Alan Phillip Gross

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Alan Phillip Gross
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Alan Gross
Nacimiento1950
Potomac, Maryland, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Alma materUniversidad de Maryland
Universidad Comunitaria de Virginia

Alan Phillip Gross. Es un contratista norteamericano, ligado a las operaciones desestabilizadoras de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional en Cuba. En febrero de 2011 la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de La Habana le impuso una sanción de 15 años de privación de libertad, por el delito de "Actos contra la Independencia o la Integridad Territorial del Estado". Fue liberado el 17 de diciembre de 2014 como parte de un acuerdo humanitario alcanzado entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba. La libertad de Gross fue anunciada simultáneamente por el presidente cubano Raúl Castro y el estadounidense Barack Obama en sendos comunicados en el que se anunció también el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos[1].

Síntesis biográfica

Es un ciudadano estadounidense de Potomac, Maryland, de confesión judía. Es un empleado de la Development Alternative, Inc (DAI), subcontratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), la cual a su vez depende del Departamento de Estado.

En diciembre de 2009, cuando Gross estaba a punto de salir de Cuba con una simple visa turística –en lo que constituía entonces su quinto viaje del año– los servicios de seguridad lo detuvieron en el aeropuerto internacional de La Habana. Una investigación había permitido establecer vínculos estrechos entre él y los planes de "cambio de régimen de Estados Unidos contra Cuba, en el marco de un programa del Departamento de Estado de “promoción de la democracia en Cuba”[2].

Experto en tecnología de comunicación de larga distancia, Gross dispone de una gran experiencia en este campo. Ha trabajado en más de cincuenta naciones y ha elaborado sistemas satelitales de comunicación durante las intervenciones militares estadounidenses en Iraq y Afganistán para eludir los canales controlados por las autoridades locales.

Actividades en Cuba

El Departamento de Estado estadounidense, que exigió la liberación del detenido, afirmó que:

“Gross trabaja para el desarrollo internacional y viajó a Cuba para ayudar a los miembros de la comunidad judía de La Habana a conectarse con otras comunidades judías del mundo”.

Según Washington, las actividades de Gross eran legítimas y no habían violado la legislación cubana.

La familia de Alan Gross también aseguró que sus frecuentes viajes a la isla se destinaban a permitir que la comunidad judía de La Habana pudiera conseguir acceso Internet para poder comunicarse con los judíos del mundo entero. Su abogado Peter J Kahn ratificó esas palabras:

“Su labor en Cuba no tenía nada que ver con la política, sino que simplemente se proponía ayudar a mejorar la vida de los miembros de la pequeña, pacífica y no disidente comunidad judía en ese país”.

No obstante, la misma comunidad judía de La Habana contradijo la versión oficial de Estados Unidos y de la familia Gross. En efecto, la comunidad afirmó que no conocía a Alan Gross y que nunca se habían reunido con él a pesar de sus cinco estancias en Cuba en 2010. Adela Dworin, presidenta del Templo Beth Shalom, rechazó las afirmaciones de Washington:

“Es lamentable […].Lo más triste es que se haya querido involucrar a la comunidad judía en Cuba, que es totalmente ajena”.

Por su parte Mayra Levy, portavoz del Centro Hebraico Sefardí, aseguró que ignoraba quién era Gross y que éste jamás se había presentado a su institución.

Arturo López-Levy, secretario de Bnai Brith en la Comunidad Judía Cubana entre 1999 y 2001 y profesor de la Universidad de Denver, se mostró también escéptico a propósito de la versión estadounidense sobre el caso Gross. Al respecto, afirma lo siguiente:

“Gross no fue arrestado porque sea judío ni por sus supuestas actividades de ayuda tecnológica a la comunidad judía cubana, que ya disponía de un laboratorio informático, de correos electrónicos y de acceso a Internet antes de su llegada a La Habana (...) Gross viajó a Cuba no para trabajar con alguna organización judía sino para la USAID[3]

Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano, afirmó que el ciudadano estadounidense había violado la legislación del país.

“Él violó leyes cubanas, la soberanía nacional, cometió delitos que en Estados Unidos son muy, muy castigados”.

Pieza por pieza, en mochilas y maletines, Alan Gross se aseguró de introducir computadoras, teléfonos celulares, discos duros y equipos de telecomunicaciones en Cuba. El artículo más sensible, según los reportes oficiales de los viajes del contratista estadounidense, fue el último: un “chip” informático para teléfonos móviles que, según expertos, suele ser usado por la CIA y el Pentágono para evitar la detección electrónica de señales telefónicas[4].

Juicio y sentencia

En febrero de 2011, el Tribunal Provincial de Justicia de Ciudad de la Habana recibió de la Fiscalía el expediente de fase preparatoria No 59/2009, en el cual se acusa a Gross del delito de “Actos Contra la Independencia o la Integridad Territorial del Estado”. De acuerdo con el Artículo 91 del Código Penal de Cuba, la Fiscalía solicitó una sanción de 20 años de privación de libertad[5]. El juicio fue confirmado más tarde para el 4 de marzo del mismo año[6].

Durante la vista del juicio oral la Fiscalía aportó elementos de prueba sobre la participación directa del acusado en la introducción y desarrollo en el país de un proyecto subversivo para intentar derrocar la Revolución, que tenía como blancos esenciales el sector juvenil, centros universitarios, culturales, religiosos, grupos femeninos y raciales[7].

En la materialización de sus propósitos anticubanos pretendía emplear sofisticadas tecnologías para crear redes clandestinas de infocomunicaciones o fuera del control de las autoridades cubanas para alimentar provocaciones contrarrevolucionarias.

Gross reconoció que fue utilizado y engañado por la DAI (Development Alternative Inc.), empresa contratista de la agencia gubernamental norteamericana USAID, subordinada al Departamento de Estado, que se encarga de programas de desestabilización política contra gobiernos que no son del agrado de la Casa Blanca en América Latina y muchas otras partes del mundo[7].

Acusó a la DAI de haberlo puesto en peligro y conducirlo a su situación actual; de arruinar la vida y la economía de su familia.

Durante el juicio, el acusado hizo una declaración libre y respondió preguntas del fiscal, de la defensa y el tribunal sobre los hechos que se le imputaron. Se tuvo en cuenta además las declaraciones de diez testigos, nueve peritos con 26 informes periciales, el informe del instructor, abundantes pruebas materiales y documentales presentadas por la Fiscalía.

Días después el tribunal sancionó a Gross a una condena de 15 años de privación de libertad.

La Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de La Habana impuso este viernes una sanción de 15 años de privación de libertad al estadounidense Alan Philip Gross, por el delito de “Actos contra la Independencia o la Integridad Territorial del Estado”.

Para tomar esa decisión el tribunal tuvo en cuenta las numerosas pruebas testificales, periciales y documentales practicadas en el juicio oral, en especial las presentadas por la fiscalía, que demostraron la participación directa del contratista norteamericano en un proyecto subversivo del Gobierno de Estados Unidos para tratar de destruir la Revolución, mediante el empleo de sistemas de infocomunicaciones fuera del control de las autoridades para promover planes desestabilizadores contra diversos sectores sociales.

Durante la vista del juicio oral, el acusado reconoció haber sido utilizado y manipulado por la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) de los Estados Unidos, subordinada al Departamento de Estado y que financia a la empresa contratista DAI, en nombre de la cual Gross vino a Cuba.Sentencian a 15 años de prisión a Alan Gross

Meses después el Tribunal Supremo de Justicia ratificó[8] la sentencia aplicada luego de revisar un recurso de casación[9].

Liberación

Gross fue liberado el 17 de diciembre de 2014 como parte de un acuerdo humanitario alcanzado entre los gobierno de Cuba y Estados Unidos. La libertad de Gross fue anunciada simultáneamente el presidente cubano Raúl Castro y el estadounidense Barack Obama en sendos comunicados en el que se anunció también el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos[10].

Referencias

Fuentes