Castillo del Bounconsiglio
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Castillo del Bounconsiglio, también conocido como el Castillo de Trento. Es un castillo situado en el centro de la ciudad italiana de Trento, en el Trentino-Alto Adigio. Actualmente está reconvertido como museo histórico. Fue la residencia de los príncipes-obispos. Tiene un núcleo originario del siglo XIII y unida a él se encuentra la Torre Grande. Fue reacondicionado en 1475 con formas góticas venecianas. También se encuentran las celdas de soldados que lucharon por Italia en la primera guerra mundial y fueron fusilados en el foso del castillo.
Historia
La historia de este complejo que data de los años 1200. Según las leyendas, el castillo estaba conectado con la catedral de la ciudad mediante una serie de túneles subterráneos, lo que les permitía a los príncipes-obispos trasladarse discretamente entre los dos sitios más importantes de Trento.
Se puede obtener información sobre la época posterior en la que el castillo se utilizó como cuartel militar, antes de convertirse en una prisión y después sucumbir ante el deterioro. El Museo del Castello del Buonconsiglio ha estado en este lugar desde principios de la década de 1970.
Características
La impresionante ubicación del castillo, construido en una sección elevada del centro de la ciudad, donde se contempla el Castelvecchio en el centro del complejo. Esta es la sección más antigua del castillo, la cual fue la sede del obispo de Trento hasta finales de los años 1700. También cuenta con la elegancia renacentista del Magno Palazzo, que data del siglo XVI. Entre estos edificios históricos, se pueden encontrar jardines majestuosos y bellas esculturas.
Ingresando a los edificios y se contemplan los muebles barrocos que decoran el castillo. Cuando se sube a los niveles más altos se disfruta la vista de Trento. Se pueden observar los techos llenos de detalles y los frescos en las paredes, que resaltan la elegancia actual del castillo.
Este edificio, cuenta con colecciones de arte, manuscritos y reliquias arqueológicas. Las exhibiciones incluyen objetos egipcios, esculturas de madera, medallas de bronce y obras de arte medieval. En la Torre del Águila se pueden ver los maravillosos frescos, como la obra gótica del siglo XV titulada El ciclo de los meses, que muestra los cambios que suceden durante el año.
