Chárvaka (materialismo de la India)

Chárvaka o lokaiata
Información sobre la plantilla
Charvaka (India, siglo VI a. n. e.), viejo con barba.jpg
Concepto:Representación fantasiosa del sabio materialista Chárvaka, creador de una antigua escuela de materialismo ateo de la India.

La doctrina chárvaka, también conocida como lokāyata, es una antigua escuela de materialismo indio.[1]

Los chárvakas sostenían que las fuentes adecuadas del conocimiento no puede ser la religión ni sus Escrituras «reveladas» sino la percepción directa, el empirismo y la inferencia (aunque esta, condicional). Desde el punto de vista filosófico abraza el escepticismo, y rechaza tanto el ritualismo como el sobrenaturalismo.[2][3][4][5][6]

Fue un sistema de creencias muy popular en la India antes del surgimiento de las religiones yainista y budista.[7]

Brihaspati se conoce tradicionalmente como el fundador de la filosofía chárvaka o lokāyata, aunque algunos eruditos lo disputan.[8][9]

En el 600 a. n. e., durante el período de la reforma hinduista ―la creación de la religión hinduista, que remplazó completamente a la antigua religión védica (siglo XVI a VII a. n. e.)―, cuando surgieron el yainismo (siglo V a. n. e.) y el budismo (siglo IV a. n. e.), la filosofía fue bien documentada y se opuso a las nuevas religiones.[10]

La literatura primaria de los chárvakas ―conformada principalmente por los Barhaspatya-sutra (‘los sutras de Brijaspati’), se perdieron debido a razones desconocidas (la disminución de la popularidad, o la persecución de sus seguidores).

Sus enseñanzas se han recopilado de la literatura secundaria histórica, como las que se encuentran en los shastras, los sutras y la poesía épica india, así como en los diálogos de Gautama Buddha y de la literatura yainista.[5][4] Sin embargo, hay un texto que puede pertenecer a la tradición chárvaka, escrito por el filósofo escéptico Jayarāśi Bhaṭṭa, conocido como Tattvôpaplava-siṁha, que proporciona información sobre esta escuela, aunque poco ortodoxa.[11]

Uno de los principios ampliamente estudiados de la filosofía chárvaka fue su rechazo de la inferencia como un medio para establecer un conocimiento universal válido y verdades metafísicas.[4][12] En otras palabras, la epistemología de los chárvakas establece que siempre que uno infiere una verdad de un conjunto de observaciones o verdades, debe reconocer la duda; el conocimiento inferido es condicional.[13]

La doctrina chárvaka se clasifica como una escuela heterodoxa de filosofía india.[5][14]

Se considera un ejemplo de escuelas ateas en la tradición hinduista.[2][7][15][16]

Nombre sánscrito

  • चार्वाक en letra devanagari (utilizada en el último milenio para escribir el idioma sánscrito)
  • cārvāka, en el alfabeto AITS (alfabeto internacional para la transliteración del sánscrito).
  • [chárvaka] o [cháruaka], pronunciación.

Etimología y significado

La etimología de «chárvaka» (en sánscrito चार्वाक) es incierta.

Bhattacharya cita al gramático Jema-Chandra, en el sentido de que la palabra «cārvāka» se deriva de la raíz carv (‘masticar’):[17]

charvati ātmānaṃ chārvākaḥ
‘un chārvāka mastica el alma’[4]

Esto también puede aludir a los preceptos hedonistas de la filosofía de "comer, beber y divertirse".[18]

Otros creen que significa "habla agradable" o peyorativamente, "de lengua dulce", del sánscrito cāru "agradable" y vāc "habla" (que se convierte en vāk en el nominativo singular y en compuestos).

Otra hipótesis más es que tiene el mismo nombre, siendo el fundador de la escuela chárvaka, un discípulo de Brihaspati.[19]

Como lokayata

Según las afirmaciones de Debiprasad Chattopadhyaya (1992, pág. 1), el nombre tradicional de la doctrina chárvaka es lokaiata.

Se llamaba «lokayata» porque prevalecía (ayatah) entre la gente de las localidades (loka) y era la perspectiva de la gente de todo el mundo (loka).

Según los diccionarios de sánscrito, lokāyata (लोकायत) significa ‘dirigido hacia’, ‘apuntando al mundo’, ‘mundano’.[18][20]

En la literatura de principios a mediados del siglo XX, la etimología de «lokayata» ha recibido diferentes interpretaciones, en parte porque las fuentes primarias no están disponibles y porque el significado se ha deducido a partir de literatura secundaria divergente.[4]

La palabra «lokāiata», por ejemplo, se encuentra en el libro Artha-shastra de Chanakia Kautilia, que se refiere a tres «ānvīkṣikīs» (अन्वीक्षिकी, que significa, literalmente, ‘examinar mediante la razón’), tres ‘filosofías lógicas’: yoga, samkhia y lokāyata.[21]

Sin embargo, el lokāyata mencionado en el Arthashastra no es antivédico, sino que ―al contrario― implica que lokāyata forma parte integral de la tradición védica.[4] En ese texto, lokāyata se refiere a la lógica o la ciencia del debate (lo que en latín se llamaba «disputatio» o ‘crítica’).[4]

Rudolf Franke tradujo «lokaiata» al alemán como «logisch beweisende Naturerklärung» (que es ‘una explicación lógica de la naturaleza’).[4]

En la literatura yainista del siglo VIII de nuestra era, en el texto Sad-darsana-samuchchaya, de Haribhadra,[22]

Se dice que lokaiata es la escuela hinduista donde no hay "Dios, ni samsara (renacimiento), ni karma, ni deber, ni frutos del mérito, ni pecado".[23]

La obra sánscrita budista Divyavadana (ca. 200-350 CE) menciona el lokaiata, donde figura entre los temas de estudio y con el sentido de "ciencia lógica técnica".[4] Shantarakshita y Adi Shankara usan la palabra «lokaiata» para significar materialismo,[5][4] con este último utilizando el término «lokāyata» (no «chárvaka»).[8]

El exégeta indio Silāṅka, en su comentario sobre el texto Sūtra-kṛtāṅgna (la más antigua literatura yaina āgama prakrit) utilizó cuatro términos para definir a los chārvākas:

Origen

Los principios de las doctrinas ateas chárvakas se remontan a las capas del Rigveda compuestas relativamente más tarde, mientras que las discusiones sustanciales sobre los chárvakas se encuentran en la literatura posvédica.[5][25][26] La literatura primaria de los chárvakas, como el Brhaspati Sutra, falta o se pierde.[5][25] Sus teorías y desarrollo se han recopilado a partir de la literatura secundaria histórica, como las que se encuentran en los shastras (como el Arthashastra), los sutras y las epopeyas (el Mahabharata y el Ramayana) del hinduismo, así como de los diálogos de Gautama Buddha y la literatura yainista.[5][4]

En el capítulo 2 del Brhadāranyaka-Upanishad, el más antiguo de los Upanishads (compuesto hacia el 700 a. n. e.), el principal teórico Yājnavalkya afirma en un pasaje al que a menudo se refieren los irreligiosos: "Por eso digo, después de la muerte no hay conciencia". Esta declaración surge en una discusión con su interlocutora filosófica femenina ―su esposa Maitreyi―, quien se da cuenta de que esto podría significar que no hay otra vida, no hay religión: «Después de que Yājñavalkya dijo esto, Maitreyi exclamó: “¡Ahora, señor, me ha confundido totalmente al decir después de la muerte no hay conciencia!”».[27]

Se encuentran discusiones sustanciales sobre las doctrinas de los chárvakas en textos durante el siglo VI a. n. e. debido al surgimiento de filosofías en competencia como el budismo y el yainismo.[5][25][28]

Bhattacharya postula que la doctrina chárvaka pudo haber sido una de varias escuelas ateas y materialistas que existieron en la antigua India durante el siglo VI a. n. e.[29][29] Aunque hay evidencia de su desarrollo en la era védica,[30] la escuela de filosofía chárvaka es anterior a las escuelas Āstika, además de ser un predecesor filosófico de filosofías posteriores o contemporáneas como Ajñana, Ājīvika, yainismo y budismo en el período clásico de la filosofía india.[4]

El primer erudito de los chárvakas en la India cuyos textos aún sobreviven es Ajita Kesakambali. Aunque las escuelas materialistas existían antes de los chárvakas, fue la única escuela que sistematizó la filosofía materialista al plasmarlas en forma de aforismos en el siglo VI a. n. e. Había un texto base, una colección de sūtras o aforismos y se escribieron varios comentarios para explicar los aforismos. Esto debería verse en el contexto más amplio de la tradición oral de la filosofía india. Fue en el siglo VI a. n. e. en adelante, con la popularidad emergente del budismo, que las escuelas antiguas comenzaron a codificar y escribir los detalles de su filosofía.[4]

MI. W. Hopkins, en su libro The ethics of India (1924), afirma que la filosofía chárvaka es anterior al yainismo y al budismo, mencionando "el viejo Cārvāka o materialista del siglo VI a. n. e." Rhys Davids asume que lokāyata en ca. el siglo V a. n. e. pasó a significar "escepticismo" en general sin estar todavía organizado como escuela filosófica. Esto prueba que ya había existido durante siglos y se había convertido en un término genérico en el año 600 a. n. e. Su metodología de escepticismo se incluye en el capítulo 108 del Ramayana, Ayodhya kanda, donde Yabali intenta persuadir a Rāma de que acepte el reino utilizando argumentos nāstika (Rāma lo refuta en el capítulo 109):[31]

¡Oh, el muy sabio! Debes llegar a la conclusión, por lo tanto, de que no hay nada más allá de este Universo.
Dale prioridad a lo que ves a simple vista y dale la espalda a lo que está más allá de nuestro conocimiento.
Rey Yabali al rey-dios Rama (Ramaiana, 2.108.17)

Hay teorías alternativas detrás de los orígenes de la doctrina chárvaka. Bṛhaspati a veces se conoce como el fundador de la filosofía chárvaka o lokāyata, aunque otros eruditos lo disputan.[8][9] En 1997, Ray Billington afirmó que un filósofo llamado Chárvaka vivió alrededor del siglo VI a. n. e., quien desarrolló las premisas de esta filosofía india en la forma de Brhaspati Sutra.[32] Estos sutras tienen que ser necesariamente anteriores al 150 a. n. e., porque se mencionan en el Mahābhāṣya (7.3.45), que se ha logrado datar en esa década.[31]

Basham 1981, págs. 11-17, citando al budista Samaññaphala Sutta, sugiere seis escuelas de tradiciones indias heterodoxas, prebudistas y preyainistas, ateas en el siglo VI a. n. e., que incluían a chárvakas y achívikas.

La última mención a la doctrina chárvaka como una filosofía viva sucedió en el siglo XII, después de lo cual este sistema parece haber desaparecido sin dejar rastro alguno.[4]

Filosofía

La escuela de filosofía chárvaka tenía una variedad de creencias ateas y materialistas. Sostuvieron que la percepción y los experimentos directos son la fuente de conocimiento válida y confiable.[12]

Epistemología

La epistemología chárvaka sostiene que la percepción es la fuente primaria y adecuada de conocimiento, mientras que la inferencia se considera propensa a ser correcta o incorrecta y, por lo tanto, condicional o inválida.[13][33]

Para Chárvaka, las percepciones son de dos tipos: externas e internas. La percepción externa se describe como la que surge de la interacción de los cinco sentidos y los objetos mundanos, mientras que esta escuela describe la percepción interna como la del sentido interno, la mente.[13] La inferencia se describe como la derivación de una nueva conclusión y verdad a partir de una o más observaciones y verdades anteriores. Para Chárvaka, la inferencia es útil pero propensa al error, ya que las verdades inferidas nunca pueden estar libres de dudas.[4] La inferencia es buena y útil, es la validez de la inferencia lo que es sospechoso, a veces en ciertos casos y a menudo en otros. Para Chárvaka no existían medios fiables por los que se pudiera establecer la eficacia de la inferencia como medio de conocimiento.[12]

Epistemología chárvaka

En esta filosofía india, tal método de razonamiento, que consiste en sacar conclusiones precipitadas o inferencias, es propenso a fallar.[13][4] Los chárvakas afirman además que se alcanza el pleno conocimiento cuando conocemos todas las observaciones, todas las premisas y todas las condiciones. Pero la ausencia de condiciones, afirman los chárvakas, no puede establecerse más allá de toda duda mediante la percepción, ya que algunas condiciones pueden estar ocultas o escapar a nuestra capacidad de observar.[13] Reconocen que cada persona depende de la inferencia en la vida diaria, pero para ellos, si actuamos sin crítica, nos equivocamos. Si bien nuestras inferencias a veces son verdaderas y conducen a una acción exitosa, también es un hecho que a veces la inferencia es incorrecta y conduce al error.[29] La verdad, entonces ―afirman los chárvakas―, no es un carácter infalible de inferencia, la verdad es simplemente un accidente de inferencia, y uno que es separable. Debemos ser escépticos, cuestionar lo que sabemos por inferencia, cuestionar nuestra epistemología.[13][25]

Esta proposición epistemológica de Charvakas fue influyente entre varias escuelas de filosofías indias, al demostrar una nueva forma de pensar y reevaluar las doctrinas pasadas. Los eruditos hinduistas, budistas y yainistas desplegaron ampliamente los conocimientos de charvaka sobre la inferencia en el reexamen racional de sus propias teorías.[13][34]

Comparación con otras escuelas de hinduismo

La epistemología Charvaka representa pramāṇas minimalistas (métodos epistemológicos) en la filosofía hinduista. Las otras escuelas del hinduismo desarrollaron y aceptaron múltiples formas válidas de epistemología.[35][36] Para los chárvakas, la única manera válida de obtener conocimiento era «pratiakṣa» (‘percepción a través de los sentidos’), mientras que otros medios de conocimiento eran siempre condicionales o inválidos.

Los eruditos de la doctrina religiosa «advaita vedanta» consideraban seis medios de conocimiento válido y de verdades:

  • Śabda (palabra, testimonio de expertos confiables pasados o presentes)
  • Pratyakṣa (percepción)
  • Anumāna (inferencia)
  • Upamāna (comparación y analogía)
  • Arthāpatti (postulación) y
  • Anupalabdhi (no percepción, prueba cognitiva).[35][14][36]

Mientras que la escuela chárvaka aceptó solo un medio válido para el conocimiento, en otras escuelas del hinduismo oscilaron entre 2 y 6.[35][36]

Metafísica

Dado que ninguno de los medios de conocimiento resultó ser digno de establecer la conexión invariable entre el término medio y el predicado, los chárvakas concluyeron que la inferencia no podía usarse para determinar las verdades metafísicas. Así, para los chárvakas, el paso que da la mente desde el conocimiento de algo para inferir el conocimiento de otra cosa podría explicarse por estar basada en una percepción anterior o por estar equivocada. Los casos en los que la inferencia se justificaba por el resultado se consideraban meras coincidencias.[12]

Por tanto, los chárvakas negaban conceptos metafísicos como la reencarnación, un alma extracorpórea, la eficacia de los ritos religiosos, la existencia de otros mundos (tanto el cielo como el infierno), la existencia del destino y la acumulación de mérito o demérito mediante la realización de determinadas acciones.[4] Los chárvakas también rechazaban el uso de causas sobrenaturales para describir fenómenos naturales. Para ellos, todos los fenómenos naturales se producían espontáneamente a partir de la naturaleza inherente de las cosas.[12]

El fuego está caliente,
el agua está fría,
la brisa de la mañana es refrescante.
¿De quién vino toda esta variedad?
De su propia naturaleza nació.
Chárvaka[12]

Conciencia y el más allá

El charvaka no creía en el karma, el renacimiento o la otra vida. Para ellos, todos los atributos que representaban a una persona, como la delgadez, la gordura, etc., residían en el cuerpo. El Sarvasiddhanta-samgraha establece la posición de los chárvakas de la siguiente manera:[37]

No hay otro mundo más que este;
no hay cielo ni infierno;
el reino de Shiva y regiones similares
son fabricados por estúpidos impostores.
Sarva-siddhanta-samgraha (‘recopilación de todas las verdades’), versículo 8[37]

Los chárvakas creían que no había nada de malo en el placer sensual. Dado que es imposible tener placer sin dolor, Charvaka pensó que la sabiduría residía en disfrutar del placer y evitar el dolor en la medida de lo posible. A diferencia de muchas de las filosofías indias de la época, Charvaka no creía en las austeridades ni en rechazar el placer por miedo al dolor y consideraba que tal razonamiento era una tontería.[12]

El Sarva-siddhanta-samgraha establece la posición de Charvaka sobre el placer y el hedonismo de la siguiente manera,[37]

El goce del cielo radica en comer deliciosos manjares, tener compañía a jóvenes, usar ropas finas, perfumes, guirnaldas, y pasta de sándalo. El moksha es el cese del aliento vital, o sea la muerte. Por lo tanto, el sabio no debe preocuparse por el moksha. [...]
El necio se agota con penitencias y ayunos. [...]
La castidad y otras ordenanzas similares las imponen los débiles inteligentes.
Chárvaka, Sarva-siddhanta-samgraha, versículos 9-12[37]

El erudito Bhattacharya (2009) sostiene que la creencia común de que «todos los materialistas son nada más que sensualistas» es un concepto erróneo, ya que los oponentes del movimiento no han citado ningún aforismo auténtico de Chárvaka para apoyar este punto de vista.[38]

Religión

Chárvaka rechazó muchas de las concepciones religiosas estándar de los hinduistas, budistas, yainistas y ajivakas, como la vida después de la muerte, la reencarnación, el samsara, el karma y los ritos religiosos. Fueron críticos con los Vedas, así como con las escrituras budistas.[39]

El Sarvadarśanasaṃgraha con comentarios de Madhavacharya describe a los Charvakas como críticos de los Vedas, materialistas sin moral ni ética. Para Charvakas, dice el texto, los Vedas adolecían de varias fallas: errores en la transmisión a través de generaciones, falsedad, auto-contradicción y tautología. Los Charvakas señalaron los desacuerdos, los debates y el rechazo mutuo de los sacerdotes védicos karmakanda y los sacerdotes védicos jñānakanda, como prueba de que uno de ellos está equivocado o ambos están equivocados, ya que ambos no pueden tener razón.[39][12]

Charvakas, según Sarvadarśanasaṃgraha, versículos 10 y 11, declaró que los Vedas eran rapsodias incoherentes cuya única utilidad era proporcionar sustento a los sacerdotes. También sostenían la creencia de que los Vedas fueron inventados por el hombre y no tenían autoridad divina.[12]

Charvakas rechazó la necesidad de la ética o la moral y sugirió que "mientras quede la vida, que un hombre viva feliz, que se alimente de ghee aunque tenga deudas".[12]

El erudito yainista Haribhadra, en la última sección de su texto Saddarsanasamuccaya, incluye a Charvaka en su lista de seis darśanas de tradiciones indias, junto con el budismo, nyaya-vaisheshika, samkhya, yainismo y yaiminiya.[40] Haribhadra señala que los Charvakas afirman que no hay nada más allá de los sentidos, la conciencia es una propiedad emergente y que es una tontería buscar lo que no se puede ver.[40]

Los estudiosos han cuestionado la exactitud de estas opiniones, atribuidas a Chárvaka.[4][28]

Administración pública

Un extracto de Aaine-Akbari (vol. III, tr. por H. S. Barrett, pp. 217-218) escrito por Abul Fazl, el famoso historiador de la corte de Akbar, menciona un simposio de filósofos de todas las religiones celebrado en 1578 a instancias de Akbar. El relato lo da el historiador Vincent Smith, en su artículo titulado "Los maestros jainistas de Akbar". Se dice que algunos pensadores de Carvaka participaron en el simposio. Bajo el título "Nastika", Abul Fazl se ha referido al buen trabajo, la administración sensata y los planes de bienestar que fueron enfatizados por los legisladores de Charvaka. Somadeva también ha mencionado el método Charvaka de derrotar a los enemigos de la nación.[41][42]

Trabajos

No se pueden encontrar obras independientes sobre la filosofía chárvaka, excepto algunos sūtras atribuidos a Brijaspati.

El Tattva-upaplava-simha de Jayarāśi Bhaṭṭa (del siglo VIII) con influencia Madhyamaka es una fuente importante de la filosofía chárvaka.

Shatdarshan Samuchay y el Sarva-darśana-saṅ̇graha, de Vidyaranya, son algunas otras obras que mencionan algún aspecto del pensamiento chárvaka.[43]

En el texto épico Majabárata, libro 12, capítulo 39, un villano que se viste como un erudito, que se nombra a sí mismo como «portavoz de todos los eruditos», y que luego aconseja al rey Yudistira que actúe de manera poco ética, se llama Chárvaka.[44]

Una de las referencias ampliamente estudiadas a la filosofía chárvaka es el Sarva-darśana-saṅgraha (etimológicamente: ‘colección de todas las doctrinas’), una obra famosa del filósofo advaita vedanta del siglo XIV Mādhava Vidyāraṇya, del sur de la India, que comienza con un capítulo sobre el sistema chárvaka. Después de invocar, en el prólogo del libro, a los dioses hinduistas Shiva y Vishnú ("por quienes se produjo la tierra y el resto"), Vidyāraṇya pregunta, en el primer capítulo:[12]

Pero, ¿cómo podemos atribuir al Ser Divino el otorgamiento de la felicidad suprema, cuando tal noción ha sido completamente abolida por Chárvaka, la joya cimera de la escuela atea, el seguidor de la doctrina de Brijaspati? Los esfuerzos de Charvaka son realmente difíciles de erradicar, porque la mayoría de los seres vivos se aferran al estribillo actual:
  Mientras la vida sea tuya, vive con alegría;
   nadie puede escapar del ojo escrutador de la muerte.
  Cuando una vez este marco nuestro arda,
   ¿cómo volverá a vivir otra vez?
Mādhava Vidyāraṇya[12]

Los poemas y obras de teatro en sánscrito como el Naiṣadha-carita, el Prabodha-candrodaya, el Āgama-dambara, el Vidvanmoda-taraṅgiṇī y el Kādambarī contienen representaciones del pensamiento de Chárvaka. Sin embargo, los autores de estas obras se opusieron rotundamente al materialismo e intentaron retratar al Chárvaka bajo una luz desfavorable. Por lo tanto, sus obras solo deben aceptarse críticamente.[4]

Pérdida de obras originales

No hubo continuidad en la tradición chárvaka después del siglo XII. Todo lo que esté escrito en la publicación de Chárvaka se basa en conocimiento de segunda mano, aprendido de preceptores a discípulos y no se pueden encontrar trabajos independientes sobre la filosofía de Chárvaka.[4] Chatterjee y Datta explican que nuestra comprensión de la filosofía chárvaka es fragmentaria, basada en gran medida en la crítica de sus ideas por otras escuelas, y que no es una tradición viva:

Aunque el materialismo de una forma u otra siempre ha estado presente en la India, y se encuentran referencias ocasionales en los Vedas, la literatura budista, las epopeyas, así como en las obras filosóficas posteriores, no encontramos ningún trabajo sistemático sobre el materialismo, ni cualquier escuela organizada de seguidores como poseen las otras escuelas filosóficas. Pero casi todos los trabajos de las otras escuelas afirman, para refutar, las opiniones materialistas. Nuestro conocimiento del materialismo indio se basa principalmente en estos.
Satischandra Chatterjee; y Dhirendramohan Datta (2004)[45]

Controversia sobre la confiabilidad de las fuentes

Bhattacharya 2011, págs. 10, 29-32 establece que las afirmaciones contra Chárvaka de hedonismo, falta de moralidad y ética, y desprecio por la espiritualidad provienen de textos de religiosos que se sentían en competencia (budismo, yainismo e hinduismo). Sus fuentes primarias, junto con los comentarios de los estudiosos de Chárvaka, están perdidas o desaparecidas. Esta dependencia de fuentes indirectas plantea la cuestión de la fiabilidad y si hubo un sesgo y una exageración al representar las opiniones de Chárvaka. Bhattacharya (2011) señala que varios manuscritos son inconsistentes, con pasajes clave que alegan hedonismo e inmoralidad que faltan en muchos manuscritos del mismo texto.[4]

El Skhalita-pramathana-yukti-hetu-siddhi de Āryadevapāda, en un manuscrito encontrado en el Tíbet, discute la filosofía chárvaka, pero atribuye una afirmación teísta a los chárvakas: que la felicidad en esta vida, y la única vida, se puede lograr adorando a los dioses y derrotando a los demonios. Toso postula que a medida que los puntos de vista de la filosofía chárvaka se difundieron y fueron ampliamente discutidos, los no chárvakas como Āryadevapāda agregaron ciertos puntos de vista que pueden no ser de los chárvakas.[46] Los budistas, yainistas, advaita vedantins y filósofos nyāya consideraron a los chárvakas como uno de sus oponentes y trataron de refutar sus puntos de vista. Estas refutaciones son fuentes indirectas de la filosofía chárvaka. Los argumentos y enfoques de razonamiento que desplegó Chárvaka fueron tan significativos que continuaron siendo mencionados, incluso después de que se perdieran todos los textos auténticos de la filosofía chárvaka/lokāiata. Sin embargo, la representación del pensamiento chárvaka en estas obras no siempre se basa firmemente en el conocimiento de primera mano de los textos chárvaka y debe considerarse críticamente.[4]

Asimismo, afirma Bhattacharya, la acusación de hedonismo contra Chárvaka podría haber sido exagerada.[4] Contra el argumento de que los chárvakas se oponían a todo lo bueno de la tradición védica, Riepe (1964, pág. 75) afirma: «Se puede decir del material disponible que los Cārvākas tienen la verdad, la integridad, la coherencia y la libertad de pensamiento en la más alta estima».[28]

Influencia en Europa y China

Según los informes, los europeos se sorprendieron por la franqueza y las dudas racionales del emperador mogol Akbar y los indios. En la Histoire, de Pierre De Jarric (1610), basada en los informes de los jesuitas, se compara al emperador mogol con un mismo ateo: «Así vemos en este príncipe la falta común que cometen los ateos: se niegan a someter la razón por debajo de la fe».[47]

Hannah Chapelle Wojciehowski escribe esto con respecto a las descripciones jesuitas en el artículo «Desvíos oriente-occidente: materialismo cārvāka y debates religiosos de Akbar en Fatehpur Sikri» (de 2015):

La información que enviaron a Europa se difundió ampliamente tanto en países católicos como protestantes (...) Una comprensión más detallada de las filosofías indias, incluida Cārvāka, comenzó a surgir en los escritos misioneros jesuitas a principios y mediados del siglo XVII.[48]

En 1613, el jesuita Roberto De Nóbili escribió que «los logaidas [lokaiatas] sostienen la opinión de que los elementos mismos son los dioses».

Algunas décadas más tarde, Heinrich Roth, quien estudió sánscrito en la ciudad de Agra (India) entre 1654 y 1660, tradujo el texto Vedantasara explicado por el influyente comentarista vedántico Sadananda. Este texto describe cuatro escuelas diferentes de las filosofías de Carvaka.

Hannah Wojciehowski (2015) señala: «En lugar de proclamar un renacimiento de Chārvāka en la corte del emperador Akbar, sería más seguro sugerir que la antigua escuela del materialismo nunca había desaparecido».[48]

En Classical Indian Philosophy (2020), de Peter Adamson y Jonardon Ganeri, mencionan una conferencia de Henry T. Coolebrooke en 1827 sobre las escuelas de los materialistas de cārvaka/lokayata.[49]

Peter Adamson y Jonardon Ganeri comparan a los chárvaka con el «emergentismo en la filosofía de la mente», que se remonta al filósofo John Stuart Mill:

[Mill] suena como un seguidor de Brijaspati (el fundador del sistema cārvāka), cuando escribe en su sistema de lógica que «todos los cuerpos organizados están compuestos de partes, similares a las que componen la naturaleza inorgánica».
Peter Adamson y Jonardon Ganeri

El historiador de ideas Dag Herbjørnsrud ha señalado que las escuelas chárvaka influyeron en China: «Esta conexión materialista indio-china está documentada en un artículo poco conocido pero revolucionario del profesor Huang Xinchuan, Lokayata y su influencia en China, publicado en chino en 1978 (que en marzo de 1981 se publicó en inglés en la revista trimestral Social Sciences). Xinchuan, investigador principal de la Academia de Ciencias Sociales de China, demuestra cómo las escuelas indias lokāyata ejercieron una influencia sobre los chinos antiguos a lo largo de los siglos. Enumera 62 textos clásicos en China que se refieren a estas escuelas indias materialistas ateas, desde el Brahmajala-sutra, traducido por Zhi Qian (Chih Chien, 223-253), del Reino de Wu, hasta Una explicación del “Brahmajala-sutra”, escrito por Ji Guang (Chi-kuang, 1528-1588) de la dinastía Ming. Además, Xinchuan menciona cuatro textos sobre lokayata en chino por escritores budistas japoneses.[47]

El artículo de xinchuan explica cómo los budistas consideraban a los lokayatikas como compañeros de viaje de las escuelas confuciana y taoísta, y cómo lanzaron un ataque contra ellos debido a sus puntos de vista materialistas. Xinchuan cita ―como también señaló Rasik Vihari Joshi en 1987― docenas de textos donde obras clásicas chinas describen a lokayata como «shi-jian-xing» (‘la doctrina que prevalece en el mundo’) y como «wu-hou-shi-lun» (‘la doctrina que niega que hay vida después de la muerte’), o se refiere a los textos Lu-ka-ye-jin (Lokāyata-sūtra, que no ha llegado hasta nuestros días).

Comentaristas

Aviddhakarṇa, Bhavivikta, Kambalasvatara, Purandara y Udbhata-Bhatta son los cinco comentaristas que desarrollaron el sistema chárvaka/lokayata de varias formas.[50][51]

Influencia

  • Dharmakirti, un filósofo indio del siglo VII, escribió el Pramanvartik, un texto profundamente influenciado por la filosofía de los chárvakas.[52]
  • Pirrón de Elis (365-275 a. n. e.), un filósofo griego de la Antigüedad clásica, a quien se considera el primer filósofo escéptico, era un sacerdote de Zeus en su isla natal; viajó a la India junto con el filósofo Anaxarco con el ejército de Alejandro Magno: volvieron ambos completamente ateos y materialista.[53]
  • La influencia de esta doctrina heterodoxa se ve en otras esferas del pensamiento indio.

Organizaciones

El Charvaka Ashram fundado por Boddu Ramakrishna en 1973 ha resistido la prueba del tiempo y continúa promoviendo la causa del movimiento racionalista.[54]

Crítica de los filósofos abrahámicos

Ain-i-Akbari, un escriba de la corte del emperador mogol Akbar, menciona un simposio de filósofos de todas las religiones celebrado en 1578 por insistencia de Akbar (ver también Sen, 2005, págs. 288-289).[55]

En el texto, el historiador mogol Abu'l-Fazl ibn Mubarak resume la filosofía chárvaka como «no iluminada» y caracteriza sus obras literarias como «memoriales duraderos de su ignorancia». Señala que los chárvakas consideran el paraíso como «el estado en el que el hombre vive como él elige, sin el control de otro», mientras que el infierno como «el estado en el que un ser humano vive sujeto al gobierno de otro».

En cuanto a la gobernanza estatal, Mubarak afirma que los chárvakas creen que es mejor cuando se practica «el conocimiento de una administración justa y un gobierno benevolente».[55]

Ver también

Fuentes