Cristianismo positivo
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Cristianismo positivo. Fue un movimiento dentro del Tercer Reich que mezcló la creencia de que la pureza racial del pueblo alemán debía mantenerse mezclando la ideología nazi con elementos del cristianismo.
Historia
El cristianismo positivo se afirmó como tal en el punto 24 del Programa del Partido Nacionalsocialista Alemán. Los nazis lo consideraron como el cristianismo auténtico, el cristianismo original, luego distorsionado por las diversas Iglesias, y se concibieron a sí mismos como sus restauradores. El punto 24, sobre el cristianismo positivo, dice:
Pese a ello en algún momento, por orden de Adolf Hitler, el gobierno inició una represión de todas las religiones no cristianas (varios representantes de estas fueron internados en campos de concentración con el triángulo morado). Inicialmente institucionalizados en los dos movimientos representados por la Reichskirche (Iglesia del Reich) y por los cristianos alemanes (de los cuales dos lemas eran Una nación-Un pueblo-Una Iglesia y Alemania es nuestra misión, Cristo nuestra fuerza), ambos formados en Ambiente luterano, el objetivo del cristianismo positivo era la unificación de todos los cristianos en Alemania, tanto católicos como protestantes. Los cristianos positivos idealizaron a Jesús como el representante perfecto de la raza aria y lo identificaron como superhombre; enfatizaron los aspectos "activos" de su vida, a saber, el predicador de Jesús, organizador y en particular opositor del judaísmo institucionalizado de su tiempo. El cristianismo positivo también proporcionó el uso del Nuevo Testamento únicamente (purificándolo de rasgos considerados "distorsionados" o "supersticiosos), eliminando el Antiguo Testamento.
Otras corrientes
El movimiento también adoptó el mesianismo típico de las religiones abrahámicas. Los cristianos positivos veneraron a Adolf Hitler no sólo como restaurador del verdadero cristianismo, pero a menudo equiparándolo con el mismo Jesús, considerándolo una especie de sucesor de este último. Hitler no tenía fe en esta religión, pero organizó expediciones para buscar el Grial, la Lanza del Destino y otros elementos mitológicos. reliquias de la tradición cristiana. El Führer no dejó de especificar a menudo el papel destructivo de la religión cristiana en la formación de la ideología nacionalsocialista. El ministro de asuntos eclesiásticos, Hanns Kerrl, en un discurso pronunciado en 1937 señaló la diferencia entre el credo nazi y el de las iglesias cristianas:
Desaparición
Con la caída del régimen en 1945, el cristianismo positivo también desapareció como movimiento.
