Deep Blue Sea

Deep Blue Sea
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Terror, ciencia ficción y acción | Estados Unidos
Tuburondeep.jpg
Otro(s) nombre(s)Alerta en lo profundo
GuiónDuncan Kennedy, Donna Powers y Wayne Powers
DirectorRenny Harlin
Producción GeneralAkiva Goldsman y Rebecca Spikings-Goldsman
Dirección de FotografíaStephen Windon
ProductoraVillage Roadshow Pictures
PaisEstados Unidos

Deep Blue Sea es una película dirigida por Renny Harlin, estrenada en el año 1999 y protagonizada por Saffron Burrows, Thomas Jane, Aida Turturro, Jacqueline McKenzie, Stellan Skarsgard, Samuel L. Jackson, LL Cool J y Michael Rapaport. Su distribución corrió a cargo de Warner Brothers Pictures.

Argumento

Una científica llamada Susan McAllister busca incansablemente la cura para la enfermedad de Alzheimer experimentando con tres tiburones en una plataforma llamada Aquatica, que tiene un equipo de trabajo. Cuando un hombre llamado Russell Franklin financia lo requerido para el experimento, comienza la aventura. Luego de experimentar con un tiburón en el laboratorio, comprueban una teoría para la cura del Alzheimer consistente en extraer del cerebro del tiburón un complejo proteínico, capaz de reactivar las neuronas del cerebro. Ante el descuido de uno de los miembros del equipo (Stellan Skarsgard), el animal levanta la cabeza y le arranca un brazo. Al intentar Carter Blake (Thomas Jane) disparar al tiburón, la doctora McAllester presiona un botón que libera al tiburón al mar; mutado, con un cerebro más grande, más inteligente, al igual que los otros que están allí, en busca de sangre. Según explica posteriormente, se han vuelto inteligentes debido a que ella ha aumentado el tamaño de sus cerebros (en una violación al Acuerdo Harvard), pues para obtener suficiente complejo proteínico éstos debían ser más grandes. Intentando trasladar en medio de una tormenta al hombre herido, lo suben a un helicóptero pero cae al agua ya que el mecanismo de ascensión del cable del helicóptero se avería. Uno de los tiburones muerde y agarra la camilla aún sujeta por el cable, arrastrando al herido junto con el helicóptero, haciéndolo colisionar contra la parte superior del complejo, el cual explota. El tiburón, entretanto, empuja la camilla hacia el cristal de la parte inferior del complejo, que se rompe y comienza a inundar y a hundir el complejo. Los supervivientes tendrán que salir de la plataforma y tratar de librarse de los tiburones que acechan antes de que sea demasiado tarde. Los tres sujetos del laboratorio (tres tiburones makos, dos machos de unos 7 u 8 metros y una hembra de 14 metros), no pondrán las cosas muy fáciles a los miembros del laboratorio que, uno a uno, irán siendo el alimento de los escualos. A medida que se esfuerzan por salir, cada uno deberá ir matando a los tiburones de una manera diferente para no morir devorado. El primero es matado por el cocinero de la plataforma (que además es predicador), que hace explotar el horno de su cocina, quemando al tiburón. Al segundo lo mata la propia doctora McAllister, al ir a su habitación a tratar de recuperar los antecedentes de su investigación, viéndose obligada a electrocutarlo con un cable de una bombilla. El tercero es matado al final: el plan era matarlo disparándole un arpón, cuyo cable estaba conectado por un extremo a la terminal negativa de una batería eléctrica, de manera que detonara al conectar al extremo libre del cable a la terminal positiva de la batería, pero el tiburón está demasiado lejos para poder apuntarle, así que la doctora se ofrece como carnada para acercar al tiburón; al darse cuenta Carter, trata de detenerla, llegando tarde y no pudiendo dispararle al tiburón, acaba agarrado al tiburón, debiendo dispararle el predicador (que sigue vivo) y conectar el cable a la batería. Conseguirán acabar con los tres escualos cuando tan sólo quedan dos supervivientes. Al final se deja caer la idea de que hubiera más tiburones alterados genéticamente.

Reparto

Efectos Especiales

La película cuenta con efectos visuales especiales y de animación por la prestigiosa compañía Industrial Light & Magic, entre otras. Además, contó con un equipo de cámaras Panavisión, lo que la convierte en una superproducción de alto presupuesto.

Crítica

El sol de medianoche ha vuelto locos por lo menos a dos cineastas fineses. Veamos: ¿qué es lo que tienen en común Aki Kaurismäki y Renny Harlin? Una chaladura propia del Círculo Polar, manifestada, en el primero, en clave de minimalismo irónico, y, en el segundo, en clave de sarcasmo granguiñolesco. Si pensaban que Harlin podía hacer una película de tiburones convencional, van listos. Deep Blue Sea arranca con un entrañable homenaje a Tiburón y despacha con prisas el planteamiento de la trama para montar una descomunal falla valenciana, una falla donde se quema hasta el último de los tópicos del cine de acción.La inteligencia de la propuesta de Harlin es tan agresiva como las dentelladas de sus superdotados tiburones: trabajar sobre los más trillados códigos del género para luego zampárselos de un bocado. O sea, un poco de La aventura de Poseidón, otro poco de Deep Rising. El misterio de las profundidades, una pizca de Alien... Así las cosas, Deep Blue Sea funciona (estupendamente) a dos niveles: como película de acción frenética y descerebrada (los ataques de los escualos son repentinos y brutales) y como relectura irónica de un cine que Hollywood ha llevado, inconscientemente, a los límites de la autoparodia. A quienes gusten de las sibaritas sutilezas de los documentales de Cousteau, que se ahorren el precio de la entrada: aquí encontrarán todos losdescuartizamientos y bromas macarras que el famoso buceador se olvidó en la sala de montaje. Nadie más que este virulento Leningrad Cowboy podría haber inventado a estos tiburones, que se mueven, como pez en el agua, con el estilo de una Esther Williams animada digitalmente por Tex Avery.Lo mejor: la secuencia del tiburón lanzando un cadáver contra el cristal. Lo peor: los primeros veinte minutos de la película, donde la ironía brilla por su ausencia.


Fuentes