Alexandre Petion

Alexandre Petion
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General y Presidente de la República de Haití
Nacimiento2 de abril de 1770
Puerto Príncipe Bandera de Haití Haití
Fallecimiento29 de marzo de 1818
Puerto Príncipe Bandera de Haití Haití
NacionalidadHaitiano

Alexandre Petion (1770-1818). General y Presidente de la República de Haití.

Historia

Tras la muerte de Jean-Jacques Dessalines, el territorio haitiano se dividió en dos naciones. Henri Christophe convirtió la parte norte en un reino y se tituló Henri I, mientras que el oeste pasó a ser gobernado por Petion, miembro de una culta y refinada familia de libertos que se había educado en Francia.

Presidencia

Instalado en la Presidencia el 1 de marzo de 1807 por el Senado de la República, tuvo que defenderse del creciente poder de Christophe, así como enfrentar varias conspiraciones de generales que pretendieron derrocarlo. Aunque tolerante y magnánimo, actuó hasta 1815 como dictador. En ese año, convocó las asambleas electorales para escoger a los candidatos al nuevo Senado, cuyos miembros recibieron la tarea de revisar la inaplicable Constitución de 1806 y redactar otra, que fue promulgada el 2 de junio.

Leyes positivas

Una de las principales actuaciones político-administrativas de Petion fue la subdivisión de la tierra en parcelas, que entregó al pueblo, poniendo así fin a los grandes latifundios existentes desde la época colonial y que Toussaint Loverture había mantenido. Las razones que adujo para proceder a ese reparto fueron que sus conciudadanos habían defendido eficazmente a su país en la guerra de independencia contra el ejército de Leclerc y que deseaba inclinarlos al cultivo del campo.

Otra disposición suya obligó al Senado a reintegrar a sus antiguos propietarios las tierras de las que Dessalines les había despojado y a pagarles en efectivo las cosechas cultivadas durante el último año del gobierno del emperador.

Entre los favorecidos con la distribución de tierras figuraron los veteranos del ejército. Cada jefe de batallón recibió 35 hectáreas, 30 los capitanes, 25 los lugartenientes y 20 los segundos tenientes. Esa medida le granjeó a Petion la oposición de los terratenientes, quienes protestaron alegando que si los soldados tenían granjas, los civiles también las desearían, con lo que no quedarían operarios que trabajasen las grandes plantaciones.

Una de las leyes agrarias de Petion que más molestó a los grandes dueños de plantaciones fue la que les forzó a asignar temporalmente a sus trabajadores pequeñas huertas para su sustento y asistencia médica gratuita. Los enfermos crónicos tendrían el derecho de retener sus casas y cultivos aun cuando estuviesen incapacitados para volver a sus tareas. Las mujeres embarazadas serían relevadas de sus labores a partir del cuarto mes de su estado, pero seguirían participando de los ingresos de las fincas, y a las madres con hijos de pecho se les permitiría permanecer en sus hogares hasta el destete.

Con esas medidas, el presidente haitiano esperaba que la economía del país se basase en la agricultura. Sin embargo, al suprimirse el castigo corporal que había sido implantado en los años iniciales de la república, la mayoría de los trabajadores abandonaron las plantaciones para dedicarse por completo a sus huertas.

Como el cultivo del azúcar, que había sido durante décadas el primer renglón comercial del sur del país, demandaba esmeradas atenciones y costosas maquinarias, Petion lo sustituyó por el de café, el cual crecía, casi sin cuidado, tanto en las tierras bajas como en las situadas a cierta altura. Debido a esa inesperada política, los terratenientes dividieron sus cañaverales para dedicarlos al nuevo producto, dando las parcelas a los granjeros en arriendo, quienes, como las tierras no eran suyas, se limitaron a cosechar los granos.

El plan de Petion terminó en un fracaso. Las rentas nacionales disminuyeron, los campos fueron cada vez más troceados y subarrendados y el azúcar dejó de producir ingresos a las arcas del Estado. Otra de las leyes de Petion que también resultó un fiasco fue la que alentaba la concertación de matrimonios legítimos en lugar de las uniones consensuales, las cuales eran muy comunes entre los haitianos.

La ley señalaba en su preámbulo que los casamientos legales aseguraban la estabilidad de la sociedad, procuraban consuelo y ayuda en caso de enfermedades y avatares de la vida, moralizaban las costumbres, aumentaban la población y acrecentaban la producción agrícola. El pueblo carecía de experiencia acerca de ese tipo de matrimonio, por cuanto durante la época de la esclavitud los dueños de esclavos no podían venderlos si estaban casados.

Encuentro con Bolívar

Es de destacar el encuentro que Petion tuvo con Simón Bolívar en Puerto Príncipe. El futuro Libertador se había refugiado en Jacmel a fines de diciembre de 1815 después de que Fernando VII enviara a Venezuela y Colombia un ejército para sofocar su sublevación. Las autoridades de Jacmel le proporcionaron numerosas armas y municiones a cambio de que aboliese la esclavitud si triunfaba. Bolívar accedió otorgando la libertad a los 1500 esclavos que hasta ese momento trabajaban en su hacienda de San Mate en marzo de 1816. No obstante, cuando decretó la abolición general, los propietarios de esclavos se levantaron contra él, abandonándolo.

Fallecimiento

En ese año de 1816, las lluvias persistentes inundaron Puerto Príncipe. La acumulación de inmundicias provocó la aparición de fiebres malignas que diezmaron a la población. Petion enfermó de ellas. Abatido por ese mal y determinados problemas familiares, se negó a curarse y falleció el 29 de marzo de 1818. Su muerte enlutó a todo el país.

Fuente