Esencia y fenómeno (Filosofía)

Esencia y fenómeno
Información sobre la plantilla
Categoriasfilosofia.jpg
Concepto:Categorías filosóficas que reflejan los aspectos universales necesarios de todos los objetos y procesos en el mundo.

Esencia y fenómeno. Categorías filosóficas que reflejan los aspectos universales necesarios de todos los objetos y procesos en el mundo. La esencia es el conjunto de conexiones y relaciones profundas y de leyes internas que determinan los rasgos y tendencias principales del desarrollo de un sistema material. El fenómeno son los acontecimientos, propiedades o procesos concretos, que expresan los aspectos exteriores de la realidad y constituyen la forma de manifestación y de descubrimiento de cierta esencia.

Interpretaciones de los idealistas

Los idealistas interpretan torcidamente estas categorías, suponiendo o bien que la esencia es ideal («ideas», de Platón; «idea absoluta» de Hegel), o bien que el fenómeno es subjetivo y la esencia objetiva e incognoscible (Kant, Agnosticismo); o declaran subjetiva la diferenciación misma de esencia y fenómeno en el objeto (Dewey, Lewis), o bien, finalmente, niegan por completo la esencia e identifican el fenómeno con la sensación (Mach, Fenomenalismo).

El agnosticismo separa ilegítimamente la esencia y el fenómeno y considera la esencia como “cosa en sí” incognoscible, que supuestamente no se descubre en el fenómeno. Los idealistas atribuyen a la esencia de las cosas un origen ideal, divino, considerándola primaria respecto a las cosas materiales existentes en el mundo.

Esencia y fenómeno como una unidad

Esencia y fenómeno constituyen una unidad: así como no puede haber esencias «puras», que no aparezcan, tampoco hay fenómenos carentes de esencia; «La esencia aparece. El fenómeno es esencial»[1].

La unidad de esencia y fenómeno se revela, asimismo, en el hecho de que se transforman una en otro y recíprocamente. Lo que en cierto tiempo (o relación) es esencia, en otro tiempo (o relación) puede convertirse en fenómeno, y viceversa. Sin embargo, la unidad de esencia y fenómeno es internamente contradictoria, ellos mismos son aspectos de una contradicción. La esencia aparece como lo determinante; el fenómeno, como lo determinado; el fenómeno se da de manera inmediata; en cambio, la esencia se halla oculta; en cuanto a los rasgos, el fenómeno es más rico que la esencia, pero ésta es más profunda que el fenómeno; la esencia en un objeto es siempre una, aunque se manifiesta en una multiplicidad de fenómenos; el fenómeno es más móvil que la esencia; un mismo fenómeno puede ser manifestación de esencias variadas e incluso contrarias; el fenómeno puede expresar la esencia tergiversadamente, de manera inadecuada.

Pero la unidad de la esencia y el fenómeno no equivale a su coincidencia, pues la esencia siempre se oculta bajo la superficie del fenómeno y, cuanto mayor es la profundidad en que se encuentra, tanto más difícil y largo resulta su conocimiento en la teoría: “...toda ciencia estaría de más, si la forma de manifestarse las cosas y la esencia de éstas coincidiesen directamente...” [2].

Contradicción

Sin embargo, la contradicción existe no sólo entre esencia y fenómeno, sino, además, dentro de la esencia misma, y estas contradicciones son las fundamentales del objeto, cuyo desarrollo global determinan.

En oposición a la metafísica, el materialismo dialéctico reconoce la mutabilidad de la esencia. La contradicción entre esencia y fenómeno condiciona el carácter complejo y contradictorio del proceso del conocimiento, «  ... si la forma de manifestarse y la esencia de las cosas coincidieran directamente, toda ciencia sería superflua»[3].

Conocimiento y fin del conocimiento

El conocimiento de la esencia sólo es posible sobre la base del pensamiento abstracto y la creación de la teoría sobre el proceso en estudio. Es un salto cualitativo del nivel empírico al nivel teórico de conocimiento y esta enlazado principalmente con el descubrimiento de lo determinante en los objetos, de las leyes de su cambio y desarrollo. Esto va acompañado de la transición de la descripción de los fenómenos al desentrañamiento de sus causas y fundamentos.

Uno de los criterios del conocimiento de la esencia es la formulación precisa de las leyes del movimiento y desarrollo de los objetos y la verificabilidad de los pronósticos que se deducen como resultado de las leyes dadas y las condiciones de su acción. Además, la esencia puede considerarse conocida si son notorias complementariamente las causas del surgimiento y la fuentes del objeto estudiado, si se han aclarado las vías de su formación o reproducción técnica, si en la teoría o en la práctica ha sido creado su modelo verídico (Modelado), cuyas propiedades se corresponden con las del original. El conocimiento de la esencia permite separar el contenido objetivo auténtico del fenómeno de su apariencia y eliminar el elemento de deformación y de subjetividad en la investigación. Pero las tareas del conocimiento no se agotan con la revelación de la esencia. Son necesarias la explicación y la fundamentación teóricas de las leyes anteriormente formuladas, de la esfera de su aplicación, etc.

La solución de estos problemas está vinculada con el paso al conocimiento de niveles estructurales más profundos de la materia o con el desentrañamiento del sistema de conexiones y relaciones más generales del que forma parte como elemento el fenómeno en estudio. Esto exige conocer las leyes más generales y fundamentales del ser, de las que las leyes y procesos descubiertos antes se derivan en forma de sus manifestaciones particulares. Así se realiza la transición a una esencia más profunda, a niveles estructurales nuevos de la materia. En la interrelación de la esencia y el fenómeno se pone de manifiesto la dialéctica de la unidad y la diversidad.

La misma esencia puede tener numerosas manifestaciones distintas, al igual que todo fenómeno suficientemente complejo puede ser determinado por varias esencias relativas a distintos niveles estructurales de la materia. La esencia es siempre más estable que los fenómenos concretos, pero en definitiva las esencias de todos los sistemas y procesos en el mundo también cambian en conformidad con las leyes dialécticas universales del desarrollo de la materia. Toda ciencia alcanza su madurez y perfección únicamente cuando pone de relieve la esencia de los fenómenos que investiga y resulta capaz de prever sus cambios futuros no sólo en la esfera del fenómeno, sino también en la de la esencia.

Profundizar sin límites desde el fenómeno hacia la esencia, descubrir la esencia de las cosas tras los fenómenos externos, hallar el fundamento de por qué la esencia se manifiesta de una manera y no de otra, tal es el fin del conocimiento. Por medio de la contemplación inmediata, el hombre entra en conocimiento de las cosas que figuran en la superficie, entra en conocimiento de los fenómenos. El conocimiento de la esencia se logra gracias al pensamiento abstracto. En la ciencia, el tránsito del conocimiento del fenómeno al conocimiento de la esencia adquiere el aspecto específico de paso del experimento (la observación) a la explicación a través de la descripción.

Referencias

  1. V. I. Lenin, t. XXXVIII, pág. 249
  2. C. Marx y F. Engels, t. 25, parte II, p. 384
  3. Marx y Engels, t. XXV, parte II, pág. 384

Fuentes