Conjunto Arqueológico de Mérida
| Conjunto Arqueológico de Mérida | |
|---|---|
  Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad. | |
 La manifestación de la cultura romana en Mérida | |
| Coordenadas | 38°54′58″N 6°20′16″O |
| País |  España |
| Tipo | Cultural |
| Criterios | iii, iv |
| N.° identificación | 664 |
| Región | Europa y América del Norte |
| Año de inscripción | 1993 (XVII sesión) |
El Conjunto Arqueológico de Mérida está constituido por los restos bien conservados de la antigua ciudad, que incluyen en particular, un gran puente sobre el Guadiana, un anfiteatro, un teatro, un gran circo y un sistema de suministro de agua excepcional. Es un excelente ejemplo de una capital romana de provincia durante el imperio y en los años posteriores. Por sus valores históricos y su estado de conservación, el sitio fue incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1993.
Descripción
La colonia de Augusta Emerita, que se convirtió en la actual Mérida, en Extremadura, fue fundada en el año 25 aC, al final de la campaña española y fue la capital de la Lusitania.
Mérida es un símbolo del proceso de romanización en una tierra que hasta entonces no había sido influenciada por el fenómeno urbano. Contiene los restos sustanciales de una serie de elementos importantes del diseño romano de ciudad, considerado como uno de los mejores ejemplos de su tipo; los acueductos y otros elementos de la gestión del agua al estilo romano, son también especialmente bien conservados y completos.
Sus primeros habitantes fueron los veteranos de las legiones que componían el ejército romano. A los tres años de su fundación, se convirtió en la capital de la nueva provincia romana de Lusitania, y jugó un papel importante como base para la conquista del noroeste de la Península Ibérica. Su emplazamiento era un clásico de las ciudades romanas, donde una carretera principal cruzó un río importante (el Guadiana), y pasó a ser un importante centro administrativo, comercial y de comunicaciones. Emerita se benefició de las reglas de los emperadores Trajano, Adriano, y Diocleciano, quienes la dotaron de espléndidos edificios públicos.
El cristianismo se estableció allí en el siglo III, y rápidamente se convirtió en la sede de un arzobispado. Con la pacificación de la península por los visigodos, desde el 457 en adelante, floreció como la capital de una de las seis provincias, y disfrutó de un papel especial como centro cultural. En el año 711, los restos del ejército visigodo se refugiaron en Mérida. La ciudad siempre fue un centro de oposición a la dominación musulmana, por lo que en el año 834, Abderramán II, mandó construir una fortaleza (Alcazaba) para proteger el puente del Guadiana (25 aC). Mérida fue recapturado por un ejército cristiano en 1230. Un breve renacimiento bajo los Reyes Católicos a finales del siglo XV, extrajo de la ciudad recursos, tanto humanos como materiales, durante las rebeliones portuguesa y catalana contra Felipe II.
Principales monumentos
Los principales monumentos en el sitio del Patrimonio Mundial son:
- El puente de Guadiana (dos secciones de arcos unidos por un gran muelle con tajamares masivas, construidas en granito y hormigón)
- El anfiteatro, para 15 000 espectadores, parte del trazado original de la ciudad, que ocupa dos insulae y fue inaugurado en el año 8 a.n.e.
- El teatro clásico de Vitruvio, construido en una pequeña colina, que se inauguró en el gobierno de Agripa
- El templo períptero y hexástilo de Diana, probablemente construido a partir de los primeros años del siglo I n.e. y convertido en una residencia privada en el siglo XVI
- El Arco de Trajano, que puede haber sido una puerta de entrada a la ciudad original o, más probablemente, al Templo de Diana
- El Circo, uno de las más importantes del mundo romano, probablemente contemporáneo con la fundación de la colonia.
Otros sitios incluyen dos columbarii (tumbas de la familia); el sistema de suministro de agua a Emerita, incluyendo tres presas, tramos bien conservados de los canales de agua subterráneos y restos sustanciales de acueductos (las presas Proserpina y Cornalvo, ambas todavía en funcionamiento, son los ejemplos sobrevivientes más notables de los sistemas de gestión del agua romana); la Basílica de Casa Herrera, una basílica paleocristiana con una nave central y laterales de doble ábside; la Iglesia de Santa Eulalia (restos sustanciales de la iglesia original dedicada a Santa Eulalia, mártir de la época de Diocleciano), y la Alcazaba, que exhibe algunos rasgos característicos bizantinos
Los enormes muros, con sus 25 bastiones, encierran un área casi cuadrada. No hay edificios permanentes y contemporáneos en el interior, pero hay abundantes vestigios de las casas romanas y calles que se han eliminado para permitir su construcción.
