Colegios Mayores

Colegios Mayores
200px
Colegio Mayor Universitario Pedro Cerbuna (Zaragoza)

Colegios Mayores desde mediados del siglo XV, los Colegios Mayores comienzan a adquirir una gran importancia en la vida de las Universidades, suplantando a menudo algunas funciones de aquéllas, son centros universitarios, adscrito a una universidad.

Síntesis

Desde mediados del siglo XV, los Colegios Mayores comienzan a adquirir una gran importancia en la vida de las Universidades, suplantando a menudo algunas funciones de aquéllas. Poseían antiguos privilegios y podían conferir válidamente los grados superiores. Se reorganizaron en tiempos de Carlos III (leyes VI, VII y VIII, tí. 3.°, lib. 8.°, de la Novíssima Recopilación) y Carlos IV, en 1798 dispuso la venta de sus bienes, cuyo producto, así como los caudales y rentas de los Colegios Mayores, se ingresarían en la Caja de Amortización.

Historia

La primera Universidad fundada en el reino de Aragón, la Universidad de Huesca, contaba con el Colegio Imperial y Mayor de Santiago, fundado en 1534 por Berenguer de San Vicente, maestro en Artes de la Universidad, y confirmado al año siguiente por Carlos I. Los colegiales, por disposición de su fundador, habían de ser en número de trece. Paulo III confirmó sus privilegios por bula del 22-IX-1535, igualando y aun superando, por sus rentas, a los Colegios más famosos de las Universidades de Salamanca y Valladolid. El rector de este Colegio, que era a la vez prior in perpetuum de San Pedro el Viejo de Huesca, ejercía la jurisdicción civil y criminal en algunos lugares, estando igualmente exento de la jurisdicción eclesiástica ordinaria; se hallaba vinculado este colegio al Santo Oficio. Los colegiales eran trece, nueve juristas o canonistas y cuatro teólogos; se exigía como requisitos para su ingreso el ser mayores de veinte años y menores de veintiséis, naturales del reino de Aragón, Valencia, Navarra y Cataluña, pudiendo haber dos colegiales de Castilla y de los demás reinos de España; no podían ser casados ni frailes, y los viudos únicamente con licencia de la Inquisición; se exigía limpieza de sangre, con exclusión de los que tuvieran padres o abuelos que hubieran ejercido oficios viles. De este Colegio salieron 19 obispos, 8 regentes del Consejo de Aragón y de varias Chancillerías y Audiencias, 4 lugartenientes del Justicia de Aragón, 4 cancilleres jueces de competencias, 4 auditores de la Rota, 33 rectores de la Universidad de Huesca, 20 catedráticos de la misma, 11 inquisidores y gran número de consejeros, oidores y canónigos.

Se hallaban vinculados también a la Universidad Sertoriana el Colegio Real y Mayor de San Vicente, fundado en 1587 por Jaime Callén, con doce colegiales, que debían ser bachilleres y probar su limpieza de sangre; Carlos II lo tomó bajo su protección, y Felipe V, en 1742 lo igualó en todo al de Santiago. El de Santa Orosia, fundado en 1618, en Jaca por el baile Martín Bandrés, y trasladado a Huesca en 1634, poseía 6 colegiales. El de Santa Cruz o Colegio conciliar, antecedente del actual seminario estaba bajo la inspección del obispo y dirección de un sacerdote graduado, contando con 36 plazas.

En Zaragoza el Colegio más antiguo es el de la Trinidad, fundado en 1570 y regido por los frailes trinitarios, con 20 frailes y 12 estudiantes. En 1769, según Camón y Tramullas, habia doce Colegios de estudiantes, de ellos 7 de religiosos y 5 de seglares; los de religiosos eran el ya citado de la Trinidad; los de San Vicente Ferrer y Santo Domingo, regentados por Dominicos; San Diego, de franciscanos; San José, de carmelitas calzados; San Pedro Nolasco, de mercedarios; y Santo Tomás de Villanueva, de agustinos calzados. Los seglares eran el de San Jerónimo; Santiago, de la Comunidad de Calatayud; San Vicente Mártir, el más rico, que contaba con 8.800 reales de renta; el de San Juan Bautista o «de los Navarros» y el Colegio de Torrejón, llamado así por un colegial que allí se hizo viejo.

Los Colegios Mayores solían ser fundaciones de personajes ilustres que con ello procuraban asegurar un fácil camino universitario a sus parientes y deudos. A lo largo del siglo XVIII llegan a adquirir una gran importancia social y a desempeñar un papel destacado en la política, como grupos de presión. Los colegiales mayores, miembros de la aristocracia, formaban una casta cerrada que procuraba copar los puestos de responsabilidad, tanto eclesiásticos como administrativos.

Suprimida la Universidad de Huesca en el siglo XIX, subsiste la de Zaragoza, aunque reorganizándose con planteamientos diferentes, que afectan también a la estructura y organización de los Colegios Mayores.

Bajo el régimen de Franco, en los años de la postguerra, los Colegios Mayores dependientes del Estado, como el «Pedro Cerbuna» de Zaragoza, se convierten en un instrumento de control ideológico y político de la Universidad, por parte del ministerio y del partido único, con un carácter marcadamente totalitario.

Posteriormente, al final de la década de los 60, suavizado el control por parte de las estructuras jerárquicas, los Colegios Mayores ven renacer, en su propia base, un movimiento de contestación y de renovación cultural con unos planteamientos críticos, y se insertarán, con una participación destacada, en el movimiento universitario.

En 2000 sigue siendo requisito indispensable para ingresar en un Colegio Mayor, el estar matriculado en una Facultad o Escuela Universitaria. En la Universidad de Zaragoza existen los siguientes Colegios:

Directamente gestionados por la Universidad: Pedro Cerbuna (Zaragoza), 250 plazas más 17 apartamentos para profesores y 7 para invitados; Santa Isabel, Infanta de Aragón (Zaragoza), 188 plazas y 5 habitaciones para profesores visitantes; Ramón Acín (Huesca), 123 plazas; Pablo Serrano (Teruel), 192 plazas más 1 apartamento para profesores invitados.

Colegios Mayores privados: Cardenal Xavierre (Zaragoza), 130 plazas; La Salle (Zaragoza), 210 plazas; Miraflores (Zaragoza), 64 plazas; Hispanoamericano Nuestra Señora del Pilar (Zaragoza), 75 plazas; Virgen del Carmen (Zaragoza), 215 plazas; Azaila (Zaragoza), 131 plazas; La Anunciata (Zaragoza), 80 plazas; Peñalba (Zaragoza), 81 plazas; Josefa Segovia (Zaragoza), 70 plazas.

Fuentes