Estudios de género

Estudios de género
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Concepto:Es la denominación de un campo interdisciplinario centrado en el estudio académico de diversos temas relacionados al género como categoría central.

Estudios de género . Es la denominación de un campo interdisciplinario centrado en el estudio académico de diversos temas relacionados al género como categoría central. Éste incluye a los estudios feministas —relativos a la mujer, feminismo, género y política—, estudios de la mujer, estudios del hombre y los estudios LGBT. En algunas ocasiones, los estudios de género se incluyen dentro de aquellos sobre sexualidad, donde pueden compartir técnicas y sustento teórico-metodológico. Tales disciplinas estudian al género y la sexualidad en campos tan variados como la literatura y el lenguaje, historia, ciencias políticas, sociología, antropología, estudios sobre el cine y los medios de comunicación, el desarrollo humano, el derecho y la medicina.

Género

El género, en un sentido amplio, se refiere a «los roles socialmente construidos, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad considera como apropiados para hombres y mujeres». Además el género configuraría la ontología (teorías sobre el ser) y epistemología (teorías del conocimiento) de un individuo, así como lo intelectual de la forma en la que se perciben la realidad, atribuyendo significados cargados de género.

Según estas teorías, el género estaría definido socialmente, por lo que la comprensión de la masculinidad y feminidad evolucionaría durante el curso de la vida. Por tanto, esos significados variarían de acuerdo con la cultura, la comunidad, la familia, las relaciones interpersonales y las relaciones grupales y normativas, y con cada generación y en el curso del tiempo; así, este término hace alusión al «conjunto de características diferenciadas que cada sociedad asigna a hombres y mujeres».

Perspectiva de género

La perspectiva de género, es un marco teórico adoptado en investigación, políticas públicas y acciones para el desarrollo, con el fin de tener en cuenta el análisis de los roles y desigualdades de género.

Dicho enfoque implica:

  1. El reconocimiento de las relaciones de poder existentes entre los géneros, considerando que, en general, estas relaciones de poder favorecen a los varones como grupo social y resultan discriminatorias para las mujeres.
  2. Una interpretación histórica y social de dichas relaciones, considerando que han sido construidas social e históricamente y que influyen en la constitución psíquica y social de las personas.
  3. Un enfoque transversal, que entiende que las relaciones de género atraviesan todo el entramado social y se articulan con otras relaciones sociales, como las de clase, etnia, edad, orientación sexual y religión.

La perspectiva de género sostiene que las relaciones desiguales de poder entre los géneros tienen expresiones concretas en distintos ámbitos de la sociedad y la cultura: el trabajo, la familia, la política, las organizaciones, el arte, las empresas, la salud, la ciencia, la sexualidad y la historia. Esta perspectiva no es exclusivamente adoptada por las mujeres ni está dirigida exclusivamente a ellas.

En el campo de los estudios de género, no debe confundirse perspectiva de género con «ideología de género». Mientras que la perspectiva de género es un enfoque analítico sobre las relaciones entre los géneros, la «ideología de género» es la visión particular que personas o grupos adoptan respecto a dichas relaciones. Se considera que la «ideología de género», asumida consciente o inconscientemente, influye en los juicios, comportamientos y relaciones sociales de las personas.

Es habitual en los estudios de género considerar las distintas «ideologías de género» como un objeto de estudio o como una variable más en su análisis. Así, por ejemplo, una investigación puede describir y comparar las diferentes «ideologías de género» en los jóvenes de determinada región, o entre los partidos políticos en ciertos países y épocas, etc.

En los últimos años, en algunos ámbitos de la opinión pública se ha usado el término «ideología de género» despectivamente para referirse a las ideas políticas favorables a la igualdad de género y la libertad sexual. Este uso del concepto ha sido promovido principal, aunque no únicamente, por sectores católicos conservadores. Dichos sectores se oponen a las reformas en la educación sexual, la legislación sobre derechos sexuales y reproductivos, y el reconocimiento de la diversidad sexual. Denuncian que estas políticas están basadas en lo que consideran «ideología de género», a la que equiparan con un dogma. El término es rechazado por activistas feministas y LGBT, considerando que busca deslegitimar los objetivos de estos movimientos y el rigor de los estudios de género.

Los estudios de género pueden proporcionar análisis acerca de las posiciones que asumen los sujetos frente a este tipo de controversias. Por ejemplo, mediante la medición, a través de escalas y cuestionarios, de las actitudes hacia el feminismo o hacia los cambios impulsados por este movimiento.

Aspectos metodológicos

Desde esta perspectiva teórica, el género es un fenómeno que ha de estudiarse como una construcción social que se manifiesta tanto en una dimensión objetiva como subjetiva. Los estudios de género, por tanto, analizan las relaciones de género como un orden que se impone a los individuos, pero que a la vez los individuos reproducen continuamente en sus prácticas. Asimismo, las prácticas, los discursos y el contexto socio-cultural de las relaciones de género pueden presentar inconsistencias y cambiar a diferentes ritmos (por ejemplo, el acceso más igualitario de las mujeres al empleo y la educación no necesariamente modifican las concepciones tradicionales sobre las relaciones entre hombres y mujeres en el hogar).

Estas articulaciones y desfases entre la dimensión de análisis micro y macro tiene implicaciones metodológicas para los estudios con enfoque de género.

  • Muchos análisis complementan el uso de metodologías de investigación cuantitativas y cualitativas, para considerar tanto los aspectos estructurales, como de la subjetividad de los actores.
  • Las interrelaciones entre los tiempos individual, familiar y social plantea la pertinencia de estudios longitudinales de trayectorias de vida y su conexión con las transformaciones en las familias y en los contextos sociales en que estas trayectorias se desarrollan.
  • En algunas líneas de trabajo cobra importancia metodológica el análisis de las instancias mediadoras entre los niveles macro y micro social, ya que no habría una influencia directa y unívoca de las circunstancias sociales estructurales sobre las vivencias, roles y representaciones de género. Esta influencia es selectiva y heterogénea, y está mediada por otros aspectos, como el contexto familiar o las redes sociales, que tienen importancia en la vida de los individuos.
  • La heterogeneidad con la que se manifiesta la desigualdad de género en distintos ámbitos ha estimulado la aplicación del análisis comparativo. Estos estudios examinan las distintas expresiones de la desigualdad en diversos sectores sociales y según múltiples variables como clase, etnia y edad.

Influencia de los estudios de género

Los estudios de género y la teoría psicoanalítica

Sigmund Freud

Mientras que algunas feministas critican la envidia del pene de Sigmund Freud por considerarla sexista, otras corrientes dentro de los feminismos apoyan lo que se conoce como psicoanálisis feminista. Teóricas feministas como Juliet Mitchell, Nancy Chodorow, Jessica Benjamin, Jane Gallop, Bracha Ettinger, Shoshana Felman, Griselda Pollock y Jane Flax han argumentado que la teoría psicoanalítica es vital para el proyecto feminista y debe, al igual que otras disciplinas, ser reformulada desde el feminismo para liberarla de los vestigios del sexismo. Shulamith Firestone en The Dialectic of Sex denomina al psicoanálisis freudiano como el feminismo equivocado y analiza cómo éste es casi completamente preciso, con la excepción de un detalle crucial: en todas partes donde Freud escribe «pene», debería decir «poder».

Jacques Lacan

La teoría de Lacan sobre la sexuación organiza la feminidad y la masculinidad de acuerdo a las diferentes estructuras inconscientes. Tanto los sujetos masculinos como los femeninos participan en la organización «fálica», y el lado femenino de la sexuación es «suplementaria», no principal ni complementaria. La sexuación —situación sexual—, vale decir, el desarrollo de los roles de género y los juegos de roles en la infancia, cuestiona los conceptos de identidad de género como innatos o biológicamente determinados, siendo estos el resultado de la lógica significante en juego y la satisfacción asociada. Críticos como Elizabeth Grosz acusan a Lacan de mantener una tradición sexista en el psicoanálisis, mientras que otros como Judith Butler, Bracha Ettinger y Jane Gallop han utilizado el trabajo de Lacan, aunque de manera crítica, para desarrollar la teoría de género.

Julia Kristeva

Julia Kristeva ha desarrollado significativamente el campo de la semiótica. En su trabajo sobre la abyección, ella estructura la subjetividad sobre la abyección de la madre y sostiene que la forma en la que un individuo excluye —o desprecia— a su madre como medio para formar una identidad es similar a la manera en que las sociedades se construyen. Ella sostiene que las culturas patriarcales, al igual que los individuos, tienen que excluir lo maternal y lo femenino, para que puedan llegar a existir.

Mark Blechner

Los trabajos de Mark Blechner han expandido los puntos de vista psicoanalíticos del sexo y género, catalogando al psicoanálisis como la «ciencia queer pasada y futura». En su opinión, existe un «fetiche de género» en la sociedad occidental, donde se le da una enorme y desproporcionada atención al género de las parejas sexuales sobre otros factores que intervienen en la atracción sexual, como la edad o la clase social. Él propone que las palabras «homosexualidad» y «heterosexualidad» sean prefijos, dependiendo del nivel de diferencias o semejanzas existentes entre quienes conforman la pareja. La «edad heterosexual» indicaría una atracción entre personas de diferentes edades, por ejemplo. Lo que convencionalmente se llama «heterosexualidad» podría llamarse «heterosexualidad de género».

De acuerdo a Blechner, las culturas pueden tener diferentes normas respecto a lo masculino y la masculinidad, y describe el terror de los hombres occidentales a la penetración. Así, en muchas sociedades el ser gay se refiere solamente al hombre que se deja penetrar, mientras que aquellos que penetran a otros se consideran masculinos y no gais, por lo que no son víctimas de prejuicios. En otras culturas sin embargo, la felación receptiva es la norma en la adolescencia temprana y es vista como un requisito para el desarrollo de la masculinidad normal.

Desarrollo teórico

Historia de los estudios de género

Tras la revolución por el sufragio universal durante el siglo XX y el Movimiento de Liberación de las Mujeres de la década de 1970, se promovió dentro del mundo feminista el «examinar activamente» las versiones más comunes y aceptadas de la historia conocida hasta ese momento. En este contexto, se gestó una nueva forma de analizar la historia, y que daría origen a los Estudios de Historia de Género.

Estudios sobre la mujer

Los estudios de la mujer son un campo académico interdisciplinario dedicado a temas relacionados con la mujer, feminismo, género y política. A menudo incluye a la teoría feminista, historia de la mujer y la historia social —por ejemplo, la historia del sufragio femenino—, la ficción femenina, la salud de la mujer, el psicoanálisis feminista y todas aquellas prácticas influenciadas por el feminismo y los estudios de género dentro de las humanidades y las ciencias sociales.

Estudios sobre el hombre

Los estudios sobre la masculinidad son un campo académico interdisciplinario dedicado a temas relacionados con el hombre, masculinismo, masculinidad, género y política. A menudo incluye la teoría masculinista, historia social, la ficción masculina, la salud de los hombres, el psicoanálisis masculinista y todas aquellas prácticas influenciadas por el masculinismo y los estudios de género dentro de las humanidades y las ciencias sociales. Algunos de los aportes teóricos claves intentan conciliar las interpretaciones masculinista/feminista de los estudios de género, e incluyen entre otros a Does Feminism Discriminate Against Men de Warren Farrell y James Sterba, y Gendering, Courtship and Pay Equality de Rory Ridley-Duff.

Teoría de género

La «teoría de género», a veces también llamada «ideología de género», es un concepto nacido en el ámbito católico en los años 1990 que se utiliza para referirse de forma crítica a los estudios de género. Quienes hacen uso de esta locución sostienen que los estudios de género ocultan un proyecto predefinido enfocado en la destrucción de la familia y de la sociedad fundada sobre un presunto «orden natural».

El concepto mezcla ideas originarias de la teoría queer (el género como construcción social), el construccionismo social (los roles sociales y de género), el feminismo (la igualdad social y legal entre hombres y mujeres), o los estudios de género (sobre la transexualidad y la diferencia entre identidad sexual o de género y sexo biológico), para crear un pensamiento crítico que no es defendido por ninguno de los estudios anteriores. Como recurso retórico es empleado especialmente por la Iglesia católica para situarse en contra, defender sus propias ideas por oposición y criticar a sus supuestos proponentes: construccionistas sociales, feministas, activistas LGBT, transexuales, etc., además de dar a entender que existe una estrategia política unificada detrás de esta filosofía.

Así, según una carta pastoral del obispo de Córdoba, Demetrio Fernández:

La ideología de género es una filosofía, según la cual el sexo ya no es un dato originario de la naturaleza, que el hombre debe aceptar y llenar personalmente de sentido, sino un papel social del que se decide autónomamente.

En una definición algo más larga, el diácono Girolamo Furio explica:

La teoría del género es una idea que sostiene la no existencia de una diferencia biológica entre hombres y mujeres determinadas por factores inherentes al cuerpo, sino que los hombres y las mujeres son iguales desde todos los puntos de vista; que existe esa diferencia morfológica, pero no cuenta. Así, la diferencia masculina / femenina es una diferencia exclusivamente cultural, es decir, los hombres son hombres porque son educados como hombres, las mujeres son mujeres porque son educadas como mujeres. Si fuera por estas construcciones culturales no habría diferencias entre mujeres y hombres y el género humano estaría formado por personas iguales. De tal modo se disocia la sexualidad de la personalidad, no está conectada con la construcción de una persona.

Así, el cardenal Robert Sarah, arzobispo emérito de Conakry (Guinea), prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y presidente del Pontificio Consejo Cor Unum, consideraba que existen actualmente «dos fuerzas diabólicas: el ISIS o Estado Islámico y la teoría del género».

Bibliografía

  • Gallardo Linares, Francisco J.; Escolano López, Víctor M. (2009, marzo). Informe Diversidad Afectivo-Sexual en la Formación de Docentes. Evaluación de Contenidos LGTB en la Facultad de C.C.E.E. de Málaga. Málaga (España): CEDMA.
  • Violeta Varela Álvarez, Contra la "teoría literaria" feminista, Vigo, Editorial Academia del Hispanismo, 2007. ISBN 978-84-96915-07-7.
  • Paloma Durán y Lalaguna (2007). Sobre el género y su tratamiento en las Organizaciones Internacionales. EIUNSA. ISBN 978-84-8469-209-6.
  • Dale O´Leary (2008). La agenda de género. Redefiniendo la igualdad. Editorial Promesa,. ISBN 978-9968-41-140-0.
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  • Jorge Scala (2010). La Ideología de Género. Sekotia. ISBN 978-84-96899-74-2.

Fuentes