Beltrán de la Cueva

Beltrán de la Cueva
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Político castellano, ocupó diversos cargos en la corte, en 1460 sustituyó Juan Fernando Pacheco, marqués de Villena, como valido del rey Enrique IV, y dos años más tarde integró el Consejo Real.
Nacimiento1435
Úbeda, Bandera de España España
Fallecimiento1492
Cuéllar, España
Otros nombresDon Beltrán de la Cueva
TítuloDuque de Alburquerque. Conde de Ledesma y de Huelma
PredecesorEnrique IV de Castilla
SucesorAlfonso de Castilla
CónyugeMencía de Mendoza y Luna
HijosFrancisco Fernández de la Cueva, Antonio de la Cueva,
PadresDiego Fernández de la Cueva

Beltrán de la Cueva. Político castellano, quien después de ocupar diversos cargos en la corte, en 1460 sustituyó Juan Fernando Pacheco, marqués de Villena, como valido del rey Enrique IV, y dos años más tarde integró el Consejo Real.

Síntesis biográfica

Nació en 1435 en Ubeda, España.

Trayectoria

Fue Diego Fernández, su padre, quien hizo las gestiones para que su hijo ingresara en la corte al servicio regio. Beltrán llegó como paje a la corte castellana. Un año después le era concedido su primer señorío: la villa de Jimena.

Establecido en la corte, Beltrán de la Cueva ascendió rápidamente gracias a sus excelentes relaciones con el rey. En 1458 fue nombrado mayordomo y maestresala. En 1459 entró a formar parte de la Orden de Santiago con el cargo de comendador de Uclés y en 1460 le fue concedida la tenencia de la fortaleza de Carmona y posteriormente la tenencia del castillo de Ágreda.

Su poder en la corte aumentó a medida que crecía la oposición al monarca, encabezada por Villena y Alonso Carrillo, y obtuvo diversas prebendas. Este favoritismo alentó los rumores sobre sus relaciones con la reina, Juana de Portugal, que llegaban a atribuirle la paternidad de Juana la Beltraneja, cuyo despectivo sobrenombre procede precisamente de esta supuesta paternidad.

En 1464 se le concedió el maestrazgo de Santiago, lo que levantó a los nobles contra él y contra el rey Enrique IV; en 1465 fue desposeído de sus derechos sobre la orden, pero compensado con el ducado de Alburquerque y varias villas. Los nobles, descontentos, volvieron a rebelarse, pero fueron vencidos en la batalla de Olmedo (1467), en la que la participación de Beltrán de la Cueva resultó decisiva.

Al nombrar Enrique IV heredera a su hija Isabel (la futura Isabel la Católica), Beltrán de la Cueva se retiró a sus dominios en Cuéllar (1468) y reapareció sólo para apoyar a los Reyes Católicos en las luchas por la sucesión al trono castellano y en la guerra de Granada.

Muerte

Contra lo que pudiera imaginarse, Beltrán de la Cueva nunca tomó partido por su supuesta hija durante la Guerra de Sucesión Castellana que enfrentó a Juana con su tía Isabel entre 1474 y 1479, luego de la muerte de Enrique. Al contrario, combatió en las filas isabelinas durante varios años, tanto en la guerra sucesoria como en el asedio de Granada de 1491. Murió el día de Todos los Santos de 1492 en su castillo de Cuéllar.

Obras

Beltrán de la Cueva dedicó parte de su tiempo a glosar el Libro de cetrería de Juan de Sahagún, cetrero del rey Juan II de Castilla. De esta obra se conocen cuatro copias: dos se conservan en la Biblioteca Nacional de España, otra en la Universidad de Yale y recientemente se ha descubierto una cuarta en la Biblioteca Statale de Montevergine (Italia), aunque esta versión omite las glosas de Beltrán.

Fuente