Urgencia psiquiátrica

Revisión del 12:36 15 mar 2021 de Yaniccia (discusión | contribuciones) (Página creada con « {{Enfermedad |nombre=urgencia psiquiátrica |imagen_del_virus=354 × 142, 3 KB |tamaño= |descripción= |imagen_de_los_sintomas= |tamaño2= |descripción2=Como la situaci…»)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
urgencia psiquiátrica
Información sobre la plantilla
260px
Clasificación:Existen dos tipos de urgencias médicas: excitación aguda con agitación psicomotora y comportamiento autodestructivo o suicida

urgencia psiquiátrica

Como la situación en la que el trastorno del pensamiento, del afecto o de la conducta son en tal grado disrruptivos, que el paciente mismo, la familia o la sociedad, consideran que requiere atención inmediata. Pueden presentarse en condiciones que urgencia psiquiátrica es una alteración del pensamiento, comportamiento o estado de ánimo que requiere de intervención inmediata. En la mayoría de los casos, estas urgencias son el resultado de una enfermedad mental.

Se define la urgencia psiquiátrica como la situación en la que el trastorno del pensamiento, del afecto o de la conducta son en tal grado disrruptivos, que el paciente mismo, la familia o la sociedad, consideran que requiere atención inmediata. Pueden presentarse en condiciones

Definición

Una urgencia es una situación que tiene un riesgo inmediato para la vida, la salud, las propiedades y el medio ambiente. Las emergencias requieren una intervención urgente para prevenir que la situación empeore, por ello es muy común que a las emergencias médicas y psiquiátricas también se les denomine urgencias.

Una emergencia o urgencia médica es una alteración o una enfermedad aguda, tiene un riesgo inmediato para la vida de la persona o para su salud a largo plazo. Una urgencia médica requiere la atención de una persona especializada. Las urgencias médicas pueden presentarse dentro o fuera de un hospital, en la calle o en el hogar.

Una emergencia o urgencia psiquiátrica es una condición aguda o crónica que requiere una intervención psiquiátrica: intento de suicidio, abuso de sustancias, psicosis, conducta agresiva, crisis de angustia (ataques de pánico), trastorno de estrés agudo o trastorno de estrés postraumático. Para la atención de estos pacientes se requieren médicos psiquiatras, enfermeras, psicólogos, trabajadoras sociales. El paciente puede buscar atención en un servicio de urgencias psiquiátricas en forma voluntaria, referido por un especialista o en forma involuntaria por mandato de una autoridad.

Estadísticas

A partir de la década de 1970-1979 se observó un incremento en la utilización de los servicios de urgencias en Estados Unidos. Este incremento representó un reto que determinó cambios en los procedimientos de evaluación, técnicas de intervención, políticas para la referencia de pacientes, capacitación del personal, diseño de la infraestructura de los servicios.2 En ese país, en 2004 hubo un total de 4.3 millones de consultas en servicios de urgencias psiquiátricas, que representaron 5.4% del total de consultas en servicios de urgencias.

En 2008, en un estudio de utilización de servicios en Estados Unidos, se identificó que los pacientes psiquiátricos que no contaban con seguridad social tenían más consultas en servicios de urgencias comparados con los pacientes psiquiátricos que sí contaban con ese servicio.

El aumento del uso de servicios de urgencias puede deberse a diferentes factores: a que los pacientes psiquiátricos sin seguridad social acuden más a estos servicios; a la falta de recursos adecuados en la comunidad; a las condiciones médicas que causan alteraciones en la conducta, en el pensamiento, en el estado de ánimo; al aumento de la expectativa de vida que incrementa el riesgo de demencia y condiciones médicas.

Entre 18 y 43% de los pacientes que acuden a un servicio de urgencias psiquiátricas lo hace referidos: 71% por médicos generales, 20% por servicios de urgencias médicas y 1% por la policía; entre 32 y 64% de estos pacientes se hospitaliza. Sólo 61% de los referidos a urgencias psiquiátricas cursa con un trastorno mental grave: 40% tiene un trastorno afectivo, 19% abuso de alcohol, 14% esquizofrenia y trastornos delirantes y 10% trastornos de ajuste.

Existen dos tipos de urgencias médicas: excitación aguda con agitación psicomotora y comportamiento autodestructivo o suicida.​ En el caso del paciente agitado, debe ubicarse dentro de un área libre de armas potenciales y con salidas despejadas. Newman 2010 establece que la presencia de otras personas a manera de «demostración de fuerza» puede lograr persuadir al paciente de ser combativo.​ Por otra parte, también es necesario diferenciar el tipo de agitación, es decir, si se trata de una «patología orgánica de base o una patología eminentemente psicológica». El manejo de pacientes en esas condiciones, que comienza con intervenciones verbales, está enfocado en evitar que se lastime o lastime a alguien más.5​6​ Con respecto al paciente suicida, es necesario evaluar el riesgo de suicidio dado que son esas las conductas más comunes dentro de este tipo de urgencias.

Sadock, Sadock y Ruiz 2015 señalan que los antecedentes familiares de suicidio, comportamientos similares previos o una nota de suicidio del paciente son factores que incrementan este riesgo. El peligro de un comportamiento suicida inminente es suficiente para indicar la hospitalización del individuo.​ En caso contrario —ideación suicida pasiva más apoyo familiar—, el médico puede optar por dar el alta al paciente y mantener un seguimiento del caso. Benito Fernández (2010) señala que las urgencias psiquiátricas infantiles son poco frecuentes. Sadock, Sadock y Ruiz 2015 coinciden al aclarar que son pocos los que por sí solos buscan ayuda.​ En la mayor parte de los casos, son las personas que los rodean —padres, familiares, profesores— los que realizan las evaluaciones iniciales.​ El niño en este estado puede mostrarse «agresivo o apático y desconectado con los demás, o pasar de un estado a otro en un instante».​

El tratamiento

Inmediato de las urgencias psiquiátricas se enfoca en los síntomas agudos con la finalidad de mejorar la condición del paciente y evitar que con su comportamiento se dañe o dañe a otros.​ De acuerdo , la pérdida del juicio de muchos de estos individuos puede ocasionar que sean «las personas de la comunidad, como los amigos, familiares, policías o transeúntes» las que se encarguen de llevar al paciente a urgencias. Son también, en muchas ocasiones, estas personas las que aportan la información más útil sobre el paciente.​ Por su parte, Sadock, Sadoc y Ruiz 2015 indican que los elementos más importantes de la evaluación en el servicio de urgencias son el examen del estado mental, la historia clínica y, dependiendo del caso, los exámenes físicos y auxiliares. Si la urgencia psiquiátrica involucra también una lesión física, debe ser atendida lo más pronto posible los cortes, envenenamiento, deshidratación y los trastornos en la función respiratoria o circulatoria son los más importantes. Además el paciente debe mantenerse bajo vigilancia constante. Las técnicas de inmovilización física se emplean en pacientes que representan un peligro para sí mismos y para los demás y que no pueden controlarse de otra forma.

En este sentido, una característica de la atención de urgencias psiquiátricas es una mayor exposición a agresiones físicas. Según Escobar, González y Schürch , que citan a Tardiff, aproximadamente 40% de los psiquiatras afirmó haber sido agredido por pacientes en una o más ocasiones. Por otro lado, el tratamiento de pacientes agitados puede implicar la sedación, aunque la intervención verbal para tranquilizar al paciente —hablando en una manera amigable y en tono regular y conversacional— también puede ser útil.​ El tratamiento farmacológico está indicado en casos de violencia o agresión, ataques de pánico masivos y síntomas extrapiramidales como distonía y acatisia. Los pacientes paranoicos o en excitación catatónica necesitan ser tranquilizados ya sea con haloperidol, carbamazepina o litio y amobarbital o paraldehído para los alérgicos a las benzodiacepinas o antipsicóticos. Por otra parte, los pacientes violentos responden mejor a la sedación con diazepam o lorazepam. Este último fármaco es el indicado para la tranquilización de pacientes suicidas. Este tipo de pacientes también requiere vigilancia médica por varios días. Además, dentro de la entrevista inicial se deben realizar preguntas directas del tipo ¿Quieres morir? o ¿Te sientes tan mal que podrías lastimarte?»

Fuentes

https://www.google.com/search?client=firefox-b-d&q=urgencia+psiqui%C3%A1trica https://accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?bookid=2368&sectionid=187436614 https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Urgencia_psiqui%C3%A1trica&action=edit&section=6