Cárabo común

Cárabo Común
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Ave rapaz nocturna del continente euroasiático
Clasificación Científica
Nombre científicoStrix aluco
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Aves
Orden:Strigidae

Cárabo Común. Es un ave rapaz nocturna de mediano tamaño que puede alcanzar una longitud de 40 cm , una envergadura de 90 cm y superar los 600 gramos de peso.

Características

Tiene forma rechoncha, con una gran cabeza y no posee penachos. El plumaje es muy críptico con diferentes coloraciones entre individuos que nada tienen que ver con el sexo o la edad y que no cambian con el paso del tiempo. Es el más extendido y conocido de todos los búhos junto con el Mochuelo Europeo. El cárabo es una especie no migradora que permanece en su territorio durante todo el año.

De tamaño mediano, más bien grande, destaca enseguida su ancha y fuerte cabeza desprovista de orejas. Los ojos son muy grandes y de mirar fijo y frío. Curiosamente los agujeros de los oídos son grandes pero asimétricos. El derecho más grande y de forma diferente que el izquierdo. Las alas son comparativamente cortas y muy anchas. La cola, redondeada y las palas y pies cubiertos de plumas.

La notable variación en el plumaje de las razas o subespecies europeas hace a veces complicado establecer un determinado patrón para cada una. Existe, además, considerable variación individual y tres formas o fases diferentes de plumaje, un pardo rojizo, otra marrón y una tercera gris. En la Península Ibérica es más común la forma parda rojiza y en el Norte no escasean ejemplares de la variedad gris.

Descripción del cuerpo

Las partes superiores, dorso de las alas y espalda, así como la cabeza son pardo rojizo, marrón o grises, pero siempre profusamente rayadas de negro o marrón oscuro. Las alas son marrones o grises con franjas y puntos negros. En el dorso de las alas se aprecian bien unos puntos blancos y la cola está irregularmente franjeada de oscuro. El disco facial está muy bien determinado y, como el plumaje del cuerpo, es también muy variable en color, siendo pardo claro o gris y teniendo el pico casi oculto por unas plumas finas como cerdas, negras en el extremo. La equis facial está más marcada en unos individuos que en otros. Los ojos son negros.

El disco facial está dividido por la prolongación de una raya negra que parte de la frente y llega hasta la base del pico. Además tiene un borde negro y estrecho a cada lado, que da lugar a la formación de una como corbata de lazo de color marrón rojizo inmediatamente encima del pecho (Bannerman). Este es pardo rojizo o grisáceo, densamente rayado de negro o marrón muy oscuro. Los pies están emplumados hasta los dedos y tienen unas rayas muy finas rojizas. El pico es de color hueso con el extremo amarillo.

Tipo de especies

El Cárabo Común es una especie estrictamente nocturna que puede, sin embargo, ser visto de día en vuelo solamente si ha sido espantado de su posadero. Este es generalmente la rama de un árbol, en la que permanece inmóvil durante todo el día. Para pasar desapercibido suele estar cubierto por las hojas y entonces el mimetismo es perfecto. No tiene tanta tendencia como otros búhos a permanecer pegado al tronco del árbol y con más frecuencia se posa en la mitad final de una rama a condición de que la vegetación sea abundante. Es un pájaro de bosques y de campiña bien arbolada. En ella tiene un posadero durante el día y otro para la noche. Este último no está generalmente en el lugar del nido, sino a prudente distancia.

La voz del Cárabo más conocida es el típico «¡¡uuh!!» seguido, después de un corto intervalo (3 segundos), de un ¡¡úuhúuh-úuh!!» que a veces emite sin inflexión alguna por lo que un «¡¡húuuuuuuu!!» largo y muy sonoro es el sonido que más fácilmente queda en nuestros oídos cuando el pájaro, al comenzar a oscurecer, inicia su serie de gritos. Su voz puede ser escuchada normalmente durante todo el año, con mayor regularidad los meses de enero, febrero, marzo, abril y mayo. En junio canta menos y prácticamente apenas lo hace en julio. Pero en agosto vuelve a cantar con fuerza y en las noches de verano en zonas apropiadas puede ser escuchado hasta la madrugada. Puede en una noche despejada cantar continuamente y a la siguiente bajo las mismas condiciones no hacerlo en absoluto.

En época de reproducción la hembra contesta al macho. Como los cárabos cantan casi siempre desde su posadero nocturno y muchas veces lo hacen todos a la vez, esto ha servido para localizarlos después de día y para dar una idea de la densidad de su población, que es notablemente alta en lugares favorables.

Reproducción

El Cárabo es un reproductor temprano y algunas puestas pueden ser ya encontradas en los primeros días de marzo, pero son más normales entre la mitad y el final de este mes. Parecen excepcionales después de la mitad de abril y muy raras en febrero.

Los huevos no son dejados en días consecutivos. Dos o tres días es el intervalo normal entre la puesta de cada uno.

Algunas parejas que ocupan un territorio son jóvenes nacidos el año anterior que no se reproducen hasta los 20-22 meses de edad. Parece ser que los jóvenes cárabos ya se emparejan en el primer invierno de su vida. Normalmente permanece solitario y rara vez se puede ver más de uno en un posadero diurno.

El período normal de incubación dura 28 días, contando a partir de la puesta del primer huevo y siempre bajo el supuesto de que aquella comience con él. Witherby da un período de 28-30 días y sorprende que WalpoleBond, que reunió una considerable experiencia sobre esta especie, dé solamente 23 días para una puesta de un solo huevo.

Mientras la hembra incuba, el macho permanece casi siempre posado en las cercanías. Su presencia puede ser descubierta por un atento observador a causa del gran coro de chillidos de alarma que inician los pequeños pájaros cuando descubren al Cárabo. Sin embargo, suelen ser arrendajos y urracas las primeras que inician la alarma y alertan a los demás. El Cárabo permanece indiferente ante estos gritos, aunque vigila con ojos semicerrados. Si una persona se acerca, levanta el vuelo inmediatamente, actitud que contrasta mucho con la que adopta en invierno, época en la que permite la aproximación a pocos metros y no lo hacen volar ni los fuertes destellos de nuestros flashes fotográficos.

Durante la incubación el macho aporta las presas, casi siempre en cantidad excesiva para el consumo que la hembra puede hacer de ellas.

Al nacer los pollos están cubiertos totalmente de un plumón blanco apretado, corto y sedoso. También cubre los tarsos y los dedos de los pies hasta la base de las uñas. Estos pollos son alimentados durante la noche dos o tres veces solamente por la hembra con las presas aportadas por el macho. Pero aquella a las tres semanas ya caza también y con frecuencia los jóvenes cárabos, aún no aptos para el vuelo, salen del agujero y se encaraman en la rama más próxima, ocultándose durante el día. No vuelan bien hasta pasado el mes de vida, normalmente puede estimarse que lo hacen a los 35 días. Sin embargo, el plumaje está completo a los 45 días, teniendo considerable cantidad de plumón todavía.

Alimentación

Caza sus presas de noche, pero en ocasiones se le ve también de día, sobre todo en el interior de bosques donde no penetra fácilmente la luz. Sin embargo, esta actitud solamente puede ser observada en plena época de nidificación, cuando ya tiene los pollos bien emplumados y probablemente la noche lluviosa no ha sido propicia para la caza. La mayoría de las presas son capturadas en el suelo. Sus presas son fundamentalmente micromamíferos, pero los pájaros, los insectos, reptiles y batracios no están ausentes de su dieta. Para capturar pequeños pájaros que duermen en los arbustos y matorrales vuela sobre éstos golpeándolos ligeramente con las alas. Cuando algún pájaro vuela asustado, resulta entonces una presa fácil para el Cárabo.

Según Guerin (1932), cada Cárabo captura para alimentarse únicamente dos presas diarias. Esta cantidad varía naturalmente durante la reproducción.

Distribución y hábitat

En sus diversas subespecies, ocupa todo el continente europeo, faltando sólo en el extremo Norte y en Irlanda, siendo netamente una especie Paleártica que está ausente en el este de Asia y es rara en algunas islas mediterráneas. En Iberia posee una densidad regular en todos los bosques, pero, es más escaso en zonas costeras desarboladas y abunda en encinares de toda España y en los húmedos bosques norteños, se exceptúa en las islas Baleares.


Se puede hallar a esta especie en bosques caducifolios y mixtos, y en ocasiones en plantaciones maduras de coníferas, prefiriendo zonas con disponibilidad de agua.

Fuentes