Amigdalectomía

Amigdalectomía
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Concepto:La amigdalectomía es el acto quirúrgico de extirpar las amígdalas palatinas.

Amigdalectomía es el nombre de la intervención quirúrgica que se realiza para extirpar las amígdalas, que son dos glándulas pequeñas ubicadas en la parte posterior de la garganta. Producen glóbulos blancos para combatir las infecciones, pero a veces también pueden infectarse.

Procedimientos

Técnica de amigdalectomía

Existen varias formas diferentes de extirpar las amígdalas. El método más común se denomina disección con bisturí frío, que consiste simplemente en la extirpación de las amígdalas con un bisturí.

Otro método común consiste en quemar los tejidos mediante un proceso llamado cauterización. La vibración ultrasónica (con ondas sonoras) también se aplica en algunas amigdalectomías. En general, estos tipos de intervenciones demoran media hora e independientemente del método quirúrgico que elija el médico, se administrará anestesia general. No estará despierto durante la intervención ni sentirá dolor. Cuando se despierte, se encontrará en la sala de recuperación. El personal médico le controlará la presión arterial y la frecuencia cardíaca una vez que esté despierto. La mayoría de las personas se van a su casa el mismo día de la intervención si no surgen complicaciones.

Técnica de amigdalectomía por disección

Esta excelente técnica de origen anglosajón fue modificada e introducida con énfasis por el europeo M.Andrea.

El procedimiento técnico universalmente admitido es la técnica de disección bajo intubación y con anestesia general por ser la que ofrece menos riesgo para el paciente ya que permite durante toda la intervención una hemostasia reglada y un control completo de la vía aérea, evitnado el riesgo de hemorragias y de aspiracion traqueobronquial. Hoy están estandarizados los protocolos anestésicos, posición del paciente, equipo quirúrgico y maniobras técnicas. Esta técnica se realiza en un quirófano correctamente equipado, realizandola siempre con anestesia general.

  • Anestesia: tanto en los niños como en los adultos se debe de realizar bajo anestesia general con intubación naso u orotraqueal, canalización de una vía venosa periférica y monitorización de las constantes vitales. De este modo las complicaciones anestésicas son raras y si acontecen se pueden abordar de forma cómoda y eficaz.
  • Posición del paciente: decúbito supino; con la cabeza apoyada en un rodillo circular que la estabiliza, una discreta hiperextensión cervical que se consigue mediante la colocación de algún soporte debajo de los hombros, teniendo siempre la precaución de que la cabeza quede apoyada en la mesa y estando la cabeza a ras del borde de la mesa para tener una buena accesibilidad al campo quirúrgico.

El cirujano se coloca sentado detrás de la cabeza del paciente, trabajando bajo la luz de un fotóforo. Se ha de realizar con asepsia, pues el hecho de existir flora bacteriana patógena en la faringe no es atributo para introducir una nueva, proveniente del exterior.

El primer tiempo quirúrgico consiste en la colocación de un abrebocas de arco tipo Russel-Davis o similar, que se apoya en los incisivos superiores y deprime la lengua con una paleta de ránula central de un tamaño lo más grande posible pero que no roce con los bordes de la arcada alveolodentaria inferior. Al introducir el abrebocas se aconseja vigilar el estado de los dientes para no dañarlos, pudiendo ser necesaria una protección dental. Puede colocarse una gasa en hipofaringe para evitar el paso de sangre a vía digestiva, en caso contrario es necesario, al finalizar la intervención, succionarla.

Si se va a realizar adenoamigdalectomía se comienza realizando la adenoidectomía.

Se comienza aprendiendo la amígdala con una pinza presora de amígdalas (White, Blohmke, Colver,etc) con la que se sujeta la amígdala y se tracciona de ella un poco hacia la línea medía como extrayéndola de su fosa. Con la otra mano se toma una tijera de disección realizando una incisión a 2-3 mm del borde del pilar anterior, a la altura del polo superior para entrar en el lecho amigdalar. Se realiza una disección extracapsular de la amígdala, ejecutándola con suavidad, pegada a la cápsula, sin producir desgarros aponeuróticos, por disección roma, despegándola de su lecho muscular sin cortar nada. El trumatismo sobre el lecho amigalino ha de ser mínimo y conservando al máximo los pilares, ya que de cara al futuro es importante conservar al máximo la anatomía del istmo de las fauces. Disecada la amígdala queda fija sólo por un pedículo en su polo inferior que puede ser seccionado con asa fría o con una pinza cruzada. La disección se va ayudando de aspiración y se introduce una torunda embebida en líquido coagulante en el lecho amigdalino para ayudar a la hemostasia.

Finalizada la disección se ha de proceder a realizar hemostasia del lecho quirúrgico, que puede realizarse mediante ligaduras de seda o de material reabsorvible. Existen diversas técnicas todas ellas igualmente efectivas. Hay quien realiza una sutura del lecho con tres puntos inferior, medio y superior; otros suturan el pilar anterior al posterior; y otros cirujanos secan con gasa el campo quirúrgico y van ligando a demanda todo vaso visible que sangre. Otros profesionales prefieren realizar esta hemostasia mediante pinza bipolar. Cuando la extirpación de la primera amígdala ha sido particularmente hemorrágica, no aconsejamos comenzar con la disección de la segunda, hasta no tener exangüe el lecho operatorio de la primera amígdala.

Además de la disección clásica, se han descrito múltiples variantes técnicas de la misma, orientadas todas a un mejor control de la hemorragia en el acto quirúrgico, disminución de las hemorragias postamigdalectomía y mejor control de dolor postoperatorio. Realización con microscopio quirúrgico, con coagulación bipolar, etc. No se dispone de información válida para poder valorar cual de estos métodos es el más adecuado.

Técnica intracapsular

Esta técnica ha sido diseñada por ALFRED I, quien la ha diseñado con el objeto de causar menos sangrado y menos dolor postoperatorio que con la amigdalectomía tradicional.

La técnica conlleva la extirpación de al menos el 90% del tejido amigdalar, pero deja intacta la cápsula de las amígdalas. La amigdalectomía tradicional corta y extirpa todo el tejido, es decir, es extracapsular.

Otras técnicas

Amigdalectomía
  • Técnicas crioquirúrgicas con freón y nitrógeno líquido.
  • Electrocoagulación: básicamente los tiempos operatorios son los mismos; al realizar el despegamiento se va cauterizando con pinza bipolar: coagulación diatérmica.
  • Extirpación con láser CO2.

El láser CO2 puede ser utilizado para realizar la amigdalectomía al igual que el bisturí eléctrico por corte sin ofrecver muchas más ventajas, pero además en los últimos años se está proponiendo como tratamiento alternativo a la amigdalectomía convencional la llamada LAST: amigdalectomía asistida con láser.

Mediante la técnica LAST se realiza una vaporización parcial de las criptas amigdalinas produciendo una reducción macroscópica del tejido amigdalino, lo que se consigue mediante aplicación de pulsos repetidos de láser a una potencia de unos 7 watts, haciendo varios pases, hasta eliminar el tejido deseado mientras se aspira el humo. Para este técnica se utiliza el láser superpulsado en discontinuo ya que permite una mejor respuesta del tejido tratado, produciendo una menor carbonización y una relajación térmica del tejido, con menor reacción inflamatoria. En adultos puede realizarse con anestesia local. En los niños y en el tratamiento de la amígdala lingual es necesaria la anestesia general. Puede haber una odinofagia transitoria postoperatoria.

En cuanto a sus indicaciones, ésta técnica reviste un particular interés en las situaciones de hipertrofia del tejido linfoide como son la hipertrofia amigdalar, los restos amigdalinos o la hipertrofia de la amígdala lingual, si bien puede realizarse también en la patología infecciosa amigdalina.

  • Plasma argón: esta técnica de diatermia ideada en principio para técnicas de aparato digestivo fue adaptada a la ORL con un terminal de disección de amígdalas similar a al disector de amígdalas convencional, pero con dos salidas para el plasma argón. No se produce sangrado pero la disección es menos selectiva que en la coagulación bipolar y todavía no tenemos suficiente experiencia para analizar esta técnica.
  • Bisturí de radiofrecuencia: no ha mostrado hasta el momento actual ventajas importantes al compararlo con el sistema tradicional de disección.

Recuperación

Los pacientes sienten un poco de dolor durante la recuperación. El dolor de garganta es el síntoma posquirúrgico principal. Quizás también aparece dolor en la mandíbula, los oídos o el cuello. Es necesario el reposo, sobre todo durante los primeros dos o tres días posteriores a la intervención.

Los analgésicos pueden ser de utilidad en la etapa de recuperación. La mayoría de las personas que se someten a una amigdalectomía tienen menos infecciones en la garganta en lo sucesivo.

Indicaciones

Existe discusión entre los especialistas sobre cuando debe realizarse, o si debe efectuarse o no. En general se ha convenido en hacerla cuando hay:

Contraindicaciones

Atención de enfermería en la amigdalectomía

Antes de la amigdalectomía:

  • Durante los 5 a 7 días antes de la intervención realizar desinfección nasal y faríngea. Algunos especialistas indican antibióticos.
  • Buscar problemas de hemostasia (tiempo de sangramiento, coagulación, conteo de plaquetas).
  • Realizar grupo sanguíneo y factor Rh.
  • Verificar análisis y tratamiento preventivo.
  • Explicar en qué consiste el tratamiento y preparar la esfera psicológica del paciente.
  • Administrar preanestésicos.
  • Vigilar que el paciente realice una ayuna estricta.

Durante la amigdalectomía:

Después la amigdalectomía:

  • Con frecuencia el paciente llega despierto y puede usar almohadas.
  • Por los adelantos de la ciencia a veces se puede dar de alta el mismo día, si no se producen complicaciones y el tratamiento se realiza ambulatorio.
  • Vigilancia estricta del sangramiento por posible hemorragia.
  • Vigilar signos viales, dolor y antibioticoterapia.
  • Aplicar collar de hielo o fomentos helados en el cuello, para disminuir dolor y evitar la inflamación.
  • Alimentación según indicaciones del especialista, líquidos fríos después de 4 horas en las primeras 24 horas y, blanda y semisólida durante 4 ó 5 días. Algunos especialistas prefieren administrarlos a solicitud del paciente y comenzar la dieta blanda y semisólida cuanto antes, y dar el alta al paciente en cuanto logra tragar los alimentos, si no existe sangramientos.

Complicaciones

La mayor es la hemorragia, en ocasiones se presentan: somnolencia, agitación, palidez extrema y estremidades frías (síntomas de choque o shock), en este caso se debe avisar al cirujano inmediatamente y preparar para la transfusión.

Fuentes