies como el perro. Las duelas pulmonares adultas, con una longitud de 7 a 12 mm, permanecen encapsuladas en los pulmones de las personas infectadas.


En raras circunstancias, los gusanos se enquistan en el sistema nervioso central (paragonimosis cerebral) o en la cavidad abdominal. El ser humano contrae la infección pulmonar ingiriendo metacercarias infectivas enquistadas en los músculos o vísceras de cigalas y cangrejos de agua dulce. En las zonas endémicas, estos crustáceos se consumen crudos o escabechados. Cuando el organismo llega al duodeno, sale del quiste, penetra en la pared intestinal y viaja por la cavidad peritoneal, el diafragma y el espacio pleural hasta llegar al pulmón. Los gusanos maduros residen en los bronquiolos, rodeados de lesiones quísticas. Los huevos del parásito son expectorados con el esputo o deglutidos y salen al exterior con las heces. El ciclo vital se completa en los caracoles y crustáceos de agua dulce.

Cuando los gusanos maduros se alojan en el pulmón, producen hemorragia y necrosis con posterior formación de quistes. El parénquima pulmonar adyacente muestra una reacción inflamatoria en la que predominan los eosinófilos.

Los quistes suelen medir 1 a 2 cm de diámetro y pueden contener uno o dos gusanos cada uno. Al comenzar la puesta de huevos, los quistes suelen romperse hacia los bronquiolos adyacentes, lo que permite que los huevos abandonen al ser humano hospedador. Los quistes más viejos presentan paredes gruesas que pueden calcificarse. Durante la fase activa de la paragonimosis, los tejidos pulmonares que rodean a los quistes del parásito pueden mostrar signos de neumonía, bronquitis, bronquiectasias y fibrosis.

Los síntomas de la paragonimosis pulmonar aparecen sobre todo en las infecciones moderadas o intensas. Las primeras manifestaciones suelen ser una tos productiva con esputo pardo o hemoptisis acompañada de eosinofilia periférica. La exploración del tórax puede revelar signos de pleuritis. En los casos crónicos suelen predominar la bronquitis o las bronquiectasias, que rara vez dan lugar a abscesos pulmonares.

Características

Los estudios de imagen de los pulmones revelan alteraciones características: densidades en forma de parches, cavidades, derrame pleural y sombras en anillo. La paragonimosis cerebral se manifiesta como una lesión que ocupa espacio o por epilepsia.

Diagnóstico

La detección de los huevos del parásito en el esputo, en las heces, o en ambos,permite diagnosticar la enfermedad pulmonar. La serología resulta muy útil cuando no se encuentran huevos, y en la paragonimosis cerebral.

Tratamiento

El fármaco más adecuado es el prazicuantel. Las lesiones pulmonares o cerebrales pueden precisar otros tratamientos médicos o quirúrgicos.

Fuente