Hanns Kerrl
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Hanns Kerrl. Fue un político alemán que se desempeñó como Ministro de Asuntos Eclesiásticos del Tercer Reich, también fue presidente del Landtag prusiano.
Síntesis biográfica
Nació el 11 de diciembre de 1887 en una familia protestante en Fallersleben; su padre era director. Hanns Kerrl se unió al NSDAP en 1923 y poco después se dedicó a la política regional.
Carrera política
En 1923 se unió al Partido Nazi y comenzó su carrera política, comprometiéndose a difundir el nazismo en su tierra. El 17 de junio de 1934, se convirtió en Ministro sin cartera. Al año siguiente, el 16 de julio de 1935, fue nombrado Ministro de Asuntos Eclesiásticos del Reich, para encabezar un ministerio recién creado. Por un lado, se suponía que Kerrl mediaría entre los líderes nazis que odiaban la religión (por ejemplo, Heinrich Himmler) y las iglesias mismas y enfatizaría el aspecto religioso de la ideología nazi. Por otro lado, en sintonía con la política de la Gleichschaltung, era el trabajo de Kerrl subyugar a las iglesias, someter las diversas denominaciones y sus líderes y subordinarlos a los objetivos más importantes decididos por el Führer.
Gregory Munro (Universidad Católica Australiana, Brisbane) afirma que "Kerrl fue el único ministro con un compromiso explícito de llegar a una síntesis entre el nazismo y el cristianismo. Para la ira de los principales nazis, Kerrl sostuvo que el cristianismo proporcionó una base esencial para la ideología nazi y que las dos fuerzas tenían que reconciliarse. En el corto plazo, al menos, parece que Hitler esperaba recuperar la iniciativa en la Lucha de la Iglesia volviendo a la política oficial de neutralidad del NSDAP.
Los documentos disponibles sugieren que Hitler contemporizó entre dos enfoques a la cuestión de las Iglesias. Por un lado, los elementos radicales predominantes en el Partido querían reducir la influencia clerical en la sociedad alemana lo antes posible, y por la fuerza si fuera necesario. Por otro lado, Hitler claramente tenía mucho que ganar de cualquier posible arreglo pacífico por el cual las Iglesias darían al menos un reconocimiento implícito a la supremacía de la ideología nazi en el ámbito público y limitarse únicamente a sus asuntos internos.
En 1935, Kerrl obtuvo algunos éxitos iniciales en la reconciliación de las diferentes partes en la lucha de la Iglesia. Sin embargo, en la segunda mitad de 1936, su posición fue claramente socavada por la hostilidad del NSDAP y por la negativa de las iglesias a trabajar con un organismo gubernamental que Hitler adoptó gradualmente una postura más intransigente e intolerante, probablemente bajo la creciente influencia de ideólogos como Bormann, Rosenberg y Himmler, que detestaban albergar la idea de que la nueva Alemania tuviera un Fundación cristiana incluso en forma simbólica.
Últimos días
Cada vez más marginado por Hitler, quien ni siquiera le concedió una conversación personal, Kerrl se desesperaba y se amargaba era un ministro completamente impotente. Desanimado incluso por la mala salud, se entregó al alcoholismo: El diplomático estadounidense William Russell escribió en sus memorias que Kerrl asistió a clubes y bares en la capital alemana hasta altas horas de la mañana y que sufría de una enfermedad cardíaca desde 1936.
Muerte
Falleció en el cargo el 12 de diciembre de 1941.
