Cultura Chorrera

Cultura Chorrera
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Cultura Chorrera. Es una cultura ecuatoriana precolombina localizada en el curso bajo del río Guayas y sus alrededores, presente en el territorio ecuatoriano desde el año 1800 aC al 300 aC.

Historia

Con una antigüedad que se extiende aproximadamente entre los años 1.200 y 500 a.C., la cultura Chorrera tuvo su núcleo original geográfico en la actual provincia de Los Ríos, en el sitio La Chorrera, ubicado en la ribera oriental del río Babahoyo, lugar en el que, en el año de 1954, los arqueólogos Estrada, Evans y Meggers, con la valiosa información proporcionada por Francisco Huerta Rendón, realizaron los primeros estudios sistemáticos y en sus informes dieron a conocer la gran importancia arqueológica del descubrimiento.

Descripción

La representación humana se encuentra presente en gran variedad de figurillas, algunas de las cuales llegan hasta los 40 cm. de alto, trabajadas mediante la unión de dos mitades en las que generalmente la frontal era realizada en un molde. Sus cabezas grandes presentan un tocado decorado en forma de casco, y sus rostros muestran ojos prominentes y rasgados.

Por su riquísima expresión artística -representada especialmente en su cerámica- se puede afirmar que la cultura Chorrera conforma lo más sobresaliente de la estética y el arte en el Periodo Formativo Tardío.

Se considera que el arte de Chorrera tuvo una gran difusión e influencia en otras regiones del Nuevo Mundo; pues su alto desarrollo estético y técnico era, sin lugar a dudas, el resultado de la gran tradición cerámica de las culturas que la antecedieron, es decir Valdivia, Machalilla; y en los altos Andes, Cerro Narrío.

Dos mil años de tradición artística que darán como resultado, en Chorrera, logros espectaculares en el diseño, decoración y tratamiento de formas, y superficies en recipientes y figurillas desarrollados por sus hábiles alfareros.

No sorprende entonces la riquísima representación -en recipientes cerámicos- de las formas diversas de su entorno natural, como frutos, animales y aves, que actualmente constituyen un verdadero catálogo visual de la riqueza ecológica de ese antiquísimo paisaje, y que hacen referencia directa al tipo de alimentos en el que basaban su dieta.

La vida cotidiana de los chorreranos también ha sido retratada en la cerámica, donde sacerdotes, músicos, remeros, danzantes, acróbatas, etc., han sido capturados y “casi fotografiados” en la ductilidad de la arcilla.

La cultura Chorrera también se destaca por el excelente manejo de la lítica, material con el que confeccionaron collares de cristal de roca compuestos por cuentas perfectamente talladas y pulidas, trabajo en el que se debió haber utilizado una avanzada tecnología si consideramos que el cristal de roca tiene una dureza similar al del diamante.

También emplearon otros materiales como el sodalita y la obsidiana o vidrio volcánico. Estos materiales no se encuentran en forma natural en las zonas ocupadas por Chorrera, por los que se deduce que para proveerse de ellos, la gente de Chorrera tuvo que practicar un comercio a gran distancia, posiblemente con zonas de la sierra central y norte.

Aunque no hay evidencia directa, por medio de algunas piezas de cerámica en las que se representan sus viviendas, se pude tener una aproximación referente al tipo de arquitectura Chorrera, constituida por plantas redondas y rectangulares con paredes verticales y con techos a dos aguas. Se ha podido comprobar también que Chorrera ejerció gran influencia en regiones apartadas como La Victoria, en Guatemala, y Teotihuacan, en México.

Fuentes